sábado, 25 de abril de 2015

662 La glan malea amalilla



662     LA CHISPA                                                                   
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA GLAN MALEA AMALILLA:   INEVITABLE
            Todo indica que es imposible que el hombre desarrolle un sistema político basado en la igualdad, justicia y respeto al prójimo, ya se llame socialismo, comunismo o cristianismo.  La naturaleza del Homo sapiens es “capitalista”, y eso significa que por muchos siglos más seguirá imperando este sistema.  ¿Pesimismo?  ¡No!  Realismo.  Un poco brutal pero ajustado a la conducta fundamental de casi todos los hombres que llegan a detentar el poder en cualquier sitio de la tierra.  Tan natural y humana es esta regla que, incluso la ortodoxa China se ha sumado alegre y pujante al desfile avasallador del Gran Capital.  Cuando los líderes de esa nación vieron la posibilidad de irrumpir en occidente con su arsenal de mercancías de primera y a precios insuperables por la competencia, se hicieron los disimulados con los principios sacrosantos del maoísmo y del comunismo internacional.  Cuando los Estados Unidos querían atacar a Afganistán e Irak, ellos “vieron para otro lado” y lo permitieron sin protestar.  Pero este disimulo habría de costarle muy caro al occidente, en especial a USA.  La astucia y la proverbial paciencia china, están dando unos frutos extraordinarios y acercando a un terreno peligroso a la economía occidental.
            Ahora que se abrieron los mercados para China, la colisión es inevitable.  Si ya Japón nos había dado una vislumbre de lo que podía ser el dominio comercial del oriente (confirmado por Taiwán), apenas era una muestra diminuta de lo que hará el Gigante Amarillo.  No hay forma alguna de competir en contra de ellos, ni por calidad ni por cantidad.  Si la economía de Japón es cerrada e indescifrable para occidente, la de China resulta ser más enredada que el calendario maya.  Ahí ni los judíos pueden penetrar tan libremente como lo hicieron en Europa y USA.   Todavía no hay Danieles Chin o Chang.  No hay Ezequieles Wong ni a los chinos les importa un bledo que los israelitas sean el “pueblo elegido de Yavé”; tampoco saben del holocausto ni la persecución eterna de la que dicen ser víctimas; y aunque así fuera, eso les importa tanto como cuántas patas tiene un ciempiés.  A los judíos y gringos les faltó visión con respecto a China; debieron crear colonias en ese vasto país y ahora tendrían, como en todo el mundo, una buena cantidad de agentes nativos que pudieran intervenir en la política comercial y la banca de ese país.  Pero no lo hicieron…
            El crecimiento de China NADIE lo puede parar; ya no hay manera de bloquearlos.  Bush destapó la caja de Pandora para asegurarse de que estos no intervinieran en el conflicto del Medio Oriente, y para eso abrió las puertas del comercio mundial al Coloso Amalillo.  Crecerá sin límite alguno y llegará a ser dueño de la economía mundial, a pesar de los gringos, europeos y judíos.  Y como también son UNA GRAN POTENCIA MILITAR, adiós a la posibilidad de asustarlos con el cuento de la guerra preventiva.   El sueño del profeta Mao está muy cerca de su realización y nadie podrá impedirlo, por ningún medio.  Por ahora, todavía parece una cuestión de broma; gringos y europeos están perplejos, tratando de controlar los hilos de la economía china; pero ellos han esperado varios siglos de humillaciones por parte de los europeos y este es su momento del desquite.  Por el ejemplo japonés, saben que la respuesta NO es militar sino económica, que es lo que más les duele.  Sin embargo, la fuerza es un factor que no descartan, pues saben que se negocia y comercia mejor y con más seguridad cuando se tiene el respaldo de un bien provisto arsenal de misiles intercontinentales.
            Además, los chinos cuentan con la posibilidad de distribuir por todo el mundo un ejército pasivo de ocupación de 500 ó 600 millones de chinos.  Talvez hasta ochocientos.  En Costa Rica ya están concluyendo esa etapa.  ¿Se imaginan lo que eso significa?  Una glan malea amalilla total; superior al más grande sunami que pudiéramos imaginarnos.  Taiwán es China, lo mismo que las Coreas y Japón.  Todos ellos lo saben y son una misma raza: la amarilla.   El enemigo común que conocen muy bien es el blanco (europeo o gringo).  Y como tienen buena memoria, guardan un registro minucioso de todas las tropelías de las que los han hecho víctimas; en especial los ingleses y sus hijos gringos.  Japón tendrá que transar con China o correr el riesgo de que lo sepulten en el mar.  Las Coreas, Taiwán y Viet Nam serán absorbidas de la misma forma que Mongolia, y entonces, el Gigante Oriental estará en capacidad de dictar las leyes del mercado mundial.  Eso era inevitable, pero Bush hizo que se adelantara cincuenta años antes del plazo calculado por los mismos dirigentes chinos.
            Oriente y occidente se encuentran en ruta colisiva OBLIGADA.  Es cuestión de negocios y ahí nada tienen que ver las ideologías ni ninguna de esas idioteces con las que nos adormecieron durante casi todo el siglo pasado.  Los agentes amarillos están en todas partes del globo y deben ser tomados en cuenta muy en serio.  Ya dejaron de ser los humildes chinitos del chop suey y las lavanderías.  Pusieron gente en el espacio, y su tecnología no tiene nada que envidiarle a nadie del occidente; y lo que no tienen todavía, pronto lo tendrán.  Solo es cuestión de tiempo para que todos tengamos que aprender cantonés o mandarín.  China dominará al mundo y solo una catástrofe nuclear puede retardar ese proceso.  Solo retardarlo.  Los Estados Unidos (guiados por la angurria judía) son una nación que lo QUIERE TODO.  Pero lo chinos también lo quieren todo y han comprendido muy bien que este es su momento.  Ellos pueden dedicar todo su esfuerzo al comercio, sin estar desangrándose en guerras interminables por todo el mundo, como los gringos; en eso consiste su enorme ventaja, y ellos lo saben muy bien.  Las guerras por comercio ya no son tan rentables.  Entonces, el choque es ineludible y volveremos a tener un mundo bipolar en donde los tercermundistas, si no hemos desaparecido, podremos buscar la tutela de los chinos o la de los que nos ofrezcan algo mejor que el garrote que nos han dado los gringos por cien años.  La América Latina será uno de los grandes campos de guerra; también el África.  Los ojillos rasgados del Coloso Amalillo ya se han posado codiciosos en el rico traspatio yanqui; pero lo mejor es que saben que pueden contar con nosotros, ya que los vecinos del Norte no son confiables ni han sido buenos amigos con nosotros.  La mesa está servida para la Gran Batalla Comercial del siglo veintiuno, durante el cual nos arrasará la Glan Malea Amalilla, pues esta es como el Hado de los helenos: INEVITABLE.
            Amalillescamente
                                        Licaldo Izaguile S.                                     E-mail:   rhizaguirre@gmail.com



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