miércoles, 18 de agosto de 2010

572 Justicia pronta y cumplida....

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572             LA CHISPA”                                                                                                   (26/01/09)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
JUSTICIA PRONTA Y CUMPLIDA… COMO DEBE SER
      El siglo pasado fue el siglo de la Publicidad.  Pero esta no nació en solitario sino que fue la consecuencia de la masificación de los productos industriales y la comercialización.  La publicidad era para vender más, o simplemente para vender… un objetivo legal, justo y válido.  Pero pronto cayó en el vicio que siempre es inherente a la codicia: la mentira.  Y los publicistas se convirtieron en los árbitros del destino de millones de personas, tanto en el campo del consumismo como en el social, político, económico y casi todas las actividades humanas que tienen como objetivo manipular la mente de las personas.  No hay parte de la mente y conducta del hombre que no haya sido sometida al escrutinio de los publicistas para lograr los objetivos de sus representados, los que les pagan.  De ser unos simples pregoneros, pasaron a ser los sumos sacerdotes que controlan las decisiones de la gente valiéndose de todos los recursos imaginables, incluyendo aquellos ilícitos llamados “propaganda subliminal”.
      ¿Cuántas décadas llevan engañándonos mediante la falsa propaganda?  ¿Cuántas veces hemos votado por determinados candidatos solo porque las “encuestas de opinión pública” decían esto o lo otro?  ¿A cuántos vicios somos inducidos diariamente por la publicidad?   ¿Cuántos venenos enlatados hemos venido comiendo solo porque la propaganda nos hace creer que son sanos, nutritivos e higiénicos?  Incluso llegaron a convencer a millones y millones de personas de que la leche KLIM era mejor, más segura y saludable que la leche materna para alimentar a los recién nacidos.   Esto se manipuló bárbaramente hasta que infinidad de madres renunciaron a amamantar a sus crías debido a la propaganda masiva de las leches enlatadas, razón por la cual millones de niños pagaron un alto precio en salud, incluidas las pestes de polio, enfermedad que JAMÁS ataca a los niños que toman leche materna.  Y como siempre, la publicidad se apoya en supuestas fuentes fidedignas que garantizan esto o lo otro.  “Estudios científicos lo afirman”,  “Investigaciones realizadas en universidades alemanas aseguran la superioridad de la leche en lata sobre la fresca procedente de la madre”  Y aunque nadie sepa cuáles son esos estudios ni esas universidades, el efecto de la propaganda es abrumador.  Lo dice la “ciencia”.  ¿Cuánto benzoato de sodio nos hicieron tragar durante el último medio siglo?  ¿Cuántas “medicinas milagrosas” nos han atarugado para que luego nos enteremos, cuando la han retirado del mercado, de que eran cancerígenas?  ¿No fue la talidomida el paradigma de las drogas populacheras?
      ¿Qué empresa en Occidente se ha hecho responsable por los crímenes masivos que han llevado a cabo con sus mágicos productos (alimentos o medicinas) con los que han matado e intoxicado a millones de personas?  En Costa Rica se continúan utilizando en el engorde de ganado, drogas que fueron prohibidas en los Estados Unidos hace más de dos décadas; e infinidad de productos nocivos al medio y la salud, se siguen vendiendo y consumiendo porque en Norteamérica se autoriza su exportación, a pesar de que saben que son malignos.  La política que se sigue es que nada importa que se enfermen los indios de la América Latina, con tal de que las grandes empresas yanquis no pierdan la materia prima que invirtieron.  ¿Qué más da?  Somos “consumidores”, y solo latinos.
      Los dueños de innumerables multinacionales gringas deberían haber sido condenados a muerte, y ni así pagarían sus crímenes.  Empezando por los fabricantes de cigarrillos empapados es sustancias químicas adictivas y terriblemente peligrosas.  Entre las industrias farmacéutica y alimenticia norteamericanas han matado más gente que todas las guerras que ha hecho el hombre desde que apareció sobre la tierra.  Y todo lo arreglan con dinero; con pagar unos cuantos millones de indemnización, todo queda resuelto y continúan con su carrera criminal.  Sin ética y sin consideración alguna más que la de hacer “money”.  Eso ha sido denunciado hasta la saciedad por la misma gente de ese país; incluso por Hollywood.
      Pero hoy, para gratificación del mundo entero, hemos recibido una noticia agradable procedente de China.  Talvez solo sea un gesto político-comercial, pero eso no le quita el enorme mérito que tiene como conducta ejemplar de un gobierno ante la codicia, mentira e irresponsabilidad de una empresa alimentaria que vendió un producto lácteo contaminado con “melamina”, una sustancia que se utiliza para simular un mayor contenido proteínico; además, para que no se note que la leche fue adulterada con agua.  Y aunque solo sea un una maniobra publicitaria para asegurar los mercados extranjeros, la medida hará que todos los industriales chinos pongan sus barbas en remojo.  No puede ni DEBE permitirse que un grupo de desgraciados angurrientos cometa un crimen de esa naturaleza impunemente.  Una, diez o cien vidas de esos miserables es nada en comparación con el daño que les han hecho a cientos de miles de niños que consumieron esa “leche”.   Justicia pronta y cumplida.  Es la única manera de aplacar la indignación de los padres que fueron lastimados.  No les compensará la muerte de sus hijos ni del daño físico que les hicieron, pero al menos podrán saborear el dulce sabor de la justicia (venganza lícita en el plano personal). 
      Gracias a la China por darnos un ejemplo que, si se aplicara a la Monsanto y tantas otras farmacéuticas gringas, es seguro que lograrían frenar la irresponsable actitud de estas empresas que no conocen otro dios que el dólar.  La ética y la consideración humana es algo que ocupa el último lugar entre las prioridades de estos monstruos que solo piensan en cuántos dividendos pueden aportar a sus accionistas.  ¿Y los consumidores?  ¡Esos nada importan!   Todos los días nacen miles más.   Felicitaciones al Celeste Imperio por darnos una muestra de lo que debería ser la norma moral en toda sociedad; y si no les pueden devolver la vida ni la salud a los niños que esa gente dañó, al menos pagarán con sus vidas la ofensa que le han hecho a esos cientos y miles de personas a las que, con su acción irresponsable, sumieron en el dolor y la angustia.  Pena de muerte a esos bandidos.
      Justicieramente
                                RIS

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