sábado, 14 de agosto de 2010

557 False advertisement

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557    “LA CHISPA”                                                                                                        (2/12/08)

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

FALSE ADVERTISEMENT                                    (falsa propaganda)

            Los norteamericanos conocen muy bien el efecto demoledor de la publicidad, y es por eso que acuñaron ese término que entre ellos tienen un valor conminatorio, de amenaza.  Y esto se aplica con gran severidad en el comercio.  No se DEBE hacer propaganda que no se ajuste a las características y calidad del producto que ofrecen los comerciantes.  La violación de este principio les acarrea muy serios problemas que van desde multas hasta la cárcel.  Hay tribunales para eso, en los cuales casi siempre le dan la razón al cliente y este suele ser resarcidos por los que intentaron el engaño.  Desde luego que esto se basa en la existencia de ciertos elementos visibles y comprobables: un ofensor, un ofendido y las pruebas del delito.
            Pero ¿qué pasa con la falsa propaganda religiosa?  ¿Tiene carácter de impunidad este quehacer en donde los curas y pastores pueden ofrecerles lo que les dé la gana a sus feligreses?  ¿Es lícito que cualquier individuo, sin más límite que su imaginación, ignorancia y fanatismo, haga este tipo de ofertas a los creyentes?  Pero todavía más ¿es justa semejante actitud que se arropa bajo la creencia generalizada de que tales mentiras o suposiciones tienen un fin piadoso?   ¿En qué elementos demostrables se fundamentan los curas y pastores para ofrecer a su grey todas las bellezas que les “garantizan” si siguen los mandatos de sus respectivas iglesias?   Vean que todo ese entramado religioso que incluye el Cielo, está “fundamentado” en teorías que jamás han sido ni pueden ser demostradas.   Solo son promesas, cuentos que no tienen más sustento que el de la credulidad de las personas de buena FE.   Si al terminar la vida no hubiera NADA, esas mentiras carecerían de importancia, pues todo terminaría para la persona que murió llena de creencias.  Pero si hay algo de lo que no tenemos ni la más remota idea de cómo es, entonces sí que habrían creado un desastre monumental para todos aquellos que van provistos de una información inútil con la cual enfrentar un mundo diferente de lo que les han dicho.
            Se repite por enésima vez: la FE NO ES ELEMENTO DE PRUEBA.  No importa cuán intensa sea la suya; esta NO PUEDE ALTERAR LOS HECHOS.  No importa que usted grite, ofenda, maldiga e incluso que mate al que no piensa como usted: los hechos siguen siendo los mismos.  Y la realidad actual, para las grandes mayorías, es que sobre ese campo NADA SABEMOS.   Podemos creer, con MUCHA FE, todo lo que se nos ocurra, pero NADA SABEMOS.  Es por eso que hemos venido diciendo que no es conveniente poner todos los huevos en una sola canasta.  Que es prudente meditar un poco, DUDAR; nadie nos va a castigar por ser cuidadosos en un asunto tan trascendental como este que se refiere a la suerte que hemos de correr después de ocurrido el tránsito.  Desde luego que si nada hay al “otro lado”, pues ¡qué caray!  Allí terminó el cuento. Pero si lo hay, ¡qué dicha que vamos provistos de algunas alternativas que nos permitan valorar la situación y adaptarnos a lo que sea; sin miedo, sin remordimientos ni decepciones infantiles!  Así no lloraremos por la ausencia de las fantasías que nos ofrecieron y podremos sobrevivir ante cualquier novedad inesperada.
            El intento de estas notitas es hacerlos pensar acerca del título de esta “Chispa”, y a no entregarse por completo rendidos en brazos de unas creencias que solo se fundamentan en tradiciones quiméricas que no tienen la menor autoridad científica o espiritual.  No importa que estén escritas (que no lo están) en algún “libro sagrado”.   Las Enseñanzas Ocultas Originales siempre nos han presentado un rudo sendero para lograr el mejoramiento y superación humana; nunca han ofrecido caminos fáciles mediante los cuales es posible colarse en el cielo con una simple maroma ritualística.  De hecho, “no hay sendas fáciles hacia las cosas buenas”.  No hay perdón de los pecados ni milagros para introducirse al Paraíso por la puerta trasera (“como el buen ladrón”).  Todo eso no es más que producto de la FALSE ADVERTISEMENT mediante la cual se fomenta el clientelismo religioso occidental, en donde todo es cuestión de PROPAGANDA
            En este asunto debemos ser mucho más responsables a la hora de meditar sobre la muerte, pues el sentido común nos previene (si lo dejamos hablar), acerca de esas ofertas de salvación tan fáciles que parecen los anuncios de esas baratas que suelen organizar los tenderos para deshacerse de los tiliches viejos.  También a las de las agencias de viaje que dicen: “Viaje hoy y pague mañana”.  Estimado lector: solo piénselo.  No puede ser tan fácil un asunto tan serio.  Y el hecho de que los pastores y curas, que saben que NO SERÁN DEMANDADOS por la falsa propaganda, la realicen sin moral alguna, eso no significa que cada uno de nosotros, tratándose de nuestras vidas, almas, espíritus o lo que sea, seamos tan irresponsables a la hora de creer o dibujar mundos ilusos posteriores a la muerte.
            Una posición prudente y de duda NO significa ser descreídos o ateos, sino cuidadosos, pues lo que está en juego no es cualquier cosa sino nuestra propia existencia.  Y aunque no es el peligro de perderla para siempre ni de hundirnos en un infierno eterno (cuestión ilógica), sí entraña mucho dolor y decepción estar cerrados a otras posibilidades que no sean el encuentro con Dios, Cristo, los ángeles y nuestras familias.  Recuerden que NINGUNO de nosotros es tan importante como para que el Staff Principal del Cielo esté ahí formado, en espera de nuestra llegada para juzgarnos y concedernos la Gloria o mandarnos al Infierno o Purgatorio.  Todo eso no son más que cuentos.  “False advertisement”, como dicen los gringos.
             Entonces, ¿en qué debemos creer?  En todo y en nada, pues las creencias no son más que paliativos ante la ignorancia, porque cuando SABEMOS, las creencias salen sobrando.  Ya se dijo que la FE solo es un placebo emocional.  Debemos CONOCER, pero si eso no está a nuestro alcance, debemos hacer uso de la DUDA y estar abiertos a todas las posibilidades.  Así no seremos sorprendidos ni pasaremos por la decepción de ver que todas aquellas cosas en las que creíamos, se nos vienen al suelo dolorosamente. 
                                                                                               
          RIS

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