sábado, 30 de abril de 2011

456 Desde Cuba, territorio libre de América


456   “LA CHISPA”   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

DESDE CUBA, TERRITORIO LIBRE DE AMERICA

            Cuando en mayo de 1961 escuchamos por la radio una elegante voz de barítono que decía: “Desde Cuba, territorio libre de América”, nos quedamos consternados y confundidos, pues por vez primera en nuestras vidas escuchábamos una voz disidente en el mar de emisiones ideológicas provenientes de USA a través de la VOA.  De repente, la Verdad unilateral que siempre habíamos escuchado con certeza de feligreses, empezaba a resquebrajarse y aparecía en el horizonte una alternativa de fe.  No digo que buena o mala: simplemente otra opción dentro del monótono menú ideológico que habíamos escuchado desde la década de los cuarenta; una posición contraria, la esencia de la democracia y la libertad de pensamiento.   Por fin escuchábamos a gente que se atrevía a decirnos que los gringos no eran los buenazos que nos decía la Voz de los Estados Unidos de América (VOA) y que sus intenciones y actitudes no eran lo que se ponderaba en esa emisora que tenía la pretensión de ser la palabra de los buenos de la película
            La frase “Desde Cuba, territorio libre de América”, se convirtió en una voz de esperanza para millones de habitantes del traspatio yanqui, que sabíamos que estos nunca habían sido en sus relaciones con nosotros, las mansas palomas que la propaganda pretendía hacer creer quién sabe a quién.  “Radio Habana Cuba” dio un paso trascendental e histórico en el tema de la “libertad de expresión”, sin importar que no representara la voluntad y opinión total del pueblo cubano.  Pero en el nivel internacional sí fue un avance grandioso; fue la primera resquebrajadura en el monolito de la prensa norteamericana en todo el hemisferio.  Y por primera vez los latinos pudimos escuchar una voz coincidente con muchas de las angustias y frustraciones que habíamos sufrido, y cuyas consecuencias seguimos padeciendo por las injustas estructuras socio-político-militares y económicas que los gobiernos norteamericanos diseñaron e impusieron en nuestros países.
            Como los latinos somos emotivos y conocemos el horror de las dictaduras que los gringos pusieron y protegían a lo largo del continente, nos alegramos de la caída de Batista y le dimos la bienvenida a la Revolución cubana.  Pero como esta no se plegó a lo que era la rutina, de inmediato cayó en desgracia para Washington y se inició la campaña propagandística más terrible en su contra.  Desde luego que toda esa virulencia no era solo por Cuba, sino por la forma cómo estaba servida la mesa en el campo ideológico y lo que la URSS representaba para USA en el marco de la guerra fría.  Y dentro de ese decorado general, pudimos apreciar lo que desde ese momento se perfilaba como el modelo de lo que los americanos deberíamos entender por libertad de expresiónLa mentira se convirtió en el estándar radiofónico y de prensa. Y gracias a eso,  muchos hombres buenos se convirtieron en anti rusos, anti fidelistas, anti Cuba, anti revolución y todo aquello que la VOA les dijera que era malo.  Lo que los dominicanos habían sufrido con Trujillo era nada comparado con lo que los cubanos padecían.  Los horrores de los haitianos bajo Papa y Baby Doc, era una diversión.  Carías y Somoza eran unos santos comparados con Fidel; los dictadores del PRI, Odría, Marcos Pérez Jiménez y todos los sátrapas de Brasil eran las hermanas de la caridad a la par del Demonio barbudo del Caribe.  Nuestros pueblos llegaron a olvidar su propio itinerario de dolor sufrido por los tiranos que los Estados Unidos les impusieron.  Y aunque los pueblos se vieran confundidos, no se les engañó del todo.  En cambio, para las Oligarquías latinoamericanas sí era claro el “peligro” que para ellas representaba el ejemplo de Cuba.  De allí que se convirtieran en cajas de resonancia de la VOA, y se dedicaran con todo entusiasmo a satanizar la Revolución cubana.  Y no porque esta fuera buena o mala intrínsecamente, sino porque había despertado ciertas ideas y sueños entre las oprimidas masas obreras del continente.  Y las ideas siempre son un PELIGRO.
            Con la VOA como corifeo, se armó en toda la América Latina una sinfónica radial de diatribas y mentiras, verdades a medias y todo aquello que fuera útil para confundir y hacernos creer que lo peor que pudiéramos hacer era escoger el camino revolucionario de Cuba.  Que no debíamos desviarnos del sacrosanto sendero de la democracia impuesta por USA., que esa era la ruta al Paraíso soñado, y de la cual no debíamos apartarnos.  Así que una vez preparado el teatro ideológico mediante la “libertad de expresión” orquestada por la Voice of Amerrica, se dio la cita de la O.E.A en San José, vergonzoso conciliábulo en donde las tiranías, semi tiranías y gobiernos inocuos cuando no títeres inútiles, se dieron el lujo de censurar, por imposición gringa, al único gobierno legítimo y nación decente que en ese momento existía en la América Latina.   Y vean que no decimos que Fidel y su gobierno fueran buenos o democráticos.  No creemos en hombres o productos humanos “buenos o malos”.  Lo que señalamos es que la totalidad de los gobiernos (no pueblos) que censuraron a Cuba en San José y que, posteriormente la expulsaron de la familia latina en Punta del Este, no tenían base moral alguna para hacerlo.  Fue una farsa en la cual la verdad fue distorsionada por esa prensa que alegaba y esgrimía como estandarte, la “libertad de expresión” de la que estamos hablando.
            La voz que nos llegaba “Desde Cuba, territorio libre de América”, fue acallada por la gigantesca y masiva propaganda que la VOA hacía desde todos los sitios alrededor de la Isla.  Y por las jaurías de medios “democráticos” que proliferaban por todo el continente.  Que cuanto más virulentos fueran en sus campañas, mayores merecimientos ganaban ante sus patrocinadores.  La Guerra Fría fue la vitrina más clara, espectacular y vergonzosa de lo que significa y es la “libertad de expresión” llevada al colmo del cinismo y el desparpajo.  Pero sobre todo, del irrespeto al que pueden llegar los “medios” a la inteligencia de sus pueblos.  Esta es una breve pincelada de la historia de “la libertad de expresión” en la América Latina.
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.          E-mail:              rhizaguirre@gmail.com
Blogs:     La Chispa       http://lachispa2010.blogspot.com/   con link a     Librería en Red
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390 Maquillando la Historia


390   “LA CHISPA” 

