sábado, 30 de abril de 2011

390 Maquillando la Historia


390   “LA CHISPA” 

Lema. “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

MAQUILLANDO LA HISTORIA

            El canal de las mentiras, conocido como “History Channel”, es un insidioso medio de propagada cuyo objetivo es la alienación de los televidentes de la América Latina y del mundo. Al servicio del gobierno de los Estados Unidos y de los judíos, este canal nos receta diariamente, hasta la saturación, toda clase de “historias” favorables a los intereses de esa gente.  Si son histórico-religiosas, resulta que tienen a un payaso (tipo Indiana Jones) que en cada programa resuelve TODOS los misterios que por milenios han confundido a la humanidad.  En una hora, encuentra el sitio exacto del templo de Salomón y el lugar en donde estaban las minas de este mítico rey.  Descubre los misterios de Nazca en media hora.  Encuentra el punto exacto en donde estuvo Troya.  Dilucida todos los misterios de Petra; encuentra la verdad oculta en los rollos del Mar Muerto.  Certifica el paso de los israelitas por el Mar Rojo.  Nos prueba cómo los judíos diseñaron y construyeron las pirámides de Egipto; en fin, este hombre, a través de ese canal, no solo verifica todas las teorías del Antiguo Testamento y los Grandes Misterios de las civilizaciones americanas, sino que hace un despliegue de habilidad extraordinaria para demostrarnos la falsedad del Islam, del Hinduismo, Cristianismo, Budismo y todos los grandes movimientos religiosos que no sean el judaísmo.  También nos “prueba” que, aparte de Yavé, todos los otros dioses no son más que supersticiones de pueblos que no son el “elegido”.  Según ese “Canal de la Historia”  Jesucristo fue un fraude,  y “El código da Vinci” así lo prueba irrefutablemente en las doscientas veces que nos han pasado esos programas de descrédito de los valores religiosos de occidente.  Ese es el frente religioso del “History Channel”.  Pero también está la visión político-militar.
            Con ínfulas de seriedad científica y de apego a la imparcialidad histórica, nos presenta “historias” retocadas o exageradas con la finalidad de convencer al mundo de la superioridad incontrastable de todo lo que es norteamericano o judío.  Nos dicen que la CIA es el organismo superior del universo, y con la Mosad, forman el paradigma de los cuerpos de investigación mundial.  Que el ejército de los Estados Unidos es superior a todos los demás del mundo; sus soldados son los mejores, los más valientes, los mejor entrenados, los mejor armados y dotados de las condiciones militares y morales (a pesar de lo de Irak) que los convierte en ejemplares para el mundo.  La aviación gringa y judía son las mejores del mundo; no hay fuerza que se les pueda oponer a los portentosos Phantom, F 116 o 117.  Sus bombas “inteligentes” y de precisión milimétrica pueden “apearse” a una mosca en una rama sin romperla.  Y eso lo sostienen a pesar de que militares de su propio país han dicho que eso es mentira y que tales bombas carecen de la precisión que les atribuye la propaganda.  Nos afirman que sus submarinos son únicos y uno solo de ellos es capaz de destruir a toda la armada rusa, desbaratar a todos los árabes y desaparecer del mapa a Japón. 
            Y la gente poco a poco lo va creyendo.  Así van ganando la guerra sicológica para que nadie se atreva a desafiar su poder.  Pero la verdad es otra cosa.  ¿Se han enfrentado esos aviones tan afamados a un enemigo verdadero y con capacidad tecnológica semejante?  Ese tan cacareado ejército y sus tanques, bombarderos, cañones y submarinos solo han arrasado pueblos prehistóricos y casi indefensos como Afganistán, Irak, Palestina, El Salvador, Nicaragua, Granada, R. Dominicana.  Esos países contra los cuales se han lucido, son naciones de la edad de piedra.  Y ni siquiera la pulimentada sino del paleolítico.  Ya en la guerra contra la diminuta Serbia, se demostró que la tal superioridad solo se daba en la teoría, y se fundaba en la cantidad arrolladora de los agresores.  Toda Europa, liderada por USA  le “echó el caballo” a los belicosos serbios, y solo así los pudieron derrotar.  Pero, ¿serían tan eficientes si se enfrentaran a un ejército como el de Francia, Alemania o Inglaterra?  ¿Cómo se comportarían en una guerra a gran escala en contra de Rusia?  ¿Podrían los judíos seguir alardeando (por el “History Channel) de su ejército y aviación si se enfrentaran “taco a taco” contra Irán o Siria?  O tan siquiera con el Irak de Saddam.  Pero solos.  ¿Qué le pasaría al tan publicitado ejército de USA en una eventual guerra convencional contra China o cualquier otro país que tenga la tecnología para producir sus propias armas y vehículos de guerra?   Como Japón, Alemania o Italia.
            En la guerra de Viet Nam se vio su incapacidad y lo deficientes que son como soldados; a pesar de su monstruoso potencial económico, logístico, tecnológico, aéreo, balístico, naval y numérico, nada pudieron hacer ante la determinación de un pueblo que, superado en casi todos aspectos materiales, impuso su determinación de guerreros invencibles y les infligieron la derrota más humillante y vergonzosa que esa nación ha sufrido en su larga historia de agresiones a países militarmente débiles.  Sin embargo, ya el imparcial “History Channel” empezó a maquillar esta guerra, y en repetidos y amañados programas, nos han venido presentando la historia de Viet Nam con sutiles matices que llevan al televidente desprevenido de este tiempo, a pensar que los gringos salieron de ese país por su propia voluntad, triunfantes y con la frente en alto; y que su único pecadillo fue haberles entregado la responsabilidad del conflicto a los incapaces vietnamitas del sur, los cuales perdieron la guerra.  Esa es la nueva versión de la guerra de Viet Nam que nos está presentando el “Canal Histórico”.  Es decir, una historia retocada al gusto y con un final diferente.  Dentro de cincuenta o cien años, los textos de Historia de las escuelas de ese país dirán que la guerra de Viet Nam la ganó los Estados Unidos bajo la batuta del intrépido y heroico W. Westmoreland.  Claro, con la ayuda del “History Channel”.   Seguiremos.
            Guerrerescamente
                                               Ricardo Izaguirre S.
E-mail:                                    rhizaguirre@gmail.com
Blogs:        La Chispa     http://lachispa2010.blogspot.com/       con link a     Librería en Red
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1 comentario:

