martes, 3 de enero de 2012

742 ¿Hay crisis de verdad?


742     “LA CHISPA                     
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿HAY CRISIS DE VERDAD?
            Ante cualquier campaña publicitaria, de lo que sea, el ciudadano debe ser crítico (sospechosista), pues casi todo lo que sale en los medios pagados, tiene algún interés para alguien.  Nadie saca un aviso en la prensa o tele para educar o advertir sino para obtener beneficios.  Eso no admite discusión alguna, ya se trate de comerciantes o políticos.  De escala nacional o global, el objetivo es el mismo: obtener ganancias del proceso de persuasión que se haga; y cuanto más masivo, mayores entradas.  Sea lo que sea, detrás de todo esfuerzo por engatusarnos solo hay una meta: vendernos algo.  Pueden disimularla con lo que sea, lenguaje, formas, colores, intenciones o promesas, pero si observamos con cuidado y sin pasión, SIEMPRE descubriremos la verdadera finalidad: ganar dinero.  Si simplificamos los componentes, todo se reduce a una sencilla fórmula: crear miedo para obtener clientes y vender más caro.  Ya se trate de una guerra, de falta de alimentos y medicinas, de productos o de plagas mundiales como la AH1N1.  De carencia de petróleo y sus derivados.  En síntesis: de CRISIS.                                                         (Chiste político: “No preocupa la economía del pueblo”).
            Antes era muy difícil lograrlo porque no había los medios de comunicación necesarios para enterar a todo el mundo acerca de determinado asunto.  Pero ahora en cuestión de segundos, cualquier plan que se les ocurra a los grandes comerciantes, puede ser del conocimiento de toda la humanidad.  Se puede crear una crisis mundial en pocas horas, pues solo es cuestión de poseer el capital necesario para poner en acción a las cadenas de radio, televisión y periódicos que, para dicha de ellos, son entes en manos de unos pocos dueños siempre dispuestos a cualquier fechoría con tal de hacer dinero.  Los medios conocen todo sobre el morbo de la gente, sobre la sicología de las masas y todas esas cosas que conducen a las histerias colectivas que producen tantas ganancias.  El invento y manejo de las CRISIS es una arte de la última mitad del siglo pasado, y  la Guerra Fría fue la máxima expresión de esa tecnología que llevó trillones de dólares a los bolsillos de los comerciantes, pues un mundo sin crisis es muy aburrido y poco productivo para estos.  Así que cuando descubrieron el potencial económico de estas, se disparó y refinó la tecnología para hacerlas naturales y creíbles para el público.  ¿¡Qué fue lo que NO SE VENDIÓ durante la guerra fría para la supervivencia de la población civil de USA!?    Imposible cuantificarlo.
            Dado el éxito de las CRISIS en Estados Unidos, había que “globalizar” la idea, y de ahí nacieron esos periódicos thrillers con los que nos sacuden cada vez que las finanzas de algunos de los grandes sectores productivos de la industria andan mal.  Si la empresa petrolera está estancada, se hacen guerras en el Golfo, Israel ataca a sus vecinos, se invade Irak, se promueve la guerra en la América Latina, se financian grupos revolucionarios y contrarrevolucionarios; se dan golpes de estado, se corren bolas y, sobre todo, se pagan millares de periodistas y escritores sabihondos (con careta de neutrales) para que opinen y dicten líneas generales de pensamiento al servicio disimulado de los intereses de quienes les pagan.  Crear CRISIS es un arte y un negocio, pero también una ciencia que debe ser muy bien manipulada, porque si no, se puede caer en el ridículo y dejar al descubierto la mascarada.  Al menos para la gente que piensa.  Aunque, claro está, que la opinión de estos carece de importancia alguna para los manipuladores de las crisis.   Estas se imponen a redoble de tambor sobre las masas desprovistas de juicio y susceptibles al miedo que precede y envuelve a estas,  como la de la fiebre chanchuna (AH1N1).                        (Estribillo electorero: “Nos preocupa la crisis”)
            El miedo es el elemento vital sobre el cual se asientan las crisis que disparan los índices de consumo, precios, ventas, acaparamientos y todos los componentes de estos fenómenos financieros.  Incluso se obtienen ventajas adicionales en el campo laboral, pues los obreros aceptan la reducción de salarios con tal de no quedarse sin trabajo.  Con tal de colaborar con el “esfuerzo nacional de supervivencia” los pueblos admiten todo tipo de abusos de parte del comercio.  La CRISIS es la época florida para los mercaderes.   Y con ese subterfugio, los intermediarios les pagan mucho menos a los pequeños productores de alimentos que, con el mismo pretexto, se venden a precios abusivos en los mercados.  ¡Viva la crisis!  En Estados Unidos, donde más de cien millones de personas viven de la industria bélica, todas las crisis de guerra son bienvenidas.  Si la industria farmacéutica anda mal, se inventan las pandemias de lo que sea.   Mientras la gente no analice este mecanismo y se haga víctima del miedo, el negocio de las crisis seguirá en aumento.   Este negocio involucra a TODOS los gobiernos del mundo pues, al fin y al cabo, todo se trata de business.  Sin embargo, como es una ciencia, también dominan la técnica para saber hasta dónde las llevan.  Suben y suben el precio del petróleo, pero cuando ven que la gente va a reventar, de repente lo empiezan a reducir hasta niveles tolerables. 
             Ya se están delineando las futuras crisis que entrarán en acción cuando finalicen las actuales.  Pronto se desarrollará una tecnología para combatir el calentamiento global a nivel familiar.  También nos vendrá una enorme CRISIS acuífera que talvez alcance niveles terroríficos.   Y a raíz de ella, vendrán guerras y otras plagas inventadas por las farmacéuticas, que crearán verdaderos ríos de oro hacia los grandes centros del capital mundial.  Aparecerán otros Bin Ladden y otras Al Qaeda.  O los inventarán.  Los que controlan el Poder NO QUIEREN NI LA PAZ NI LA TRANQUILIDAD pues en estas NO HAY GANANCIAS.  Y eso no es bueno.  Aquellos tiempos cuando el azúcar valía 55 céntimos la libra, año tras año, tras año, no son buenos para los comerciantes.  En un sistema capitalista desbocado, en donde todos los días les suben los precios a todo, a capricho del comercio y con la complacencia del gobierno, tal estabilidad los llena de terror.  Es por eso que hemos entrado al MILENIO DE LAS CRISIS, las cuales NO se detendrán sino hasta que los pueblos tengan la suficiente consciencia no solo para enterarse de la maniobra, sino el poder para ponerle freno a esos abusos del capital.  ¿Hay crisis de verdad?    Seguramente que NO, pero como los comerciantes ya probaron la miel de este sistema, es posible que apenas estemos en el principio de una Era Dorada para ellos. 
            Crisisescamente             (¿Qué cree usted?)   (¿Qué cree que creen en su país?)                                             Ricardo Izaguirre S.              E-mail: rhizaguirre@gmail.com
PUBLICIDAD: Les recomiendo la lectura de mi libro “EL ANÁLISIS”, de venta en la Universal, Aristos, Barrabás, Juricentro y casi todas las buenas librerías del país.
           

No hay comentarios:

Publicar un comentario