228 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del
ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.
RECORDAR PARA LA VENGANZA
Este antiguo lema judío data de
los tiempos de Siquem (Gén. 34), cuando Simeón y Leví masacraron a toda la gente
de ese pueblo. El odio del judío es
implacable y su sed de venganza, eterna.
Así lo demuestran en los miles de películas que viven haciendo desde
Hollywood, en las cuales patentizan el odio terrible que siguen sintiendo por
los alemanes. Mucha gente sufrió en esa
guerra; muchos murieron y pagaron un alto precio por la intolerancia de sus
gobiernos y ciertas minorías; pero no fueron todos los que causaron esa
tragedia. Hubo gente buena, a montones,
que también fue víctima de sus propios gobiernos, y nada pudieron hacer para
evitar la tragedia. Esa dolorosa lección
los hizo reflexionar, y ahora están unidos en busca de la paz y un destino
común. Alemanes y franceses trabajan por
el futuro; también los italianos, españoles, polacos e incluso los rusos están
comprometidos en la búsqueda de la paz y la felicidad de sus pueblos. Solo el judío continúa con su interminable
prédica de odio y revanchismo. No dejan
en paz a los alemanes, a los que invariablemente tratan de NAZIS, como si eso fuera una categoría moral de la que todos ellos
participan. Ya casi no hay
sobrevivientes de ese tiempo, pero los judíos han convertido los supuestos errores
de aquella gente, en una deuda hereditaria impagable por Alemania. Tendrán que seguirlos “indemnizando” (en
efectivo) por los siglos de los siglos.
Con su propaganda cinematográfica maligna, han logrado que los jóvenes
alemanes se sientan avergonzados de las acciones de sus abuelos durante la
guerra, lo cual es un crimen. Los
soldados alemanes eran soldados de ALEMANIA
y no nazis. Eran patriotas que lucharon
por su país, sin importar la causa que los llevó a ese conflicto, o si fuera
justa o no.
Lo mismo pasa con la religión. La
Iglesia cometió errores.
Eso es algo que todo el mundo sabe, tanto es así, que el Papa Juan Pablo
II pidió perdón al mundo por los errores que esta había cometido en contra de
los que fueron víctimas de su intolerancia.
Pidió perdón a los judíos, pero eso no le basta a esa gente; ellos
quieren la destrucción total del cristianismo.
Quieren demoler hasta los cimientos de todo templo cristiano, incluyendo
al Vaticano. También quisieran, según
parece, ejecutar hasta el último cura de la Iglesia.
El canal de televisión llamado“History Channel”, es el arma número UNO
que han puesto al servicio de ese maligno propósito. Bajo la mascarada de que se trata de un canal
serio y científico, se esconde el propósito único de la existencia de ese
instrumento propagandístico: DESACREDITAR
A LA IGLESIA
en sus fundamentos morales, históricos y teológicos. Día a día, programa tras programa, montan
sus farsas seudo históricas mediante las cuales han venido desprestigiando a la Iglesia en general y a los
Papas en particular; han agredido brutalmente los fundamentos sagrados de la
cristiandad, montando una serie de programas de apariencia científica, pero
cuyo fin último es erosionar los fundamentos religiosos de la fe de los
cristianos. Para esto tomaron como base la novela “El
código da Vinci”, y elevaron su contenido (novelesco) a la categoría de temática
histórica, de tal suerte, que el resultado final se ha dado como ellos querían:
sembrar la duda entre los cristianos
acerca de la naturaleza de Jesucristo.
Ahora mucha gente se pregunta acerca de la posibilidad de que Cristo en
realidad solo fuera un hombre ordinario y no el Hijo de Dios, el postulado
principal de su condición de ser divino y sustento dogmático de toda la Doctrina Cristiana.
Pero lo curioso de toda esta trama,
no es la identidad de sus inventores o sus intenciones, sino la actitud de los
cristianos; pero más aún, de la misma Iglesia que, lejos de tomar una posición
firme e intolerante, como ha sido su estilo a través de los siglos, ha hecho la
vista gorda y ha guardado silencio complicitario con esta actitud de sus
enemigos históricos y declarados. A veces pensamos que la circunstancia de que
el Papa actual es alemán, ha hecho que la Iglesia se torne mojigata ante esta situación,
porque siendo su Cabeza un ciudadano de Alemania, eso podría dar pie a que
cualquier posición oficial de esta, se interprete de parte de los judíos como
una actitud antisemita del Papa Nazi. El hecho de ser alemán, le ha puesto un
bozal al prelado Ratzinger. La menor
protesta o actitud en defensa de la
Iglesia, bien podría ser tergiversada por “The History Channel”, el cual nos
presentaría, de inmediato, a otro Papa que, además de corrupto, es NAZI y perseguidor del pueblo
elegido. No se puede negar que esta
gente es muy astuta y que saben aprovechar cada circunstancia de la historia
para su beneficio.
Pueden darse gusto Dan Brown, Josh
Berstein y toda la camarilla de editores judíos de “El código da Vinci” y toda la zaga que se ha derivado de esa
novela. El Papa alemán “tendrá que guardar silencio”, y la feligresía sin cabeza
visible, continuará hundiéndose en la duda y el desconcierto. Parece que para los cristianos ha llegado la
hora de Siquem, y el pueblo elegido se dará el gusto de demoler por completo a la Iglesia Cristiana
y así realizar su sueño milenario. Sin
embargo, los cristianos pensadores tienen la última palabra, pues todavía hay Caballeros Templarios dentro de la Iglesia.
Fraternalmente, en la Semana Mayor
RIS
E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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