Lema. “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

MAQUILLANDO LA HISTORIA

            El canal de las mentiras, conocido como “History Channel”, es un insidioso medio de propagada cuyo objetivo es la alienación de los televidentes de la América Latina y del mundo. Al servicio del gobierno de los Estados Unidos y de los judíos, este canal nos receta diariamente, hasta la saturación, toda clase de “historias” favorables a los intereses de esa gente.  Si son histórico-religiosas, resulta que tienen a un payaso (tipo Indiana Jones) que en cada programa resuelve TODOS los misterios que por milenios han confundido a la humanidad.  En una hora, encuentra el sitio exacto del templo de Salomón y el lugar en donde estaban las minas de este mítico rey.  Descubre los misterios de Nazca en media hora.  Encuentra el punto exacto en donde estuvo Troya.  Dilucida todos los misterios de Petra; encuentra la verdad oculta en los rollos del Mar Muerto.  Certifica el paso de los israelitas por el Mar Rojo.  Nos prueba cómo los judíos diseñaron y construyeron las pirámides de Egipto; en fin, este hombre, a través de ese canal, no solo verifica todas las teorías del Antiguo Testamento y los Grandes Misterios de las civilizaciones americanas, sino que hace un despliegue de habilidad extraordinaria para demostrarnos la falsedad del Islam, del Hinduismo, Cristianismo, Budismo y todos los grandes movimientos religiosos que no sean el judaísmo.  También nos “prueba” que, aparte de Yavé, todos los otros dioses no son más que supersticiones de pueblos que no son el “elegido”.  Según ese “Canal de la Historia”  Jesucristo fue un fraude,  y “El código da Vinci” así lo prueba irrefutablemente en las doscientas veces que nos han pasado esos programas de descrédito de los valores religiosos de occidente.  Ese es el frente religioso del “History Channel”.  Pero también está la visión político-militar.
            Con ínfulas de seriedad científica y de apego a la imparcialidad histórica, nos presenta “historias” retocadas o exageradas con la finalidad de convencer al mundo de la superioridad incontrastable de todo lo que es norteamericano o judío.  Nos dicen que la CIA es el organismo superior del universo, y con la Mosad, forman el paradigma de los cuerpos de investigación mundial.  Que el ejército de los Estados Unidos es superior a todos los demás del mundo; sus soldados son los mejores, los más valientes, los mejor entrenados, los mejor armados y dotados de las condiciones militares y morales (a pesar de lo de Irak) que los convierte en ejemplares para el mundo.  La aviación gringa y judía son las mejores del mundo; no hay fuerza que se les pueda oponer a los portentosos Phantom, F 116 o 117.  Sus bombas “inteligentes” y de precisión milimétrica pueden “apearse” a una mosca en una rama sin romperla.  Y eso lo sostienen a pesar de que militares de su propio país han dicho que eso es mentira y que tales bombas carecen de la precisión que les atribuye la propaganda.  Nos afirman que sus submarinos son únicos y uno solo de ellos es capaz de destruir a toda la armada rusa, desbaratar a todos los árabes y desaparecer del mapa a Japón. 
            Y la gente poco a poco lo va creyendo.  Así van ganando la guerra sicológica para que nadie se atreva a desafiar su poder.  Pero la verdad es otra cosa.  ¿Se han enfrentado esos aviones tan afamados a un enemigo verdadero y con capacidad tecnológica semejante?  Ese tan cacareado ejército y sus tanques, bombarderos, cañones y submarinos solo han arrasado pueblos prehistóricos y casi indefensos como Afganistán, Irak, Palestina, El Salvador, Nicaragua, Granada, R. Dominicana.  Esos países contra los cuales se han lucido, son naciones de la edad de piedra.  Y ni siquiera la pulimentada sino del paleolítico.  Ya en la guerra contra la diminuta Serbia, se demostró que la tal superioridad solo se daba en la teoría, y se fundaba en la cantidad arrolladora de los agresores.  Toda Europa, liderada por USA  le “echó el caballo” a los belicosos serbios, y solo así los pudieron derrotar.  Pero, ¿serían tan eficientes si se enfrentaran a un ejército como el de Francia, Alemania o Inglaterra?  ¿Cómo se comportarían en una guerra a gran escala en contra de Rusia?  ¿Podrían los judíos seguir alardeando (por el “History Channel) de su ejército y aviación si se enfrentaran “taco a taco” contra Irán o Siria?  O tan siquiera con el Irak de Saddam.  Pero solos.  ¿Qué le pasaría al tan publicitado ejército de USA en una eventual guerra convencional contra China o cualquier otro país que tenga la tecnología para producir sus propias armas y vehículos de guerra?   Como Japón, Alemania o Italia.
            En la guerra de Viet Nam se vio su incapacidad y lo deficientes que son como soldados; a pesar de su monstruoso potencial económico, logístico, tecnológico, aéreo, balístico, naval y numérico, nada pudieron hacer ante la determinación de un pueblo que, superado en casi todos aspectos materiales, impuso su determinación de guerreros invencibles y les infligieron la derrota más humillante y vergonzosa que esa nación ha sufrido en su larga historia de agresiones a países militarmente débiles.  Sin embargo, ya el imparcial “History Channel” empezó a maquillar esta guerra, y en repetidos y amañados programas, nos han venido presentando la historia de Viet Nam con sutiles matices que llevan al televidente desprevenido de este tiempo, a pensar que los gringos salieron de ese país por su propia voluntad, triunfantes y con la frente en alto; y que su único pecadillo fue haberles entregado la responsabilidad del conflicto a los incapaces vietnamitas del sur, los cuales perdieron la guerra.  Esa es la nueva versión de la guerra de Viet Nam que nos está presentando el “Canal Histórico”.  Es decir, una historia retocada al gusto y con un final diferente.  Dentro de cincuenta o cien años, los textos de Historia de las escuelas de ese país dirán que la guerra de Viet Nam la ganó los Estados Unidos bajo la batuta del intrépido y heroico W. Westmoreland.  Claro, con la ayuda del “History Channel”.   Seguiremos.
            Guerrerescamente
                                               Ricardo Izaguirre S.
E-mail:                                    rhizaguirre@gmail.com
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lunes, 25 de abril de 2011

