851 “LA CHISPA”
Lema:
“En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
CROPS Y BOLITAS BRILLANTES
A pesar de que había dicho que la
anterior sería la última “Chispa” en
relación con el tema de los OVNI,
creo que es necesaria una reflexión más, pues por las notas que he recibido,
parece que hay muchos amigos que juegan con la idea de que las publicaciones de
la Internet al respecto, RATIFICAN la existencia del fenómeno en
cuestión. Me han enviado una serie de videos
a los que incluso les han calzado un pie de pantalla en donde dice CBS y algunos otros nombres de cadenas
televisivas de fama mundial. Otros dicen
ser de NatGeo. Pero déjenme decirles que
la Red está saturada de toda clase de engañifas y exageraciones; algunas de
calidad, y otras de lo más ordinarias, como una de las que recibí. Desde luego que para los “believers”
cualquier cosa que apoye sus creencias es aceptable, aunque no tenga ni cumpla
con los mínimos requisitos científicos, lógicos o de sentido común. En la red hay multitud de charlatanes que se
divierten haciendo publicaciones sensacionalistas y apocalípticas, y tienen
millones de seguidores que se las creen.
Hay otros malintencionados que gozan produciendo congoja en la gente,
como los del milenio, los virus que se comen
los discos duros y el teclado de las computadoras, y el juicio final del año
2012.
Les guste o no, solo hay dos tipos
de fenómenos en los que se fundamentan los ufólogos: luces y crops. Un vídeo clip de los
que me enviaron tiene el llamativo título de: “Platillos paralizan el aeropuerto de Manhattan”. Y para empezar, debo decirles que en Manhattan
NO hay aeropuertos; de los tres de
la ciudad de New York, dos quedan en Long Island (La Guardia y Kennedy), y el tercero, Newark, en New Jersey. Además,
un notición
como ese, DEBIÓ salir en todos los
diarios del mundo, pues eso sería algo fantástico que revolucionaría al mundo;
sin embargo, solo está en ese video rígido y borroso al que le agregan el pie
de CBS, truco que puede ser hecho
por cualquier aficionado. ¿Y en qué
consiste la “prueba”? Pues en una cámara fija que toma una serie de
lucecitas titilantes, un grupito de mirones en la acera de una calle citadina (NO aeropuerto) y una especie de claque
en el fondo de la banda de sonido. Unos ruidos de carros y una ambulancia
completan el cuadro. Un show de lo más burdo, pues una grabación
como esa puede hacerla hasta un niño. Si
hubieran movido la cámara para tomar de manera simultánea los platillos y rascacielos
de Manhattan, la película sería más creíble.
Pero en este filme tan ordinario, la cámara está enfocada al vacío,
esperando que los “platillos” vuelvan a la escena del crimen. NUNCA
los sigue. ¿Por qué la cámara está
“clavada”?
¿Son
esas bolitas brillantes la confirmación de la presencia de alienígenas? ¿Y fueron ellas capaces de paralizar algún
aeropuerto? El montaje es de lo más
ordinario y solo siendo muy ingenuo se puede tomar tal majadería en serio; pero
para los creyentes eso parece bastar.
Piénsenlo con objetividad, ¿creen ustedes que cualquier civilización
extra terrestre recorrería años luz de distancia para venir a hacer jueguitos
pirotécnicos sobre algún desierto, aeropuerto o pueblito remoto? ¿Viajarían tanto solo para asustar a unos
cuantos campesinos, quemarlos con su radiación y luego desaparecer? A eso se reducen todas las evidencias
que nos presentan la televisión y la literatura sobre el tema. Puras conjeturas y ninguna evidencia de algo
sólido e irrebatible. Han tejido una
tremenda maraña alrededor de este tema, y lo
han convertido en un negocio muy rentable en el que participan muchas empresas,
medios… y el cine. Desde los tiempos
de Orson Welles y su invasión marciana, ese es un tema que
apasiona a los gringos y sus fans del resto del mundo. Pero hasta el momento NO HAY PRUEBA ALGUNA acerca de los visitantes klingons.
