468 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se
fundamentan los abusos del Poder”
¿ES CONGÉNITO EL TERRORISMO?
A través de su infinita maraña de medios, el judaísmo ha
logrado ubicar el problema del terrorismo en un terreno favorable a sus
intereses. Primero, lo asociaron al
Islam y en una maniobra astuta, ellos se colocaron en el otro extremo. Islam,
el Mal; Judaísmo, el Bien. Occidente liderado por los judíos y su
Biblia, el Bien; el Oriente Medio guiado por el Corán, el Mal. Hábilmente ligaron un fenómeno producto
de la injusticia social con la cuestión religiosa, a sabiendas de lo sensibles
que pueden ser los “cristianos” a las leyendas religiosas de la Biblia y del maniqueísmo
inherente a su doctrina. Planteado así
el fenómeno moderno de la subversión, las causas de esta pasan a ser material
secundario y solo cuenta el aspecto religioso: todos los terroristas son
islámicos. . . y viceversa. El Islam
como sinónimo de Maldad. Lo son por
naturaleza, porque lo traen en la sangre y en los genes. Son malos, bombarderos y destructores porque
esa es la naturaleza del Corán y todo lo que tiene que ver con esa raza y religión. Y como el gran público nuestro solo se
alimenta de la televisión (CNN) y las cadenas periodísticas propiedad del mismo
capital, el círculo de ignorancia y desinformación se cierra sobre una gran
masa de gente ingenua y creyente. Y eso
abrió la posibilidad catalogar a todos los árabes dentro de una sola clase: eliminables. “Ellos
son terroristas malos, y nosotros, los antiterroristas y buenos cristianos”. Judíos y gringos del lado de los buenos. Y TODOS
los árabes en la acera de los malos, aunque sean buenos amigos de USA,
como Mubarak y Fahd Ben Adul Aziz al Saud y una larga lista de reyezuelos
serviles, que gozan de la protección
de Occidente mientras entreguen el petróleo cumplidamente a las pirañas de los
carteles petroleros de Norteamérica o Europa.
Pero, ¿cuál es la causa del terrorismo? ¿Es algo espontáneo que brota así nada más
como el sarampión o la varicela? ¿Basta
con ser musulmán y haber leído el Corán para ser militantes de Al Qaeda? ¿Se trae en los genes y, de repente nos
decimos: de ahora en adelante soy terrorista? Y otra
pregunta, ¿solo los árabes lo son? ¿Es
esta actividad condicionada por los componentes raciales y religiosos nada
más? Según se plantea la situación en la
prensa mundial, cualquier árabe es un subversivo potencial y debe ponerse en
cuarentena en cualquier parte donde esté.
Y casi todas las sociedades europeas han mordido el anzuelo de la
propaganda judía. Escudados tras la Biblia y su derivado el
cristianismo, han logrado crear la ficción de que la lucha de los árabes es un
ataque directo contra las creencias religiosas de occidente. Por lo tanto, cuando estos hacen lo que sea,
cometen una agresión contra todo “el mundo libre”. ¿Es el
terrorismo una especie de diversión religiosa?
Desde luego que no. Esa es la
forma simplista como el gran capital ha planteado el problema para justificar
ante el mundo los abusos que han cometido en contra del mundo árabe. Si ellos son terroristas, “nosotros” tenemos
derecho de exterminarlos, masacrarlos y robarles su petróleo sin ninguna
explicación. Así de sencillo. Se da por un hecho que los árabes empezaron
el problema cuando, por diversión, se dedicaron a poner bombas en USA. Nadie analiza las causas primarias del
conflicto porque eso no conviene.
Les resulta provechoso plantear el asunto desde la
perspectiva de “víctimas”; así, las respuestas militares tienen la justificación moral del derecho a la “defensa propia”. Ellos bombardearon las Torres Gemelas, y allí
(y solo allí), se inicia la historia según la Doctrina Bush. Todo lo de atrás no cuenta. Al parecer, todo
marchaba a la perfección y con plena
justicia; pero de repente, unos malvados
árabes tuvieron la maligna y musulmana idea de apearse a las Mellizas, y
fue cuando los buenos se vieron
“obligados” a eliminar el peligro que representaban esos países. ¿Cuáles?
Eso no importa, pero en especial, los que tienen petróleo.
¿Es el terrorismo una cuestión individual? ¿O es colectiva? ¿Hay pueblos en su totalidad lo sean? ¿Es esta actividad algo espontáneo o tiene
alguna raíz? Es seguro que ni siquiera
el más ingenuo de los hombres puede suponer que una labor tan terrible pueda
carecer de motivos. El terrorismo ES EL PRODUCTO DE UNA CAUSA. Y jamás se podrá eliminar si no se rectifica
su génesis. Es el arma final de la que
echan mano los individuos, grupos o pueblos cuando se les han cerrado todos los
caminos de la justicia. Es por eso que
este no existe en Suecia, Suiza, Bélgica, Holanda o Noruega. Allí puede haber
locos que cometan actos de terror, pero no como organización estatal o como
manifestación social en contra de la injusticia. El germen del terrorismo se siembra con el
primer acto de abuso de los poderosos; y esa ha sido la norma en el Medio Oriente
desde principios del siglo pasado. La Historia es el referente
obligado para comprender las causas de este azote que hoy tiene al mundo al
borde del abismo. Y no son los árabes
los que sembraron esas semillas.
Proscritos de todos los foros en donde exponer sus razones; cansados de
suplicar ante los muros de silencio de occidente, han tenido que echar mano del
peor y más cruel de los recursos. SETECIENTOS MIL MUERTOS en Irak, son la CAUSA JUSTIFICADA de cualquier clase de respuesta patriótica
(NO “terrorista”). Sobre todo,
cuando son inocentes del crimen que se les imputó arbitrariamente. Eso ahora lo sabe todo el mundo, pero en su
momento, la propaganda hizo creer a todo
el mundo que estábamos bajo el fuego del Islam,
lo cual le dio luz verde a la masacre más grande que recuerda la humanidad en
contra de dos pueblos primitivos que se encuentran, tecnológicamente, en la
edad de piedra. La barbarie más brutal
les ha sido aplicada bajo el pretexto del “terrorismo”. Entonces ¿quiénes son los verdaderos terroristas? ¿Los que lo ejercen en defensa propia como
último recurso, o los que se auto confieren el derecho de utilizarlo como
pretexto para su rapiña? Este es
producto del clímax de la desesperación, cuando ya no queda ninguna alternativa
de diálogo. No es un deporte ni está en
los genes; es un acto inhumano producto de causas también inhumanas.
Tristemente
RIS E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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