miércoles, 23 de junio de 2010

185 Las idioteces de Hollywood II

185 “LA CHISPA”                            (enero 2006)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.
LAS IDIOTECES DE HOLLYWOOD (II parte)
Es seguro que los lectores podrán añadirle un sinfín de observaciones a este catálogo cuyo objetivo es servir de estímulo para que cuando vean cine o televisión, lo hagan con cierto criterio y capacidad de establecer juicios acerca del significado y creatividad de lo que ven. Además, que puedan discutir en familia el valor educativo de lo que la televisión ofrece a sus hijos. Ese es el objetivo de este trabajo, además de divertirlos.
10) Una de las tonterías más repetitivas de Hollywood es la cuestión del masaje de hombros. Todos los hombres y mujeres del cine parecen ser no solo hábiles masajistas, sino magos en el arte de la provocación sexual con las manos. Además de descubrir la tensión, los nudos y la angustia de sus amados, tienen el “toque” angelical que hace que apenas les pongan las manos en los hombros, estos empiecen a gemir y disfrutar de una manera que nadie puede explicarse. De inmediato, al primer contacto, entran en una especie de delirio sensual que más parece sexual, y se dedican a emitir toda clase de ruidos y quejidos semejantes a los que hacen las mujeres en el cine porno, en sus falsos e interminables orgasmos. El masaje hollywoodense es magia pura. Yo nunca he podido explicarme ese efecto de éxtasis que se producen al simple contacto de las manos con la espalda, por más que lo he practicado. ¿Y ustedes?
11) Otra de las cosas inexplicables de estas idioteces cinematográficas, es el asunto de las persecuciones. Cuando es el bueno el que persigue, casi nunca alcanza al malo. Pero cuando es el malo el que persigue al bueno, la cuestión se convierte en brujería. Los buenos corren y corren a toda velocidad, huyen en carro, motocicleta, avión o lo que sea; improvisando sobre la marcha y cambiando de rumbo en forma aleatoria. En cambio el malo va con lentitud, camina como Terminator, se toma todo su tiempo; se pone los anteojos, se fuma un cigarrillo, sale a la calle, le quita el carro a alguien y, cuando los buenos llegan a algún lugar totalmente fuera de programa, el malo ya está allí esperándolos, tranquilo, con una sonrisa burlesca y fumándose otro cigarrillo. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo saben los malos adónde van a ir los buenos? ¿Lo sabe usted? Por favor explíquemelo porque eso me desespera. La película “Crimen perfecto” (creo) con Michael Douglas, es un ejemplo de esto.
12) Otra de las idioteces que no tiene pies ni cabeza, es el tema de las heridas con balas o lo que sea. Fíjense ustedes que siempre que le pegan un balazo al chavalo de la película, este se toma el brazo, el pecho, el hombro o el lugar en donde se supone fue herido; se pone un trapo sobre la herida y empieza a huir. Pero aquí es donde aparece la tontería. Apenas inicia la marcha, empieza a “arrastrar una pata”. O ambas. Si fue herido en el brazo, pecho u hombro, ¿por qué diablos tiene que arrastrar las patas? Eso estaría bien si lo hubieran herido en una rodilla o tobillo; allí se justificaría la renguera, pero si la lesión es en un brazo, que alguien me explique por qué diantres tiene que caminar arrastrando las patas.
13) Todos los gringos son (en el cine), sommeliers y connoisseurs del más alto nivel cuando de degustar licores y alta cocina se trata. Siempre cuando van a comer a un restaurante de lujo, piden platillos extraños, trufas, caracoles, caviar, pichones o cualquier “exotic”. Además, todo el tiempo piden un determinado vino cosecha del año tal o cual, y dan un discurso acerca de las bondades de ese año. Pero si eso es creíble entre algunas personas de la clase alta y adinerada, no es cierto que eso sea normal entre policías y gentuza que solo comen hamburguesas con ketchup y mostaza. Pero el clímax de esta irreal situación, llega cuando el actor o la actriz se echan a la boca la primera cucharada. Instantáneamente empiezan a gemir y a hacer toda clase de gestos con la cara para indicar que el manjar que están degustando es lo máximo. Hummm, hummm. Ohh, oh, guau. “Solo le falta un pizca de orégano o estragón”. O bien, “una hojita de laurel” o cualquier otra tontería con la cual nos hacen creer que todo el mundo allí es sabio en asuntos culinarios.
14) A pesar de que esa sociedad se reputa como muy igualitaria en materia sexual, invariablemente en el cine les achacan a las mujeres las actitudes más idiotas e impropias. Una de ellas es la de los gemidos. En cualquier situación en donde los buenos van huyendo, la mujer siempre va pegando chillidos, gimiendo y llorando. No importa que sea la Tom Raider o la máxima karateca; siempre tiene que estar gimiendo y emitiendo esos quejiditos tan característicos que nos demuestra lo tontas, frágiles y miedosas que son. Esos grititos y gemidos son clásicos, aunque se trate de la mujer Maravilla, Gatúbela, Sharon Stone o Demi Moore.
15) Como complemento de esa idiotez inevitable, está la cuestión de las caídas. Cuando los buenos huyen de los malos, de King Kong, Allien, las fieras del parque Jurásico o lo que sea, nunca falta la mujer tonta que, en el momento menos oportuno, se cae y se luxa un tobillo. Pero eso no sería tan trágico, si al menos en los millones de veces que se han caído en el cine, hubieran aprendido a hacerlo en forma realista, y no de la manera tan artificial como siempre lo hacen. Da cólera ver como tuercen una pata en el aire, fingiendo que han tropezado con algo inexistente, y luego cómo se dejan caer de forma tan inverosímil y “artística”. Siempre de lado, enseñando la curva superior de sus hermosas caderotas y parte de sus muslos alucinantes. Un truco siempre simpático y sensual, pero absolutamente idiota. Seguiremos con este tema.
Haga circular esta “Chispa” para ver si podemos aumentar la colección de disparates con los que nos “educan” diariamente en el cine y la televisión de Hollywood.
Cinematográficamente
RIS

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