Existe
un programa bien armado en el canal 40. Con una serie de individuos que se hacen
llamar doctores, científicos y ufólogos y que, por lo que se ve, cuentan con
enormes recursos para llevar a cabo su labor de “investigación”. Además, tienen
el apoyo y espacio en ese canal. El History Channel, una organización que
tiene su propia y acomodaticia visión de la Historia. Pero ¿qué investigan estos sujetos? Nada. Lo único que hacen es crear una especie de
suspense alrededor de este tema que es tan productivo, que llama tanto la
atención y que mantiene elevados los “ratings”
de las televisoras. Es una serie como “La Zulianita” o la de “Perdidos en el espacio”, o “Los archivos X”, que nunca definen nada
y que solo atrapan el interés y la audiencia religiosa de los que somos
aficionados a la ufología seria. Y esta se ha convertido en una mina de oro para
los medios especializados, como el canal 40. Todo
es nebuloso y contradictorio y nunca llegan a conclusión alguna. Puras dudas para hacernos creer que en el
próximo programa nos presentaran alguna verdad.
Y ahí seguimos encadenados al canal.
En
segundo lugar, ¿qué cosa son los crops,
el otro gran pilar de los ufólogos? Pero
antes de decir más, los invitamos a pensar con lógica. ¿Sería creíble que esos visitantes viajaran
billones de kilómetros solo para venir a hacer curiosos “decorados” sobre los
campos de trigo o maíz? ¿Eso es
todo? ¿Crear una maravillosa tecnología
espacial, y viajar enormes distancias solo para venir a dibujar rueditas en los
zacatales terrícolas? ¿Haríamos nosotros algo parecido si
lográramos llegar al planeta X de la estrella Alfa Centauri? Después de viajar más de cuatro años luz,
¿nos dedicaríamos a hacer circulitos y figuritas en los potreros de esa gente,
y luego a escondernos por tiempo indefinido?
¿Tiene eso algún sentido? Algunos “cropólogos” dicen que estos dibujos
tienen una simbología, y yo les pregunto ¿cuál es? ¿Ya la han descifrado? ¿Y por qué no graban ese mensaje en rocas y
no en ese material tan perecible, que además les ocasiona pérdidas y cólera a
los agricultores? Y mejor aun, ¿por qué
no lo trasmiten directamente a los terrícolas?
Los
“crops” son figuras geométricas muy bonitas que aparecen en los sembradíos, y
que hicieron furor unas tres décadas atrás.
Pero nada indican ni existe la certidumbre de que hayan sido dibujados por
visitantes de otros planetas; aunque sí es probable que hayan sido “sembrados”
con un diseño que previamente hubiera sido concebido para crear confusión y
promover el interés sobre algún tema en particular. Eso es mucho más creíble que la explicación
de que fueron dibujados por los alien
con el propósito de enseñarnos algo mediante una compleja geometría y
matemática, algo así como la que nos presenta la película “Contacto”, inspirada en la novela de Carl Sagan. La búsqueda de
fantasías es insaciable en el hombre; también su pasión por embaucar a otros
con el simple deseo de divertirse y probar qué tan hábil es para crear embustes
que, cuanto más refinados, más demuestran su capacidad.
Se
calcula que solo en la Vía Láctea hay unos SESENTA
MIL MILLONES de planetas como el nuestro.
Eso quiere decir, muchas posibilidades de gente como nosotros; pero a
distancias tan enormes que, para los efectos prácticos, es como si no
existieran. Pero de estar allí, y si
hubieran llegado a la Tierra a través de los supuestos agujeros de gusano, ¿es
creíble que se dedicaran a hacer bailes de lucecitas con sus naves? ¿O a aplastarles los trigales a los
agricultores? Pensemos con cierto rigor y objetividad.
Con
afecto a todos los ufólogos de corazón, pero sensatos.
Blogs:
La Chispa http://lachispa2010.blogspot.com/ con link a Librería en Red
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