921 La compra diaria

921   “LA CHISPA    (15 abril 2011)                         
Lema: “En  la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA COMPRA DIARIA           (Notita dominical)
            A raíz de la “Chispa” anterior, he recibido varias notas; algunas, diciéndome que no es posible volver a la era de las cavernas; otras, con cierta burla; y algunos, que la tomaron como lo que es: una simple invitación a reflexionar profundamente sobre uno de los grandes problemas de salud que tenemos en la actualidad.  Algo que no debemos tomar a la ligera, como si se tratara de un simple divertimento a costillas de la gente obesa.  Es un asunto serio, dramático y doloroso, y en la búsqueda de alguna solución, cualquier propuesta debe ser considerada con toda propiedad, aunque aquella tenga la apariencia de jocosa.  A mis amigos les informo que mi intención NO fue hacer guasa del tema; si tuvieron esa impresión, les ruego me disculpen.  Jamás podría hacer chacota sobre un tema que nos afecta a casi todos de forma personal y dolorosa.
            La cuestión de la refrigeradora NO fue una ocurrencia de fin de semana sino que es la conclusión a la que he llegado después de muchos años de observación de lo que sucede con esos aparatos, y cómo estos funcionan como condicionantes para los desórdenes en la ingesta de alimentos a toda hora.  Y por eso los señalo como cómplices pasivos de las malas tendencias de los que tenemos el desorden mental de comer indisciplinadamente.  Desde luego que el “refri” NO tiene la culpa, y eso lo entiende todo el mundo; y cuando dije que debemos apagarla, no es que suponga que esa es una fórmula mágica mediante la cual desaparecerá la gordura del mundo.  Eso sí fue un chiste.   Otra amiga me dice que comprar la carne por quincena o mes, ahorra mucho tiempo.  A esta dama debo recordarle el significado del término CARROÑA.  Debemos recordar que el proceso de putrefacción de la carne comienza en el momento de la muerte del animal sacrificado.  De cualquier forma viviente.  Sin embargo, la carne no entra en un proceso de corrupción notable sino hasta unas veinticuatro horas después de muerta la criatura, y eso nos hace creer que todavía está fresca.  Pero eso NO es cierto.  Desde que la vida abandona al cuerpo, se inicia su descomposición de manera implacable (solo puede ser retardada mediante el frío).  Y eso es lo que hace el refrigerador.
            Técnicamente, cualquier carne es carroña después de veinticuatro horas de muerta la víctima.   Y eso es lo que propicia ese aparato, que usted se convierta en un ser CARROÑERO cuando consume carnes que tienen cinco, diez o quince días de estar en congelación.  En recientes “Chispas”  (844 y 846 en mi blog) hice algunas advertencias sobre el consumo de carne; pero si usted quiere apretarse de ella, por lo menos cómala fresca.  Esa es una de las grandes ventajas de la COMPRA DIARIA, que antes era la manera normal de obtener los alimentos.  La modernidad nos ha impuesto ciertos hábitos suicidas, suavizados bajo el antifaz de la comodidad y “ahorro de tiempo”: hacer las compras por quincena, por mes o semestre… o por siglo.  Esa es la parte buena.  Pero la mala (que no nos dicen), es que esos productos inertes han sido tratados químicamente para soportar lo que sea, incluida una hecatombe termonuclear.  La compra diaria en la pulpería no solo nos  garantiza que casi todo lo que hay allí es fresco, sino que nos proporciona un agregado que no se encuentra en Price Smart, Costco, Safeway y todas esas tiendas monstruosas en donde todo es impersonal, distante, frío: la chismografía, la calidez del pulpero, el fiado y todos los placeres de la relación personal de esos centros sociales de cada barriada.  Las pulperías eran la Internet de antaño.  Allí se sabía de todo: quién se casó con quién, qué muchacha se “jaló torta”, cuándo nació el último chiquito de doña fulana, etc. etc. etc.
            En los grandes Súper tenemos que comprar por toneladas.  Alimentos alterados para durar años en condiciones anormales; y eso ya los hace sospechosos, pues toda forma de vida (eso son los alimentos) debe morir y descomponerse.  Es el ciclo natural de la Vida.  En la “pulpe” podíamos comprar una candela, un cigarrillo, una peseta de confites, medio litro de leche, cinco tortillas y dos huevos.  En el súper tenemos que comprar un paquete de papel higiénico de 500 rollos, una bolsa de arroz de cuarenta bolsitas de dos kilos, una caja de botellas de aceite de oliva de doce unidades de a litro.  El lomo entero de la vaca.  Todo el mondongo.  La pata entera del jamón.  La caja de veinte kilos de tomate.  El pulpero tenía una caja de fósforos abierta para el que compraba un cigarrillo (amarrada…por si las moscas).  Cajetas, pan fresco que se acababa tempranito… y, además, daban “feria”: un confite o un pedacito de salchichón. 
            No es propugnar por el regreso a todo lo artesanal, pero sí a que nos preguntemos sobre las implicaciones de semejantes cambios tan subitáneos en este parpadeo de tiempo que muchos hemos podido apreciar.  ¿Hemos obtenido ventajas reales?  ¿O solo nos han lavado el “coco” para que creamos que esta forma de vida es mejor que la que teníamos?  El consumismo masivo solo es de conveniencia para las grandes cadenas y la industria alimentaria, NO para usted.  No se deje convencer por los llamados estándares del primer mundo (USA).  Ellos son la gente más enferma como resultado de ese tipo de alimentación y tienen que pagar un alto precio: el flagelo de la gordura.  Muchas cosas del modernismo que aceptamos sin análisis alguno, NO son tan ventajosas como damos por un hecho; es más, muchas de ellas son nocivas.  Tampoco se trata de pendular hasta la caverna, sino de escoger un punto intermedio en donde, sin perder lo bueno de la “compra diaria”, podamos disfrutar de las ventajas de consumir alimentos sanos, sin preservantes; carne, pescado y aves recién sacrificados, y no carroña con meses de ser cadáveres.  Claro que es cómodo ir al súper, comprar toda la comida del semestre y desentendernos de ese engorroso asunto; pero si lo pensamos bien, nos daremos cuenta de cuántas cosas interesantes nos perdemos al abandonar la “compra diaria”.  Perdemos parte de la historia, tradición y costumbres entrañables que hicieron satisfactoria la vida de nuestros mayores.  Después de todo, ¿ahorrar tiempo para qué?  ¿Para aplanarnos en el sillón a comer comida chatarra a cada rato mientras vemos televisión?  Si tuviéramos que ir a la pulpe y no solo a la refri, es probable que no consumiéramos tantas calorías en una tarde de ocio frente a la tele o en la biblioteca hogareña.  ¿Verdad, niña Gloria?
            Sigue la invitación: Prueben unas dos semanas (como una aventura) y apaguen el refrigerador.  Además, boten toda la comida chatarra.
            Con aprecio y buena intención
                                                              Ricardo Izaguirre S.        E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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miércoles, 20 de abril de 2011

64 ¿Cuanto cuesta una embajada?

64      “LA CHISPA”     (mayo 2003)    
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.
¿CUÁNTO CUESTA UNA EMBAJADA? 
            Hace muchos años, un conocido mío que había sido embajador de Costa Rica en algún país de Europa, cercano a Francia, me contó que mientras él hacía el posgrado de su carrera en una universidad de París, tenía tres compañeros, embajadores de Costa Rica en otros tres países vecinos a Francia, haciendo sus maestrías en la misma universidad parisina.  Los cuatro, pues, habían sido premiados por sus servicios durante la campaña política, con sendas embajadas para que terminaran sus carreras profesionales a orillas del Sena.  Entonces, ¿para qué sirve un embajador o una embajada?  Antes era un emisario de un reino o gobierno que llevaba la voz de su rey o lo que fuera, al monarca de otro país.  Pero ahora que existe el teléfono CGS, la televisión interactiva y la Internet, ¿para qué hace falta un embajador?
            Está bien que los Estados Unidos tenga embajadas en todo el mundo, pues ellos son los dueños de todo, y les es de vital necesidad estar interviniendo en todo, intrigando, botando gobiernos, entrometiéndose en la política nacional de otros países y, en fin, controlando todo lo que ellos consideran que es su derecho divino.  Pero ¿qué razón tiene Costa Rica para tener 54 embajadas en el mundo?  Además de 68 consulados honorarios (¿?) y 54 remunerados.  Por ejemplo, ¿para qué tenemos embajadas en Ecuador o Bolivia?  Estaría bien una embajada en España o Alemania para toda Europa; pero más que una embajada, una oficina de comercio para estimular las inversiones y la venta de nuestros productos.  Un embajador-comerciante que ande por todo el continente haciendo propaganda acerca de Costa Rica.  Pero ¿para qué una embajada en Barbados, Rusia, Corea o Perú?  Está bien una embajada en los Estados Unidos; talvez otra en Japón, si es que esa gente nos compra algo de café o cualquier producto.  Para el contacto con África y Sudamérica, debería bastarnos con las embajadas que ellos tienen aquí.  Y ahora que somos parte de la “COALICIÓN” de los Estados Unidos, estos pueden hacerse cargo de nuestros asuntos consulares y “embajatoriales” en todos los países con los cuales ellos tienen relaciones.  Solo sería cuestión de pedirles un cuartito en sus edificios y ¡listo!, tendríamos embajadas gratis, y con la protección yanqui.  Pero podríamos ir más lejos todavía, ¿por qué no pedirles que ellos se hagan cargo directamente de nuestros asuntos?  Así ni siquiera tendríamos que pagar por ese funcionario.
De nuevo ¿qué es lo que se requiere para ser embajador o miembro del cuerpo diplomático en cualquier nivel?  ¿Un título universitario que lo acredite para la carrera?  ¿O simplemente tener un amigo o pariente en Relaciones Exteriores, ser familia del gobernante de turno, o haber servido en la campaña política?  ¿Es la diplomacia una función útil de alto nivel para la Patria, o simplemente es un premio de la piñata política?  ¿Hay personas verdaderamente capacitadas en ese servicio, o son simplemente “botellas” políticas que han sido favorecidas durante los cuatro años del mandato presente?
En la prensa del 14 de mayo se informa que la Defensoría de los Habitantes cuestionó el nombramiento de SESENTA Y NUEVE diplomáticos que fueron reclutados desde el año pasado (2002).  Y ya que es nada menos que don José Manuel Echandi, el jefe de esa institución el que hace la denuncia, por fuerza debemos suponer que debe tener razón.  Y es aquí donde se demuestra la poca diplomacia de nuestros “diplomáticos”.  Si los puestos están a derecho, lo más simple que tiene que hacer el titular de la cartera es llamar a la prensa y demostrar con hechos, que las palabras del Defensor no tienen fundamento.  Así de simple; luego la misma prensa se encargaría de poner en ridículo a este funcionario; pero en lugar de esa diplomática medida, el Ministro sale a la prensa “enojado” como dice “La Nación”, a criticar al Defensor de los Habitantes.  Incluso el señor Presidente terció en un asunto que se supone puede ser contestado y resuelto por el Ministro de RREE.  ¿Por qué?  Cualquier enredo en ese Ministerio es competencia del Ministro de esa cartera.  Entonces ¿por qué el Presidente sale a lamentar la denuncia que hizo quien fue puesto allí para denunciar todo lo irregular?  ¿No es para eso que se nombró a este funcionario?  Eso antes que diplomacia, parece politiquería y deseo de estar en el candelero público para mantener viva la vigencia presidenciable y aparecer en el ranking de popularidad como si fueran estrellas de rock.
Todo el mundo sabe que los nombramientos públicos, incluidos los del Servicio Civil, no son más que una mascarada legalista y que son burlados por los funcionarios de mayor rango cuando les da la gana, bajo cualquier pretexto.  Así, los puestos de funcionarios se convierten en un arma política, botín de guerra y una rebatiña entre los allegados al Poder (amigos, parientes, correligionarios, conocidos).
¿Cuánta cuesta una embajada en dinero aportado a la campaña?  El manual de Servicio Exterior cita una serie de exigencias que, en algunos casos, parece que fueron hechas para alguien que estaba estudiando, o que jamás terminó su carrera profesional.  Está bien que el título de abogado o economista capacite para algunas facetas de la carrera diplomática; pero debe ser requisito sine qua non para ingresar al servicio diplomático, haber cursado una carrera sobre diplomacia (relaciones internacionales y “politología”).  Simplemente ser abogado no autoriza a nadie para ser diplomático; tampoco es posible que ser cantante dé categoría para convertirse en “asesor cultural”; a menos, desde luego, que se tenga esa capacidad como un don natural, o que sea una recompensa política.  Pero como tal habilidad no se puede medir sobre suposiciones, debería ser obligatorio un grado universitario en diplomacia.   Y el otorgamiento de esos puestos debe estar en manos del Servicio Civil, a pesar de todas las leyes deficientes con las que lo han castrado para que solo sea un pretexto político.                                

