miércoles, 27 de mayo de 2015

521 Cuestión de sentido común



521     LA CHISPA    

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

CUESTIÓN DE SENTIDO COMÚN

            Hoy miércoles veintitantos de octubre, en mi caminata matinal, pude ver una “presa” de carros que empezaba en la Rotonda de El Zapote (donde está parado Calderón Guardia) y llegaba hasta más allá del puente de la otra rotonda, el de la Ye, donde comienza el Parque de la Paz.  Y como estas cosas me interesan, me dediqué a observar que gran parte de los carros, de todo tamaño, solo llevaban al conductor.  Esto debería ser motivo de seria meditación por parte de todos.  ¿No lo creen?  Como si fuéramos Kuwait, los Emiratos o Arabia Saudita, miles de carros quemando un combustible que NO TENEMOS y que cada día se pone más caro; además, que a cada momento se acerca más su final.  Y esto nada tiene que ver con el hecho de que cada uno de los usuarios “tenga plata” de sobra para pagar los colones que vale cada litro de gasolina.  Es una cuestión de sentido común, de consciencia ante el peligro; de solidaridad y un adarme de sesos.  Marchamos hacia el precipicio de una gran crisis (aunque parezca pesimismo repetirlo) y no estamos dispuestos a tomar ninguna medida para cuando llegue ese momento que, en términos históricos, podría ser mañana. El petróleo SE AGOTARÁ, bien sea porque se sequen los pozos o porque lo acaparen los gringos, europeos y japoneses.  O lo que es más seguro, LOS CHINOS.  La cuestión no es, pues, si ese combustible desaparecerá sino CUÁNDO.  Y más importante todavía: ¿QUÉ ALTERNATIVA TENEMOS?
            Al Gobierno le importa un pito, a las petroleras menos; al contrario, estos elementos pugnan por el mayor consumo posible de ese recurso, pues tal desaforada y suicida actitud, se convierte en dólares en sus bolsillos.  Hace tiempo se debió prohibir la importación de todo tipo de automóviles, especialmente el de esos vejestorios que son un atentado en contra del ambiente.  ¿Qué pasa con este pueblo?  ¿Es que nadie tiene cordura ni la más leve visión futurista que sirva para prevenir una catástrofe que nos puede hundir en una verdadera tragedia?  Sabemos que de los gobiernos NADA se puede esperar, pues estos están constituidos por POLÍTICOS-EMPRESARIOS cuya única preocupación es, al amparo del Poder, montar sus negocios personales y forrarse de billetes.  La corrupción  INSTITUCIONAL ABSOLUTA no deja posibilidad alguna para que los pueblos puedan cifrar sus esperanzas en los Gobiernos.  ¿Es un problema de INCONSCIENCIA?  ¿Es que nuestro pueblo y políticos “suponen” que saldrá alguna solución mágica de la nada?  ¿Creen que los gringos o europeos inventarán cómo hacer gasolina y diesel del agua de mar?  ¿O creen que en Talamanca y Guanacaste reventarán del suelo surtidores de gasolina de alto octanaje?  ¿Cómo es que a nadie parece importarle este problema que está asfixiando a la economía nacional y mundial?  Vean que toda nuestra vida pende de un hilo de petróleo.  Si nos lo cortan, morimos. 
            Aquí es donde vuelve a tener vigencia el asunto de los ferrocarriles.  Toda Europa se ha “ferrocarrilizado”, la China, la India y todos los países con gobiernos “cuerdos” y que no son peones sumisos y serviles de las grandes petroleras.  Países que tienen políticos conscientes que saben que para el transporte de carga y pasajeros, NO PUEDEN depender exclusiva mente de camiones y autobuses.  Y vean que ni siquiera se trata de que sean políticos “honrados”, sino simplemente prácticos ante una realidad que solo los políticos burros son incapaces de ver, presentir o calcular sus consecuencias.  ¿Son tan estúpidos nuestros gobernantes y líderes que son incapaces de ver lo que se nos viene encima?  Siempre habrá “chorizos” con el ferrocarril; siempre tendrán oportunidades de robar y enriquecerse. Licitaciones truculentas, compra de locomotoras y material rodante; de todo.  Pero de esta manera, también ayudarán a sus pueblos, dándoles independencia en relación con un producto que no todos pueden pagar.  Costa Rica TAMPOCO podrá hacerlo en el futuro.  Francia, Alemania, España, Rusia, Inglaterra y otros tienen sistemas ferroviarios que, en caso de necesidad, harían irrelevante el transporte por carreteras.  Lo que gasta una locomotora de diesel es insignificante en relación con la carga que puede conducir.  Y si ni para eso hubiera combustible, tienen la alternativa de electrificarlos, pues pueden construir infinidad de plantas nucleares, como han hecho Inglaterra, Alemania, Francia y otros.   Están creando su independencia del petróleo.  Una próxima crisis petrolera no los matará.
            En cambio en casi toda la América Latina los ferrocarriles han sido desmantelados por orden de las transnacionales del petróleo, las cuales han entrado en contubernio con los gobernantes de turno.  Sinvergüenzas que, sin pudor alguno, llevaron a cabo la destrucción de incontables kilómetros de vías férreas que hoy serían un alivio enorme a la economía nacional.  Un presidente-camionero le asestó el zarpazo final a los ferrocarriles de Costa Rica.   Y un gremio criminal, poderoso y angurriento, hace que todo proyecto de “ferrocarrilización” ni siquiera llegue a discutirse seriamente en ningún gobierno.  Ellos tienen el Poder y la capacidad de comprar voluntades y consciencias de diputados y presidentes para conservar su monopolio.  De esta manera, mientras amasan fortunas incalculables, todo el país se acerca al borde del abismo.       
            El caso de Costa Rica es especial y ventajoso: tenemos la capacidad para generar energía hidroeléctrica para alimentar una red ferroviaria de CINCO MIL KILÓMETROS de vías.  Eso quiere decir que podemos unir todos los puntos del país, de frontera a frontera y de mar a mar, mediante una telaraña de caminos de hierro.   ¡Y con COMBUSTIBLE GRATIS, ETERNO, RENOVABLE Y ECOLÓGICO!  ¿Qué más les podemos pedir a los dioses?   Solo que aparezca un líder amante de su Patria y su Pueblo, que anteponga los intereses de estos a sus negocios particulares y dé la orden: ¡Hágase el tren!  Mientras tanto, las motos y las bicicletas podrían solventar el problema del transporte personal.  Pero debe organizarse bien para esto que no se transforme en una carnicería más.  Esta fórmula es aplicable a casi todos los países latinos. 
            Fraternalmente
                                   RIS     E-mail:  rhizaguirre@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario