818 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica
del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿INVASIÓN PACÍFICA?
Casi
cien años lucharon los panameños por deshacerse de esa vergüenza que constituía
el enclave yanqui dentro de su territorio; y si no hubiera sido por un momento
de debilidad política de un buen
hombre que fue presidente de USA, ahí seguiría flameando la bandera del Imperio
en el corazón de Panamá. Veinte lustros
de lucha, de protestas, de humillaciones (gold
roll y silver roll), discriminación total (trabajos y salarios). Cien años de ver como un Pretor gringo desde la Zona, quitaba y ponía gobiernos panameños
a su antojo. Un siglo lacerando el alma
de una nación cuyos ciudadanos se sentían extranjeros en su propia patria. Diez décadas de crímenes en contra de los
patriotas que protestaban por la presencia del invasor norteamericano en suelo
panameño. Pero al fin, por un descuido
del señor Jimmy Carter, el canal y
sus tierras aledañas, volvieron a incorporarse a la nacionalidad panameña
después de una prolongada usurpación llevada a cabo por la fuerza de las armas,
la plata y los políticos criollos corruptos. Muchas vidas se sacrificaron en esa larga batalla
en contra de los usurpadores. Lucha
largamente contenida pero victoriosa al fin, dio a los panameños la
satisfacción de ser dueños de su tierra y no tener que soportar la pesadilla de militares extranjeros
hollando su suelo, como si fueran sus conquistadores. Criminales dispuestos a asesinar a cualquier
nativo que intentara algún gesto de protesta o descontento por la ominosa
presencia imperialista en suelo panameño. Por cerca de cien años fuimos testigos de la
lucha de ese país por desembarazarse de esa pesadilla militar y económica que
constituye esa gente en cualquier sitio en donde logran meterse.
El
ejemplo de Panamá debería ser suficiente razón para NO ENTRAR EN ESE TIPO de tratos con USA. Bien sabemos que estos
solo hacen tratados mediante los cuales “se tiran” siempre a todos aquellos
gobiernos idiotas (o vendidos) que
suponen que se puede establecer algún negocio justo con esa gente. Donde los gringos clavan su bandera, solo
muertos salen. Ahí están las bases que
les impusieron a ingleses, alemanes, italianos, españoles, taiwaneses, japoneses,
coreanos, cubanos, colombianos y todo el resto del mundo; una vez que sientan
sus botas en algún territorio, se quedan para “siempre”; con la únicas
excepciones de Vietnam y Nicaragua.
Imposible sacarlos una vez que han afianzado sus bases. Decenas de países muertos de hambre, han
creído que podrían hacer un buen negocio con USA, y todos han sufrido una amarga decepción. Esa gente no sabe de justicia o equidad, y
solo ven al resto del mundo como presas explotables, como tontos
tercermundistas sin derecho a nada. Para
ellos solo cuentan los “intereses norteamericanos”, y quien a estas alturas no
lo sepa o quiera creer otra cosa, no es más que un simplón.
Ese
ha sido el decorado histórico de los últimos doscientos años en los que esta
gente irrumpió en el patio trasero de su país.
Jamás han tenido un gesto de bondad, consideración o respeto por nadie,
por ningún vecino americano, por más
serviles que estos sean; es más, cuanto más arrastrados se muestran estos,
más los menosprecian los estadounidenses.
El gringo solo respeta a los que les responden a balazos: como los vietnamitas,
Sandino o los cubanos. Así, pues, que
hay antecedentes para manejar con mucha cautela cualquier relación con los E.U. Para mantenerse a prudente distancia de la
mirada codiciosa del yanqui, en lo que sea.
Pero resulta que la Asamblea Legislativa (como un plan nacional general
de la oligarquía) les pone en bandeja la soberanía del país. La
Asamblea declara la anexión de Costa Rica a la Unión. Nos coloca en la condición de colonia ante
los posibles desmanes militares de la soldadesca yanqui la que, de acuerdo con
lo que publicó la prensa del tratado de rendición, podrá
movilizarse armada dentro del territorio nacional. Podrán eliminar a quién les dé la gana, y
toda persona molesta al régimen, podrá ser despachada en un dos por tres; solo
será necesario “sembrarle” un kilo de coca en el carro o su casa. Ahí mismo podrán ejecutar a quién quieran,
deportarlo a Guantánamo o Rumania, y un cuento acabado. “Es
miembro de Al Qaeda y se le encontró propaganda terrorista”. “Se le descubrieron armas de destrucción
masiva, y se le ajustició por resistirse”. Y nadie
podrá hacer o decir nada. Conciudadanos,
hemos sido entregados al capricho de lo que las fuerzas armadas de Estados
Unidos quieran hacer con los ciudadanos de este país, sobre todo, con aquellos
que protestan. Bastará una acusación de
cualquier soldado de USA que diga que nos encontró una copia del Corán, y podremos ser ejecutados en
cualquier parte en cualquier momento. ¿Y
a quién se le reclama justicia?
Siete
mil marinos con doscientos helicóptero de ataque, son suficiente fuerza militar
para subyugar a toda Centroamérica desde Costa Rica. Talvez todo sea solo una “bola” para ver
cuál es la reacción del pueblo; pero talvez podría ser cierto, ya que esta idea
se viene fraguando desde hace mucho tiempo.
Los miembros de la Oligarquía
nacional sueñan con que seamos una colonia, pues eso les brindaría la
seguridad militar de que nadie podría interferir en sus planes de explotación
en contra del pueblo. Un portaaviones, 40 barcos de guerra y
naves antisubmarinos, parece una fuerza desproporcionada para combatir una
actividad de bandolerismo cuyos principales beneficiarios son los carteles de
los Estado Unidos. Eso más bien parece
una fuerza de ataque para invadir Venezuela y las Guyanas (ya lo hicieron con
Colombia) para rodear a Brasil, el cual parece ser el objetivo mediato.
¿Tendrá
consciencia este gobierno de lo que significa semejante temeridad? Lo que han hecho es abrir la puerta del
corral de las ovejas a siete mil lobos hambrientos de todo. Abrirles un resquicio a los gringos
significará un problema eterno. Como
el que tienen en Palmerola, Puerto Rico y Guantánamo. Como
el que tuvieron por casi cien años los panameños. ¿De qué sirvió el ejemplo de Mora y Cañas,
cuando arrojaron a los antepasados filibusteros de los que ahora no van a
invadir gratuitamente? No tienen ningún
respeto histórico estos individuos que, en forma rastrera, han entregado el
país a unas tropas cuya vocación imperialista no necesita la menor
demostración. ¡Rindieron la soberanía y
entregaron el país! Y sin disparar un
solo tiro.
Tristemente
Blog: La Chispa http://lachispa2010.blogspot.com/ con link a Librería en
Red
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