martes, 26 de octubre de 2010

749 La televisión pagada

749    LA CHISPA”            (26 enero 2010)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA TELEVISIÓN PAGADA
            ¿Qué es lo que nos ofrece la televisión pagada?  Pura basura.  Dos o tres canales de noticias al servicio de “la verdad”.  Dos o tres especializados en cosas que nada o poco nos importan.  Dos o tres saturados de las trilladas, quemadas y predecibles series policíacas, antiguas o modernas, en donde los policías siempre ganan y atrapan a los malos, que casi siempre son latinos y negros… o árabes.  Uno o dos de noticias políticas imparciales generadas en Amerrica.  Otro de animales.  Otro de guerras y de propaganda acerca de la superioridad militar indiscutible de los Estados Unidos.  Uno o dos de deportes enfocados con una óptica incomprensible, en donde nos pasan programas de “rugby” (NFL) como si alguien en la América Pobre entendiera esa carajada; programas de boliche, golf (con todo el rollo del Tigre Woods), tenis, patinaje sobre hielo, surfing, automovilismo, montañismo y veleros (deportes de países ricos y de la elites en Latinlandia).  El ESPN (iespien como dicen los que saben inglés) argentino es un vomitivo que solo pueden soportarlo ellos.  El mejicano es más pasable, más piso ‘e tierra y cercano al gran público latino.  Dos o tres de muñequitos con temáticas guerreristas de “buenos y malos”, en donde los perversos son de color café y hablan iraní.  Varios canales en otros idiomas, incluyendo inglés, chino, italiano, alemán y esperanto.  Y nosotros pagamos para que los chinos e italianos vean tele en su idioma.  ¿Cuántos chinos planean entrar a Costa Rica para que ya tengan su televisión en chino?
            Hay dos o tres emisores en donde nos saturan con programas de hoteles de lujo y destinos turísticos solo para ricos y que nos dejan completamente enchilados; además, nos revuelven las tripas con un viejo pelón que sale comiendo todo tipo de cochinadas; o con un chino y una china que se dedican a recorrer el mundo haciendo y degustando platillos.  El de Anthony Bourdain o el de los negros “cocteleros”.  Todos para morirse de envidia.  O los de “El encantador de perros”, o el del tonto exhibicionista que anda atrapando cocodrilos y culebras.  Todo dirigido hacia una clase de gente adinerada; o bien para “sacarles los ojos” a los pelagatos y decirles cómo vive la gente dentro del mundo capitalista.  Pagamos para que nos rieguen la bilis.   
Y para abultar el número de canales, también incluyen a los cuatro o cinco criollos llenos de anuncios y estupideces sin valor alguno.  Cuando contratamos ese servicio lo hicimos porque estábamos hartos de la tv nacional y sus telenovelas; además, de las interminables series de anuncios aburridores que nos hacen detestar los productos que pretenden patrocinar (como los aparatos para adelgazar o los depiladores).   Y caímos en la trampa del deshonesto comercio criollo que cuenta con la impunidad que le confieren los gobiernos liberales.  Poco a poco los fueron llenando de propaganda, hasta el punto en que no se diferencian para nada de los “gratis”.  Y ante cualquier reclamo que hagamos, la respuesta es fría y aplastante: “Si no ponemos publicidad, tendríamos que aumentar las tarifas”.  Argumento disuasivo más que convincente; sin embargo, a pesar de los anuncios en escalada, continúan los incrementos en las mensualidades.  No parece haber escapatoria ni existir quién defienda al consumidor de estos abusos “legales”.  Y en cuanto a la calidad del servicio recibido, veamos este resumen de la limitada y repetitiva filmoteca que utilizan:
La guerra de las galaxias, 102 Dálmatas, John Malkovich, El coleccionista de huesos, El rey escorpión, E.T., Contracara, Hellboy, La máscara del zorro, Corazón de dragón, Star Trek, Ambición fatal, El hombre Araña, La era del hielo, las Momias, Hulk, Flatliners, Diamantes de sangre, La caída del halcón, Legalmente rubia, La cuenta final, Los puentes de Madison, Mensajero de la oscuridad, Titanic, Mujer bonita, Joe Black, Shrek, Día de la Independencia, Peter Pan, los Padrinos, El Código da Vinci, El ilusionista, Duro de matar, Rocky I a X, Stuart Little, Jim West, Yo robot, El hombre bicentenario, Soy leyenda, Hitch, La máscara, Patch Adams, los Allien y familia, las Bridget Jones, Notting Hill, Se presume inocente, Mundo acuático, Filadelfia, Propuesta indecente, Arma letal, Erin Brocovich, La Roca, Mejor imposible, Harry Potter, Hombre de familia etc. etc. etc.  Los mismos vejestorios anticuados que repiten cien veces cada uno en TODOS los canales.
Fíjense qué cómodo y barato es este negocio una vez montado.  Estos rollos los pasan over, and over and over, and over como dicen los gringos.   Las usan por años y años y nunca incluyen filmes recientes, y es por eso que se ha incrementado el negocio de las películas de a mil (colones) que venden por todas partes en las calles de San José.   Como Avatar, que ya estaba en el comercio callejero aun antes de que se estrenara en los cines.  Cualquier Video de mala muerte puede tener mil de estas con solo un millón de colones, y con eso podría montar su canal de cintas viejas del tiempo de Cantinflas, Sara García, Pedro Infante y todos los venerables fósiles del cine hollywoodense.  Cualquier tienda del ramo que se respete, suele tener una existencia de cinco o seis mil videos, lo cual llega a cinco o seis millones en inversión.  Eso significa que los negocios por cable hacen millones en cuotas y publicidad, con una materia prima que nada vale en términos económicos.   Esa tele con tanta publicidad y material tan barato, DEBERÍA ser gratis.  Es inmoral que todavía nos sigan presentando series de los años sesenta, o antiguallas como El vuelo del Fénix o Casablanca.  Y ni qué decir de las reliquias con las que nos saturan durante la Semana Santa.  Mención aparte merece el asunto de las películas subtituladas que, por ser más baratas, son las que escogen los dueños de los canales.  ¿Por qué tenemos que soportar películas habladas en inglés?  ¿Se atreverían a presentar en Estados Unidos filmes en ruso o alemán y subtitulados en inglés?  Entonces, ¿por qué nos menosprecian de esa manera, como si el servicio fuera gratis?  Recuerden que nuestros países todavía hay millones de analfabetos para quienes esa programación es una bofetada.   Y muy difícil para los niños o los viejos présbitas como yo.
            Es en casos de abusos como este, en donde se hace necesaria la acción popular para demandar mayor calidad en este tipo de servicios públicos, porque si solo yo me niego a pagar, me cortan el alambre; pero si mil hogares hacen lo mismo, tendrán que escuchar y dialogar.  Por ahora, la televisión pagada es un fraude.
                 (¿Cómo funciona este “negocio” en sus países?)
                                            RIS

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