jueves, 28 de mayo de 2015

469 El primer poder de la República



469   LA CHISPA  

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

EL PRIMER PODER DE LA REPÚBLICA

            En la modernización del Estado, este poder de la nación es el primero que debe ser sometido a una transformación total.  Eso con el fin de evitar la corrupción que significa que este pilar de la democracia solo sea un vergonzoso cubil de traficantes de influencias.  Y solo cuando este sea el verdadero portavoz del PUEBLO, se podrá garantizar que el Poder Judicial también sea una institución digna.  La teoría dice que los diputados son los representantes de la ciudadanía que los eligió.  Pero con la actual estructura partidista, estos no son más que marionetas de los partidos, los que a su vez son dóciles instrumentos de la Oligarquía.  Eso se debe a que los diputados NO SON ELEGIDOS POR LOS VOTANTES sino por los candidatos a la presidencia; por lo tanto, están comprometidos con estos nada más.  Y como los “legisladores” son los que eligen a los Magistrados del Poder Judicial, este también se convierte, a la larga, en un instrumento politizado y al servicio del partido que los nombró.  Y ambas cosas son una aberración inadmisible en una democracia. 
            El actual sistema de “elección” de candidatos a la Asamblea Legislativa, debe ser sustituido por un mecanismo en donde sea la masa quien decida quiénes serán sus delegados en el PRIMER PODER DE LA REPÚBLICA, el cual DEBE TENER ABSOLUTA INDEPENDENCIA, y no ser la caricatura que ahora es: un apéndice sumiso del Ejecutivo.  Y por medio de este órgano popular y no sujeto a partidos políticos, se hará el nombramiento de los funcionarios del Poder Judicial.  También la designación de candidatos a la presidencia debe ser un acto de voluntad soberana, y estos deben surgir de las entrañas del pueblo; en los cabildos y plazas públicas, para que el ciudadano que sea llevado a la primera magistratura, sea UN HOMBRE LIBRE de compromisos políticos o económicos con grupos minoritarios y poderosos.  El Presidente NO DEBE surgir de componendas realizadas en el Club Unión ni de acuerdos entre Cámaras, banqueros, industriales, transportistas, gasoholeros o exportadores.  El Presidente solo debe tener compromisos con quienes lo eligieron.  Y su labor debe estar orientada al beneficio de todos los habitantes del país, sin excepción y sin privilegios derivados del poder económico.
            El Primer Poder de la República será el garante de esa conducta ecuánime de todos los funcionarios de los otros dos poderes, tal como lo señala la teoría del equilibrio.  Los diputados deben ser la voz del pueblo, los ojos del pueblo, los defensores del pueblo.   En fin, los representantes genuinos de la voluntad ciudadana.  Debe ser un órgano decente, regido por los más altos valores de la sociedad; constituido por caballeros que sepan que el honor es una virtud que no tiene precio.  Por hombres que tengan vergüenza y que antepongan los intereses de la Patria a cualquier mezquindad derivada de la codicia y el deseo de hacer fortuna fácil al amparo de la sombra del Estado.  Los diputados deben surgir de los cabildos, y no de conciliábulos tenebrosos que desvirtúan y desautorizan la genuina representatividad de estos ciudadanos.  En síntesis, deben ser los contralores de TODAS las funciones del gobierno, y desde esa atalaya, deben garantizar al ciudadano que todo lo que hace el Gobierno es honesto y al servicio de toda la nación.
            La actual forma de nombramiento de diputados es una vergüenza, pues no es más que una vulgar subasta en donde estos puestos se otorgan al mejor postor.  Gente extraña y desconocida, de repente resultan representantes de una población que no los conoce y al que ellos tampoco conocen.  Como pasaba hace muchos años allá en Limón: siempre aparecía alguien de la “Meseta” que era nombrado postulante por el candidato a la presidencia, y se convertía en representante de Limón, provincia a la cual solo volvía a visitar de vez en cuando.  La estructura partidaria permite y fomenta esta forma de corrupción en la que se burla no solo la voluntad popular, sino los mismos preceptos constitucionales que dicen que los tres poderes de la República son independientes entre sí.  Entonces, ¿cómo es que la Asamblea Legislativa se ha convertido en un sumiso apéndice del poder ejecutivo?  ¿Cómo es que una mayoría parlamentaria SIEMPRE hace la voluntad del hombre que ocupa la casa de “El Zapote?   ¿Qué clase de “independencia” es esa?  ¿Por qué se hacen tantos negocios bajo la mesa en la Asamblea?  Si en esta se trataran asuntos de interés general y de beneficio para toda la sociedad, NO HABRÍA necesidad de componendas secretas ni repartija de regalías para que se aprueben determinados proyectos “de” el Ejecutivo, como el caso del TLC.
            El Primer Poder de la República DEBE recuperar la confianza del pueblo, pero eso NUNCA se dará bajo el sistema de partidos, del cual resultan esos “representantes populares” con bisagra en la espalda y que solo saben decir al Ejecutivo: “Sí, señor”.  Pero como es de esperar, ni esta ni ninguna Asamblea del futuro aprobará un sistema que ponga a este organismo en manos de la gente.  Jamás renunciará la Oligarquía a una forma de dominación tan absoluta como la que tienen en los poderes del Estado.  Primero en el Ejecutivo, después en el sumiso Legislativo y, a través de este, en el Judicial.  Se cierran las tenazas del Poder Oligárquico sobre las masas.  ¿Cómo revertir una situación en donde los únicos que pueden hacerlo por “la vía legal” son los que disfrutan de todas las ventajas del sistema?   Pareciera que no hay salida, pues estos NUNCA van a aflojar las tetas del Poder.  Pero hay una alternativa: EL CABILDO.  La voluntad popular, focalizada en el cabildo, es una fuerza arrolladora que no podrá ser ignorada por los que ahora monopolizan todos los bienes que se derivan del trabajo de todos los ciudadanos del país.  Parafraseando las palabras de un brillante pensador, les digo: “Ciudadanos de todas partes de la América Latina, organícense en cabildos, retomen el poder y pónganlo al servicio de las mayorías”.   Ese es el Primer Poder de la República.
            Fraternalmente
                                   RIS       E-mail:   rhizaguirre@gmail.com
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