sábado, 3 de marzo de 2012

484 ¿Qué es la Oligarquía?

484   LA CHISPA   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¿QUÉ ES LA OLIGARQUÍA?

            En las tres acepciones del DRAE, el término se refiere a una reducida clase privilegiada que detenta el poder de manera absoluta.  Pero la tercera es la que mejor define a los grupos que desde siempre, como clase parasitaria, gobiernan a nuestros pueblos: “Conjunto de poderosos NEGOCIANTES que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio”.  Y en la segunda acepción tenemos el complemento del significado total del término: “Forma de gobierno en la cual el Poder Supremo es ejercido por UN REDUCIDO grupo de personas que pertenecen a una misma clase social”.
            En nuestro medio latinoamericano en donde la clase social la determina el dinero, eso hace que oligarquía signifique la clase de los ricos, de los poderosos que, desde el inicio de nuestras sociedades se situaron en la cúspide del Poder, y desde ahí, han dictado todas las normas bajo las cuales se rigen todas las actividades de nuestros pueblos.  Las Oligarquías son grupos bien organizados y mortalmente eficaces en el logro de sus objetivos.  Sin embargo, no se crea que son sociedades secretas y misteriosas como los masones o rosacruces, y que sus actividades están envueltas en el misterio de los alquimistas.  ¡No!  Son personas comunes y corrientes, que prácticamente no difieren de cualquier ciudadano pobretón.  Suelen ser religiosos que van a misa y comulgan, creyentes, buenos padres, algunos son amables, bromistas, serviciales y pueden tener ciertos rasgos mecénicos en sus comunidades; pueden ser buenos maridos, amigos y miembros de sus respectivos clubes.  Incluso muchos de ellos se creen víctimas del gobierno y sus injustos impuestos; también se consideran maltratados por las exigencias desmedidas de sus malagradecidos empleados cuando estos manifiestan sus ansias de mejoras económicas y laborales.  No tienen cuernos ni cola ni nada especial que los identifique por su forma física.  Algunos hasta forman “FUNDACIONES”, como Bill Gates y otros más chiquitillos.  Son sus actividades encubiertas o públicas las que hacen sentir su presencia en la vida económica de una nación.  Acciones que casi nunca son individuales sino que corresponden a maniobras bien planificadas y organizadas en los núcleos del Poder Oligárquico que suelen llamarse “Cámaras”.   
            La paradoja es que casi todos se consideran ciudadanos trabajadores, buenos patronos que proveen empleos y salarios; que pagan sus impuestos y contribuyen al progreso general del país.  Ninguno de ellos suele decir: “Yo soy un oligarca”.   Eso era una cuestión de la historia de Grecia.  Y ya que la palabra oligarca tiene un sentido peyorativo, en la América Latina ellos utilizan otros alias como: “Clase Empresarial”, “Sector Productivo”,  “Libre Empresa”, “Inversionistas”.  El requisito para pertenecer a esa elite del dinero, es tenerlo y estar dispuesto a apoyar económicamente todos los planes que le garantizan a la clase su permanencia indefinida en el Poder.  No se jura ante el Demonio, ni se firma con sangre ni se pone el alma como garantía; simplemente se afilian a alguna de las tantas CÁMARAS que esté especializada en el tipo de explotación que realice el candidato: autobuseros, transportistas, cafetaleros, industriales, comerciantes, hoteleros, gasoholeros, azucareros, arroceros, frijoleros etc. etc. etc., como decía Yul Brynner.           
            Las cámaras son los múltiples cerebros especializados en cada una de las actividades “comerciales” de la Empresa Privada.  Es en estas donde se planean las actividades explotadoras de la Oligarquía.  En ellas están los intelectuales que planifican y controlan TODO: la política, los partidos, los candidatos, los presidentes, diputados y todos los poderes de las Repúblicas.  Vean que aunque nuestros países se rigen por “democracias formales”, en realidad son “CAMAROCRACIAS”, entidades sociales mangoneadas por CÁMARAS, los múltiples tentáculos con los que las Oligarquías controlan todas las actividades económicas de nuestros pueblos.  Las cámaras son como Argos, el monstruoso guardián de Io que, con sus mil ojos, vigila el presente, pasado y futuro; por arriba, por abajo, al lado, por encima de todas las actividades humanas; nada se les escapa.  Son las que determinan la política “de” los Gobiernos.  Es a ellas a las que consulta “el Primer Poder de la República” para aprobar o no determinadas leyes.  Son estas las que aprueban o no a los candidatos de “elección popular”, las que financian y controlan a los partidos políticos a través de los cuales se garantizan el Poder Total.  Y aunque tratan de mantenerse en el anonimato, no faltan entre ellas algunos exhibicionistas que les dan el “bañazo” a sus respectivas cámaras cuando hacen bárbaras, estúpidas e innecesarias declaraciones a la Prensa.  Como la que acaba de hacer la “Cámara de Traileros” en relación con los ferrocarriles.
            Ese es el modelo típico de cómo funcionan las Oligarquías en nuestros países.  Algunas más codiciosas que otras, más o menos brutales, pero todas con un denominador común: poseen el poder absoluto sobre los pueblos que, lejos de organizarse y focalizar la fuente única de todas sus desgracias, se convierten en alegres e incautos cómplices de las maniobras electoreras de la “democracia formal” organizada por los de arriba.  Como nuestros ciudadanos NO ENTIENDEN DE POLÍTICA, se dejan conducir mansamente, como borregos, hacia el terreno que les conviene a los grupos de Poder.   Con “elecciones libres”, música, fanfarria, candidatos del pueblo, libertad de Prensa y financiamiento generoso con los fondos del Estado, son convencidos de que viven en democracias en donde cualquiera puede ser Presidente o ascender en la escala social; en donde todos tenemos beneficios sociales, acceso a la educación y la medicina, pues para eso abundan universidades baratas como la UACA; y hospitales como el CIMA o las Clínicas Católica o Evangélica, como símbolos de la democracia religiosa que nos rige incluso en la enfermedad.  La OLIGARQUÍA es la madre de la magia, capaz de crear los más fabulosos espejismos en los cuales se emboban las clases humildes, los de abajo.   ¿Aprenderemos algún día?
            Fraternalmente
                                   Ricardo Izaguirre S.       E-mail:     rhizaguirre@gmail.com
Blog:     LA CHISPA       http://lachispa2010.blogspot.com/     

No hay comentarios:

Publicar un comentario