viernes, 29 de octubre de 2010

648 La cosmetería

648    “LA CHISPA”      (12/06/09)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
EL OTRO TENTÁCULO: LA COSMETERÍA          
            Como dije en “La Chispa” anterior, esta tratará sobre la otra rama de la industria farmacéutica que, por su aire de frivolidad, parece tratarse de algo carente de importancia para el gran problema de la salud.  Da la impresión de estar desvinculada de la farmacia, y nos parece que en lo único que se relacionan es que estos productos también se venden en las boticas.   Pero el peligro de esta industria no solo está en el hecho de que hombres y mujeres gastamos en ella billones de billones que bien podrían servir para cosas más útiles, sino que compromete la salud de infinidad de personas que, voluntariamente, se someten a la exposición de sustancias tóxicas cuya malignidad ha sido probada o que está en entredicho, como muchos colorantes; la hidroquinona (cancerígeno utilizado en diversas cremas que se aplican en la piel).  O el formaldehído, otro cancerígeno usado ampliamente como endurecedor de uñas.  Pero uno de los peores es el clorhidrato de aluminio, presente en todos los desodorantes, y que está asociado con la producción del cáncer de mama.
            Bajo la inocua máscara de la belleza, en cosmética se utilizan miles de productos químicos artificiales que se ponen en contacto directo con la piel de la gente.  Muchas de ellas son tóxicas y cancerígenas, lo cual está demostrado en gran cantidad de casos; otras están bajo sospecha, lo que debería ser razón suficiente para no utilizarlas, a pesar de las palabras “tranquilizadoras y autoritativas” que siempre escucharemos de parte de los fabricantes de estos artículos, de sus distribuidores, vendedores y todos los que viven de ese negocio.  Este es tan poderoso que hace lo que le da la gana.  Fíjense que en Estados Unidos, país en donde los consumidores son respetables y ejercen un control cuidadoso sobre lo que consumen, la industria de los cosméticos NO TIENE REGULACIÓN ALGUNA DE LA F.D.A. (Agencia de Drogas y Alimentos).  Los fabricantes determinan, como moro sin señor, qué y cuánto le ponen a sus productos, a pesar de que muchas de esas sustancias son peligrosas.  Lo más que los consumidores han logrado es que algunas de esas drogas sean puestas en “cuarentena”, pero sin restricciones.  Hay por lo menos una docena de estas cuya toxicidad ha sido demostrada, lo mismo que su capacidad para producir cánceres.  Pero basta que el fabricante dé su palabra de que las cantidades utilizadas de tal o cual cosmético son “seguras” para el consumidor, para que este pueda salir al mercado.  Fíjense ustedes, el FABRICANTE ES EL QUE DA LA GARANTÍA.  Absurdo, ¿no es cierto?  ¡El aval del que nos vende el producto! 
            Y si no fuera por la comunidad europea (EU) no sabríamos nada de estas sustancias peligrosas, pues en Europa sí se preocupan por la salud de los usuarios; ahí existe la medicina social de alto nivel, y esta no es un NEGOCIAZO PRIVADO como en USA.   La  Comunidad Europea ha prohibido el uso de muchos químicos que se utilizaban en la cosmetería, y el mundo no colapsó; ni siquiera la industria.  Allí hay más consciencia y responsabilidad social; mientras que en Amerrica prevalece el interés de las grandes transnacionales sobre el riesgo de salud de los consumidores.  Y eso nos da el derecho a especular: si en los Estados Unidos siguen utilizando esas drogas prohibidas en Europa, ¿qué no harán nuestros cosmetólogos en la América Latina, en donde a nadie le importa nada y la irresponsabilidad e indolencia reinan a su antojo?
            Estimados amigos y amigas, no patrocinen a estos comerciantes cuyo único objetivo es hacer plata, incluso a costa de su salud.  Todo producto cosmético que usted pone en contacto con su piel entraña UN GRAVE PELIGRO.  Por esta absorbemos de todo.  La vida y también la muerte.  Cada crema, pasta, talco, pomada, perfume, desodorante, dentífrico, champú, filtro, depilador, bronceador, brillantina o lo que sea que usted ponga sobre su pellejo, implica un riesgo de envenenamiento.  Es por eso que debe ser muy cuidadoso y selectivo; debe investigar, preguntar y dudar pues se trata de su salud a corto, mediano o largo plazo.  Se sabe que el hidróxido de aluminio, presente en casi todos los desodorantes, es un activo cancerígeno.  Entonces, ante tal duda, es razonable abstenernos de usar los productos que contengan ese ingrediente.  La simple sospecha de que pueda producir cáncer de mama, debería ser suficiente para borrarlos de nuestra lista de consumo. 
            No se trata de crear pánico ni de pendular hasta el otro extremo; solo de ser cuidadosos y selectivos con aquellas sustancias que puedan dañarnos.  La Internet está repleta de esta información: seria, dudosa y fanática.  Depende del buen juicio de cada uno elegir aquella que pueda ser útil; pero eso sí, NUNCA consideren como imparcial la que provenga de los fabricantes o sus voceros.   En el mercado hay una gran oferta de productos naturales, pero no se deje engañar.  Pregunte y pregunte.  Hay mucha información; ahora no es como antes, que nos engañaban con gran facilidad porque nadie sabía nada ni existían organizaciones que se preocuparan por el ambiente y los seres humanos como víctimas del comercio.  Vamos a darles un dato de un solo producto cosmético bien conocido de todos.  El dentífrico COLGATE.  ¿Quién podría suponer que algo tan popular, “benéfico” y conocido podría entrañar algún peligro.  Es seguro que nadie.  Pero vean lo que dice en su envoltorio (en letra enanita).   INGREDIENTES: “Lauril sulfato de sodio, polietilenglicol (PEG), monofluorurofosfato de sodio, pirofosfato tetrasódico”   Además,  “No ingerir, en niños menores de 6 años, solo una gota.  Supervisión de adultos”.   Y eso es lo que declaran porque les da la gana, pues su fórmula podría incluir el triclosán, un químico nocivo.   Averigüe qué se sabe sobre estos ingredientes.
            Llame a la Colgate de Costa Rica y pregunte por esas sustancias, en especial, por el polietilenglicol, una droga peligrosa.   Desde luego que ellos le dirán que es segura y que las dosis utilizadas son mínimas.  Pero eso NO es satisfactorio.  Lo correcto sería la ausencia de tal químico y NO su porcentaje.  Pregunte a personas imparciales; no a fanáticos naturistas ni a interesados en la venta.  Investigue pues el asunto es serio: su salud y la de los suyos.   La Internet está plagada de información valiosa.  Solo tiene que escudriñar sin prejuicios.
            En la próxima seguiremos con el mismo tema, haciendo un análisis de varias drogas prohibidas en la Comunidad Europea, pero que siguen utilizándose en USA, y como es de suponer, en América Latina.
            Cosmetiquescamente
                                               RIS

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