jueves, 5 de mayo de 2011

925 Mañana no existe


925      “LA CHISPA       (1 de mayo 2011)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
MAÑANA NO EXISTE          (Notita dominical)
            Es técnicamente menos existente que el pasado, pues mientras este nos depara recuerdos, el mañana solo es una suposición.  Es bueno tenerlo en cuenta, pero NO debemos sustentar nuestras vidas en él.  No debemos planear a largo plazo ni subordinar nuestra existencia y la de nuestras familias a una especie de albur que talvez nunca se llegue a dar.  No vivamos nuestras vidas en un espacio inexistente ni privemos a los nuestros de los goces cotidianos, diminutos y triviales del HOY.  Esto es lo único con lo que realmente contamos, pues lo más probable es que ese “gran día”, esa gran fiesta o suceso NUNCA se produzcan.  O talvez ya carezca de interés para todos cuando se realice, incluso para usted.  La vida es hoy, no mañana.   Y a pesar de esta gran verdad, casi todos vivimos con los pies y la mente en un futuro, privándonos y privando a los que nos rodean, del placer de nuestra presencia.  La vida de los sujetos ordinarios NO se compone de grandes acontecimientos; es más, ni siquiera la de las personas importantes.  Pero la distorsión que nos ha producido la escuela y la religión, nos hace creer que es probable, casi seguro si tenemos fe, que nuestra rutina diaria se puede llenar de milagros y cosas extraordinarias, lo cual es falso para la mayoría de la gente. 
            Las religiones nos han llenado la cabeza de fantasías absurdas que, en muchos casos, hacen que las personas lleguen a sentir menosprecio por sus propias vidas (lo único que tienen), en aras de una hipotética y problemática vida en el más allá.  Hay tantos que creen que la felicidad solo se encuentra en el cielo, y por eso descuidan la realidad que los rodea; van por la vida como autómatas, negándose el derecho a ser felices ahora porque todo lo han diferido para “el mañana”, aquí o en el paraíso.  Pero el “vacilón” es aquí y AHORA.  Estrene hoy esa camisa o zapatos que compró ayer, sin importar que no sea una fecha pomposa.  Señora, muchacha, no espere su cumpleaños o aniversario de bodas para ponerse ese delicioso perfume que esconde en el ropero desde hace meses.  Póngase esa negligé tan sensual que guarda en la gaveta y déle rienda suelta a su imaginación.  Embadúrnese esa crema y póngase tan sensual como si esta fuera la primera noche… o la última.   Sea usted quien tome la decisión de hacer especial cualquier día de su vida, ya que después de todo, todos los días son ESPECIALES.  No tiene que ser una fecha grandiosa para que usted celebre la vida.  No espere al “Día de la Madre” para decirle a su vieja cuánto la quiere; o el día de los enamorados para expresarle a su pareja cuánto la aprecia.  Los días del niño son todos; los de la familia también, los del hermano, del amigo, del vecino, son todos.  No espere a llegar al cielo para hacerle saber a todos cuánto los quiere y cuánto se preocupa porque sean felices.  El afecto es lo único que NUNCA está demás, pero hay que manifestarlo.  
            Convierta todos los días en una Navidad.  Déle a su mujer cualquier cosita todos los días; un lápiz labial de esos que venden en las tiendas chinas.  ¿Qué tono o color?  A usted qué le importa.  Que sea rojo o morado.  Lo que cuenta es que se lo dé, y lo que ella haga con él, no es asunto suyo.  Lo que vale es que usted le demuestre que ella está en su mente y que a usted le preocupa agradarla, sin importar que sea con una baratija.  No tiene que obsequiarle el diamante Hope, el Cullinan o el Kohinoor  para hacerla sentirse bien.  Que usted la considera y que piensa en ella.  Las cosas NO tienen que ser grandiosas sino sinceras y llenas de amor, cotidianas y frecuentes, aunque solo sean minucias engrandecidas por el cariño.
            Dígales a los suyos cuánto los quiere, todos los días, sin importar que lo crean majadero o loco; no espere a mañana porque puede ser que este no llegue, al menos para usted.  Recuerde que la gente no se cansa de ser querida; talvez no sepan cómo agradecerlo, pero podemos estar seguros de que el amor es una semilla que producirá frutos deleitables.  Sabernos amados es la mayor satisfacción del mundo, y esta solo es superada por la sensación de amar.  No busquemos ocasiones “especiales” ni días específicos para demostrar nuestro afecto a todos, a TODOS, pues hasta las personas más díscolas y hurañas caen víctimas del embrujo del cariño.  No aguante hasta el domingo para ser el papá que juega con sus hijos; no espere hasta el día de pago para llevar a su mujer a comer a un sitio caro.  No importa el día que sea, llévela al Mercado a comerse un pinto con carne mechada o pollo en salsa, con natilla, tortillas y café.  ¡No importa que sea un pinche miércoles!  Cualquier día es bueno… todos son buenos.  Y aunque ahora el Mercado es más caro que muchos restaurantes de lujo, el sabor que tiene la comida se ve mejorado por la magia del entorno, la calidez de la gente y el encanto de lo sorpresivo.   Y lo mejor de todo: NO hay que lavar los trastos.
            El amor silencioso y sin manifestaciones cuantificables es casi tan inútil como el desamor.   Es seguro que usted sabe cuánto ama a los suyos, pero ¿lo saben ellos, lo sienten?  ¿Se los ha dicho, se los ha demostrado de alguna manera que no deje lugar a dudas?  Si no lo ha hecho, hágalo ahora, NO espere a mañana porque este NO EXISTE.  Es solo una teoría, un deseo, una irrealidad.  Haga que con su sola presencia, sientan cuánto los quiere; no los deje sentir que son una pesadilla económica.  Tampoco los abrume con sus lloriqueos, quejas e impertinencias; al contrario, demuéstreles que se puede ser feliz a pesar de todo… todos los días.  No existe nada más molesto que una persona que rezonga por todo, que encuentra peros a todo y que nada le satisface; o aquel que no tiene tiempo para nada porque vive inmerso en el futuro, en una dimensión ficticia, mientras le niega a los suyos el regalo de la presencia total.  No cambie la realidad del presente por la quimera del porvenir.  No ignore la riqueza cotidiana de las pequeñas pinceladas de la vida, solo porque anda en busca de los grandes sucesos de un futuro que, para usted, puede no existir.
            La Vida solo tiene un propósito: vivirla.  Todo lo demás es accesorio, aunque son los condimentos que determinan la calidad de la existencia que escogemos.  Somos libres para ser felices o aburridos y aburridores.  Podemos ser la chispa de la alegría para los demás, o convertirnos en unos amargados con los que nadie quiere tratar.  Todo depende de nosotros, pero se debe empezar HOY, EN EL MISMO MOMENTO de leer esta nota.  La felicidad es una elección que está por encima de todo.                (¿Qué piensan ustedes?)
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.                    E-mail: rhizaguirre@gmail.com
Blogs:      La Chispa      http://lachispa2010.blogspot.com/   con link a       Librería en Red
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