sábado, 10 de marzo de 2012

493 Los partidos políticos... ¿cómo actúan?

493   LA CHISPA   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

LOS PARTIDOS POLÍTICOS… ¿CÓMO ACTÚAN?

            Aunque parezca aburridor, debemos repetirlo: los partidos políticos son instrumentos de control de las OLIGARQUÍAS.  Ejercer dominio sobre las multitudes agrupadas en cabildos o cualquier forma de organización popular es muy difícil, pero hacerlo a través de los partidos es de lo más fácil.  Así que en el juego de la “democracia formal” era indispensable contar con la certeza de mantener el Poder mediante alguna estrategia que, sin ser tan choteada como las dictaduras, fuera tan eficiente en la preservación de los intereses de las clases pudientes.  Y así nacieron los partidos políticos como complemento de la democracia formal.  Desde luego que todos son democráticos, ideológicos (cosa que nadie entiende pero todos repiten), todos son “pluralistas”, abiertos, tolerantes, de avanzada y, desde luego, cristianos.   Si utilizan la peligrosa palabra “socialista”, se cuidan de neutralizarla combinándola con Cristo, y así surgieron los partidos social-cristianos, popular cristiano, izquierda cristiana, maoísta cristiano, derecha cristiana, senderismo cristiano etc.  El abanico de escogencias está abierto a todo público de manera bien calculada; incluso organizan partidos de extrema derecha para complacer a ciertos miembros de la clase pudiente, y para crear distractores que certifiquen que la “DEMOCRACIA” les da cabida a todas las corrientes de opinión.  Desde luego que la PRENSA es el corifeo que implementa el tablado en donde se va a llevar a cabo la “contienda cívica” para la elección; la prensa es la que, en correcta y fiel obediencia a sus amos, alborota el panal electorero y organiza en el nivel populachero, la discusión de ideologías y programas de gobierno, que siempre dicen lo mismo. 
            Sin embargo, no debemos olvidar que en el negocio de la política hay mil apariencias, pero solo dos polos verdaderos: el de las alturas, que tiene su nido en las OLIGARQUÍAS, y el de la chusma de la bajura.  Y como aquellos tienen capacidad organizativa perfecta y bien financiada, son los que crean los partidos, y desde esas torres los proyectan a la llanura; hacia los de abajo.  Proyección muy bien aderezada con toda la dialéctica necesaria para hacer que el paquete sea bien asimilado; algo así como un producto comercial.  La Oligarquía escoge y nombra a todos los candidatos de todos los partidos que entran en el juego.  Y todos los candidatos de todos los partidos se comprometen con la “agenda democrática” del país (léase Oligarquía), la cual contempla todas la prebendas y ventajas que el Estado facilita a la clase poderosa.  Como son los que financian, pueden darse el lujo de convocar a los candidatos, bajo las más diversas y sutiles maneras, e imponerlos de cuáles son las reglas del juego de la democracia.  O no hay dinero.  Incluso les dejan a los candidatos un espacio de libertad para hablar paja en la Asamblea o El Zapote, para repetirles a los electores lo preocupados que están por la situación, y los esfuerzos que hacen por la educación, la salud, la canasta básica y combatir el alto costo de la vida; eso le encanta al pueblo.  Además, los dejan montar buenas funciones de teatro en las Asambleas; pero cuando se trata de la materia de fondo (negocios como el TLC) la ruta está marcada desde antes de las elecciones.
            Fíjense quiénes forman los DIRECTORIOS de los partidos de forma invariable: gente de la Argolla, los mismos de SIEMPRE.  Los mismos poderosos que siempre son presidentes, diputados, ministros, embajadores o presidentes del Banco Central.  Solo rotan en un giro interminable. Aunque de vez en cuando escogen a algún servil pobretón a quien hacen probar las mieles de la riqueza fácilY si incluyen a uno de estos anodinos, es parte de la estrategia para darle visos de partido abierto, populista y democrático, por supuesto.  Arriba se organiza todo, se pacta, se financia y se fijan las metas. Y como todos los partidos están sometidos a las mismas reglas, gane quien gane, la OLIGARQUÍA obtiene, invariablemente, todas las ventajas.  Así de sencilla es esta fórmula que los pueblos latinos NO HAN QUERIDO ENTENDER.  De los clubes sociales de las aristocracias criollas salen los candidatos de TODOS los partidos políticos, los cuales TIENEN que aceptar los términos que les imponen quienes los financian.  Sin embargo, a pesar de que los Gobiernos siempre hacen lo mismo a favor de los mismos, legiones interminables de tontos se suman a estas farsas cuatrienales o quinquenales para consagrar el Poder en manos de los MISMOS.
            Por su parte, ¿qué hacen los de abajo?  Como son incapaces ni de las formas más simples de ORGANIZACIÓN popular para su beneficio, no les queda más camino que AFILIARSE a un partido con la ilusa idea de que, desde esa trinchera podrá lograr algo para los de su clase.  En eso consiste su mayor participación cívica,  convertirse en seguidores, condición que los convierte en tontos utilizables, en números electorales candidatos eternos a la burla y engaño de los de arriba.  Sin raciocinio alguno, se convierten en feligreses convencidos de causas que nada tienen que ver con ellos.  Son emotivos e irracionales, pues son incapaces de comprender la mecánica interna de un sistema de una sola cara al servicio de una sola clase social: la OLIGARQUÍA.  Los “electores” incluso llegan a pelearse con sus vecinos en defensa de su ideología política, la de su partido.  ¿Hasta cuándo nuestros pueblos entenderán este juego que solo trae beneficios a esa elite de gente adinerada?  ¿Hasta cuándo seguiremos siendo necios útiles?  Hay quienes se revientan de felicidad cuando los nombran fiscales de mesa, presidentes de comités de barrios o cualquier otra majadería dentro de la organización del partido.   Y si el candidato los llama por su nombre, se sienten como si estuvieran a la diestra del Señor.  Pero nunca olviden lo fundamental de esta farsa: los partidos son los instrumentos mediante los cuales las Oligarquías mantienen y conservan el poder.  Constituyen la metodología más fácil y barata de mantener a los pueblos idiotizados y en el sitio en donde les conviene a los poderosos.  Hasta que entendamos eso con claridad, estaremos en manos de la misma gente; y lo que es más irónico: contentos de haber “ganado” en las últimas elecciones, aunque nos esté llevando puta.
            Partiderescamente
                                         RIS.   

Entrada al blog “LA CHISPA”:           http://lachispa2010.blogspot.com/
  
 

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