 El servicio diplomático debe ser una profesión apolítica al servicio del país y no de los partidos.  No puede seguir ese relajo de que cada vez que hay cambio de bando en el poder, les sacudan el palo a las bandadas de “diplomáticos” de todos los rangos; además de los enredos económicos y sociales que tiene como consecuencia el despido masivo de funcionarios que ya han adquirido alguna experiencia en ese oficio.  Imitemos algo de lo bueno que tienen los norteamericanos en ese aspecto.  El embajador yanqui es el embajador de U.S.A., no de los demócratas o republicanos.  Eso es diplomacia. 
¿Qué es lo que hace un embajador, cuál es su trabajo y a quién da cuentas de sus logros para el país?  Yo sé de un embajador que estuvo toda la administración pasada en ese puesto, y solo para las elecciones vino a Costa Rica (por lo menos en forma notoria) a informar algo a la prensa, y de lo único que nos participó fue que él era vecino de un famoso Senador “norteamericano” que asistía a la misma Sinagoga que él.  Luego, creo que ha seguido en el mismo cargo.  ¿Es eso lo que hacen los Embajadores?  Si solo es eso, yo quiero ser embajador, o por lo menos, ataché”.
¿Qué negocios tenemos con Turquía para que estos requieran un embajador?  ¿Qué significa ser “agregado de inversión” en Nueva York?  ¿Qué hace un “agregado comercial” de Costa Rica en Perú?  ¿Qué negocios tenemos con Perú que ameriten un “agregado” más?  ¿Importamos guano de ese país?  En fin, ¿cuántos millones de colones nos cuestan a los contribuyentes la manutención de tan frondoso Servicio Exterior cuya utilidad desconocemos?  Y si tenemos embajadores por todos lados, ¿para qué viajan el Presidente y los diputados? Muchas preguntas más podríamos hacer, pero creemos que estas bastan para que nuestros amigos lectores formulen otras y exijan del Gobierno respuestas que no sean hepáticas, pues el dinero con el que se paga a esos funcionarios no es del Ministro ni del Presidente sino de los ciudadanos contribuyentes
Y este "método" de nombramiento de "diplomáticos" sigue vigente en el año 2011. 
           
Fraternalmente
                                               RIS       E-mail: rhizaguirre@gmail.com                                                    

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919 Vivir del fiado


919   “LA CHISPA         (8 abril 2011)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
VIVIR DEL FIADO: LA DEUDA EXTERNA
            Hagamos un paralelo entre el Estado y un hogar promedio, que podría ser el suyo.   ¿Pondría usted sus finanzas en manos de algún prestamista?  ¿Permitiría usted que este tomara las decisiones acerca de cómo distribuir su presupuesto casero?  ¿Comprometería usted el bienestar de los suyos subordinándose a las “disposiciones” que ese agiotista pudiera tomar en relación con su economía familiar?  ¿Toleraría usted que este individuo le prohibiera invertir en la educación de sus hijos?  ¿Dejaría usted que alguien de afuera, sin ningún interés social por los suyos, le limitara los gastos en medicina?  Recuerde usted que este explotador NO TIENE otro objetivo que no sea cobrar los réditos de la deuda eterna que usted hubiera contraído con él.  A este sujeto le importa un bledo el bienestar, alegría y progreso de su gente; a él solo le interesa que usted le pague.  Y si usted dedica algo de sus ingresos a la salud o educación de su familia, eso incomoda al usurero porque significa una merma o retraso en sus ingresos; o la disminución de la capacidad real para endeudarse más.   Esa conducta equivaldría a ponerse en manos de… a permitir que alguien extraño y sin interés alguno por usted o su familia, viniera a decidir qué hacer con su dinero.  ¿Cometería usted semejante insensatez?
              La respuesta a esa pregunta parece obvia y casi obligatoria; sin embargo, NO es la que han dado nuestros gobiernos (el hogar colectivo) ante la oferta de PRÉSTAMOS.  Y ustedes saben lo terrible que es vivir del fiado.  Ninguna persona sensata debería hacerlo, y es obligación de todos ajustar el presupuesto de manera que los gastos NUNCA excedan a los ingresos.  Algo elemental.  Sin embargo, ese es el consejo que han desoído todos nuestros gobiernos a través de la historia reciente (último medio siglo).  ¿Pretextos para el endeudamiento?  BILLONES.  Pero ¿dónde están los resultados del desarrollo que habrían de producir esos préstamos?  Seguimos igual o peor, y con deudas impagables que como parásitos voraces, consumen todas nuestras energías y nos mantienen postrados en el tercero, cuarto y quinto mundo.  Esa es una verdad irrebatible, por más cuentos que nos echen.  Ningún país se ha “salvado” mediante préstamos. NINGUNO.  Los préstamos son las cadenas irrompibles mediante las cuales el capitalismo feroz, mantiene atadas a todas las naciones que van cayendo bajo su férula.  NADIE SALE DEL PANTANO DE LA DEUDA EXTERNA.  No hay país que pague su deuda y entre en la senda del progreso y la autarquía.  ESA NO ES LA IDEA NI LA VOLUNTAD DEL CAPITALISMO.  Eso lo saben muy bien los dueños de la Banca Internacional, y para eso han creado todos los mecanismos de control que se aseguran que el establishment se mantenga invariable.
            En una “Chispa” anterior se explicó la sencillez de este método que se resume en algo tan, pero tan simple, que es increíble que nadie (gobiernos) lo haya notado.   Repetimos lo que dice el Deuteronomio, que es la clave del dominio absoluto.
            “Ya que Yavé tu dios te habrá bendecido, como te he dicho, PRESTARÁS entonces a muchas naciones, más tú NO tomarás prestado; tendrás DOMINIO sobre muchas naciones, pero sobre ti NO tendrán DOMINIO”  (Dt. 15-6).
            ¡Absolutamente brillante!  Sobre todo, por su simplicidad extraordinaria.  Vean que se trata nada menos que de un consejo divino del dios del Testamento, de la deidad del cristianismo.  Y eso nos convierte a todos los latinoamericanos y tercermundistas en general, en los mayores HEREJES que se pueda imaginar, pues en contra de un mandato tan simple y eficaz (vean a los judíos), nos empeñamos en contradecirlo y permitir que otros tengan DOMINIO sobre nuestras vidas y haciendas.  DOMINIO PERPETUO mediante la DEUDA ETERNA.  Y todo el mecanismo controlado por sus dos feroces cancerberos: el Fondo Monetario y el Banco Mundial.  Los agentes que nos dicen qué hacer, cómo y cuándo; los que disponen de nuestros recursos a su antojo.  Los que nos sumen en la desgracia económica a capricho; los encargados de “sanear” nuestras finanzas, con lo cual se quiere decir: dictarnos qué hacer (DOMINIO).   ¿Por qué somos incapaces de entender semejante simpleza?   NO ES CIERTO QUE HAYA CRECIMIENTO MEDIANTE LA “INVERSIÓN”  Y LOS PRÉSTAMOS.   Esa es la mayor falacia, el mayor cuento que nos han hecho tragar.  Si así fuera, la América Latina sería la zona más desarrollada del mundo.   Vean que el interés del prestamista NO ES que paguemos la deuda, pues ahí se le acabaría el negocio y el control (dominio) sobre una economía que empezaría a ser LIBRE.  Y esa NO es la idea.            Es por eso que se ha creado toda una maraña de mentiras que, patrocinadas y encubiertas por infinidad de teorías economicistas, nos han confundido y subordinado al carro de la DEUDA EXTERNA.
            El camino hacia la verdadera INDEPENDENCIA es NO TENER DEUDAS.  Con nadie.  Desde luego que los dogmas de la “Economía Moderna” nos dicen que eso es imposible, que tenemos que estar embejucados con los centros financieros mundiales.  Pero bien sabemos que todo ese discurso es la carta de presentación del Capitalismo y la metodología que le conviene y sobre la cual se sustenta.  Para subordinar a una nación, convertirla en deudora es más eficaz que los cañones.  De esa sabia reflexión surgió el mandato bíblico que ha transformado a todos aquellos que lo siguen, en los amos de las finanzas mundiales; en los que tienen el DOMINIO SOBRE MUCHAS NACIONES.  Sin disparar una bala, sin correr riesgos.  Entonces ¿por qué no podemos hacerlo los latinos?  ¿Y por qué ninguna nación endeudada logra el menor desarrollo real y sostenible?   Tampoco es cierto que la “inversión” que hace el Capital en la América Latina produzca desarrollo verdadero.  Solo puestos de trabajo temporales (mientras les conviene) y mal pagados.                ¿Será posible que algún día nuestros pueblos entiendan ese axioma bíblico tan simple y efectivo?   Debemos aprender a vivir con lo que tenemos, sin empeñar el futuro de nuestras familias.  El gran reto del siglo es lograr la independencia de la DEUDA EXTERNA, el lastre que nos mantiene anclados en el tercer mundo; solo a partir de ahí, estaremos en la ruta del verdadero desarrollo.               (¿Qué creen en sus países?)
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.                      E-mail: rhizaguirre@gmail.com
 


