426 “LA
CHISPA”
Lema: “En la indolencia
cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA
EDUCACIÓN NACIONAL
Una vez más nos maravilla “el Grupo Pedagógico de La Nación” y nos da en
pluma de su editorialista, una lección de cívica que apunta en una sola
dirección. El grupo pedagógico de ese
diario recomienda algunas soluciones magistrales al problema de la Educación Nacional:
debe establecerse un paredón para ejecutar a los dirigentes gremiales y a los
alumnos “revoltosos”. Hacerlos pagar con su vida el valor que ya
perdieron los viejos. Pero es por
eso que los jóvenes son grandiosos: con sus locuras, su insolencia, sus
malacrianzas y todas las cosas erradas que puedan hacer, conservan la prístina
pureza que certifica a los hombres verticales; a los que no tienen bisagras en
la espalda ni han aprendido a hacer genuflexiones serviles; ni a ser plumarios o testaferros de nadie.
Ellos gritan cuando los cobardes callan.
Su valor sin compromisos ni intereses es
la garantía de un pueblo sano, de raíces bien afincadas en lo más profundo del
sentimiento patrio. Cuando los
pusilánimes y los acomodables hacen
silencio complicitario y criminal, los jóvenes constituyen la última línea de
defensa del pueblo. Y eso “explica muchas cosas.” Como el terror que siente cierta gente por
esa actitud “malcriada” de los jóvenes. El
sistema y el G. P de la Nación solo quiere
muchachos dóciles y obedientes; aquellos que se educan “en la acera de enfrente”, en la ENSEÑANZA PRIVADA, en donde los trabajadores de
la educación no tienen la menor garantía laboral, porque la Empresa Privada de la Educación hace lo que le
da la gana con estos docentes. Y si no
están de acuerdo, los corren sin ninguna contemplación. Ese es
el sueño del G. P. Además, como los
alumnos de esa elite forman parte de la Oligarquía, ¿qué les puede importar que los
maestros reciban o no su salario, o que al pueblo se lo lleve el Diablo?
Por su parte, el
G.P. de la Nación
propone que los profesores trabajen y trabajen sin recibir salario y que, los compañeros
que reciben su sueldo sean indiferentes ante la tragedia de los que ven a sus
familias enfrentadas al hambre y todas las calamidades que acarrea la falta de
pago. La solidaridad obrera es para el
G.P. un delito de lesa patria. Pero
estas ponencias del G. P. no constituyen una novedad; es el mismo estribillo de
pájaro carpintero que empezaron a implementar desde hacia varía décadas, cuando
la Oligarquía
introdujo en la masa obrera el caballo de Troya del solidarismo. Así quebraron la
fraternidad obrera en beneficio de la clase pudiente. Solo ha sobrevivido un “sindicalismo
acomodaticio, timorato y acobardado” con el que es posible la realización del
sueño del G. P. de La Nación: que los obreros
NO protesten por nada, aunque les atrasen el salario 6 meses; que laboren 20
horas por día durante cuatrocientos días al año. Sin que se enfermen ni tengan embarazos, sin
vacaciones, sin feriados, sin horas extra, sin derechos, y lo que es peor: SIN VOZ.
Destruido el sindicalismo obrero, solo
les quedaba un gran obstáculo (UN “MAL”
EJEMPLO): los gremios (sindicatos) magisteriales. Y como no podían destruirlos frontalmente, se
dedicaron a denigrarlos desde hace cuatro décadas. Desde las páginas de La
Nación se
orquestó una permanente campaña de desprestigio en contra del Magisterio
Nacional. “Que son vagos, que el curso
lectivo es el más corto del mundo, que tienen muchos feriados, que ganan mucho,
que las vacaciones son muy largas, que trabajan pocas horas, etc. etc.
etc.” El mismo y manido programa de
infundios en contra de este colectivo profesional. El Grupo Pedagógico de La Nación parece tener todas
las respuestas a la Educación Nacional,
una de los cuales es LA
EDUCACIÓN PRIVADA. Sistema en donde los educadores no tienen
garantía alguna, ni siquiera la del salario establecido por ley según la
categoría profesional. El régimen de
trabajo en los colegios privados (el sueño del G.P.) es un sistema tiránico y
de abuso; el mismo que el Grupo de La Nación sueña para
todos los obreros del país. En síntesis:
que se cierren todas las escuelas y colegios públicos con sus legiones de maestros vagos y alumnos insolentes, y
que se dé paso franco a la
EDUCACIÓN PRIVADA,
desde el prekinder hasta la Universidad. Todo privado pero con
subvenciones del Estado. El sueño
sublime de la Oligarquía
y sus cancerberos de La Nación. Algo que explica mucho…
El editorialista del Grupo G. P.
utiliza un método dialéctico que dejaría espantado a propio Aristóteles;
establece sus premisas basadas en suposiciones, y de ellas saca conclusiones
apocalípticas que le sirven para hacer toda clase de adivinanzas, asociaciones
y predicciones basadas en sus propias especulaciones.
Además, este editorialista nos dice,
como si fuera una “autoridad” en educación que: “Se levanta bandera por la deformación de las cuestiones básicas,
mientras estas, las esenciales, las que están en el corazón de la educación, se
dejan de lado”. ¿Nos podría decir este gran pedagogo
editorialista cuáles son esas cosas “esenciales” que están en el corazón de la
educación? Y por favor, no nos salga con
que la docilidad borreguil es una de
ellas. Eso puede ser válido para los
profesores y empleados de la Empresa Privada;
también para los periodistas de La Nación, pero no
para la juventud de Costa Rica. Gracias
a Dios que contamos con esos valiosos y rebeldes proyectos de ciudadanos.
Desde luego que hay cosas malas en la Educación Pública,
pero estas no son imputables a la juventud ni al gremio de educadores. Si se
pagaran los salarios puntualmente, como corresponde, estas cosas no
sucederían. Si el gobierno cumpliera con
sus obligaciones patronales, estas cosas no pasarían. Si se cumplieran los acuerdos salariales,
tales cosas no se darían. Y eso sí es
algo que explica mucho. ¿O no?
Con todo lo que puedan chocarme las insolencias desbordadas de los
chicos, me siento feliz de saber que contamos con una generación combativa,
libre de “siervos menguados”; garantía de una cantera de hombres que, cuando
llegue el momento, no vacilarán en trocar en arma la tosca herramienta. Hay semilla viva en nuestro pueblo.
Fraternal y escueleramente.
Prof.
Ricardo Izaguirre S.
E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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