412 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN… ¿PRIVADOS O ESTATALES?
Este tema jamás se ha debatido adecuadamente en América Latina, y la única opinión que se ha escuchado y discutido es la de los “medios” en manos de la empresa privada. Y como es natural, las conclusiones siempre han sido favorables a esta. Nadie que proponga una idea diferente tiene eco alguno en la prensa. Ni siquiera el Estado. Tanto han repetido ciertas consignas, que los pueblos, por indolencia y pereza de pensar, han llegado a la conclusión de que son ciertas. Primero: uno de esos “axiomas” es que los medios para ser “libres y abiertos a la opinión pública” deben ser privados, lo cual quiere decir que deben estar en las manos y al servicio de las Oligarquías, pues la gente pobre NO puede montar un periódico o una televisora. ¿Y esto qué significa? Que estos órganos están al servicio de sus dueños, nada más. Segundo, que los medios en manos del Estado son un peligro, pues esto atenta (o puede hacerlo) contra la Democracia y las libertades populares. Tercero: que como el Estado es tan mal administrador, cualquiera de estos servicios noticiosos sería un fracaso en manos de aquel. Y a partir de esas tres “grandes verdades”, se ha venido legitimando no solo el monopolio de la información, sino la idea de que cualquier participación del Estado (pueblo) en esta empresa, debe ser prohibida, limitada y vista con malos ojos. Y con una dialéctica acomodaticia, han hecho que el ciudadano común desconfíe y critique todo intento de los gobiernos por participar en alguno de los campos del espectro noticioso. Lo más que se le permite son las Gacetas. O algún canal siempre sin fondos y sin derecho a participar de la PUBLICIDAD para ayudarse. También se ha logrado anquilosar y eliminar los intentos de prensa y televisión universitarias. O reducirlas al ámbito de las universidades. A algo folclórico.
Las estrategias empleadas por los medios, a veces alcanzan la categoría de obras de arte, pues durante la historia han tenido la astucia para, según las circunstancias, mimetizarse y dar la impresión de que velan y protestan por los intereses de los pueblos. Pero la verdad es que si hurgamos con cuidado, veremos que no son más que maniobras para poner a los pueblos en contra de algún gobierno que no sea tan dócil a la Oligarquía. En
La Dictadura de la prensa es terrible, pues aquel que no se muestra condescendiente con ella, de inmediato es llevado al paredón de la ignominia. La otra treta es el asunto de las aparentes rivalidades sobre cuestiones intrascendentes con las que desvían la atención pública de los asuntos de interés popular. Unos periódicos “apoyan” al presidente y otros lo “atacan” en relación con el problema de las tortugas o la contaminación del Nilo, mientras todos se olvidan de la desmedida carrera de alzas que la Oligarquía decreta en su favor, de la ley de Inquilinato o la tragedia de la DEVALUACIÓN. Mientras
La teoría es que los diarios son un elemento educativo y orientador de la opinión pública; un trabajo de especialistas que “saben más” que el pueblo, y que tienen la responsabilidad ética de plantear la VERDAD a esas masas carentes de la posibilidad de indagar por su cuenta. El ciudadano confía en estos, y supone que lo que dice su periódico debe ser cierto. Pero ¿se ajusta esto a la realidad que vivimos los latinos en relación con los medios? La prensa en la A. L.
El problema de la vivienda en Costa Rica es terrible. Todos los materiales se han encarecido artificialmente con el pretexto del petróleo. Y ya ninguna persona trabajadora o de clase media puede tener casa propia. ¿Doscientos cincuenta mil colones el metro cuadrado de construcción? ¿Puede alguien hacerse una casita con esos costos? Pero la prensa no dice nada, pues los dueños de ella son los grandes importadores de materiales de construcción, las compañías constructoras, las inmobiliarias o corredores de bienes raíces. O sus anunciantes, o sus socios, o pertenecen a la misma clase, partido o club social. Gente con un denominador común: todos son miembros de la Oligarquía , la misma dueña de los medios.
El papel de los medios en la A. Latina
¿Cómo debe ser la prensa? Esa es la cuestión a dilucidar. Pero una cosa es segura, esta NUNCA debe estar en las manos exclusivas de la Oligarquía pues, inevitablemente, esta la convierte en un órgano a su servicio, y nunca dirá la VERDAD sobre temas de interés para todos los ciudadanos. JAMÁS hará análisis reales de la situación económica y sus causas verdaderas. Los medios en Costa Rica NUNCA analizarán las razones verdaderas de la DEVALUACIÓN DEL
Periodiqueramente
RIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario