miércoles, 20 de abril de 2011

919 Vivir del fiado


919   “LA CHISPA         (8 abril 2011)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
VIVIR DEL FIADO: LA DEUDA EXTERNA
            Hagamos un paralelo entre el Estado y un hogar promedio, que podría ser el suyo.   ¿Pondría usted sus finanzas en manos de algún prestamista?  ¿Permitiría usted que este tomara las decisiones acerca de cómo distribuir su presupuesto casero?  ¿Comprometería usted el bienestar de los suyos subordinándose a las “disposiciones” que ese agiotista pudiera tomar en relación con su economía familiar?  ¿Toleraría usted que este individuo le prohibiera invertir en la educación de sus hijos?  ¿Dejaría usted que alguien de afuera, sin ningún interés social por los suyos, le limitara los gastos en medicina?  Recuerde usted que este explotador NO TIENE otro objetivo que no sea cobrar los réditos de la deuda eterna que usted hubiera contraído con él.  A este sujeto le importa un bledo el bienestar, alegría y progreso de su gente; a él solo le interesa que usted le pague.  Y si usted dedica algo de sus ingresos a la salud o educación de su familia, eso incomoda al usurero porque significa una merma o retraso en sus ingresos; o la disminución de la capacidad real para endeudarse más.   Esa conducta equivaldría a ponerse en manos de… a permitir que alguien extraño y sin interés alguno por usted o su familia, viniera a decidir qué hacer con su dinero.  ¿Cometería usted semejante insensatez?
              La respuesta a esa pregunta parece obvia y casi obligatoria; sin embargo, NO es la que han dado nuestros gobiernos (el hogar colectivo) ante la oferta de PRÉSTAMOS.  Y ustedes saben lo terrible que es vivir del fiado.  Ninguna persona sensata debería hacerlo, y es obligación de todos ajustar el presupuesto de manera que los gastos NUNCA excedan a los ingresos.  Algo elemental.  Sin embargo, ese es el consejo que han desoído todos nuestros gobiernos a través de la historia reciente (último medio siglo).  ¿Pretextos para el endeudamiento?  BILLONES.  Pero ¿dónde están los resultados del desarrollo que habrían de producir esos préstamos?  Seguimos igual o peor, y con deudas impagables que como parásitos voraces, consumen todas nuestras energías y nos mantienen postrados en el tercero, cuarto y quinto mundo.  Esa es una verdad irrebatible, por más cuentos que nos echen.  Ningún país se ha “salvado” mediante préstamos. NINGUNO.  Los préstamos son las cadenas irrompibles mediante las cuales el capitalismo feroz, mantiene atadas a todas las naciones que van cayendo bajo su férula.  NADIE SALE DEL PANTANO DE LA DEUDA EXTERNA.  No hay país que pague su deuda y entre en la senda del progreso y la autarquía.  ESA NO ES LA IDEA NI LA VOLUNTAD DEL CAPITALISMO.  Eso lo saben muy bien los dueños de la Banca Internacional, y para eso han creado todos los mecanismos de control que se aseguran que el establishment se mantenga invariable.
            En una “Chispa” anterior se explicó la sencillez de este método que se resume en algo tan, pero tan simple, que es increíble que nadie (gobiernos) lo haya notado.   Repetimos lo que dice el Deuteronomio, que es la clave del dominio absoluto.
            “Ya que Yavé tu dios te habrá bendecido, como te he dicho, PRESTARÁS entonces a muchas naciones, más tú NO tomarás prestado; tendrás DOMINIO sobre muchas naciones, pero sobre ti NO tendrán DOMINIO”  (Dt. 15-6).
            ¡Absolutamente brillante!  Sobre todo, por su simplicidad extraordinaria.  Vean que se trata nada menos que de un consejo divino del dios del Testamento, de la deidad del cristianismo.  Y eso nos convierte a todos los latinoamericanos y tercermundistas en general, en los mayores HEREJES que se pueda imaginar, pues en contra de un mandato tan simple y eficaz (vean a los judíos), nos empeñamos en contradecirlo y permitir que otros tengan DOMINIO sobre nuestras vidas y haciendas.  DOMINIO PERPETUO mediante la DEUDA ETERNA.  Y todo el mecanismo controlado por sus dos feroces cancerberos: el Fondo Monetario y el Banco Mundial.  Los agentes que nos dicen qué hacer, cómo y cuándo; los que disponen de nuestros recursos a su antojo.  Los que nos sumen en la desgracia económica a capricho; los encargados de “sanear” nuestras finanzas, con lo cual se quiere decir: dictarnos qué hacer (DOMINIO).   ¿Por qué somos incapaces de entender semejante simpleza?   NO ES CIERTO QUE HAYA CRECIMIENTO MEDIANTE LA “INVERSIÓN”  Y LOS PRÉSTAMOS.   Esa es la mayor falacia, el mayor cuento que nos han hecho tragar.  Si así fuera, la América Latina sería la zona más desarrollada del mundo.   Vean que el interés del prestamista NO ES que paguemos la deuda, pues ahí se le acabaría el negocio y el control (dominio) sobre una economía que empezaría a ser LIBRE.  Y esa NO es la idea.            Es por eso que se ha creado toda una maraña de mentiras que, patrocinadas y encubiertas por infinidad de teorías economicistas, nos han confundido y subordinado al carro de la DEUDA EXTERNA.
            El camino hacia la verdadera INDEPENDENCIA es NO TENER DEUDAS.  Con nadie.  Desde luego que los dogmas de la “Economía Moderna” nos dicen que eso es imposible, que tenemos que estar embejucados con los centros financieros mundiales.  Pero bien sabemos que todo ese discurso es la carta de presentación del Capitalismo y la metodología que le conviene y sobre la cual se sustenta.  Para subordinar a una nación, convertirla en deudora es más eficaz que los cañones.  De esa sabia reflexión surgió el mandato bíblico que ha transformado a todos aquellos que lo siguen, en los amos de las finanzas mundiales; en los que tienen el DOMINIO SOBRE MUCHAS NACIONES.  Sin disparar una bala, sin correr riesgos.  Entonces ¿por qué no podemos hacerlo los latinos?  ¿Y por qué ninguna nación endeudada logra el menor desarrollo real y sostenible?   Tampoco es cierto que la “inversión” que hace el Capital en la América Latina produzca desarrollo verdadero.  Solo puestos de trabajo temporales (mientras les conviene) y mal pagados.                ¿Será posible que algún día nuestros pueblos entiendan ese axioma bíblico tan simple y efectivo?   Debemos aprender a vivir con lo que tenemos, sin empeñar el futuro de nuestras familias.  El gran reto del siglo es lograr la independencia de la DEUDA EXTERNA, el lastre que nos mantiene anclados en el tercer mundo; solo a partir de ahí, estaremos en la ruta del verdadero desarrollo.               (¿Qué creen en sus países?)
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.                      E-mail: rhizaguirre@gmail.com
 


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