martes, 19 de abril de 2011

542 Los que nunca tienen tiempo


542    “LA CHISPA   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

LOS QUE NUNCA TIENEN TIEMPO         
              (A mi amigo Héctor y su mujer, Carmen)

            “No tengo tiempo”.   Hay personas que hacen de esas tres palabras su frase sacramental mediante la cual evaden cualquier forma de compromiso, verdadero o imaginario, que crean puede distraerlos de las “superiores y trascendentales” cosas que NO están haciendo.  A lo que sea, y ante cualquiera, invocan ese sortilegio como si fuera un Padrenuestro, un kirieleisón o un Santísima Trinidad.  Unos pocos están ocupados de verdad, pero los otros solo son vagos que pretenden estarlo y, como una defensa de su mundo virtual o de apariencias, le disparan este ensalmo a todo el mundo: esposa, amigos, parientes, conocidos, compañeros de trabajo.  Algo así como una especie de conjuro mediante el cual se ponen a salvo de toda eventualidad.  Pero lo peor y más criminal que hacen es cuando se lo aplican a sus hijos.  “No tengo tiempo”  para llevarlos a la escuela o colegio, al dentista, al cine, a la fiesta de graduación, al partido de fútbol, al parque de diversiones.  Ni para hablar con sus maestros o profesores.  Tampoco para platicar con ellos porque su conversación no me interesa.  No estoy en disposición para contarles historias, cuentos, relatos de la familia, mis aventuras de niño; no puedo treparme a un palo a apearles mangos; ni para llevarlos de pesca, o jugar en el suelo del patio con ellos porque me puedo ensuciar.  No tengo disponibilidad para jugar “yacses” con mis hijas porque eso no es cosa de hombres.  Todas esas son obligaciones de mami.  Ya es hora de irme al trabajo.
            “No tengo tiempo” es como el crucifijo de plata que se le enseña a Drácula, o la trenza de ajos para espantar a los vampiros menores.  Esta invocación es como la “Pomada Canaria”, sirve para todo como una clase genérica de exorcismo inmediato que me pone a salvo de los contactos humanos.  Y sin darnos cuenta nos vamos marginando de todo.  Esa conducta nos sume en el olvido y nos hace invisibles a las amistades, a la ternura, los sentimientos y las celebraciones en grupo.  No tener un lapso para la relación nos mutila, nos convierte en seres difusos y resbaladizos, ajenos a la sociedad y la familia, en bichos raros cuya vida parece no tener sentido alguno.  En gente en la que no se puede confiar ni fincar alguna esperanza porque nunca están aptos para nada.  Y eso nos aleja y crea recelos y resentimientos en los que nos quieren y gustarían de nuestra compañía.  No tener espacio para la familia es un crimen imperdonable.  Solo tenerlo para quién sabe qué cosas de las que nadie se da cuenta, es una verdadera idiotez.  Esa  prolongada y ficticia negación, hace que de repente nos demos cuenta que de verdad ya no nos queda plazo para nada.  Ni siquiera para implorar el perdón de aquellos a los que les negamos lo mejor que uno puede dar a los demás: TIEMPO.
            Cuando repasamos la vida y hacemos un conteo de lo que hicimos, nos damos cuenta que lo único que importa es lo que compartimos, lo que dimos.  Los ratos que pasamos en relación sincera y alegre, aunque parezca tonta, con aquellos que nos han querido.   Algo que sin “costar nada” tiene un inapreciable valor que, muchas veces, solo comprendemos cuando ya es inútil saberlo y demasiado tarde para brindarlo a los nuestros.   Reír de tonterías es la mejor terapia para el alma, pero esta NO se puede practicar en soledad.  O con los que ya se fueron y nos dejaron.  No se puede negar algo a los demás, y después pretender que nos devuelvan aquello de lo que nunca los hicimos partícipes.  Es útil obsequiar dinero, comida o bebida, pero nada es tan importante como un cachito sincero de nuestro tiempo.  Si sumáramos el que hemos perdido diciendo que no lo tenemos, nos daríamos cuenta del enorme desperdicio que hemos hecho en nuestras existencias.  Lo ideal es dar un momento de tu vida a los demás, pero si no puedes porque esa es tu naturaleza egoísta, por lo menos dátelo a ti mismo.  Obséquiate cuidado, chinéate, consiéntete, mímate y nunca pronuncies ese horrible abracadabra de: “no tengo tiempo”, porque puede ser que algún día, cuando menos lo pienses, de verdad ya no lo tendrás.
            Este dato es de la vida real, de un amigo de la juventud, y en él se inspira esta notita.  Hace varios años lo encontré después de muchos de no vernos, y luego de conversar un rato de tantas cosas del pasado me dijo: “¿Sabes que quisiera, Ricardo?  ¡Tener un hijo!”.  Pero como él me había hablado de sus hijos, me quedé sorprendido y le pregunté: entonces… ¿no tenés hijos?  ¡Claro que sí!, pero NO los “viví” porque nunca me dediqué a ellos.  Y en menos de lo que canta un gallo, se me hicieron hombres, se fueron y se convirtieron en extraños.  En “grandes” a los que ya no podía abrazar, apretar, jalarles las orejas o jugar con ellos.  Ya que solo vivía como un sargento, dándoles órdenes y pendiente de que sacaran buenas notas en la escuela y colegio no hice el rato para compartir, para gozarlos, para hacerme chiquito de nuevo y volver a crecer con ellos.  Y en un parpadeo de ese instante que nunca quise tener, los perdí.  Si yo tuviera un hijo, Ricardo, jamás lo mandaría a la escuela y solo me dedicaría a jugar con él; a revolcarme en el suelo con él, a comer mangos con las manos peladas y sucias sin importar embarrarme la trompa y chorrearme la camisa.  Y si se me cayera el mango lo recogería del suelo, lo sacudiría y seguiría comiéndomelo sin importarme las bacterias ni nada.  Junto con él metería las patas en el caño de la calle cuando estuviera lleno de agua; me mojaría con él bajo la lluvia.  Jamás lo forzaría a limpiar los zapatos ni a bañarse.  Tampoco nos peinaríamos ni nos cortaríamos el pelo ni estaría pendiente de los “quiebres” del pantalón.  No lo haría arreglar la cama ni cepillarse los dientes. Nos embutiríamos de comida chatarra y mantecosa hasta que se nos saliera por las orejas; y luego nos hartaríamos helados hasta vomitar.  No lo obligaría a tragar  comida “sana” ni ensaladas ni vitaminas.  Ni le amargaría la realidad del PRESENTE con el fantasma del futuro.
            Doloroso y patético ejemplo de mi amigo Alejandro.  Pero lo más penoso es que todos hemos hecho lo mismo, en mayor o menor medida, negándonos y negándoles el tiempo presente a los nuestros, en aras de un FUTURO incierto y del cual nadie tiene certeza alguna.  Si usted todavía está “en tiempo”, dígase: ¡soy vago y cuento con todos los eones del Universo, soy el dueño de la Eternidad!  Soy archimillonario de esa sutil materia y puedo dársela a todos.  A montones.  ¡Vengan a mí, que yo les daré tiempo hasta que se harten!  Sobre todo, si son de los “míos”.  Pero háganlo ahora, ya que el mañana es un albur. 
            Temporalescamente:      
 Ricardo Izaguirre S.      E-mail:   rhizaguirre@gmail.com 
Blogs:       La Chispa       http://lachispa2010.blogspot.com/    con link a                    Librería en Red
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lunes, 18 de abril de 2011

