miércoles, 15 de abril de 2015

857 Nicaragua... la pobre



857    LA CHISPA      
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
NICARAGUA… LA POBRE
            Con casi ciento cuarenta mil kilómetros cuadrados es el país más grande de Centroamérica.  Con una población cercana a los cinco millones de habitantes (nadie lo sabe con exactitud), es el país más despoblado de la región (30 ó 35 habitantes por kilómetro cuadrado).  Una tasa discutible de alfabetización que oscila cerca del cincuenta por ciento, lo convierte en un país falto de educación formal; por debajo de la media centroamericana, y muy lejos de la de Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica.  Con ese territorio y población, resulta ser uno de los países con menor densidad de población, donde todos deberían se dueños de una gran pedazo de tierra.  Pero ninguno tiene nada.  Con enormes áreas de terreno cultivable (unos cien mil kilómetros cuadrados), más de lo que tienen Holanda, Bélgica, Dinamarca, Liechtenstein, Andorra e Islandia, no produce ni lo que se comen sus ciudadanos.  Con fuentes hídricas para irrigar toda Centroamérica, sufren sequías y falta de alimentos.  ¡Ya quisieran los suizos y holandeses disponer de esos recursos para su economía!  Entonces, ¿qué es lo que hace que un país tan rico en posibilidades sea la nación más miserable de América?   Con gente capaz de trabajar hasta el martirio, no pueden levantarse de la postración endémica en la que están sumidos desde el tiempo de la colonia.  ¿Qué es lo que pasa en Nicaragua la pobre?  ¿Es una tierra maldita y olvidada de Dios?  ¿Quién o quiénes tienen la culpa de lo que pasa allí?  ¿Sus gobiernos?  ¿El Hado?  ¿Las oligarquías?  ¿Los gringos?  ¿Su propia gente?   Por todos los dioses, ¡tiene que haber una explicación!   No puede, no debe ser que un pueblo tan rico ande dando lástima por todo el mundo… por toda la eternidad.          
Si se ve a cada nica individualmente, son buenas personas, alegres, amables, trabajadores incansables, fuertes, optimistas, fraternales y con gran capacidad de servicio.  Gente con fe y esperanza.  Entonces, ¿qué es lo que hace que en Nicaragua las cosas caminen tan mal, y que sus habitantes se vean obligados a la indeseable y humillante migración?  ¿Es el gobierno actual?  Es dudoso, porque esta situación de pobreza (colindante con la miseria), se viene dando desde hace décadas, quizás en todo el siglo pasado.  Es increíble que la tierra que parió a Darío, Sandino, Cardenal, Mena, Alexis Argüello, Denis Martínez, Tino López, Bianca Jagger, Bárbara Carrera, Quincho Barrilete y tantos hombres de valía, se encuentre en un estado de calamidad permanente.  Con tanta tierra, agua, bosques, buen clima y gente que trabaja incansablemente, ¿cómo es posible que formen una nación itinerante y en total estado de ruina?  Algo tiene que pasar allí.  Pobreza y muerte en las dictaduras, indigencia y muerte con la Revolución, miseria y muerte con el comunismo; lipidia y muerte con la “democracia”.  Hambre y más hambre con la derecha y, de nuevo, más carencia con el regreso del sandinismo.  ¿Es un ensañamiento de los dioses?  ¿En qué los habrán ofendido?  Salvo Haití, no hay país en América que haya llevado tanto garrote.  ¿Cómo es que nadie puede (o quiere) hacer algo por sacarlos de ese estado calamitoso en el que se debaten tantos seres humanos?  ¿Son ellos, junto con Cuba, el escarmiento que los Estados Unidos quieren mostrarle al resto de los latinos que quisieran rebelarse?  ¿Es posible que la saña del Imperio llegue hasta esos niveles de sevicia?
Hace muchos años se decía que los nicas eran los judíos de Centroamérica; solo que pobres.  Y eso hace la gran diferencia entre dos pueblos menospreciados, odiados o que simplemente incomodan a sus anfitriones.  Porque cuando se tiene dinero, se dictan condiciones, como hacen los judíos en cualquier parte; los quieran o no, es lo de menos.  Ellos imponen su presencia, hacen lo que les da la gana y todo el mundo les tiene miedo.  Nadie, en ningún país, se atreve a manifestar públicamente su repulsa por el pueblo elegido; en cambio cualquiera lo hace en relación con los nicas.  Basta el mínimo pretexto o incidente, para que algunas sociedades vomiten toda la mala voluntad que les profesan.  Y eso es algo que debería hacer pensar y actuar a sus líderes políticos.  Deberían fijarse una meta nacional: que ningún nica salga de su país, a menos que sea a hacer turismo, estudiar o en viaje de negocios.  Ese debería ser el gran objetivo nacional.  Terminar con esa diáspora y crear el ambiente necesario para que esas personas dejen de ser emigrantes pordioseros y puedan vivir y morir en paz y con dignidad en su propia tierra. 
¿Qué pasa con los gobernantes de ese país?  ¿Son tan inútiles e incapaces que no pueden crear el mínimo de condiciones para que sus habitantes no tengan que emigrar masivamente?  Ni la dictadura, ni la izquierda, ni la derecha, ni el centro han podido mitigar la situación de miseria que vive ese pueblo con tantos recursos naturales.  Entonces, ¿qué es lo que pasa allí?  ¿Es una cuestión kármica derivada de la disposición que tienen para estarse matando entre ellos?  Desde la formación de la república no han parado de hacerlo, y eso debe crear algunas obligaciones a pagar.  Incluso “importaron” a los yanquis para que vinieran a invadir su tierra y tomaran partido en uno de los tantos bandos del bochinche familiar y continuo que han vivido desde la colonia: trajeron a William Walker y a la Constabularia; ellos les “regalaron” parte de Nicaragua para que hicieran un canal.  Y nadie sabe por qué ni a cambio de qué.   Y con Sandino sellaron su destino y se ganaron la antipatía de los gringos para siempre.  Un pueblo que no tiene empacho alguno en estarse liquidando entre sus propios hermanos, TIENE QUE PAGAR un precio.  Y la miseria y el exilio parecen ser parte de este.
No se sabe dónde o cuando empezó ese suplicio, pero es evidente que debe cesar.  Esa debe ser la meta de todos los nicaragüenses: verse como hermanos y trabajar con un solo objetivo: engrandecer su patria hasta el punto en que sea una nación ejemplar, rica y culta que acoja bien a todos sus hijos; que sea un hogar pacífico y no un campo de batalla eterna.  Nicaragua tiene mucho que ofrendar al mundo, pero mientras persista en desangrarse en luchas domésticas y criminales, su destino será el destierro y la humillación; la vergüenza de la labor servil y estéril en tierras extrañas, el dolor y la angustia de la patria lejana; la amargura de saberse mal queridos, despreciados y explotados.  Saber que están estorbando.  Nicaragua puede… si quisiera.  No puede ser que una nación que ha producido tantos intelectuales y que ha tenido universidad desde los tiempos de la Colonia, sea el país más atrasado de Centroamérica, y con el mayor índice de analfabetismo y miseria. 
¿Qué pasa en Nicaragua… la pobre?
                                              RIS                   Blog: “La Chispa”    http://lachispa2010.blogspot.com/

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