martes, 8 de junio de 2010

113 La calle de la Amargura

113    “LA CHISPA”

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.

“LA CALLE DE LA AMARGURA”

     ¿Es prerrogativa de los países tercermundistas la falta de visión hacia el futuro? Está bien que el ciudadano ordinario solo vea el presente y, de vez en cuando, el pasado; pero los líderes y gobernantes tienen la obligación moral de mirar hacia el futuro, además del presente y el pasado. Cuando se obtuvieron los terrenos de la Universidad de Costa Rica, se compró un área demasiado pequeña, aún para aquel tiempo. No se tuvo visión de futuro. Todos los cafetales aledaños se pudieron haber adquirido por una bicoca, cuando todavía el precio de la tierra no había alcanzado los precios de escándalo que hoy rigen ese comercio. Los dirigentes universitarios enfocaron el problema con visión de pasado. Es por eso que ahora la Alma Máter es una pequeña islita atiborrada de edificios y estudiantes, aprisionada y asfixiada por multitud de urbanizaciones y callejuelas miserables que denuncian la falta de inteligencia de los que la trazaron pensando en su presente nada más, como si la población estudiantil nunca fuera a pasar de las cuatro familitas que conformaban la vieja sede de la Corte. El campus parece un pequeño campo de concentración, rodeado por una malla metálica que le puso punto final a toda ilusión de crecimiento. Y a su alrededor, una serie de callejuelas infames de tránsito casi imposible. Y más allá, un mundo de urbanizaciones cuya remoción es ya imposible. Capítulo cerrado. Avance de cangrejos.
      Estacionar un carro en la “U” es un privilegio de reyes. Y entrar o salir de ella, una hazaña tan intrépida y meritoria como escaparse de Faluya. Desde el punto de vista funcional y urbanístico esas instalaciones llegaron a su límite, y no hay forma de resolver adecuadamente el problema vial que allí se presenta. En esta época en que tanta gente tiene carro, no es correcto ni adecuado decirles a los alumnos o visitantes que asisten a esa universidad, que lleguen a pie porque no hay estacionamiento para todos. Pero allí ya casi no hay nada que hacer. Ese problema no es cuestión de remiendos o modificaciones cosméticas. Lo único que cabe es la expropiación masiva de todos los terrenos que se encuentran en el lado sur, es decir, a la entrada de la U, y hacer allí enormes áreas de estacionamiento público y GRATIS para profesores, visitantes y alumnos. También construir dos o tres entradas con calles estupendas y amplias de doble sentido. Pero como esas propiedades deben tener precios del orden de los billones, lo más sensato parece ser la escogencia de otra sede para la Universidad. Pero esta vez, pensando en el año dos mil quinientos, por lo menos.
    Es inconcebible, inadmisible que la entrada principal al frente de la UNIVERSIDAD DE COSTA RICA, sea esa infame callejuelita conocida por el mote que lleva esta “Chispa” en el encabezado. “La calle de la amargura” debería llamarse “la Calle de la Vergüenza”, porque eso es lo que es. Una vergüenza para la Universidad de Costa Rica, para la Municipalidad, para las autoridades universitarias, para la comunidad, para el gobierno y para los centenares de negocios ubicados allí. Esa calle de la vergüenza parece que la hubieran trasladado de Bagdad a San Pedro después de que la Coalición la hubiera bombardeado a discreción. No hay calificativos adecuados para referirse a las deplorables condiciones de esa vereda que no alcanza ni la categoría de callejuela. Veamos algunas de sus bellezas y alrededores. Cantinas al aire libre, atiborradas desde tempranas horas por miles de jóvenes que hacen gala de desvergüenza al acumular decenas de botellas vacías sobre las mesas. Este infierno de tabernas y jóvenes alcoholizados, le dan a esa entrada a la U el aspecto de un barrio bajo porteño lleno de marineros ebrios. Es deplorable ver a tantos jóvenes (¿estudiantes?) tragando cerveza desde esas horas. ¿Cómo permite el gobierno ese enjambre de cantinuchas a menos de doscientos metros del más alto centro de enseñanza de Costa Rica? Y los demás negocios que hay allí, le dan un aire general de mercado persa a la CALLE PRINCIPAL de acceso a nuestra Universidad.
    ¿Cómo es que a nadie parece importarle eso? Los cráteres que hay en esa callejuela son de antología, y el estado general de esa vía es lamentable; pero parece que a nadie le importa; ni siquiera a la comunidad estudiantil que debe transitar diariamente por ella arruinando sus carros, o a aquellos estudiantes que deben caminar por sus infames aceritas llenas de tarros de basura y verdaderas pirámides de cajas llenas de botellas vacías de licor y cervezas que se han tragado los parroquianos del enjambre de tabernas.
Esa callejuela es una vergüenza para la sociedad, el gobierno, la municipalidad, las autoridades universitarias y cualquier visitante que tenga la desgracia de ingresar a la U por esa vía.
      Parte de la solución sería expropiar por lo menos unas dos filas de casas a un lado y otro de esa vía, para construir una magnífica calle con un bulevar y amplias aceras que le den un aspecto decente al ingreso a la Universidad de Costa Rica. Eso por lo menos; y si ni siquiera eso es posible, al menos se le debería hacer una “recarpeteada” decente a la callejuelita de las cantinas y lo huecos. Como hablé con algunas personas propietarias de negocios y me dijeron que nadie les hacía caso, yo les sugiero una idea llamativa que, estoy seguro, tendría buenos resultados: que un buen día, cualquiera, durante un par de horas, pongan todas las mesas de los bares a media calle y todo mundo se siente a beber cerveza a pleno sol. Es probable que un espectáculo tan inusitado como ese, atrajera a la televisión y los otros medios de divulgación. Y como aquí todo lo que es “show” apto para el lucimiento político es aprovechado por mucha gente, es seguro que de inmediato estarían allí los diputados, el jefe del MOPT, la rectora de la U, el gabinete presidencial y, ¿por qué no?, el mismo Presidente.
      Esa deprimente callejuelita es una vergüenza para la Alma Máter y todos aquellos alumnos que aman a esa venerable institución, que no es cualquier escuelita, sino LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA. Si aquí todo mundo hace bloqueos de carreteras por cualquier cosa, ¿por qué no hacerlo por algo tan digno como dotar a la Universidad de una buena vía de acceso a su fachada principal? Creo que vale la pena. Solo se puede perder un par de horas (de 11 a 1 PM) de un día viernes. El esfuerzo es poco, pero los resultados podrían ser sorprendentes.
Hagan circular esta “Chispa” para ver de qué manera se organiza esa fiestecita pro “Entrada decente para la U”.

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