jueves, 25 de noviembre de 2010

280 La infraestructura


280   “LA CHISPA”   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.

LA INFRAESTRUCTURA
            En la Chispa” anterior escribimos sobre lo que ha hecho China en el comercio mundial; apuntando hacia todas las direcciones posibles y sin someterse a un solo mercado ni convertirse en dependiente de quien le pueda cerrar la manguera del oxígeno.  Pero además de esa visión global, le han dedicado todo su empeño, de manera titánica y hasta tiránica, a la fundación de una infraestructura poderosa capaz de hacer viables todos sus proyectos de desarrollo. 
            En contrapartida, ¿qué ha hecho Costa Rica para sacar ventajas del TLC o cualquier otro tratado comercial con quien sea?   Siendo una nación marítima con dos costas a menos de trescientos kilómetros una de la otra, nos hemos convertido en un pueblo montañés, aislados en un vallecito central desde donde se pretende ejercer el control de TODO y de todos.  Un país con casi MIL QUINIENTOS kilómetros de costas, no tiene en toda esa longitud ni un solo pueblito digno del nombre de ciudad.  No hay un solo puerto moderno capaz de cumplir con las exigencias de un comercio grande de importación y exportación.  Dos muellecitos insuficientes en Limón y Puntarenas, hacen que siempre haya barcos recalados en sus fondeaderos, atrasando el tráfico y ocasionando pérdidas por millones.  Limón debería ser, por su posición hacia el Caribe, los Estados Unidos y Europa, un puerto de primera línea mundial.  Además, unido al Valle Central por unas dos o tres carreteras de verdad y un ferrocarril eléctrico de doble vía.  También mediante un aeropuerto internacional que bien podría ser un punto de abastecimiento de combustible y comida a todas las líneas aéreas que se mueven entre el norte y el sur del continente.  Pero Limón sigue siendo una calamidad.  Con una carreterita que apenas empieza la época lluviosa, se derrumba por todas partes. 
            Otro tanto es Puntarenas y su infame caminito que la conecta con San José.  Playas que deberían estar conectadas de frontera a frontera por carreteras y ferrocarril, son tan inaccesibles como el planeta Plutón.  Docenas de “marinas” y ciudades-hoteles debería haber a lo largo de esos MIL QUINIENTOS kilómetros de playas; pero verdaderas ciudades autosuficientes en todo sentido, y no rancherías de mala muerte que solo pueden atraer a turistas mochileros, de esos arrancados que no dejan nada.  Desde que tengo uso de razón oigo hablar de la “costanera”, un proyecto que entre nosotros equivales al de la Gran Muralla China, pero con la diferencia que los chinos la terminaron.  Nuestras playas carecen de los servicios más básicos: no hay clínicas ni hospitales cercanos, no hay buenos aeropuertos que garanticen que se puede salir de allí rápidamente en caso de alguna emergencia.  Los caminos son infames, la seguridad personal es terrible.  El turista en esos lugares está en las manos de la Providencia.  Lo que podría ser nuestra más segura fuente de ingresos (sin TLC), se encuentra casi tullida porque ni el gobierno ni la famosa “empresa privada” invierten nada en infraestructura.  Además, todo se tiene que resolver en San José.  Puntarenas, Guanacaste y Limón deberían tomar las riendas de ese negocio sin enajenar el suelo.  Debe prohibirse que cualquier extranjero pueda comprar en condición permanente.  Mientras vendamos todo, será como con el TLC: empresarios extranjeros llevándose todo, y miles de costarricenses como sirvientes, como mano de obra barata.  Y esa no es la idea.
            Debe construirse un ferrocarril costanero (eléctrico) de frontera a frontera en ambos mares.  Vía férrea de San José a ambos puertos para librarnos de la factura del petróleo y facilitar el comercio y transporte de pasajeros (turistas).  Debemos hacer carreteras y aeropuertos internacionales a lo largo de ambas costas.  Pero por desgracia, parece que en el país a nadie le interesa crear las bases de lo que podría ser nuestra mayor fuente de riqueza: el turismo.  Pero una fuente de riqueza para NOSOTROS, y no para los extranjeros.  Aquí todo parece ser un negocio colega de la “Cinta Azul”: solo chorizos.   La simple ampliación de un aeropuertito de décima categoría mundial, se ha convertido en el culebrón de dos siglos, algo así como la novela “La Zulianita”, que nunca terminaba de acabar.  Ese es el caso de Alterra, novelón que ya nadie entiende de qué se trata, pero que es una muestra de las cosas que NO DEBERÍAN SUCEDER en Costa Rica.  Cualquiera de estas empresas piratas extranjeras, con ayudas del gobierno mediante sobornos, representantes y abogados criollos, puede tomar la economía del país como rehén y sacarnos millones de dólares en demandas.
            No es cierto que Costa Rica sea solo San José; debemos volcarnos hacia los mares para explotar su riqueza turística; pero para eso, como en todos los negocios de la vida, HAY QUE INVERTIR.  Tenemos que crear una infraestructura de calidad superior; no solo caminitos y trochas “de verano”.  Debemos fabricar ciudades costeras unidas por ferrocarril y buenas carreteras; con aeropuertos nacionales e internacionales.  Debe crearse un Ministerio de Turismo con su propio presupuesto para que se encargue de los proyectos de electrificación, servicios de agua potable, medicina, pesca, conservación ambiental, orientación y todo lo que sea necesario para el desarrollo pleno de esta industria que, sin contaminantes, puede consumir toda la producción agrícola que ahora exportamos en condiciones tan precarias hacia los mercados del exterior.
            Mientras seamos un país tan limitado en infraestructura, se puede decir que no tenemos capacidad para aprovechar adecuadamente ninguna oportunidad que nos brinden.  Mientras no tengamos una red vial adecuada y capaz de absorber  el movimiento de todo lo que se “mueve”, estaremos en desventaja.  Costa Rica incluso podría convertirse en un “canal seco” para el paso de mercancías en tránsito de un mar a otro, pero… ¿con esas carreteritas?  ¿Con esos muellecitos?  ¿Con ese aeropuertito?  El país tiene que invertir, y China nos está dando el ejemplo de cómo se hace.  El crecimiento monstruoso de esa nación no se está dando porque andan en palanquines y sampanes.  Si no nos modernizamos, seguiremos siendo tercermundistas dependientes de un solo mercado.  Y eso es fatal y nos hace vulnerables a los caprichos del comprador y proveedor único.
            Fraternalmente                                   Ricardo Izaguirre S.
Blog:        “La Chispa”       http://lachispa2010.blogspot.com/     con link a        “Librería en Red”
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