920 La "refri" tiene la culpa


920    “LA CHISPA        (11 abril 2011)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA “REFRI” TIENE LA CULPA
            ¿Qué o quienes tienen la culpa de la gordura mórbida que se ha convertido en un azote social desde hace unos sesenta años, y cuyo avance parece incontenible?  Es claro que hay varios condicionantes, aunque la causa única es la ingesta de alimentos en demasía.  ¿Pero, qué es lo que lleva a la gente a esa actitud (glotonería)?  Algunos dicen que su origen es genético; sin embargo, de padres delgados, solemos ver niños obesos.  Otros dicen que son los hábitos familiares (familias gordas).  También se señalan razones sicológicas: miedo, tensiones, ansiedad etc.  Pero una cosa es indiscutible: somos gordos porque comemos más de la cuenta.  Y la causa principal de eso es que tenemos alimentos en abundancia, y algunos facilitadores que propician ese consumo indebido.  Bien sabemos que en los cuarteles nadie se engorda; tampoco de la cárcel u otros centros parecidos sale gente gorda.   En aquellos sitios en donde se come en orden y no queda la posibilidad de estar “picando”, la mente y el estómago se disciplinan y aceptan que hay “horas de comida”.  Tampoco las casas de gente pobre son fábrica de gordos.  La gordura es el  “castigo” de las sociedades ricas.
            La tendencia a divertirse comiendo, cuenta con esos facilitadores que hacen posible destapar una lata de comida chatarra, un cartón de jugo capaz de sobrevivir a Chernóbil y Fukushima; cientos de cajas de todos “alimentos” que podamos imaginar.  Solo es cuestión de ir a la alacena, abrir un tarro, una lata o un plástico, meterlo al micro y… ya podemos repletarnos el estómago de cuanta porquería se nos antoje.  Se dice que en los Estados Unidos, líder en este tipo de alimentación, el ochenta por ciento de la gente es obesa o está en camino de serlo.  Y eso es una tragedia.   Por esa ruta va Costa Rica y todas aquellas sociedades en donde estos “facilitadores” hacen posible que la gente coma a cada rato o cuando le place, aunque sea sin apetito verdadero.  Antes, para comerse un helado había que ir a la heladería; ahora todo el mundo tiene taqueado el refrigerador de cajas de helados, queques, dulces y cuanta cosa hace las delicias de niños y adultos.  Sabemos que la gordura conduce a la tristeza, sufrimiento, vergüenza, sentido de culpa y mil enfermedades físicas y mentales.  Y ante ella, no parece existir remedio alguno. En numerosas “Chispas”, entre bromas y toda la seriedad del mundo, he analizado las causas de este estado al que llegamos por diversas actitudes (debilidad) ante la propuesta de los alimentos.  Se ha dicho que el problema básico es mental; pero también que hay una serie de factores condicionantes que deberíamos eliminar para que ciertas tendencias viciosas fueran contrarrestadas.   He aquí uno.
            Hay dos cosas que podríamos probar en el combate contra la gordura.  Pero antes, hagamos un poco de memoria y volvamos a ese tiempo cuando no había tanto gordo, y veremos que hay un elemento que marca la diferencia, aunque no nos guste admitirlo: la REFRIGERADORA.  Talvez no sea el único instrumento, pero si usted lo piensa bien, tendrá que aceptar que este aparato infernal es el principal cómplice de la gordura.   Es por eso que les sugiero un experimento que podría llevarnos de vuelta a los viejos tiempos: apagarla durante unas semanas. No pierdan tiempo poniendo pretextos, yo los sé todos.  Antes no había refris y la humanidad sobrevivió bien.  Apagarla nos llevaría a las antiguas y sanas prácticas de alimentación.  Cuando no había refri, todo se compraba al día: limitado y fresco, solo lo que se iba a comer ese día.  Esto obligaba a las mamás a ser cuidadosas con la cantidad de alimentos que se preparaban, y había que “comérselo todo”.  Completito.  Así no quedaban las sobras que hoy se van atarugando en la refri hasta que estas huelen a albañal con tantos restos de carnes, papas, sopas, queques, helados, arroces, frijoles y cuanta cochinada va sobrando y no se bota.  Como la refri aguanta todo, se ha perdido el arte de la medida en la cocina.  Ahora se puede hacer una tonelada de arroz en la olla arrocera sin importar que no se gaste ni la mitad, pues el resto se puede meter en la refri.  Podemos hornear un buey, y lo que sobre… a la refri.  Podemos hacer un queque de diez pisos, y lo que sobre… a la refri.  Restos de atún, salsas de todos los sabores, olores y colores se encuentran en la refri.  Algunas tienen meses o semanas de estar allí.  Pero solo es cuestión de identificarlas para ser reutilizadas en una nueva carne, guiso o lo que sea.   Auténticas porquerías y carroña son revividas en el microondas y… pa’dentro.  En julio todavía hay un esqueleto del pavo navideño; restos del pastel del cumpleaños de Juanito, de hace dos meses.  Sopas viejas, panes petrificados, cosas horrendas y asquerosas pero que, con la magia del micro, ¡zas!, vuelven a la vida en un santiamén.  La refri es como una morgue.
            Como vemos, la refri es una fuente facilitadora de la ingesta de alimentos a cualquier hora.  Solo es cuestión de sacar de ella cualquier contenedor (de los especializados), adivinar qué cosa es, meterlo al micro… y a comer y comer y comer.  Allí encontramos carnes de la edad del hielo que solo es cuestión de calentarlas.  Sopas antiguas.  En mayo, tamales de navidad.  Todo está a la mano.  Ahora solo destapamos la puerta de la refri y nos apretamos de helados, cocas, queques o lo que nos dé la gana.  Incluso de las infaltables cervecitas.  Antes había que ir al bar, y eso daba pereza y limitaba un poco esta disposición.  Ahora solo es cuestión de sacar un montón de recipientes helados, calentarlos y ya tenemos las “boquitas” que, junto con las birritas, van a alojarse en la cintura.
            Antes de la refri, las mamás hacían la comida completa porque no había dónde guardar lo que quedaba.  Se hacía lo justo y había que comérselo todo.  “Es pecado dejar la comida”.  “Cuántos niños pobres no tienen nada qué comer”.  Ahora no importa dejar la comida, pues solo se guarda en el refrigerador y se calienta mañana, más tarde, la próxima semana, el mes entrante o el año que viene.  Yo me he comido una pizza que parecía un caite, pues tenía como tres meses de estar en la refri.  Solo fue cuestión de mojarla, meterla al micro… y a la panza.  Antes había que esperar las horas de la comida, pues no había nada qué picar.  Se almorzaba al mediodía y NO QUEDABA NADA.  Solo las ollas lavadas.   El desayuno era café con pan (uno o dos bollitos).  Si se compraba leche, era una botella que la consumían los más chiquitos; en el café o algún atolillo por la tarde.  Ahora podemos guardar toneladas de leche en la refri (o en polvo), y eso hace posible que la tomemos a la hora que nos da la gana; con restos de queques petrificados, con panecillos del mioceno, con sobros de lasaña de la semana pasada…  Es decir, la refri es la gran cómplice de nuestra glotonería: solo abrimos su puerta, nos agachamos y buscamos, a cualquier hora del día o la noche, entre aquella infinidad de palanganitas, vasitos, cajitas, botellas y cuanto plástico hay, y encontraremos todo tipo de viandas con las cuales nos forramos a la hora que sea.
            Desde luego que hay gente que dirá que es imposible vivir sin refri, pero la verdad es que ese aparato no ha existido desde hace mucho; es posible que solo tenga medio siglo de ser popular; primero entre los ricos y, mucho más tarde, en los hogares pobres.  Así que no podemos alegar cuestiones de tradición.  Pero lo que sí es evidente es que es un instrumento que facilita de gran manera la realización del sueño de los glotones.  La refri es una caja de sorpresas de donde brotan los placeres que hacen la alegría de los gordos… y nos conduce a ese estado de tristeza.  Sería bueno experimentar un retorno a las sanas costumbres del pasado.  Comprar al día las frutas, verduras, carnes y todo aquello que hoy podemos almacenar por siglos.  Prescindir por un tiempo de tanto químico y alimentos muertos que duran en sus empaques una eternidad.  ¿Es incómodo?  ¡Claro que sí!  Pero es la gran oportunidad de volver a las sanas prácticas que produjeron generaciones de hombres fuertes, robustos, atléticos y delgados.    De gente saludable que no comía porquerías enlatadas ni conservadas en congelación.   ¿Qué tal si lo intentamos un par de semanitas?
            Con mucho cariño y buena intención                 
Ricardo Izaguirre S.      E-mail: rhizaguirre@gmail.com

