viernes, 28 de septiembre de 2012

426 La educación nacional



426   LA CHISPA  
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA EDUCACIÓN NACIONAL
            Una vez más nos maravilla “el Grupo Pedagógico de La Nación” y nos da en pluma de su editorialista, una lección de cívica que apunta en una sola dirección.  El grupo pedagógico de ese diario recomienda algunas soluciones magistrales al problema de la Educación Nacional: debe establecerse un paredón para ejecutar a los dirigentes gremiales y a los alumnos “revoltosos”.  Hacerlos pagar con su vida el valor que ya perdieron los viejos.  Pero es por eso que los jóvenes son grandiosos: con sus locuras, su insolencia, sus malacrianzas y todas las cosas erradas que puedan hacer, conservan la prístina pureza que certifica a los hombres verticales; a los que no tienen bisagras en la espalda ni han aprendido a hacer genuflexiones serviles; ni a ser plumarios o testaferros de nadie.  Ellos gritan cuando los cobardes callan.  Su valor sin compromisos ni intereses es la garantía de un pueblo sano, de raíces bien afincadas en lo más profundo del sentimiento patrio.  Cuando los pusilánimes y los acomodables hacen silencio complicitario y criminal, los jóvenes constituyen la última línea de defensa del pueblo.  Y eso “explica muchas cosas.”  Como el terror que siente cierta gente por esa actitud “malcriada” de los jóvenes.  El sistema y el G. P de la Nación solo quiere muchachos dóciles y obedientes; aquellos que se educan “en la acera de enfrente”, en la ENSEÑANZA PRIVADA, en donde los trabajadores de la educación no tienen la menor garantía laboral, porque la Empresa Privada de la Educación hace lo que le da la gana con estos docentes.  Y si no están de acuerdo, los corren sin ninguna contemplación.  Ese es el sueño del G. P.  Además, como los alumnos de esa elite forman parte de la Oligarquía, ¿qué les puede importar que los maestros reciban o no su salario, o que al pueblo se lo lleve el Diablo?   
Por su parte, el G.P. de la Nación propone que los profesores trabajen y trabajen sin recibir salario y que, los compañeros que reciben su sueldo sean indiferentes ante la tragedia de los que ven a sus familias enfrentadas al hambre y todas las calamidades que acarrea la falta de pago.  La solidaridad obrera es para el G.P. un delito de lesa patria.  Pero estas ponencias del G. P. no constituyen una novedad; es el mismo estribillo de pájaro carpintero que empezaron a implementar desde hacia varía décadas, cuando la Oligarquía introdujo en la masa obrera el caballo de Troya del solidarismo.  Así quebraron la fraternidad obrera en beneficio de la clase pudiente.  Solo ha sobrevivido un “sindicalismo acomodaticio, timorato y acobardado” con el que es posible la realización del sueño del G. P. de La Nación: que los obreros NO protesten por nada, aunque les atrasen el salario 6 meses; que laboren 20 horas por día durante cuatrocientos días al año.  Sin que se enfermen ni tengan embarazos, sin vacaciones, sin feriados, sin horas extra, sin derechos, y lo que es peor: SIN VOZ. 
            Destruido el sindicalismo obrero, solo les quedaba un gran obstáculo (UN “MAL” EJEMPLO): los gremios (sindicatos) magisteriales.  Y como no podían destruirlos frontalmente, se dedicaron a denigrarlos desde hace cuatro décadas.  Desde las páginas de La Nación se orquestó una permanente campaña de desprestigio en contra del Magisterio Nacional.  “Que son vagos, que el curso lectivo es el más corto del mundo, que tienen muchos feriados, que ganan mucho, que las vacaciones son muy largas, que trabajan pocas horas, etc. etc. etc.”  El mismo y manido programa de infundios en contra de este colectivo profesional.  El Grupo Pedagógico de La Nación parece tener todas las respuestas a la Educación Nacional, una de los cuales es LA EDUCACIÓN PRIVADA.  Sistema en donde los educadores no tienen garantía alguna, ni siquiera la del salario establecido por ley según la categoría profesional.  El régimen de trabajo en los colegios privados (el sueño del G.P.) es un sistema tiránico y de abuso; el mismo que el Grupo de La Nación sueña para todos los obreros del país.  En síntesis: que se cierren todas las escuelas y colegios públicos con sus legiones de maestros vagos y alumnos insolentes, y que se dé paso franco a la EDUCACIÓN PRIVADA, desde el prekinder hasta la Universidad.  Todo privado pero con subvenciones del Estado.  El sueño sublime de la Oligarquía y sus cancerberos de La Nación.  Algo que explica mucho…
            El editorialista del Grupo G. P. utiliza un método dialéctico que dejaría espantado a propio Aristóteles; establece sus premisas basadas en suposiciones, y de ellas saca conclusiones apocalípticas que le sirven para hacer toda clase de adivinanzas, asociaciones y predicciones basadas en  sus propias especulaciones.  Además, este editorialista nos dice, como si fuera una “autoridad” en educación que: “Se levanta bandera por la deformación de las cuestiones básicas, mientras estas, las esenciales, las que están en el corazón de la educación, se dejan de lado”.   ¿Nos podría decir este gran pedagogo editorialista cuáles son esas cosas “esenciales” que están en el corazón de la educación?  Y por favor, no nos salga con que la docilidad borreguil es una de ellas.  Eso puede ser válido para los profesores y empleados de la Empresa Privada; también para los periodistas de La Nación, pero no para la juventud de Costa Rica.  Gracias a Dios que contamos con esos valiosos y rebeldes proyectos de ciudadanos.
            Desde luego que hay cosas malas en la Educación Pública, pero estas no son imputables a la juventud ni al gremio de educadores.  Si se pagaran los salarios puntualmente, como corresponde, estas cosas no sucederían.  Si el gobierno cumpliera con sus obligaciones patronales, estas cosas no pasarían.  Si se cumplieran los acuerdos salariales, tales cosas no se darían.  Y eso sí es algo que explica mucho.  ¿O no?   Con todo lo que puedan chocarme las insolencias desbordadas de los chicos, me siento feliz de saber que contamos con una generación combativa, libre de “siervos menguados”; garantía de una cantera de hombres que, cuando llegue el momento, no vacilarán en trocar en arma la tosca herramienta.  Hay semilla viva en nuestro pueblo.
            Fraternal y escueleramente.
                                                           Prof. Ricardo Izaguirre S.
E-mail:                                               rhizaguirre@gmail.com
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