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“LA CHISPA”
Lema:
“En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
YA ES HORA DE UN RESPIRO PARA TODOS
Es
bien sabido que la vocación de los imperios ha sido y es la dominación, la
imposición y la tendencia a que su opinión y deseos sean lo único que
prevalezca en el mundo. Pero el siglo
XXI impondrá a la humanidad nuevos desafíos que no podrán ser superados mediante
la ley del garrote (“big stick) sino por la concertación de ideas, voluntades e
intereses. Por el nuevo concepto de COMPARTIR. No puede seguir prevaleciendo la idea
mesiánica de que hay pueblos elegidos con derecho a todo, mientras que los
demás solo deben servir de pasto a la codicia de los poderosos. Ese esquema va a cambiar en este siglo, pero
esto no será porque los imperios hagan una concesión graciosa a los pobres y
débiles, sino por un imperativo de la Naturaleza. Cuando los pueblos
tercermundistas ya no posean ningún recurso para quitarles y sus tierras de
cultivo hayan sido arruinadas para siempre, ¿qué o quién podrá detener a esos
enjambres de gente muerta de hambre en su marcha de langostas hacia los países
ricos? Tendrán que matarlos a todos o
levantar muros interminables alrededor del mundo. ¿Será ese el plan que han concebido los
países imperialistas? ¿Será esa la forma
como han planeado deshacerse de las “razas inferiores”?
Pero
si no es así, deben prepararse para enfrentar en sus territorios la más tremenda
y numerosa invasión jamás vista. Todos
los países depauperados por la explotación salvaje de los países ricos,
producirán millones de personas que se moverán hacia donde hay comida. Será una marejada que arruinará todos los
planes mejor concebidos para evitar esta avalancha por la supervivencia. Europa y Estados Unidos, deberán afrontar ese
problema en cuestión de décadas si no le ponen fin a la manera como ellos
conciben a la humanidad: un grupo de caucásicos privilegiados, merecedores de
todo, y una infinidad de tercermundistas “disposables” que bien pueden morirse
cuando les dé la gana. Si no ponen en
práctica un vasto programa de equilibrio social mundial, la catástrofe será inevitable. Pero el egoísmo y la angurria de los países
ricos han hecho que cierren los ojos ante la tragedia que viven innumerables
seres humanos alrededor del mundo. Con
no publicarlo en los diarios y la televisión, creen que el problema está
resuelto. Pero se equivocan, en el TERCER MUNDO se está gestando, en el
caldo del odio y la frustración, la más grande revolución que el hombre haya
visto. Al Qaeda solo es la punta del
iceberg de un colosal resentimiento que se ha venido acumulando en unos CINCO MIL MILLONES de personas que
viven bajo el implacable látigo de la injusticia, el hambre y la desesperanza. Mientras ellos hacen ostentación de su
riqueza, millones de seres humanos mueren de hambre cada mes en los países
pobres, a los que ellos solo ven con mirada de buitres.
Mientras
gastan cientos, miles de millones de dólares en armas para destruir países
enteros, legiones de niños mueren de inanición en el África, Asia y la América Latina. Pero no conformes con la explotación de la
cual hacen víctimas a esta gente, se dedican al acoso brutal de toda forma de
pensamiento o acción tendiente a reclamar algún grado de justicia. Y en esto, la filosofía del Capitalismo
iguala a todas las sociedades que se rigen por él. Encabezados por los judíos y no judíos de
Norteamérica, el comportamiento de esas naciones es igual en todos los países
ricos, incluyendo a Japón y China.
Ninguno
de esos gobiernos siente el menor interés social por el tercer mundo, NINGUNO. Solo nos estudian desde el punto de vista de
las posibilidades de EXPLOTACIÓN. Solo les interesa ver qué tenemos sobre o
debajo de nuestro suelo para venir a quitárnoslo a cambio de migajas. Y como saben que siempre pueden contar con
las OLIGARQUÍAS criollas que
detentan el Poder, solo es cuestión de repartir unas cuantas limosnas, y estas
les ceden tierras, minerales, petróleo, agua y cuanta cosan nos pueden o
quieren arrebatar. Esa es la dinámica
del capital, sin importar que entre los capitalistas haya gente sensible y
humanitaria. Cuando de intereses se
trata, TODOS SON IGUALES.
Llegó
en momento en que los Estados Unidos renuncien al papel de rectores del mundo,
que se han arrogado unilateralmente. Ya
es hora de que descansen y dejen a la humanidad reposar. Ya es tiempo de que abandonen esa tarea de
estarle diciendo al mundo qué es bueno, qué es malo, cómo debe pensar y actuar;
ya es una necesidad que permitan que los demás países piensen por ellos mismos. Los
gringos no son Dios para decidir qué es el Bien y qué el Mal. O en qué debemos creer o no. O quiénes son los “buenos” y quiénes los
“malos”. Es preciso que dejen de acosar
a la humanidad imponiéndole sus propios objetivos y temores como si estos fueran comunes a todos. Queremos
que nos dejen en paz con el cuento del terrorismo, bin Ladden y Al Qaeda como
si estos fueran nuestros enemigos.
El terrorismo es en contra de ellos y sus protegidos judíos, como una
reacción a las innumerables injusticias que han cometido en contra de los
pueblos que lo apoyan o producen. Los
tercermundistas solo DEBEMOS TEMER AL
TERRORISMO IMPERIALISTA, que es el que nos mata lentamente, el que nos
explota, el que nos condena a la miseria eterna. Exigimos que paren esa campaña con la cual
tratan de involucrarnos en un problema que NO
ES NUESTRO. Judíos y gringos NO pueden pretender que el terrorismo
sea legal, bueno, cristiano y que cuenta
con la venia de Dios cuando ellos lo ejercen, y maligno, diabólico, árabe y
“al qaédico” cuando otros se los devuelven.
El
mundo está harto de verlos aniquilando pueblos enteros bajo el cínico pretexto
de “democratizar” (El Salvador, Nicaragua,
Cuba, Haití, Viet Nam, Dominicana, Chile, Corea, Granada, Irak, Afganistán,
etc. etc. etc.) Estamos fritos de oírlos considerarse como
paladines de la libertad y la justicia.
Si tienen que ser “malos” y explotadores, háganlo abiertamente y sin pretextos,
como los judíos; sin explicaciones ni con la pretensión de que los demás
creamos el cuento de que son los “buenos” de la película y que lo que hacen es
por el bien de la humanidad. Ya basta de farsa: descansen y dejen al
mundo descansar, pues NADIE los ha nombrado “cuidadores” del planeta ni les
cree sus supuestas “buenas intenciones”.
No
muy fraternalmente.
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