sábado, 17 de julio de 2010

300 ¿De qué está hecho el Amor?

300    “LA CHISPA

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.

¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL AMOR?

  ¿De qué está hecho el Amor? Pero el Amor de verdad, ese que nos hace parecer diferentes y cuyos motivos y conducta resultan inexplicables a los demás: a veces un tanto simples y vulnerables; ese que torna nuestros propósitos en indescifrables para los que miden sus acciones en proporción con los beneficios obtenidos. Ese Poder por siempre incomprensible para los egoístas, pero tan familiar en aquellos que han sido “tocados” por los dioses. ¿Es materia o espíritu? Y más enigmático todavía, ¿qué es lo que hace que amemos? No que sintamos simpatía, cariño, apego o deseo por una cosa o un ser viviente, sino Amor. Esa extraña sensación de total entrega que lejos de substraernos algo, hace que sintamos que todo nuestro ser es incapaz de contener semejante emoción. ¿Cómo se despierta esa magia envolvente en un ser ordinario que nunca la ha cultivado? ¿Qué hace que un simple perro almacene una cantera interminable de “ese algo”, que reparte y reparte de manera infinita entre todos aquellos que penetran su círculo de afectos? Un bicho de estos es capaz de enfrentarse a lo que sea, si con eso siente que agrada a su amo; y solo por halagarlo, solo por el Amor que le profesa. Por “brocha”, como decimos despectivamente cuando no tenemos una explicación racional o más amable. Es claro que no espera nada; lo puede estimular una recompensa de comida, pero igual lo haría aunque no le den nada. Es Amor a prueba de todo, incluso de las groserías y mal trato que le pudiera dar su dueño. ¿Qué es lo que lo impulsa a esa conducta, y en qué parte de su ser reside tan sublime capacidad? ¿En su cerebro? ¿O el perro tiene alma portadora de ese don?
        ¿Qué es lo que hace que una tierna madre esté dispuesta a sacrificar su vida, sin siquiera pensarlo, por el bienestar de sus hijos? ¿Qué es lo que hace que un brutal soldado ignore el peligro de muerte que corre para salvar la vida de un camarada herido? ¿Qué tienen en común esos actos en seres tan diferentes? ¿En qué parte de nuestro cuerpo reside semejante propiedad que, la mayoría, ignoramos o nunca hemos sentido por nadie? ¿En el corazón? ¿En el cerebro? ¿En el hígado? ¿En la hipófisis? ¿En el hipotálamo? ¿En el estómago? ¿Es un recurso de sobrevivencia que hemos desarrollado a través de las edades, o es una chispa divina con la que nos dotaron los dioses, y su refugio está en el espíritu?
       Las religiones siempre han ponderado el Amor como la más alta virtud del ser humano, pues no existe una sola cosa que no esté subordinada a él; y cuando el hombre es tocado por este mágico poder, de inmediato trasciende todas las fronteras y entra en el cielo, dondequiera que se encuentre, sin importar que esté vivo o muerto, libre o prisionero, sano o enfermo, rico o pobre, loco o cuerdo. Poéticamente podríamos decir que el Amor es la tela sagrada con la que los Arcángeles bordan la vestimenta de Dios; o que es el broquel con el que la Deidad cobija y protege toda su “obra”, y el cual está a disposición de todos los seres que forman su infinito reino, pero que solo el Hombre tiene la capacidad de utilizar en forma consciente. Pero eso no responde la pregunta, solo la transfiere a otro plano inalcanzable mediante la razón. El Amor es indefinible, y quizás esa es su mejor definición; la única que podría tener algún significado para nosotros.
       ¿Es el Amor una relación solo entre seres vivientes? ¿Podemos amar un diamante, una casa, una barra de oro, o solo codiciarlos? ¿Cuál es la diferencia entre el Amor y el Deseo? ¿Cómo es que siendo tan capaces de las peores acciones, ante el hechizo del Amor nos convertimos en ángeles? Yo creo que el Amor es el solvente universal de las cosas malas, en el cual se diluyen todas las pasiones y únicamente permite que, después de alambicarlas, solo brote de él esa esencia que nos convierte en UNO con Dios y toda criatura del Universo. Es por eso que los que no aman están muertos, más “muertos” que los muertos.
Pero ¿qué se hace el Amor después de que mueren los que nos amaron? ¿Se pierde y se disipa en la Nada? ¿Nos dejan desamparados los que se van? Eso sería una injusticia y un terrible error de los dioses o quienes hayan tenido a su cargo dotar a las criaturas vivientes de esa capacidad. Si el Amor es la naturaleza de Dios, TIENE que ser tan eterno como Él y, por tanto, el vínculo que nos une sin importar en qué plano del universo estemos. Talvez dejemos de vernos físicamente, pero el Amor teje hilos irrompibles entre los seres, a prueba de la carcoma del tiempo y del olvido. El Amor es el único vehículo que no conoce límites, y que nos permite acceder tanto al corazón de una alimaña como a la presencia de Dios.
     Solo hay dos caminos seguros para “llegar al cielo”; uno de ellos es áspero, limitado a muy pocos, doloroso y cargado de tormentos, dudas y trampas: es la vía del conocimiento mediante el cual, los que la transitan, toman las puertas del Paraíso armados con la espada de la razón y la sabiduría. Los que escogen esta ruta no tienen que orar, ser buenos ni amar a nadie; son los “santos egoístas” cuyo escudo protector es la Razón. Sin embargo, ante los ojos de los dioses, son tan merecedores como cualquiera.
       El otro camino es el del Amor, abierto a todos; es fácil y difícil a la vez. Sin complicaciones, sin dolor ni sacrificio; es el misterio más profundo y simple: es la esencia de Dios, el más grande de los Misterios, pero a la vez, reside y puede ser utilizado con la misma intensidad y Poder que lo hace la Deidad, por la más humilde de las criaturas de la Naturaleza. Nada hay que se resista a su fuerza avasalladora. La magia del Amor nos iguala, nos protege, nos embellece y transforma en criaturas perfectas y nos abre las puertas de todos los misterios del Universo. Nos purifica, nos ilumina y nos hace merecedores de llegar a la presencia de Dios. Sin Iglesia, sin intermediarios. El que ama, está en comunión sagrada y permanente con el Todo.
¿De qué esta hecho el Amor? Simplemente… de Amor.
Fraternalmente
RIS

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