 

domingo, 17 de abril de 2011

257 La baba de caracol


257    “LA CHISPA”   

Lema:  “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.

LA BABA DE CARACOL

            Se sabe que la Publicidad Organizada como función social, ha sido el mayor logro del siglo XX.  Y seguirá teniendo vigencia por quién sabe cuánto tiempo.  También se dijo que en este oficio, como en todos, hay gente capaz, ingeniosa, creativa y, sobre todo, con buen sentido del humor, pues si un anuncio nos hace gracia y produce risa, su éxito está asegurado, aunque nunca compremos el producto.  Es la publicidad arte.  La que crean los “Elegidos” de la profesión. Como aquella de “Taquito” y otras de naturaleza semejante: la de Lupe Vueltas o Pancho Carreras, que se graban para siempre.  También existe la publicidad “pájaro carpintero”, monótona y repetitiva; es la de los obreros mediocres que creen que con fastidiarnos millares de veces con la misma tontería, nos daremos por vencidos y compraremos lo que anuncian. Esos son los jornaleros de la profesión, que estuvieron en la escuela y conocen las reglas del juego, pero que carecen del talento y la creatividad para producir algo bueno y original.  Por dicha o desgracia, el genio es un toque que a nadie le pueden meter como si fuera una inyección de vitaminas.  Tampoco se aprende en las aulas de ninguna universidad.  Este es como el anuncio del güisqui Chivas Regal: “Se tiene o no se tiene”.   Con título o sin él. 
            Eso es lo que parecen NO entender centenares de personas que, por error, llegaron a esa carrera y, desde ese ámbito, se dedican a mortificarnos con las ocurrencias más disparatadas y estúpidas que brotan de su magín.   Uno de estos “anuncios”, si es que se le puede llamar así, no solo es ofensivo a la inteligencia de las personas, sino que por su naturaleza tan absurda, cae dentro del campo del idiotismo.  El comercial ese, que más parece una amenaza de cierta asociación de patentes, nos presenta el caso del “C.D. pirata”, que suponemos todos habrán visto ¡Qué video más abominable!  Los que produjeron esa aberración, deberían consultar con algún sicólogo que les dé alguna idea de cómo andan de divorciados con la realidad de la conducta humana, porque ¿puede algún grupo de personas actuar de esa forma tan increíble con algún amigo que lleve a la fiesta un C.D. de los pirateados, que son casi todos?  ¿A quién le importa de dónde diablos sacó alguien un disco?  ¿Es creíble que alguien se niegue a disfrutar de una buena música solo porque es “pirateada”?   ¡Por favor…!
            Además está la propaganda gris, esa que no es original, ni graciosa, ni grosera, ni vulgar, ni fina, ni llamativa, ni ingeniosa, ni bonita ni fea, ni nada.  Esa que vemos como oír llover y que, al final, no sabemos qué demonios es lo que nos quisieron decir o vender.  La que no deja “huella”.  Como las de las cervezas.
            Hay “cebos” de estos tan repetitivos, que cuando los escuchamos nos parece aplicable a cualquier cosa: a una marca de llantas, a un aparato para adelgazar, a una bebida hidratante o a unas pastillas para dormir.  Es la propaganda genérica, que sirve a todo propósito, y como los machotes de los abogados, solo hay que rellenar los espacios en blanco con el nombre, número de cédula y otros datos (precio, donde la venden y para qué sirve).  Esa divulgación suele ofrecernos un producto como la “Pomada Canaria”, que de prometer tanto, se nos hace sospechosa y sin credibilidad alguna.  Es el resultado no solo de la falta de talento, sino de la poca estima que les merece un público culto y digno de respeto.  También está la propaganda pícara, aquella que sabemos es pura exageración, pero dicha de tal manera, que resulta un tanto simpática, aunque todos sepamos que es falsa.  A esa categoría pertenecen algunos anuncios acerca de la gordura.  Otros como los champús para alisar, acondicionar y eliminar “las puntas abiertas”.  O los que pretenden ser autoritativos, como los de cierto producto sacado “de lo más profuuuuundo de la selva amazónica”.  Como si la profundidad amazónica estuviera en relación directa con su efectividad.   O bien el producto que es “respaldado por diez estudios clínicos que hicieron en Transilvania, Yorkshire, Crimea y la Patagonia”.
            Pero el más ambicioso de todos, el non plus ultra de las ocurrencias es el de LA BABA DE CARACOL.  Con este anuncio sí que se llevaron la cerca.  Con las excreciones de este gasterópodo descubrieron el Santo Grial de las arrugas y las inevitables resquebrajaduras que el tiempo produce en nuestra cara y partes visibles e invisibles. Esta sustancia resulta ser doña Toda y nos iguala a la condición de moluscos, pues le confiere a nuestra tez la lisura eterna de la concha de esos animalitos.  Rostros de piedra, sin arrugas, manchas ni cicatrices; como el nácar de las ostras.  Lástima que los publicistas de este “maravilloso producto” no hayan realizado un trabajo más imaginativo; algo que estuviera a la altura de la ocurrencia de los que inventaron el asunto de las supuestas propiedades de la Baba de Caracol.  La idea es estupenda, y los de la ocurrencia original merecen nuestro respeto ya que la argumentación es creíble, aunque carece de la chispa necesaria para hacerla simpática al público.  Es muy seca, tediosa y un tanto autoritaria, cuestión que desagrada a mucha gente.  Sin embargo, la posibilidad de volver a tener un rostro quinceañero, no deja de ser fascinante para todos.  ¿Por qué no?  A lo mejor es cierto; después de todo, hemos gastado millones en otros productos para alisarnos el pellejo.  Pero ¿qué hay de los efectos secundarios?  ¿Han demostrado los estudios clínicos que no nos endureceremos tanto como la concha del caracol?  ¿O que no nos volveremos tan lentos como ese bichito?  Porque recuerden que la naturaleza no da nada gratis: cada don viene acompañado de limitaciones.  No sea que, alguna hormona oculta en ese líquido milagroso, al cual esta criatura  es inmune, haga que nos pase lo mismo que a Dorian Gray.
            Pero con todas las carencias artísticas del anuncio, se puede decir que es uno de los más ingeniosos que han salido de la línea de producción de los publicistas.  No tanto por la técnica de este, sino por lo simpático del concepto total.  La engañifa es realista y creíble; y aunque nadie haya visto a un caracol auto parchándose con su propia baba, la idea resulta necesariamente atractiva.   Llegó la hora de montar granjas de caracoles.
            Caracolescamente
                                         Ricardo Izaguirre S.        E-mail:         rhizaguirre@gmail.com
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jueves, 14 de abril de 2011