  1. Ojalá y un día la humanidad pueda construir un modelo social y económico equitativo, para que todo esto desaparezca. Pasarán siglos, pero lo haremos, todo apunta hacia eso.

    Quien manda la orquesta paga el baile. Si se tiene el Poder, se tiene la información. Ya Marx lo dijo: el capitalismo, régimen fundamentalmente injusto, construye la infraetructura, mas también la superestructura (edificio institucional, esencialmente productor axiológico). Es su forma para ejercer el poder total sobre las masas.

    Un profesor que tuve en Generales, de apellido Dobles, decía: "es la ideología de la minoría la que se hace mayoría".

    Siempre he sospechado de estos "chaneles" de T:V. y los veo con ojo crítico, para ir entresacando sus inexactitudes. Por supuesto que son panegíricos del capitalismo.

    Lo mismo hago con cuanto discurso cae en mis manos o frente a mis ojos. Porque todo es discurso ideológio, con el afán de diluir la visón del mundo imperante, entre la gente común y silvestre.

    Hasta el programa del "Dr. Oz" lo veo como hijo de políticas de la farmacopea, de la gran industria alimentaria, que ahora están cambiando de estrategia, porque con su comida chatarra, han enfermado a la población mundial, población que es hipertensa, diabética, obesa, etc. Por un lado lo que se gasta en tratamiento con esta población es incalculable, pero, a la vez, es un mercado potencial para vender sus medicamentos.

    ¡El capitalismo siempre gana! Su máxima es: en río revuelto ganancia de pescadores.

    Lope

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