miércoles, 3 de noviembre de 2010

661 Respuesta a Juanita

661   “LA CHISPA”       (15/07/09)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
RESPUESTA A JUANITA, UNA AMABLE LECTORA
                En la serie de “Chispas” que escribí sobre los cosméticos, pretendí dejar en claro cuál era la intención de ese mensaje: convertirnos en compradores selectivos e inteligentes para no sucumbir ante la propaganda masiva de artículos de “belleza” cargados de sustancias abiertamente nocivas o que, por lo menos, se encuentran bajo sospecha.  En ese intento, creo que toqué todos los aspectos del problema, incluyendo las alternativas más saludables que van desde no utilizar ninguna marca tradicional, hasta la escogencia de productos de los llamados “NATURALES”.   También advertí del posible truco que puede haber detrás de ese sugestivo nombre pues, debido al “boom” producido por los cosméticos de esa clase, casi todas las casas famosas han sacado sus líneas “naturales”, que de natural solo tienen el nombre.   Incluso traté el tema de la conducta de las europeas al respecto, más conscientes y cuidadosas que las gringas o latinas, y de qué manera presionaron para que los fabricantes de la industria se ajustaran a normas más saludables, y a la eliminación de aquellos elementos sospechosos de producir reacciones alérgicas y peligrosas para las usuarias.
                Así nació el BDIH alemán, una especie de consorcio de industriales de la comida, cosméticos y medicinas que, voluntariamente, decidieron someter su mercancía al escrutinio del público y de la ciencia, para garantizar el máximo de seguridad en todo aquello que venden.  De esa manera, se tomaron medidas como la obligación o apremio para incluir el INCI (lista de componentes químicos en orden de cantidad) en los envases para que la gente pueda leer qué es lo que se va a untar sobre su cuerpo.   A raíz de esta actitud de los alemanes como pioneros, surgieron en Europa varias entidades oficiales y privadas que se encargan de CERTIFICAR la calidad de los productos que pretenden llevar los sellos de garantía que afirman que aquello que respaldan es genuino y “NATURAL”,  concepto que abarca un amplio campo de consideraciones técnicas que lo hacen merecedor de esa distinción.  Ante esa necesidad nacieron en Europa ECOCERT, COSMEBIO, QUALITÉ FRANCE, DEMÉTER, SOIL ASSOCIATION y otras; y se destaca entre ellas Ecocert, que tiene más de ciento ochenta oficinas por todo el mundo.   La certificación de estas agencias es muy importante, y de ahí que muchos fabricantes de cosméticos en la América Latina digan que sus mejunjes están certificados pero, EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS ESTO ES UN FRAUDE.  Por ejemplo, en Costa Rica hay una empresa de estas que alega que sus productos son “naturales”, pero cuando les pedí el nombre de la agencia que los CERTIFICA, me colgaron el teléfono.  Eso significa que pueden estar mintiendo en cuanto a la composición química de lo que nos ofrecen como natural.   Desde luego que mi petición solo era una formalidad, porque había comprado varios envases de esa marca, y en ninguno aparece la certificación.  El engaño, el disimulo y la mentira son naturales en esa industria que mueve BILLONES DE DÓLARES.  ¿Y qué determina que usen sustancias nocivas o sospechosas?  Pues el hecho de que estas son abundantes y baratas, como los aceites minerales derivados del petróleo (agentes cancerígenos).  Y muchos más de esta naturaleza.                  Esas eran las reflexiones generales.  Ahora, la respuesta que me pide Juanita.  El mercado de la belleza orgánica en Costa Rica es muy limitado, y solo sé de dos tiendas que ofrecen este tipo de mercancía a una reducida clientela que, por lo general, son aquellas damas con alguna información acerca de los riesgos que se corren con el uso de tantos químicos utilizados en los cosméticos.  Una de esas tiendas se encuentra en Plaza del Sol y se llama “Biosalud”; la otra que me informaron es “Natura Sunshine”.  Y en el “Hipermás” se consigue pasta dental Himalaya.  El mercado nacional es muy pobre.  Sin embargo, fuera del país la oferta es enorme si se compra “on line” como dicen los entendidos.  He aquí una lista de marcas reconocidas mundialmente y CERTIFICADAS:
Dr. Hauschka
Logona
Weleda
Naetura
Florame
Cattier
Sante
Cranberry
Laverna
                Todas se pueden comprar por Internet en la tienda “Citrusparadis.com”.   También pueden contactar a Weleda de México a la siguiente dirección:  www.usa.weleda.es      Y en España:  www.weleda.es    y   www.weledabebe.es     Hay varias de estas tiendas; solo es cuestión de navegar un poco.  También una amiga panameña me dijo que en las tiendas de Panamá se consiguen muchos de esos productos; sin embargo, todavía no me ha mandado las direcciones que me ofreció.   Las espero.  Y aprovecho esta circunstancia para pedirles a TODAS-OS mis amigas y amigos cibernéticos, que me brinden cualquier conocimiento que tengan al respecto.  Así podré compartirlo con todos.   Esa es la idea general, que podamos ayudarnos en una situación que parece muy simple y sin importancia, pero que entraña verdaderos y graves problemas que debemos evitar mediante una cuidadosa selección de aquellas cosas que introducimos a nuestra boca o nos aplicamos sobre la piel.  Está  en juego la salud propia y la de nuestras familias, amigos y conocidas.  Recuerde que a la INDUSTRIA COSMETOLÓGICA su salud le importa un tacaco; ellos solo quieren hacer plata de la manera que sea, y si eso implica arruinar la salud del público, les resbala.  Siempre mentirán al respecto.
                Espero la información, preguntas y sugerencias de todos aquellos a los que haya logrado interesar sobre este tema tan de cuidado.  Por favor. 
                Fraternalmente
                                           RIS
                                    

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