martes, 31 de agosto de 2010

318 El terrorismo doméstico

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318    “LA CHISPA”    

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

TERRORISMO DOMÉSTICO

            El Congreso de los Estados Unidos le acaba de clavar uno de los últimos clavos al ataúd de las libertades en ese país.  “The Land of de Free”, ha entrado en una de las más negras etapas de su vida civil; y ni siquiera la histeria del macartismo o de la guerra fría pueden compararse con la paranoia presente. 
            Parece que Osama logró su objetivo y le ganó la guerra del miedo a los Estados Unidos, pues no solo no lo han agarrado, sino que ha hecho que casi trescientos millones de norteamericanos vivan bajo el signo del terror; pero no del terrorismo árabe, sino del de su propio gobierno, el terrorismo “doméstico” que el Gobierno les ha implantado bajo el pretexto de la Seguridad Nacional.  Con el Acta Patriótica y la nueva ley que legitima el espionaje telefónico, el Estado tiene un poder dictatorial omnímodo, y el señor Bush, si lo quisiera, puede hacer lo que le dé la gana; incluso cerrar el Congreso y declararse Presidente vitalicio.  Idéntico proceder a la metodología que los nazis incubaron en Alemania.  Inventaron enemigos externos para cohesionar al pueblo alemán alrededor del líder que les ofrecía restaurar la antigua grandeza germana.  A cambio, solo tenían que someterse a unos cuantos inconvenientes mientras se consolidaba el Tercer Reich y destruía a sus históricos enemigos; y para vigilar a estos, se creó la Gestapo en 1933, bajo el patrocinio de Goering, instrumento de terror supremo mediante el cual lograron el control total de Alemania.   Y aunque hubo protestas de los mismos militares alemanes y del Bundestag, terminó por imponerse el terrorismo doméstico que ya está ganando la batalla final en “la tierra de los hombres libres”.
De la misma forma se había instaurado el Reino Rojo en la Unión Soviética; ahí se había creado un temible cuerpo de seguridad que durante los años de la guerra fría se conoció como la KGB, el cual fue dirigido hasta 1953 por un siniestro individuo conocido como Lavrenty P. Beria, la encarnación misma del Demonio.  Ahora los Estados Unidos ha creado un monstruo semejante: la Agencia de Seguridad Nacional, a la cual se ha dotado de poderes ilimitados para hacer lo que le dé la gana no solo con los árabes o sospechosos extranjeros externos o internos, sino con los mismos ciudadanos de los Estados Unidos.  Ahí está el ejemplo del cineasta Michael Moore, el cual ha vivido bajo un régimen de intimidación disimulada al principio, pero que a partir de su reportaje sobre el estado de la salud pública en los Estados Unidos, ha sido víctimas de amenazas directas.  Y si eso le hacen al señor Moore, que es un personaje mundial, ¿qué podrían hacerle a cualquier gringo anónimo que proteste?
            Amerrica, ha ingresado en lo más profundo de la era estaliniana.  Ahora el norteamericano tiene que soportar el atropello de sus propias autoridades bajo el pretexto de “que esto es preferible a que lo hagan los árabes”.   El cuento de los árabes malos, como peligro real para el american way o life, es algo que ya nadie se traga ni siquiera en los Estados Unidos, en donde el pueblo es tan ingenuo y cree que todo lo que dice CNN es la palabra de Dios.  El prototipo de ese árabe perverso y criminal, popularizado en miles de películas judías desde Hollywood, es algo que nadie en el mundo se come.  Desgraciadamente los árabes son como los latinos, pueblos desunidos, alocados, pobres y carentes de la organización necesaria para representar un peligro que no sea para ellos mismos.  Sumergidos en su cultura religiosa y sus disparidades, viven matándose entre ellos, como si no fuera suficiente el enemigo externo: los judíos y los Estados Unidos.   Y los que pueden tomar decisiones y convertirse en líderes poderosos del mundo islámico, están vendidos.  Son serviles del Imperialismo que no implican peligro alguno para nadie en occidente.  Salvo para los casinos de Montecarlo o Las Vegas.  Es por eso que el terrorismo doméstico de USA no tiene justificación alguna, salvo que sea para el selectivo espionaje bancario, industrial y comercial.  Así los judíos de USA tendrían a la mano toda la información financiera que necesitan para adelantarse a los competidores goyim.  Cualquier informe bancario o financiero estaría en Wall Street antes de que los alemanes, japoneses o franceses lo pudieran utilizar con ventaja.  Y este sí que sería el más portentoso logro de los banqueros judíos de los Estados Unidos. Tendrían toda la información que necesitan a su disposición para hacer leña a sus competidores.  Cualquier futuro cambio en los precios de los que sea; cualquier variación monetaria o informe industrial lo tendrían los dueños de Wall Street de inmediato. ¿Parece una fábula?  Talvez, pero todo lo que subyace como trasfondo de esta comedia “del terrorismo árabe”, no es más que una mascarada para encubrir una cuestión de intereses económicos.  En los Estados Unidos todo SE TRATA DE DINERO Y PETRÓLEO… lo demás es un fairy tale.
            CUALQUIER llamada de un ciudadano norteamericano o extranjero puede ser interceptada por la “Agencia de Seguridad” a capricho.  Eso significa que todas las llamadas de industriales, comerciantes, banqueros, financieros y hombres de negocios que estén en los Estados Unidos serán intervenidas.  ¿Y quién garantiza el uso que le darán?  No es cierto que van a intervenir a Ahmed, el dueño de la venta frutas de la esquina.  Pero eso sí, millones de norteamericanos que tengan que llamar a cualquier parte del mundo, lo harán bajo el temor de que sus intimidades sean conocidas por el sistema policíaco que ha montado el gobierno para aterrorizar a sus propios ciudadanos.  Ya violan el correo, desnudan e interrogan a los pasajeros que les da la gana, atropellan a todo el mundo que pasa por los U.S.A aunque solo sea “de pasada”.   Bajo el imperio del terror, no tienen la menor consideración por nadie, ni siquiera por sus propios ciudadanos.  Ya es hora de que les hagan lo mismo en el resto del mundo.  Los norteamericanos perdieron su PRIVACIDAD y ya no podrán hablar por teléfono con sus amantes… porque el Gobierno está escuchando.  Entraron en la era del terror que hemos vivido millones de latinoamericano bajo los dictadores patrocinados por ellos. 
                RIS
                          

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