590 “LA
CHISPA”
Lema: “En la
indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA
Es
necesario entender bien una cosa: los
gobiernos en la América Latina están en manos de las Oligarquías o sus lacayos
y NUNCA harán nada que convenga a los pueblos. Esa es la regla, con dos o tres excepciones,
como de costumbre. El esquema es el
mismo desde la Colonia: una minoría de cabrones que son los dueños de todo lo
que vale la pena. Y en la acera de
enfrente, las grandes masas de muertos de hambre sin esperanza alguna. Viviendo
en un continente enorme, no tienen ni el mísero espacio para ser enterrados. En países que “nadan” en petróleo y otras
riquezas, la pobreza es el signo ominoso que rige a estas sociedades carentes
de todo. Entonces ¿qué camino nos queda? Parece que ninguno, pues mientras los pueblos
en su indolencia congénita o adquirida sigan soñando que la abundancia les va a
caer del cielo, seguiremos jodidos. El
bienestar NO VENDRÁ de los gobiernos
tradicionales, pues estos son la representación de la clase expoliadora que
siempre ha hecho lo mismo: robar.
Tampoco vendrá del Norte, de Europa, Japón o China.
La Gran Revolución Latina deberá nacer
en el corazón y actitud de cada hombre y mujer de estas tierras; pero deberá
ser con total independencia de ideologías, partidos políticos, religiones o
directrices externas. Lo he dicho desde
hace mucho: los de afuera, solo nos ven
como una presa. Nadie nos va a
ayudar gratuitamente, pues a nadie le interesamos como seres humanos. Cada uno de nosotros DEBE ser un revolucionario en su campo, cualquier cosa que
haga. Un analista, un crítico; pero un
crítico activista que participe en los cambios que se necesitan. Es hora de dejar esa actitud infantil de
creer o esperar que estos vendrán de afuera… de los otros… Que otros están
preocupados por nuestra mejoría y superior forma de vida. Eso es como creer que Dios nos va a llevar,
por arte de magia, a ser primermundistas.
El cambio lo tenemos que hacer
nosotros, porque solo nosotros somos los afectados. Así como nos importa un chayote cómo les
vaya a los africanos, árabes o “chinos”, a ellos tampoco les interesamos; y
mucho menos, a los europeos o gringos. Los latinos tenemos que saber que ESTAMOS
SOLOS, y que solo nosotros podemos realizar la tarea de enfilarnos
hacia un mejor mundo. No es fácil, pero no es imposible. Lo primero que tenemos que hacer es aprender
a DISCERNIR entre toda la cháchara con
la que nos han adoctrinado en forma permanente y masiva desde siempre. Debemos focalizar nuestra atención en el
origen de toda propaganda y adivinar quiénes están detrás de ella y cuáles son
sus beneficiarios. A quiénes les
conviene que las cosas NUNCA
cambien; como era el sueño de los nobles antes de la Revolución francesa. O de los sureños en USA.
Nuestro problema NO es de ideologías sino de
supervivencia, por lo tanto, no podemos perder el tiempo en discusiones o
actitudes de tipo político. Nadie puede NI DEBE ser fiel a la
democracia con HAMBRE. Tampoco se
puede ser leal a las revoluciones de opereta que abundan en nuestro continente
solo por llevarle la contraria a los yanquis… y seguir con hambre y sin justicia.
Las ideologías son para los que
tienen la panza bien llena, tocan violín, van a conciertos y discuten si Platón
era comunista o fascista.
En
la Revolución Latina NO SE TRATA de
cambiar de AMO. La solución no es cambiar de tiranía o signo
ideológico. Eso es pura mierda que a nada nos conduce. Sobran ejemplos de ese desperdicio de tiempo,
esfuerzo, ilusiones y vidas. Si con
hacernos comunistas pasáramos a ser países desarrollados y del primer mundo, yo
sería el primer en abrazar el marxismo y adorar a Lenin, Stalin y toda la hueste
de dioses del panteón socialista. Pero todos sabemos que eso es una pérdida
de tiempo. Son modelos inútiles que
a nada conducen en un mundo en donde todo es cuestión monetaria y de recursos
materiales. Tampoco el “capitalismo
criollo” es nuestra solución, pues tenemos casi
un siglo de imposición “capitalista”
y seguimos hechos leña. Ese es el juego
de ellos, en el que hemos caído tontamente, como comparsas. Esa “política
de las ideologías” solo ha traído
beneficios A LAS OLIGARQUÍAS, pues ellas
sí han gozado de todas las ventajas de ese sistema al cual nos han hecho adorar
como la salida a todos los problemas
del mundo. Esa tampoco es la respuesta
para los latinos. Elegir la ruta correcta es la tarea y obligación de nuestros líderes. Pero eso es demasiada responsabilidad para
seres humanos solitarios; ellos deben contar con el apoyo de todos los hombres
y mujeres de este continente. Pero NO los debemos dejar solos: tenemos que
vigilarlos, ayudarlos y, si es necesario, relevarlos del cargo cuando sean
débiles o quieran plegarse al antiguo sistema.
La DEMOCRACIA tiene que ser redefinida en la América Latina.
Y así será. Cuando los hombres y
mujeres de esta parte de la tierra entendamos que “YO soy la Democracia”, estaremos empezando a hollar el sendero que
nos habrá de conducir a la ruta del progreso y el bienestar económico, bases
materiales de la felicidad. Cuando asimilemos
la idea de que solo YO puedo decidir
qué es lo que me conviene (y ponerlo en práctica), estaremos cambiando a nuestra
sociedad. Cuando tengamos el valor de NO ACEPTAR que otros decidan por
nosotros, estaremos en camino a la libertad de consciencia. Cuando nuestra opinión o voto NO esté condicionado por la tradición
o la propaganda, empezaremos a entender lo que es la libertad de expresión
y acción. Cuando los PARTIDOS (instrumentos serviles de las
Oligarquías) NO decidan por nosotros
quién debe ser el CANDIDATO,
habremos logrado la verdadera participación democrática. Cuando esa actitud florezca en nuestros pueblos,
las Argollas entenderán que la “democracia
dócil” que han fomentado, puede convertirse en un arma de doble filo. Ya
pasó en Bolivia y los tiene asustados.
También en Venezuela y Ecuador. El
efecto dominó podría extenderse por todas nuestras tierras, y aunque sus logros
hasta ahora sean mínimos, han servido para indicar el camino y decirnos: con voluntad y decisión TODO ES POSIBLE. La Bestia Oligárquica chilla desconsolada por
toda la cordillera.
Solo
los pueblos de la América Latina tienen la respuesta. Pero
los pueblos no son más que la expresión exponencial de lo que YO SOY. Soy YO
quien toma la decisión de lo que quiero que sea mi Gran Patria Americana. Cuando YO
logre descifrar en juego de mis enemigos, empezará la solución definitiva.
Fraternalmente
Ricardo
Izaguirre S. E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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