662 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica
del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA GLAN MALEA AMALILLA: INEVITABLE
Todo
indica que es imposible que el hombre desarrolle un sistema político basado en
la igualdad, justicia y respeto al prójimo, ya se llame socialismo, comunismo o
cristianismo. La naturaleza del Homo
sapiens es “capitalista”, y eso significa que por muchos siglos más seguirá
imperando este sistema. ¿Pesimismo? ¡No!
Realismo. Un poco brutal pero
ajustado a la conducta fundamental de casi todos los hombres que llegan a
detentar el poder en cualquier sitio de la tierra. Tan natural y humana es esta regla que,
incluso la ortodoxa China se ha sumado alegre y pujante al desfile avasallador
del Gran Capital. Cuando los líderes de
esa nación vieron la posibilidad de irrumpir en occidente con su arsenal de
mercancías de primera y a precios insuperables por la competencia, se hicieron
los disimulados con los principios sacrosantos del maoísmo y del comunismo
internacional. Cuando los Estados Unidos querían atacar a Afganistán e Irak, ellos
“vieron para otro lado” y lo permitieron sin protestar. Pero este disimulo habría de costarle muy
caro al occidente, en especial a USA. La astucia y la proverbial paciencia china,
están dando unos frutos extraordinarios y acercando a un terreno peligroso a la
economía occidental.
Ahora
que se abrieron los mercados para China, la colisión es inevitable. Si ya Japón nos había dado una vislumbre de
lo que podía ser el dominio comercial del oriente (confirmado por Taiwán),
apenas era una muestra diminuta de lo que hará el Gigante Amarillo. No hay
forma alguna de competir en contra de ellos, ni por calidad ni por
cantidad. Si la economía de Japón es
cerrada e indescifrable para occidente, la de China resulta ser más enredada
que el calendario maya. Ahí ni los
judíos pueden penetrar tan libremente como lo hicieron en Europa y USA. Todavía no hay Danieles Chin o Chang. No
hay Ezequieles Wong ni a los chinos
les importa un bledo que los israelitas sean el “pueblo elegido de Yavé”;
tampoco saben del holocausto ni la persecución eterna de la que dicen ser
víctimas; y aunque así fuera, eso les importa tanto como cuántas patas tiene un
ciempiés. A los judíos y gringos les faltó visión con respecto a China;
debieron crear colonias en ese vasto país y ahora tendrían, como en todo el
mundo, una buena cantidad de agentes nativos que pudieran intervenir en
la política comercial y la banca de ese país.
Pero no lo hicieron…
El
crecimiento de China NADIE lo puede
parar; ya no hay manera de bloquearlos.
Bush destapó la caja de Pandora para asegurarse de que estos no
intervinieran en el conflicto del Medio Oriente, y para eso abrió las puertas
del comercio mundial al Coloso Amalillo. Crecerá sin límite alguno y llegará a ser
dueño de la economía mundial, a pesar de los gringos, europeos y judíos. Y como también son UNA GRAN POTENCIA MILITAR, adiós a la posibilidad de asustarlos con
el cuento de la guerra preventiva. El sueño del profeta Mao está muy cerca de su realización y nadie podrá impedirlo, por
ningún medio. Por ahora, todavía parece
una cuestión de broma; gringos y europeos están perplejos, tratando de
controlar los hilos de la economía china; pero ellos han esperado varios siglos
de humillaciones por parte de los europeos y este es su momento del
desquite. Por el ejemplo japonés, saben
que la respuesta NO es militar sino
económica, que es lo que más les duele.
Sin embargo, la fuerza es un factor que no descartan, pues saben que se negocia
y comercia mejor y con más seguridad cuando se tiene el respaldo de un bien
provisto arsenal de misiles intercontinentales.
Además,
los chinos cuentan con la posibilidad de distribuir por todo el mundo un
ejército pasivo de ocupación de 500 ó
600 millones de chinos. Talvez hasta
ochocientos. En Costa Rica ya están concluyendo esa etapa. ¿Se imaginan lo que eso significa? Una glan
malea amalilla total; superior al más grande sunami que pudiéramos
imaginarnos. Taiwán es China, lo mismo
que las Coreas y Japón. Todos ellos lo
saben y son una misma raza: la amarilla. El
enemigo común que conocen muy bien es el blanco (europeo o gringo). Y como tienen buena memoria, guardan un
registro minucioso de todas las tropelías de las que los han hecho víctimas; en
especial los ingleses y sus hijos gringos.
Japón tendrá que transar con China o correr el riesgo de que lo sepulten
en el mar. Las Coreas, Taiwán y Viet Nam
serán absorbidas de la misma forma que Mongolia, y entonces, el Gigante
Oriental estará en capacidad de dictar las leyes del mercado mundial. Eso era inevitable, pero Bush hizo que se
adelantara cincuenta años antes del plazo calculado por los mismos dirigentes
chinos.
Oriente
y occidente se encuentran en ruta colisiva OBLIGADA. Es cuestión de negocios y ahí nada tienen que
ver las ideologías ni ninguna de esas idioteces con las que nos adormecieron
durante casi todo el siglo pasado. Los
agentes amarillos están en todas partes del globo y deben ser tomados en cuenta
muy en serio. Ya dejaron de ser los
humildes chinitos del chop suey y las lavanderías. Pusieron gente en el espacio, y su tecnología
no tiene nada que envidiarle a nadie del occidente; y lo que no tienen todavía,
pronto lo tendrán. Solo es cuestión de tiempo para que todos tengamos que aprender
cantonés o mandarín. China dominará
al mundo y solo una catástrofe nuclear puede retardar ese proceso. Solo
retardarlo. Los Estados Unidos
(guiados por la angurria judía) son una nación que lo QUIERE TODO. Pero lo chinos
también lo quieren todo y han comprendido muy bien que este es su momento. Ellos pueden dedicar todo su esfuerzo al
comercio, sin estar desangrándose en
guerras interminables por todo el mundo, como los gringos; en eso consiste su
enorme ventaja, y ellos lo saben muy bien. Las guerras por comercio ya no son tan rentables.
Entonces, el choque es ineludible y
volveremos a tener un mundo bipolar en donde los tercermundistas, si no hemos
desaparecido, podremos buscar la tutela de los chinos o la de los que nos
ofrezcan algo mejor que el garrote que nos han dado los gringos por cien
años. La América Latina será uno de los
grandes campos de guerra; también el África.
Los ojillos rasgados del Coloso
Amalillo ya se han posado codiciosos en el rico traspatio yanqui; pero lo
mejor es que saben que pueden contar con nosotros, ya que los vecinos del Norte
no son confiables ni han sido buenos amigos con nosotros. La mesa está servida para la Gran Batalla Comercial del siglo
veintiuno, durante el cual nos arrasará la Glan
Malea Amalilla, pues esta es como el Hado de los helenos: INEVITABLE.
Amalillescamente
Licaldo Izaguile S.
E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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