domingo, 3 de mayo de 2015

579 Materia prima y buenos líderes



579   LA CHISPA                                                   
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
MATERIA PRIMA Y BUENOS LÍDERES
           ¿Qué podemos esperar los tercermundistas? Dentro del esquema tradicional… NADA.  Solo  peores condiciones a medida que se agudicen las crisis entre los grandes de la economía.   Si se conserva el establishment actual de la América Latina, todo irá de mal en peor para los pueblos.  Si las Oligarquías continúan en el Poder, y las relaciones laborales bajo los mismos patrones de explotación, solo habrá grupos cada vez más ricos, y enormes masas de gente muerta de hambre.  Sin embargo, ese esquema tendrá que derrumbarse tarde o temprano.  Y no por bondad de los que tienen la sartén por el mango, sino porque se agotará y será imposible perpetuar el tipo de relaciones sobre las cuales se asientan nuestros “modelos económicos”, los cuales han sido diseñados solo para  beneficio de las minorías capitalistas.  Nuestros programas de desarrollo, jamás han contemplado la participación de los obreros.  Nuestras economías están basadas en la MATERIA PRIMA, mano de obra barata que sirve una primitiva industria manufacturera, casi siempre propiedad  de empresas extranjeras.  Algunos servicios, hotelería (propiedad de extranjeros), turismo (compartido).  Banca (extranjera).  Medios (nacionales, extranjeros y subordinados a una línea única). Algunas industrias completamente dependientes de la tecnología extranjera, la que nos venden al precio que a ellos les da la gana.
            Algunas industrias de “fase final” que tenemos, están aquí porque la mano de obra barata les garantiza mayores ganancias, pero toda la tecnología necesaria para ella no nos pertenece.  Es el caso de Intel en Costa Rica.  Cualquiera podría decir que en este país fabricamos microprocesadores, pero eso es un falso.  Solo ensamblamos.  Realizamos pasos del proceso total, la parte barata de su elaboración.  En síntesis NADA FABRICAMOS, solo aportamos trabajo casi gratis para que las sociedades industrializadas ganen más.  Y cuando se hartan, se incomodan o consiguen otros lugares que les ofrezcan más ventajas y obreros que cobren menos, se van y nos dejan sin nada.  Somos sus rehenes y debemos darles las gracias por explotarnos.  Pero el fuerte de nuestras economías está en la MATERIA PRIMA, y este es el punto que debemos explorar en el futuro.  La materia prima es vital para las naciones ricas; y como esta es cada vez más escasa y solicitada, sus precios deberán alcanzar alturas que nos garanticen que nuestros pueblos también disfrutarán de los mismos o parecidos estándares de vida de la que gozan los habitantes de las sociedades ricas.   No es justo que países como Holanda, con tan pocos recursos naturales, tenga un nivel de vida que no conocen los habitantes del tercer mundo, a pesar de tener infinidad de recursos naturales que a cambio de limosnas van a parar a otras manos.
            MATERIA PRIMA.  Esa es la clave del futuro del Tercer Mundo.  Pero la simple posesión de estos recursos nada nos garantiza mientras continúe el esquema social de siempre: Oligarquías dueñas absolutas del Poder político y económico, y grandes masas de gente ignorante, pobre y olvidada.  Y es aquí en donde entra en juego el factor que será definitorio en esta carrera hacia el desarrollo: LOS LÍDERES.   De la sana y sabia conjunción entre líderes honestos y pueblos trabajadores que los apoyen, saldrán las grandes soluciones del futuro.  Nadie nos va ayudar gratuitamente.  Las oligarquías harán de todo para evitarlo, pero los pueblos están despertando y reconociendo a sus enemigos y explotadores de siempre.   Los trabajadores saben quiénes son sus verdugos, conocen sus métodos y sus mentiras.  Conocen sus tácticas propagandísticas: prensa, radio, televisión y todos los recursos que tienen para confundir a los pueblos y hacerlos creer lo peor de cualquiera de los buenos líderes que suelen aparecer de vez en cuando.  Es ahora cuando los pueblos DEBEN escoger a los mejores guías y someterlos al compromiso social.  Y de esa simbiosis saldrá el complemento de la materia prima que habrá de convertirnos en pueblos desarrollados, o al menos, en sociedades independientes y con niveles de vida decentes. 
            La materia prima de nuestros suelos dejó de ser algo que podían conservar en reserva eterna los Estados Unidos o Europa.  O pagarla al precio que les diera la gana, como lo hicieron con el petróleo venezolano, el cobre chileno o el estaño boliviano durante décadas.  Ahora hay competencia; las monstruosas economías emergentes de China, India y Japón también están sedientas de materia prima en general.  Es por eso que no deberíamos firmar contratos exclusivos con nadie (como el TLC), pues si actuamos como “agentes libres”, tendremos la oportunidad de escoger a los clientes que nos ofrezcan más por lo que tenemos.  Pero no solo una parte del valor en dinero, sino en obras de desarrollo y la tecnología necesaria para que, a la larga, podamos convertirnos en naciones industrializadas capaces de procesar y comercializar nuestros recursos naturales.  Las naciones que poseen materia prima DEBEN SER las que controlen el flujo de la riqueza, pues no es equitativo que otros se enriquezcan con lo nuestro, y a nosotros solo nos den migajas.
            Desde luego que para eso tenemos que contar con LÍDERES comprometidos con sus pueblos; porque si no, la cosa será igual hasta que no tengamos absolutamente nada con qué negociar.  En ese proceso debemos descartar a las OLIGARQUÍAS, porque estas JAMÁS CEDERÁN sus posiciones de privilegio por las buenas.  Nunca accederán a compartir la riqueza que han venido monopolizando desde los tiempos de la colonia, e inventarán de todo para impedir que el pueblo tenga acceso a niveles de vida decente.  Ahora se espantan de la posible continuidad de un líder “populista” como peyorativamente tratan a cualquier presidente honrado; pero cuando Venezuela era tiranizada por Marcos Pérez Jiménez, Paraguay por Stroessner, y Chile por el sátrapa Pinochet, ninguna Argolla protestó ni hizo propaganda en contra de estos criminales.  Ellos eran socios del crimen y recibían su ración y estaban hartos; reposando en el Temible Silencio de las Oligarquías.
            América Latina necesita LÍDERES HONESTOS, identificados con sus pueblos, sin importar que se declaren dictadores, presidentes vitalicios (como papa Doc), príncipes, reyes o emperadores.  Estamos hartos de tanta “democracia” con hambre y angustia,  y de tantos PRESIDENTES “DEMÓCRATAS” que solo han llegado a robar y a convertirse en cómplices y lacayos de la OLIGARQUÍA MUNDIAL. 
            No muy fraternalmente
                                                   RIS      Correo:   rhizaguirre@gmail.com
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