domingo, 8 de enero de 2012

590 La Revolución Latinoamericana


590   “LA CHISPA”                        
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA
            Es necesario entender bien una cosa: los gobiernos en la América Latina están en manos de las Oligarquías o sus lacayos y NUNCA harán nada que convenga a los pueblos.  Esa es la regla, con dos o tres excepciones, como de costumbre.  El esquema es el mismo desde la Colonia: una minoría de cabrones que son los dueños de todo lo que vale la pena.  Y en la acera de enfrente, las grandes masas de muertos de hambre sin esperanza alguna.  Viviendo en un continente enorme, no tienen ni el mísero espacio para ser enterrados.  En países que “nadan” en petróleo y otras riquezas, la pobreza es el signo ominoso que rige a estas sociedades carentes de todo.   Entonces ¿qué camino nos queda?  Parece que ninguno, pues mientras los pueblos en su indolencia congénita o adquirida sigan soñando que la abundancia les va a caer del cielo, seguiremos jodidos.  El bienestar NO VENDRÁ de los gobiernos tradicionales, pues estos son la representación de la clase expoliadora que siempre ha hecho lo mismo: robar.    Tampoco vendrá del Norte, de Europa, Japón o China. 
            La Gran Revolución Latina deberá nacer en el corazón y actitud de cada hombre y mujer de estas tierras; pero deberá ser con total independencia de ideologías, partidos políticos, religiones o directrices externas.  Lo he dicho desde hace mucho: los de afuera, solo nos ven como una presa.   Nadie nos va a ayudar gratuitamente, pues a nadie le interesamos como seres humanos.   Cada uno de nosotros DEBE ser un revolucionario en su campo, cualquier cosa que haga.  Un analista, un crítico; pero un crítico activista que participe en los cambios que se necesitan.   Es hora de dejar esa actitud infantil de creer o esperar que estos vendrán de afuera… de los otros… Que otros están preocupados por nuestra mejoría y superior forma de vida.   Eso es como creer que Dios nos va a llevar, por arte de magia, a ser primermundistas.   El cambio lo tenemos que hacer nosotros, porque solo nosotros somos los afectados.  Así como nos importa un chayote cómo les vaya a los africanos, árabes o “chinos”, a ellos tampoco les interesamos; y mucho menos, a los europeos o gringos.   Los latinos tenemos que saber que ESTAMOS SOLOS, y que solo nosotros podemos realizar la tarea de enfilarnos hacia un mejor mundo.   No es fácil, pero no es imposible.   Lo primero que tenemos que hacer es aprender a DISCERNIR entre toda la cháchara con la que nos han adoctrinado en forma permanente y masiva desde siempre.  Debemos focalizar nuestra atención en el origen de toda propaganda y adivinar quiénes están detrás de ella y cuáles son sus beneficiarios.  A quiénes les conviene que las cosas NUNCA cambien; como era el sueño de los nobles antes de la Revolución francesa.  O de los sureños en USA.
Nuestro problema NO es de ideologías sino de supervivencia, por lo tanto, no podemos perder el tiempo en discusiones o actitudes de tipo político.   Nadie puede NI DEBE ser fiel a la democracia con HAMBRE.   Tampoco se puede ser leal a las revoluciones de opereta que abundan en nuestro continente solo por llevarle la contraria a los yanquis… y seguir con hambre y sin justicia.   Las ideologías son para los que tienen la panza bien llena, tocan violín, van a conciertos y discuten si Platón era comunista o fascista.  
            En la Revolución Latina NO SE TRATA de cambiar de AMO.   La solución no es cambiar de tiranía o signo ideológico.  Eso es pura mierda que a nada nos conduce.  Sobran ejemplos de ese desperdicio de tiempo, esfuerzo, ilusiones y vidas.   Si con hacernos comunistas pasáramos a ser países desarrollados y del primer mundo, yo sería el primer en abrazar el marxismo y adorar a Lenin, Stalin y toda la hueste de dioses del panteón socialista.   Pero todos sabemos que eso es una pérdida de tiempo.  Son modelos inútiles que a nada conducen en un mundo en donde todo es cuestión monetaria y de recursos materiales.  Tampoco el “capitalismo criollo” es nuestra solución, pues tenemos casi un siglo de imposición “capitalista” y seguimos hechos leña.   Ese es el juego de ellos, en el que hemos caído tontamente, como comparsas.  Esa “política de las ideologías” solo ha traído beneficios A LAS OLIGARQUÍAS, pues ellas sí han gozado de todas las ventajas de ese sistema al cual nos han hecho adorar como la salida a todos los problemas del mundo.  Esa tampoco es la respuesta para los latinos.  Elegir la ruta correcta es la tarea y obligación de nuestros líderes.   Pero eso es demasiada responsabilidad para seres humanos solitarios; ellos deben contar con el apoyo de todos los hombres y mujeres de este continente.   Pero NO los debemos dejar solos: tenemos que vigilarlos, ayudarlos y, si es necesario, relevarlos del cargo cuando sean débiles o quieran plegarse al antiguo sistema.                          
La DEMOCRACIA tiene que ser redefinida en la América Latina.  Y así será.  Cuando los hombres y mujeres de esta parte de la tierra entendamos que “YO soy la Democracia”, estaremos empezando a hollar el sendero que nos habrá de conducir a la ruta del progreso y el bienestar económico, bases materiales de la felicidad.  Cuando asimilemos la idea de que solo YO puedo decidir qué es lo que me conviene (y ponerlo en práctica), estaremos cambiando a nuestra sociedad.  Cuando tengamos el valor de NO ACEPTAR que otros decidan por nosotros, estaremos en camino a la libertad de consciencia.  Cuando nuestra opinión o voto NO esté condicionado por la tradición o la propaganda, empezaremos a entender lo que es la libertad de expresión y acción.   Cuando los PARTIDOS (instrumentos serviles de las Oligarquías) NO decidan por nosotros quién debe ser el CANDIDATO, habremos logrado la verdadera participación democrática.   Cuando esa actitud florezca en nuestros pueblos, las Argollas entenderán que la “democracia dócil” que han fomentado, puede convertirse en un arma de doble filo.   Ya pasó en Bolivia y los tiene asustados.  También en Venezuela y Ecuador.  El efecto dominó podría extenderse por todas nuestras tierras, y aunque sus logros hasta ahora sean mínimos, han servido para indicar el camino y decirnos: con voluntad y decisión TODO ES POSIBLE.   La Bestia Oligárquica chilla desconsolada por toda la cordillera.
            Solo los pueblos de la América Latina tienen la respuesta.   Pero los pueblos no son más que la expresión exponencial de lo que YO SOY.   Soy YO quien toma la decisión de lo que quiero que sea mi Gran Patria Americana.   Cuando YO logre descifrar en juego de mis enemigos, empezará la solución definitiva.
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.      E-mail:  rhizaguirre@gmail.com
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