martes, 4 de mayo de 2010

784 ¿Qué tan confiable es la Astrología?

784     “LA CHISPA            
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¿QUÉ TAN CONFIABLE ES LA ASTROLOGÍA?

       Esta ciencia nos intriga a todos, incluso a los escépticos. Pero ¿hay algo de cierto en ella, o solo es un conjunto de supersticiones como cualquier religión? Sus defensores y propulsores dicen que son los remanentes de la “ciencia divina” que los Grandes Instructores entregaron a los hombres en los albores de la humanidad. Y que funciona de acuerdo con el gran reloj astronómico en el cual están inscritos todos los hechos pasados, presentes y futuros que afectan al Cosmos y sus moradores. Sus adversarios dicen que son patrañas e inventos de charlatanes y avivatos que, como los guías religiosos, lo único que han hecho es aprovecharse de la credulidad de la gente. Esos son los extremos: sabiduría divina y farsa total. Pero ¿qué hay en el intermedio? Demasiadas cosas que no se pueden ignorar del todo porque son DEMASIADAS COINCIDENCIAS. Y esto es lo que mantiene la fe de los creyentes en la Astrología.
      En la Doctrina Secreta se dice que es cierto que los antiguos recibieron esta instrucción en siete claves diferentes. Pero que estas se fueron perdiendo con el tiempo, de tal manera que el conocimiento genuino y total de esta ciencia se extravió para siempre. Pero ¿es eso verdad o solo una manera de encubrir una sabiduría que no debería vulgarizarse ni caer en manos de gente inescrupulosa? Podría ser… Recuerden que ese es el fundamento del ESOTERISMO. La Enseñanza Secreta NO se da a la gentuza incapaz de entenderla, y que lo único que puede hacer es profanarla. Claro que en su fase exotérica (de dominio público), la Astrología ha sido prostituida por infinidad de rateros y charlatanes de la peor ralea, con lo cual cayó en el desprestigio total hasta que, en el siglo XIX fue replanteada por el británico Allan Leo, un devoto de las ciencias ocultas y miembro eminente de la Sociedad Teosófica fundada por Madam Blavatsky. Y dada la personalidad y seriedad de este caballero, es lícito pensar que “algo” debe haber de cierto en el trasfondo de esta vetusta ciencia que ha cautivado la imaginación de millones de personas a través de la Historia.
      Cuando hablamos de la Astrología, debemos hacerlo con cierto respeto, sin importar cuánto la repudiemos o qué tan racionales y científicos nos creamos; como todo acervo humano, merece nuestra consideración aunque no necesariamente nuestra adherencia. Igual que la brujería o el hipnotismo. Y si estas producen efectos personales, sus causas deben ser estudiadas con detenimiento y no con burla y negación anticipada. La descalificación prima facie sin análisis ni estudio, es una posición dogmática y nada científica. Para descartar la posible veracidad de los “hechos” astrológicos, tenemos que estudiarlos desde todos los ángulos posibles, porque recuerden que esta no es una ciencia exacta o natural, sino psicológica. Y nada de esa naturaleza puede encasillarse dentro de moldes definidos. Otro factor a considerar es que aunque YO nunca haya captado un fenómeno determinado, NO significa que este no se produzca. Recuerden que jamás hemos visto la electricidad ni la radiación de fondo del espacio; tampoco los agujeros negros. Ni las microondas ni los átomos. Y sin embargo, creemos en todo eso por el “principio de autoridad” de la ciencia oficial, que mañana puede cambiar de opinión si nuevos descubrimientos así lo demandan.
     Como en el tema de la muerte ¿puede tanta gente estar equivocada? Millones de personas pueden dar fe de la exactitud de las predicciones astrológicas. Claro que hay que hacer una separación entre lo que es charlatanería y el alcance real de la astrología en los asuntos mundanos. Pero ¿cómo? Ese es el dilema que da pie a los malos juicios que se han emitido sobre esta actividad. ¿Cómo separar a los payasos de la gente seria que tiene información oculta (¿?) al respecto? Imposible saberlo y, menos, hacerlo. Solo un juicio sereno, imparcial y objetivo, puede hacer que los investigadores lleguen a conclusiones válidas; aunque dada la naturaleza de esta ciencia, nunca serán absolutas. Como no lo es ni siquiera la Historia o la Sociología. Ni la medicina o la siquiatría.
     Es obvio la Astrología no le dice que usted tendrá encuentros amorosos constantes con hombres o mujeres sensuales; tampoco si serán rubios, morenas, ardientes y con dinero. Eso está fuera del alcance de esta disciplina, y forma parte del arsenal de disparates que manejan los vividores del oficio. Pero SÍ es cierto que su carta puede indicar que usted es una persona LUJURIOSA. Estadísticamente, está comprobado más allá de toda duda, que las personas que tienen determinadas posiciones astrales, padecen de ese vicio con mayor o menor intensidad. Así que los “astrólogos” (que algo saben) pueden agregar a ese hecho, todo los matices más o menos comerciales que se les puedan ocurrir para halagar al cliente. Una mujer lujuriosa, TENDRÁ MUCHOS AMANTES; sin importar el color de los ojos de estos. Esa ya es una “coincidencia” forzada que viene a confirmar la predicción que, de ceñirse solo a la Astrología, sería carente de interés y emoción, y solo vendría a ser el señalamiento de un vicio personal. Y eso no es glamoroso ni del gusto de nadie. A todos nos gusta que nos digan que somos amantes fogosos y apasionados, pero no lujuriosos. Eso suena muy feo y no es “comercial” para el astrólogo de oficio.
     Someterse a la confección de una carta astral es un asunto que debemos encarar con mucha seriedad, en busca de pistas que podamos identificar con lo que somos. Pero para eso debemos ser honestos y estar dispuestos a enfrentar las cosas feas que todos llevamos por dentro. El horóscopo nos puede ayudar mucho a descubrir ciertos rasgos de nuestra personalidad verdadera, no de la máscara que hemos inventado para sentirnos bien. Claro que esta carta NO es la genérica que sale en las revistas del corazón o los periódicos. Una Carta Astral bien confeccionada por un astrólogo que sepa de verdad y que no ande en busca de congraciarse con sus clientes, nos puede ayudar mucho en asuntos de salud, pues nos da líneas generales acerca de nuestras debilidades físicas. Y eso es un hecho estadístico. Pero en lo que nos puede ayudar más es en la investigación de nuestro carácter, lo más importante de la vida. Seguiré con este tema.
Astrologescamente
                                   RIS

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