sábado, 26 de mayo de 2012

966 Lenguaje simbólico


966    “LA CHISPA          15 mayo 2012
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LENGUAJE SIMBÓLICO     
         Por más que hayamos refinado el lenguaje en busca de una forma de expresión clara, este sigue siendo confuso y con significado diferente según las experiencias, cultura y carácter de las personas.  Es para paliar eso que cada idioma debe ser breve, conciso y lo más simple posible para que llegue a adquirir una validez simbólica e inequívoca.  Pero para que esto sea posible en la mayor medida, es necesario que las herramientas de comunicación sean lo más sencillas posible.  La grafía, como medio de preservación y testimonio de la palabra, tiene que ser diseñada para simplificar la transmisión del pensamiento, y no debe prestarse para la interpretación personal, la cual depende de las muchas variables e intereses que tenga cada individuo.  Una escritura compleja resulta un estorbo; demasiadas reglas en la expresión, también entorpecen el intercambio.  Es bueno que haya un conjunto básico de preceptos que sirvan de guía, pero solo para mejorar y hacer más eficiente la COMUNICACIÓN.  Sin embargo, esas normas deben ser casi invisibles, pues en eso consiste una gramática eficiente, en difuminarse en el interés primordial del habla. El problema surge cuando los elementos que solo deben servir de apoyo, adquieren papel protagónico a tal grado que todo el esfuerzo se centra en estos utensilios que llenan de trampas la expresión escrita.
         Si en el intento de conectarnos, la complejidad de los sonidos o la maraña gramatical y ortográfica se convierten en el punto focal, se desdibuja el objetivo único de todo idioma: ponernos en contacto. Claro que en esto hay mil imponderables que siempre producen errores de interpretación entre el emisor y el receptor; pero para vadear esa dificultad inherente a todo lenguaje, las causas de problemas deben ser reducidas al máximo mediante la simplificación.  Eso es lo que se hace en el mundo de la cibernética y en la propuesta del Ameriñol.  Tanta regla y norma solo obscurece el panorama y no ayuda en nada. 
Y en el habla NUNCA se debe perder de vista el simbolismo, esto es, el significado emocional que los vocablos tienen para cada uno de nosotros. Vean que NO se trata del valor lógico de estos sino del emocional.  Y este varía según las experiencias de cada uno.  El término AMOR, aparentemente unívoco, puede tener diversas significaciones según la emotividad de cada uno.  Es por eso que la SENCILLEZ es necesaria en toda forma de expresión (oral y escrita), porque incluso en los conceptos más simples y conocidos, es posible la mala interpretación que oscurece el vidrio y dificulta el entendimiento.  Cuando los instrumentos de contacto son demasiado complejos y engorrosos, se convierten en un lastre que demanda demasiado esfuerzo del usuario, a tal punto que, por cuidarse de la corrección de la forma, olvida o descuida el objetivo primordial de estos: la claridad en la transmisión de las ideas.
         Los “idiomas” cibernéticos se están adelantando al oral, debido al enfoque científico que hacen de la simbología; en los ordenadores NO se toma en cuenta la vanidad de nadie, las viejas querencias ni las reglas gramaticales, sino que toda la atención se fija en la rapidez y exactitud del lenguaje.  Todo se ajusta a la meta.  Incluso se ha inventado un vocabulario que se aplica sin respeto alguno por las “normas gramaticales”: chatear, zapinear, accesar son vocablos que tienen un significado preciso e inequívoco, aunque sean barbarismos según las Academias.   Pero son de utilidad extraordinaria y de practicidad inigualable, ya que sin importar las cuestiones formales, se concentran en el objetivo de toda forma de expresión: ENTENDERNOS.  Aunque nos desagrade (por acato ciego de la tradición), todos sabemos qué significa “zapinear”, híbrido horrendo, pero que no tiene un equivalente en español, porque la ortodoxia no lo acepta y nunca lo hará.  El “gramaticalismo” nos convierte en delincuentes cuando usamos el ordenador.  Pero la practicidad de la cibernética es un atractivo irresistible.
         Toda la ciencia  apunta hacia la simplificación, y para eso, necesita un método simbólico inequívoco y rápido, sin políticos del idioma, sin asambleas legislativas de la lengua.  La idea es que dentro de muy poco, sea posible insertar monstruosas cantidades de información en un pequeño paquete electrónico, sin trabas ni reglas gramaticales que puedan entorpecer la marcha victoriosa y aplastante del imparable 010101.
        Ese es también el objetivo del Ameriñol: simplificar la comunicación en nuestro idioma.  Independizarnos del tutelaje hispano y lograr el desarrollo sin quedarnos enredados en un reglamentarismo anacrónico, que demanda para que utilicemos el español “correctamente”, por lo menos 20 años de estudio con dedicación plena.  Y los latinos NO TENEMOS tanto tiempo para desperdiciar.  Esa es la propuesta lógica de “El Ameriñol”, el atajo que debemos tomar para alcanzar, a la brevedad posible, el gran objetivo de la EDUCACIÓN.  Pero mientras la escuela persista en hacernos escribir Zapato, estaremos jodidos.  Quedaremos trabados en una tarea absurda e interminable; pero lo que es peor: sin valor alguno que compense el sacrificio.  El Ameriñol nos ofrece la salida fácil y práctica a un problema estúpido que nos han impuesto durante 500 años.
         “Zapinescamente”             
                                            Ricardo Izaguirre S-
 (Utilice el Ameriñol, es de lo más fácil)
                                      
Blog “LA CHISPA”                  http://lachispa2010.blogspot.com/


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