917 ¿Autarquía o dependencia?


917    “LA CHISPA            (28 marso 2011)                     (En Ameriñol)
Lema: “En la indolensia sibica del siudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
AUTARQUIA o DEPENDENSIA
            La globalisasion es el triunfo supremo del Gran Capital.  El control absoluto de la economia mundial mediante los respectibos instrumentos finansieros de alcanse global.  Nada ni nadie se escapa a las directrises de lo que conbiene a los amos de la banca mundial, que todos sabemos quienes son.  Desde un sentro unico que esta en todas partes, se dictan las reglas que DEBEN seguir todos los pueblos de la tierra.  Ayi se asignan los papeles que cada actor (nasion) debe representar en esta trajedia en la que solo ay un ganador de todo… y un perdedor absoluto.  Casi todos los gobiernos del mundo estan sometidos a un inplacable control finansiero, el cual ejerse toda clase de presiones para someter a los discolos que, de alguna manera, se niegan a la rendision total.  Y toda esa maniobra se corresponde con un prinsipio aterradoramente sinple pero efectibo, y que se encuentra en las pajinas de la Biblia, en el Deuteronomio 15-6, y que dise:
            “Ya que Yavé tu dios te habrá bendecido, como te ha dicho, PRESTARÁS entonces a muchas naciones, mas tú NO TOMARÁS PRESTADO; tendrás DOMINIO SOBRE MUCHAS NACIONES, pero sobre ti NO TENDRÁN DOMINIO”   (Dt. 15-6). 
            Una lecsion que el pueblo judio a aplicado al pie de la letra con un ecsito asombroso.  Asi lograron dominio sobre las cortes de los reyes, titulos nobiliarios en Inglaterra, influensia y poder sobre todos aqueyos que tomaron su dinero en PRESTAMO, tal como dise el mandato deuteronomico.  Como nasion sin tierra o con eya, sienpre an ejersido este ofisio de forma majistral.  Endeudando a todos, PERO SIN TOMAR PRESTADO, se conbirtieron es los agiotistas del mundo, y con eso, en los rectores de la economia de casi todo el planeta.  Sin embargo, esto NO significa que solo los judios sean dueños de la banca; pero la “filosofia” jeneral que anima a esta, es de cuño jenuino del pueblo elejido.  Esa banca pribada que a logrado la globalisasion mediante una maniobra espectacular, es autenticamente una idea judia que corresponde al mandato que les iso Yave  en el Deuteronomio. 
            La politica seguida por la Banca Mundial fue ENDEUDAR a todos los paises; el objetibo era tener atrapados a los gobiernos y nasiones que cayeran en la tranpa de tomar dinero prestado; y como esta es una tentasion insuperable, todos se undieron en deudas inpagables que todabia nos mantienen unsidos a la carreta del terrorismo bancario de cuya deuda no podemos salir.  Despues de la segunda guerra mundial, se dedicaron a repartir dinero por todas partes; bajo condisiones tranposas que nuestros politicos nunca entendieron (¿?), pero que conprometieron a nuestros pueblos “para sienpre”.  Y aunque lo ubieran entendido, no les inporto, pues los banqueros se aseguraron su conplisidad mediante la repartija de propinas (“asesorias legales”).  El Gran Capital sienpre a tenido una bision que ba mucho mas aya de las sircunstansias presentes en una determinada epoca; tanpoco actua solo ni con independensia de otros factores conplementarios: politica de endeudamiento, “conpromisos ideologicos”, conpra-benta de bienes y serbisios, monopolio de la conpra de materia prima, esclusibidad de los mercados para productos de determinada nasion.  Todo es una misma y unica maraña, aunque el obserbador corriente no lo note.  El espionaje esta en todo y nada escapa a su control planetario. 
Una medida protecsionista del gobierno de USA, un canpo de algodon en Africa, los posos de petroleo de Arabia Saudita, los cafetales de Brasil o las grandes estansias productoras de carne en la Argentina; las aserias de Alemania, las minas de diamantes y oro de Sudafrica, los esperimentos de la Monsanto, las mobidas de Bill Gates o la Bolsa de balores de Paris, TODO ESTA bajo el ojo del Gran Capital; nada se muebe en el mundo finansiero si no es con la aprobasion de los rectores de la banca mundial.  Y para eso cuentan con dos organismos todopoderosos que son como el Espiritu Santo (estan en todas partes): El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internasional que, bajo el pretecsto de que desean sanear las finansas de los paises, DICTAN LAS NORMAS monetarias de conbeniensia esclusiba para sus amos.  Eyos ecsijen y fijan las politicas economicas que debe seguir cada pais ENDEUDADO (“dominio sobre las nasiones”), pero no solo eso, sino que condisionan los mercados de tal manera que todo sea faborable a los prestamistas.
El control de todos los mercados es el sueño capitalista, y desde luego que cualquier politica nasionalista que se aparte de esa meta, constituye una molestia intolerable que debe ser aplastada a como de lugar.  Es por eso que cualquier intento de autarquia es bisto con profundo malestar por parte de esa jente. Como una blasfemia en un mundo en donde todos estamos “conectados en busca de la felisidad global”.  Y bean que la base para que seamos bictimas de este sistema, es la misma: el ENDEUDAMIENTO.  Si debemos, estamos recontra fritos.  Y si nos negamos a pagar, nos mandan las cañoneras.  No somos libres ni tenemos autonomia.  Solo podemos aser lo que nos ordenan los organismos finansieros internasionales (B.M. y FMI).  NO TENEMOS SOBERANIA ALGUNA por mas paja que ablemos, y por mas literatura bonita y altisonante que aya en nuestras constitusiones politicas.   Si estamos “enbejucados” NO TENEMOS LIBERTAD DE MANIOBRA para disponer de lo nuestro.  Son eyos los que determinan que es lo que podemos aser o no.  Incluso nos obligan a recortar los presupuestos de educasion y obras de bien sosial.  ¿Y por que?   Porque a eyos NO LES INPORTA nada más que el dinero y sus intereses, y que todo marche de acuerdo con la mecanica que faboresca al comersio internasional, que tanbien es suyo y esta bajo su control.
Bisto asi, el panorama parese desolador y sin esperansa alguna.  Pero podemos preguntarnos, aunque solo sea como una broma, ¿ay alguna posibilidad de salir de ese agujero negro finansiero?  ¿Puede algun pais o sosiedad escapar de ese destino tan espantoso que nos condena a ser solo piesas descartables en un enorme mecanismo inpersonal y despiadado?   Conosiendo como funsiona el asunto, diganme: ¿tenemos alguna opsion?    Mientras no entendamos el significado de la DEUDA, estaremos PERDIDOS Y CONDENADOS.     
Fraternalmente                               (La bases del Ameriñol están en el blog   “Librería en Red”
                        Ricardo Isaguirre S.                     E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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