viernes, 17 de julio de 2015

311 Un gobierno fuerte



311   LA CHISPA   

En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

UN GOBIERNO FUERTE

            Los pueblos de la América Latina, en general, no tienen la suficiente conciencia cívica para vivir bajo regímenes democráticos porque, en primer lugar, ni siquiera saben qué cosa es eso.  Porque no es lo mismo “tener conciencia cívica” que estar entrenados o domesticados para cumplir con un ritual electorero (democracia formal) cada cuatro o cinco años.  Es casi como el referendo para ir a votar el TLC, materia que casi nadie entiende y que solo obedece a cuestiones emotivas.  Pero esa limitación no solo es privilegio de latinos y africanos.  Países antiguos como China y Rusia son incapaces de hacerlo.  Los rusos lo intentaron y se hundieron en el caos; y es por eso que los gobernantes chinos no cayeron en la trampa del “democratismo” auspiciado por los gringos.  Abrieron algunas puertas y ventanas y dieron ciertas libertades, pero el gobierno continúa siendo “fuerte” y está al mando de todo.  Allí si alguien es corrupto, le meten un tiro en la cabeza y nadie dice nada.  En cambio por aquí, los corruptos esperan unos cuantos años, salen libres bajo fianza, y después demandan al Estado por millones.  Y casi siempre ganan.
            Para que las cosas caminen bien y en orden y se puedan aprovechar todas las oportunidades de desarrollo, el Gobierno debe ser fuerte y estar presidido por un Dictador que tome las decisiones necesarias en el momento oportuno, y no cuando una disparatada Asamblea se ponga de acuerdo.  Incluso debe ir en contra de la voluntad de los pequeños grupos y sus intereses económicos, que nunca son los del pueblo.  Un gobierno fuerte debe mantener el control de todo, no en condición de propietario sino de sabio administrador; de elemento que impida el abuso de los poderosos y que vele porque cada uno reciba lo que con justicia merece.  Si el Dictador considera que un proyecto es de bien nacional y tiene que realizarse, no debe permitir que una Asamblea Legislativa, con mil intereses particulares, tenga la capacidad de bloquear una obra de interés nacional.  Mucho menos una Sala Cuarta o cualquier otra institución subordinada.  Una vez don Pepe Figueres respondió a un periodista de la siguiente manera, cuando este le preguntó que de qué se arrepentía más en su última administración: “De no haber impedido que un periódico como ese (La Nación) cayera en manos del grupo que lo posee”.  La prensa nunca, en ningún país del mundo, responde a los intereses populares sino a los de grupos capitalistas.  Esa es una verdad irrebatible.  Es por eso que un Gobierno Fuerte, SIEMPRE debe mantener bajo su control total o parcial a este elemento social.  A la prensa se le ha llamado “El cuarto Poder”, y tal calificativo no es exagerado.  Es el poder del dinero, de la Oligarquía.  No es cierto que la prensa sea el balance y que está al servicio del pueblo en su labor de información, denuncia y señalamiento de rutas correctas.  Don Pepe vio ese peligro, pero no tuvo la fuerza suficiente para adelantarse a la época.
            En momentos difíciles de la historia, de abusos y desmanes del gobierno o los dictadores de antaño, fue necesario crear el famoso equilibrio de Montesquieu.  En tiempo de recelos y la tendencia a la brutalidad, esa limitación y repartija de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) parecía una solución salomónica estupenda.  Pero en estructuras ya consolidadas en su función formal, ese modelo ya está superado por la realidad de lo que vivimos y debemos mejorarlas, haciendo que el Poder vuelva a las manos del Ejecutivo o Dictador.  No es práctico que una serie de Instituciones menores, como la Sala Cuarta, tengan la facultad de boicotear o impedir  la realización de proyectos de interés nacional, o pasar por encima de la Constitución para la conveniencia de un solo individuo, solo porque estos puedan afectar a pequeños grupos de interesados.  Y como no es cierto que la Asamblea represente los intereses del Pueblo, también esta debe limitarse a una sencilla función de estudiar la forma de crear el marco legal para los proyectos del Ejecutivo, nada más.  El Dictador y su Consejo de Ministros deben controlar todas las formas del “poder hacer”.  Así han funcionado bien los gobiernos, durante milenios.  Tanto es así, que en la nación más representativa del democratismo, los Estados Unidos, se han hecho todos los esfuerzos posibles por dotar al Ejecutivo de un poder omnímodo para tomar decisiones.  El Acta Patriótica es el ejemplo más reciente de esta tendencia. Quieren un gobierno (Dictador) capaz de tomar las decisiones que considere convenientes sin tener que esperar la deliberación de centenares de congresistas y diputados que nunca se ponen de acuerdo en nada. 
            El buen gobierno tiene una finalidad: crear las condiciones para que todos los habitantes del país puedan desarrollar al máximo sus capacidades, o sea, que puedan estudiar sin más limitaciones que las de su propio talento.  Que tengan igualdad de oportunidades en la búsqueda del bienestar y la felicidad.  Que tengan alimento abrigo y salud y, lo último, lo suficiente para vivir su vejez dignamente.  Sin embargo, la historia nos prueba que ningún gobierno “democrático” ha logrado eso en la América Latina, después de casi doscientos años de independencia y supuesta vida democrática, la cual en realidad, sigue siendo el gran espejismo de los latinos.  En su nombre se han cometido las peores atrocidades, pues los más bárbaros y criminales gobernantes de por estos lados, se han hecho llamar demócratas, y con el aval de los Estados Unidos. Trujillo se hacía llamar “el campeón de la democracia en el Caribe”.
 El problema, pues, es encontrar a ese Dictador capaz de poner las cosas en orden, pero con una visión ecuménica que no deje por fuera del festín nacional a ningún ciudadano, por humilde que sea.  Entonces, ¡bienvenido sea el Hombre capaz de tal hazaña!  Y si para lograr ese ideal tiene que garrotear a unos cuantos bandidos y saboteadores ¡enhorabuena!
            Dictatorialescamente
                                                       RIS
Correo                                            rhizaguirre@gmail.com

Blog:    “La Chispa”             http://lachispa2010.blogspot.com/

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