742 “LA
CHISPA”
Lema: “En la
indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿HAY CRISIS DE VERDAD?
Ante
cualquier campaña publicitaria, de lo que sea, el ciudadano debe ser crítico (sospechosista), pues casi todo lo que
sale en los medios pagados, tiene algún interés para alguien. Nadie saca un aviso en la prensa o tele para
educar o advertir sino para obtener beneficios.
Eso no admite discusión alguna, ya se trate de comerciantes o políticos. De escala nacional o global, el objetivo es
el mismo: obtener ganancias del proceso de persuasión que se haga; y cuanto más
masivo, mayores entradas. Sea lo que
sea, detrás de todo esfuerzo por engatusarnos solo hay una meta: vendernos algo. Pueden disimularla con lo que sea, lenguaje,
formas, colores, intenciones o promesas, pero si observamos con cuidado y sin
pasión, SIEMPRE descubriremos la
verdadera finalidad: ganar dinero. Si simplificamos los componentes, todo se
reduce a una sencilla fórmula: crear
miedo para obtener clientes y vender más caro. Ya se trate de una guerra, de falta de
alimentos y medicinas, de productos o de plagas mundiales como la AH1N1.
De carencia de petróleo y sus derivados.
En síntesis: de CRISIS. (Chiste político: “No preocupa la economía del pueblo”).
Antes
era muy difícil lograrlo porque no había los medios de comunicación necesarios
para enterar a todo el mundo acerca de determinado asunto. Pero ahora en cuestión de segundos, cualquier
plan que se les ocurra a los grandes comerciantes, puede ser del conocimiento
de toda la humanidad. Se puede crear una
crisis mundial en pocas horas, pues solo es cuestión de poseer el capital
necesario para poner en acción a las cadenas de radio, televisión y periódicos
que, para dicha de ellos, son entes en manos de unos pocos dueños siempre
dispuestos a cualquier fechoría con tal de hacer dinero. Los medios conocen todo sobre el morbo de la
gente, sobre la sicología de las masas y todas esas cosas que conducen a las
histerias colectivas que producen tantas ganancias. El invento y manejo de las CRISIS es una arte de la última mitad
del siglo pasado, y la Guerra Fría fue la máxima expresión de
esa tecnología que llevó trillones de dólares a los bolsillos de los
comerciantes, pues un mundo sin crisis es muy aburrido y poco productivo para estos.
Así que cuando descubrieron el potencial
económico de estas, se disparó y refinó la tecnología para hacerlas naturales
y creíbles para el público. ¿¡Qué fue lo que NO SE VENDIÓ durante la
guerra fría para la supervivencia de la población civil de USA!? Imposible
cuantificarlo.
Dado
el éxito de las CRISIS en Estados
Unidos, había que “globalizar” la idea, y de ahí nacieron esos periódicos thrillers
con los que nos sacuden cada vez que las finanzas de algunos de los grandes
sectores productivos de la industria andan mal.
Si la empresa petrolera está estancada, se hacen guerras en el Golfo,
Israel ataca a sus vecinos, se invade Irak, se promueve la guerra en la América
Latina, se financian grupos revolucionarios y contrarrevolucionarios; se dan
golpes de estado, se corren bolas y, sobre todo, se pagan millares de
periodistas y escritores sabihondos (con
careta de neutrales) para que opinen y
dicten líneas generales de pensamiento al servicio disimulado de los intereses
de quienes les pagan. Crear CRISIS es un arte y un negocio, pero
también una ciencia que debe ser muy bien manipulada, porque si no, se puede
caer en el ridículo y dejar al descubierto la mascarada. Al menos para la gente que piensa. Aunque, claro está, que la opinión de estos
carece de importancia alguna para los manipuladores de las crisis. Estas se imponen a redoble de tambor sobre
las masas desprovistas de juicio y susceptibles al miedo que precede y envuelve
a estas, como la de la fiebre chanchuna
(AH1N1). (Estribillo electorero: “Nos preocupa
la crisis”)
El
miedo es el elemento vital sobre el
cual se asientan las crisis que disparan los índices de consumo, precios,
ventas, acaparamientos y todos los componentes de estos fenómenos
financieros. Incluso se obtienen
ventajas adicionales en el campo laboral, pues los obreros aceptan la reducción
de salarios con tal de no quedarse sin trabajo.
Con tal de colaborar con el “esfuerzo nacional de supervivencia” los
pueblos admiten todo tipo de abusos de parte del comercio. La
CRISIS es la época florida para los mercaderes. Y con ese subterfugio, los intermediarios
les pagan mucho menos a los pequeños productores de alimentos que, con el mismo
pretexto, se venden a precios abusivos en los mercados. ¡Viva
la crisis! En Estados Unidos, donde
más de cien millones de personas viven de la industria bélica, todas las crisis de guerra son bienvenidas. Si la industria farmacéutica anda mal, se
inventan las pandemias de lo que sea.
Mientras la gente no analice este mecanismo y se haga víctima del miedo,
el negocio de las crisis seguirá en aumento.
Este negocio involucra a TODOS
los gobiernos del mundo pues, al fin y al cabo, todo se trata de business. Sin embargo, como es una ciencia, también
dominan la técnica para saber hasta dónde las llevan. Suben y suben el precio del petróleo, pero
cuando ven que la gente va a reventar, de repente lo empiezan a
reducir hasta niveles tolerables.
Ya se están delineando las futuras
crisis que entrarán en acción cuando finalicen las actuales. Pronto se desarrollará una tecnología para
combatir el calentamiento global a nivel familiar. También nos vendrá una enorme CRISIS acuífera que talvez alcance
niveles terroríficos. Y a raíz de ella,
vendrán guerras y otras plagas inventadas por las farmacéuticas, que crearán
verdaderos ríos de oro hacia los grandes centros del capital mundial. Aparecerán otros Bin Ladden y otras Al
Qaeda. O los inventarán. Los que controlan el Poder NO QUIEREN NI LA PAZ NI LA TRANQUILIDAD pues
en estas NO HAY GANANCIAS. Y eso no es
bueno. Aquellos tiempos cuando el azúcar
valía 55 céntimos la libra, año tras
año, tras año, no son buenos para los
comerciantes. En un sistema
capitalista desbocado, en donde todos los días les suben los precios a todo, a
capricho del comercio y con la complacencia del gobierno, tal estabilidad los
llena de terror. Es por eso que hemos
entrado al MILENIO DE LAS CRISIS,
las cuales NO se detendrán sino
hasta que los pueblos tengan la suficiente consciencia no solo para enterarse
de la maniobra, sino el poder para ponerle freno a esos abusos del
capital. ¿Hay crisis de verdad? Seguramente que NO, pero como los comerciantes ya probaron la miel de
este sistema, es posible que apenas estemos en el principio de una Era Dorada
para ellos.
Crisisescamente (¿Qué cree
usted?) (¿Qué cree que creen en su
país?) Ricardo Izaguirre S. E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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