sábado, 17 de julio de 2010

772 Mercado común y moneda única

772    “LA CHISPA”   (6 marzo 2010)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
MERCADO COMÚN Y MONEDA ÚNICA
    Vamos hacia la terrible e inevitable globalización en donde los pequeños países serán engullidos como sardinas por los grandes depredadores del comercio mundial: USA, CEE, Japón, China y los pequeños dragones asiáticos. Y ante tal amenaza, parece que es muy poco lo que estamos haciendo. Y no solo eso, sino que sobran los testaferros que se empeñan en destruir todos los conatos de unión latinoamericana, argumentando idioteces de tipo ideológico, como si eso tuviera alguna importancia en la cuestión de los mercados. Ahora nadie pregunta si un radio chino es comunista, demócrata o fascista. O si un buen televisor proveniente de USA es imperialista. El comercio está por encima de esas consideraciones. Pero aun así, tenemos saboteadores pagados que se dedican a demeritar cualquier movimiento que hagan nuestros gobiernos con el fin de integrarnos en mercados de alguna fuerza ante la avalancha de la globalización. El ALBA ha sido politizado, y bajo el pretexto de que Hugo Chávez “es esto y lo otro”, se ha montado un cerco de desprestigio sobre este proyecto económico-social mucho más humano que cualesquiera de las ofertas que nos puedan hacer los gringos, japoneses, chinos o europeos. Esos son depredadores a los que NADA les importa nuestro nivel de vida y, desde luego, NO TIENEN EL MENOR INTERÉS EN QUE LOS LATINOS FORMEMOS UN MERCADO COMÚN. Y peor aún, si este tiene alguna faceta humanitaria.
       Es por eso que la campaña anti ALBA ha entrado en su fase aguda; en ella se gastan millones y la han ideologizado haciendo una identidad entre esa propuesta y el “tirano Chávez”. Si Chávez es “malo, comunista y desestabilizador del área”, el tratado tiene que ser lo mismo. Eso, a pesar de que los Estados Unidos le compra a Venezuela la mayor parte de la producción de petróleo de esta. Entonces, ¿cómo es que el petróleo venezolano es bueno y demócrata si se exporta a USA, y malo y comunista si lo compran Costa Rica, Cuba, Panamá y Honduras? Por desgracia nuestros pueblos siguen siendo tan ingenuos en esto de la política, que son incapaces de distinguir ni siquiera aquellos aspectos que pueden ser de su conveniencia. Hay mucho tonto que todavía cree que el asunto de fondo es una cuestión de ideologías trasnochadas como el comunismo, la democracia yanqui o el fascismo. Eso fue el “Coco” con el que nos asustaron la mitad del siglo pasado, pero ahora el asunto SOLO TRATA DE COMERCIO, de money, de chochoska. De dominio de los mercados. De mercados cautivos con un solo proveedor.
      No hace mucho tiempo que Europa era un mercado cautivo de USA, hasta que surgió la idea del BENELUX, de la que habría de surgir la CEE (Comunidad Económica Europea), que rompió el agobiante dominio yanqui sobre el comercio y la economía de Europa. Ese es el ejemplo que debemos seguir, pese a los idiotas, traidores, vendidos, oligarcas y toda la recua de quintacolumnistas al servicio del gran capital. Debemos integrarnos a pesar de las enormes legiones de tontos que forman nuestra población y que suponen que las cosas buenas nos vendrán de tratados como el TLC o cualquier otro que firmemos con los grandes capitalistas. Una sardina NO DEBE hacer pactos con un tiburón. Jamás. Y para tratar con esas mega-fieras del comercio mundial, debemos hacerlo en forma de una comunidad poderosa (el ALBA, MERCOSUR o lo que sea) que tenga que ser oída y respetada; pero mientras lo hagamos como países microscópicos a los que pueden aplastar a placer, nuestros pueblos solo llevarán garrote. Y las oligarquías su buena tajada. Es por eso que todas estas, como hienas, tienen montado ese coro rabioso en contra del ALBA y todo aquello que pueda significar menoscabo en su negocio de vendepatrias. Vean que en Honduras hubo miles de sujetos que repudiaron al ALBA a pesar del petróleo casi gratis que recibía esa nación de parte de Venezuela. ¿Se imaginan semejante estupidez? Pues eso somos los latinos. Así de bobos y manipulables. “No aceptamos petróleo del ALBA porque Hugo Chávez es malo, comunista, antidemocrático y feo”. ¿Dijeron eso?
     ¿Qué son Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Belice, Guatemala y Panamá en forma individual frente a esos colosos como la CEE, los gringos, Japón o China? Nada. Pero si formáramos un Mercado Común con toda la gente del Caribe, incluida Cuba, seríamos una comunidad de casi un millón de kilómetros cuadrados y una población de unos cien millones de personas. Una buena carta de presentación para negociar con cualquiera. Además, como la CEE, debemos adoptar una moneda única que no permita a las oligarquías de cada país hacer los fraudes que vienen realizando con la devaluación a capricho y conveniencia de sus intereses. Exacerbando los ánimos de cada pueblo mediante un chovinismo trasnochado, los hacen creer que conservar el colón, lempira, quetzal, córdoba o lo que sea, es una cuestión de “honor nacional”, de historia, de patriotismo y orgullo. Y la gente no parece entender de qué trata el asunto. ¿No lo hicieron los europeos? Esta gente que de verdad tiene Historia, pospusieron todas esas necedades seudo nacionalistas para someterse a un patrón que demandaba excelencia y no trucos de los bancos centrales y los capitalistas criollos. Francia rindió su franco, España su peseta; Alemania, su marco. Entonces, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros como paso inicial a una integración económica justa y bien fundamentada en ciertos patrones de igualdad? Como la CEE. El que no ajusta su economía de forma natural y legal, NO ENTRA. Con el Euro no hay pillaje local ni puede ser manipulado al gusto de aquellos que hacen grandes negocios con la devaluación. El euro no permite los chanchullos localistas ni la explotación diferenciada de los obreros en forma descarada y desmedida. La moneda común sería el termómetro mediante el cual se ajustarían los precios de los bienes y servicios en toda el área; además, se fijarían los salarios de manera más justa, y cada obrero hondureño sabría lo que gana un panameño por determinado trabajo, y cuánto paga de alquiler y electricidad. ¿Se imaginan a los obreros con esa información? La producción y el intercambio de bienes serían equitativos y no manipulados mediante maniobras aduaneras o monetarias. Solos, somos como una hormiga. Unidos, un hormiguero feroz. Aparte de política y otras tonterías “nacionalistas”, ¿qué piensan en sus países acerca de la integración?
RIS

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