jueves, 1 de marzo de 2012

479 ¿Qué podemos hacer para mejorar como pueblos?

479   LA CHISPA  

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORAR COMO PUEBLOS?

            ORGANIZARNOS.  Siempre ha habido y habrá Oligarquías.  Siempre habrá gente más “lista”.  Siempre habrá grupos ordenados y más vivos.  Siempre habrá minorías estructuradas y coludidas contra los pueblos.  Entonces, ¿cuál es la posibilidad de que estos puedan librarse de esas tiranías?  Muy simple: copiar su modus operandi y ponerlo en práctica.  Pero eso no es fácil.  Demanda disposición, estudio y aprendizaje, lo que implica observación metódica de todos los procedimientos; luego viene la ORGANIZACIÓN, pues sin esta no hay posibilidad alguna.  Y talvez este punto sea el más difícil ya que requiere que las personas renuncien a parte de su individualidad o el deseo de “hacer las cosas como a mí me da la gana”.  Pero ese método no nos lleva a parte alguna.  La articulación en un todo implica limitaciones a la personalidad, y eso es lo más difícil de entender y poner en práctica, pero es la única vía.  Coligarse es aceptar la prevalencia de la MANADA sobre los individuos.  Esa es la fuerza de los sindicatos, las asociaciones laborales o de gremios profesionales; de comerciantes, de cámaras y de todos aquellos colectivos que obtienen ventajas por la fuerza de la unión.  Si yo no pago la luz, me la cortan; pero si todo el barrio no lo hace, viene la Prensa y los delegados del Gobierno y Fuerza y Luz a ver qué pasa. ¿No es cierto?  Si el comercio abusa en el precio de un producto, este no se compra.  Pero para que eso suceda, DEBE HABER organización.
            La lucha social NO es cuestión de eliminar grupos o minorías poderosas, sino de aprender sus métodos, PONERLOS EN PRÁCTICA y mejorarlos.  Así se nulifican las ventajas que estas tienen sobre las masas desorganizadas.  ¿Por qué creen que “cuatro gatos” autobuseros les llevan la delantera a cientos de miles de usuarios?   Si alguien cree que los judíos forman una minoría que debe ser eliminada, está perdido, pues ni siquiera Hitler con todo su poderío pudo hacerlo.  ¿Y por qué?  Porque esta gente está bien ORGANIZADA, desde las células citadinas, hasta las grandes asociaciones por país; y desde ahí, al internacionalismo, al Gran Kahal.  Están organizados mundialmente. Y nosotros no podemos hacerlo ni siquiera en un barrio para lograr mejoras en los servicios de la basura.  Y atomizados somos lo mismo que NADA.  Por eso somos NADA y cualquiera nos somete al servilismo económico, político, laboral y cultural.  Yo no creo que el éxito de los judíos se deba a que se quieran mucho entre ellos y se vean como hermanos, sino a que han sabido anteponer los intereses del grupo (nación o raza) a los del individuo.  Ellos pueden odiarse, tener disensiones internas, malquerencias y todos los vicios humanos; pero cuando se trata de los intereses económicos de la raza, posponen todas sus diferencias internas para formar un bloque monolítico e invencible.
            Los judíos forman esas minorías de “astutos” que hacen plata fácilmente (demasiado fácil) entre pueblos tontos como nosotros.  Así lo hicieron en Inglaterra durante muchos años, pero llegó el momento en que los ingleses conocieron muy bien sus métodos y empezaron a aplicarlos en su propio beneficio.  Y eso los llevó a ser los amos del planeta.  Aprendieron la astucia de los judíos en la banca y el comercio; imitaron y mejoraron sus tácticas y nulificaron la primacía inicial que los semitas les llevaban.  Jamás intentaron eliminarlos porque comprendieron el valor de las enseñanzas que estos podían proporcionarle al Imperio.  Y eso ha pasado en casi toda Europa y Estados Unidos, en donde mucho han aprendido de los judíos, y estos, aunque siguen siendo poderosos, su ventaja ya no es tan notoria; no al menos sobre ciertos grupos capitalistas de esas naciones.  No es que todos los europeos o gringos los hayan igualado, pero en esos países ya hay camarillas nativas que, en sociedad con ellos, obtienen todas las ventajas de esa conducta astuta.
            En nuestro medio, esas pandillas de aventajados aprendices forman nuestras OLIGARQUÍAS.  Grupos feroces que no solo cuentan con la astucia del judío, sino que, debido a su condición de nacionales, no tienen el menor pudor para llevar sus métodos de explotación hasta niveles increíbles de desvergüenza.  Los pueblos desorganizados NO TIENEN ni la menor oportunidad de defenderse de esa gente, ya que tienen el capital y, derivado de este, el Poder Político con el cual refuerzan su dominio hasta el infinito.  Y ante esos elementos tan ventajosos solo una cosa se puede oponer: LA RESISTENCIA POPULAR ORGANIZADA.  Pero esta debe nacer de la entraña del pueblo y no ser una manipulación de partidos políticos o de oportunistas con ansias de caudillaje.  Recordemos que siempre que hay una manifestación popular, de inmediato se disparan todas las alarmas del ESTABLISHMENT y, de inmediato se generan las respuestas para desvirtuarlo, infiltrarlo, desviarlo y convertirlo en algo folclórico e inocuo para las Oligarquías.  La organización debe tomar en cuenta todas estas posibilidades que pueden deslegitimar la acción ciudadana y convertirla en un zafarrancho politiquero que se disuelva en nada.  La “POLITIZACIÓN” de los levantamientos populares ha sido el arma preferida y más eficiente que las Oligarquías han utilizado para desarmarlos.  “Darles color” es suficiente para que las masas se contengan y no den su apoyo a aquellas actividades que se planifican para su beneficio.  Si esta protesta es dirigida por miembros del partido de oposición, del estado o comunistas, es suficiente para que los contrarios le nieguen su apoyo.  SIEMPRE LES HA RESULTADO BIEN.  Basta con que infiltren a unos cuantos individuos notorios por su filiación política, para que la protesta “se tiña”, se debilite y perezca por consunción.   En Costa Rica basta que “establezcan” (inventen) la relación de algún movimiento cívico con Hugo Chávez, la FARC, Al Qaeda (muy increíble) o con Ortega, para que aquel caiga en el descrédito.  ESA TÉCNICA HA SIDO INFALIBLE A TRAVÉS DE NUESTRA CORTA HISTORIA.  Antes solo se tildaba a los líderes de COMUNISTAS, y eso bastaba para que católicos y protestantes, la Iglesia y la gente sencilla se distanciara de ellos como si fueran leprosos.   Es por eso que los encargados de la organización de cualquier actividad popular deben estar bien avisados de los métodos que emplean las Oligarquías para sabotear sus actividades.  Eso se llama APRENDER. 
                        Ricardo Izaguirre S.                         E-mail:   rhizaguirre@gmail.com
PUBLICIDAD: Les recomiendo la lectura de “EL ANÁLISIS”, a la venta en la Universal.
                                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario