945 “LA CHISPA”
(25 marzo 2012)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
EL MONOPOLIO DEL SOFTWARE (POC)
Tan domesticados estamos los latinos (y quizás los
españoles) que ni siquiera hemos adoptado un vocabulario (nomenclatura) español
para explicar o definir todo lo que se refiere a la informática. Nos hemos dejado imponer la lengua inglesa
como si todos nosotros fuéramos angloparlantes, o al menos, bilingües. No hacemos valer nuestra condición de gran mercado
(más de QUINIENTOS MILLONES) y
soportamos, en forma indolente, que
casi todos los programas de computadoras que se venden en América Latina,
vengan con software en inglés; a lo sumo, en “pocho” (títulos en español con
explicaciones y detalles en INGLÉS).
Además, permitimos sin protestar, todos los abusos que el MONOPOLIO DE LA MICROSOFT hace con
nuestros ordenadores a través de la RED.
Estar en la red, es ponerse en las manos de Bill Gates para que hurgue a su antojo en las tripas de nuestra
computadora, imponiéndonos sanciones, castigos, amenazas y todo tipo de terrorismo
cibernético. Nos hace sentir como
delincuentes. Y a nadie parece
importarle un chayote. Todos seguimos
como ovejas las disposiciones del
MONOPOLIO. Pagamos enormes
cantidades de dólares por programas obsoletos (que deberían ser libres, pues ya
les han sacado BILLONES). ¿Cómo es posible que cobren $ 140 o más
dólares por un sistema operativo como el XP? Algo que, supuestamente, ya fue superado por
el Vista y el Windows 7. ¿Por qué las
computadoras nuevas vienen “trucadas” para no aceptar programas viejos y
obligarnos al consumo de “lo último”?
El negocio de la computación lleva ríos de dólares a las
arcas del MONOPOLIO. Y para nosotros los latinos, ni siquiera se
toman la molestia de hacer un POC (Programas Operacionales de Computación)
en nuestro idioma, en verdadero español; programas hechos por y para hispano
parlantes de todo el mundo. Hasta el último detalle, y no solo los
títulos. Hay miles de problemas de software que los usuarios
podríamos resolver si tan solo los llamados tutores vinieran escritos en buen
español. Sin embargo, el MONOPOLIO da por un hecho obligatorio,
que todos tenemos que hablar y leer inglés.
Y estamos tan arrebañados que ni siquiera hemos inventado un término
adecuado para definir al “SOFTWARE”,
palabra idiota e intraducible cuyo sentido tenemos que intuir. Los latinos bien podemos
producir un POC (software) en verdadero español, bien sea en España, Argentina,
Brasil, Venezuela o México. Incluso en
Costa Rica hay gran potencial para hacerlo.
Pero sin subordinación a los intereses del MONOPOLIO. De todas maneras,
ese “racket” nos vende las computadoras vacías (sin POC), y nosotros tenemos que comprar los programas por aparte. Y eso es un abuso intolerable. España, con gran desarrollo tecnológico, bien
podría tomar la iniciativa en este campo; en la producción masiva de POC en español total. No gratis sino accesible; con precios que hagan innecesaria la “piratería” de los
usuarios. Sobre la base de LINUX, bien podría montarse una
excelente plataforma de servicio para un tercer mundo que no dispone de tanto
dinero, pero que necesita de la informática para su desarrollo tecnológico y
cultural.
Debemos hacer valer nuestro potencial como mercado (500
millones de habitantes). También
queremos que nuestra lengua se haga presente en el campo de la tecnología con
toda intensidad. No es aceptable que una
lengua utilizada como oficial por cerca de 500 millones de personas, sea un
idioma subordinado que carece de un modo de expresión científica en el mundo
moderno. SOMOS QUINIENTOS MILLONES de hispano parlantes y ameriñoparlantes
que todos los días nos vemos obligados a tratar de adivinar qué diablos dice en
inglés cada folleto o instrumento electrónico que nos viene de fuera (USA,
Japón o Europa). Pero lo peor de todo lo
constituye el SOFTWARE. Ese es el mayor insulto que el MONOPOLIO de MICROSOFT nos puede hacer
a los latinos. No sé cómo anda el asunto
en España, pero es el colmo que aquellos que tenemos que lidiar con los
demonios y enredos de la computación, tengamos que hacerlo en ese rebelde
monosilabismo que es el inglés. ¿Por qué
diantres tenemos que utilizar un software en inglés o “pocho”? ¿Tan insignificantes somos comercialmente? Si los latinos somos incompetentes, estoy
seguro de que España está lista tecnológicamente para fabricar software en español. No a medias, como nos engaña la
Microsoft. Incluso, España podría crear
una red mundial en ESPAÑOL, sin la
censura del gobierno yanqui. La red
latina, que bien podría incluir a Brasil, Italia, Rumania y otros países con
lenguas afines. Es hora de que dejemos
de ser marionetas secundarias en los recursos de Bill Gates. España tiene el prestigio y la capacidad para
invadir ese mercado que, por ahora, solo es exclusivo de los gringos. España tiene la ventaja de contar con un enorme
mercado que no tienen los alemanes, franceses o japoneses, los otros que
podrían hacerlo. Ellos NO tienen mercado en sus lenguas.
España podría (debería)
tomar la iniciativa en la producción de este tipo de material. Y si fuera posible, crear una especie de
sociedad que fuera beneficiosa para ambos lados del océano. Este proyecto sí sería un verdadero “encuentro
de culturas” en el buen sentido de este concepto. No como el que hemos tenido con los Estados Unidos
durante un siglo de explotación y sometimiento.
¿O es que nadie se ha dado cuenta de lo que significamos para el MONOPOLIO? ¿Cómo es posible que paguemos centenares de
dólares por programas (software) en inglés?
¿Por qué toleramos pasivamente semejante abuso y menosprecio? ¿Nos consideran tan insignificantes? Si somos nosotros los que pagamos, ¿por qué
aceptamos someternos a la arbitrariedad de una empresa que cobra tan caro por
un producto que no está escrito en nuestro idioma?
La manufactura de POC
en español, sería un gran negocio para aquellas empresas hispanoamericanas que
se dedicaran a esa actividad. Además,
nos librarían de ese monstruo chupasangre que es el MONOPOLIO de la MICROSOFT
(otra palabra idiota). Ya es hora de que
logremos alguna independencia que nos proteja de esa sangría que constituyen
los productos tecnológicos que “tenemos” que importar de Europa, Asia o
USA. Con nuestra materia prima elaboran
la mayoría de esos artefactos plásticos y de alambre que nos venden a precios
exorbitantes. Ahora tenemos la tecnología necesaria para liberarnos;
al menos, algunos países latinos encabezados por España, que ya ha ingresado a
la elite del primer mundo. Entonces,
¿qué es lo que nos mantiene uncido al carro del consumismo de productos
extranjeros? Si hemos de usar teléfonos,
computadoras y todos esos chécheres, que al menos sean de manufactura nuestra,
que redunden en beneficio económico de nuestra gente, tanto aquí como en España. Antes de que los chinos copen por completo el
mercado y nos terminen de hacer leña.
El plástico y el cobre que forman una laptop no alcanzan
el valor ni de diez dólares; lo que cuenta es la tecnología y la disposición de
correr riesgos en un mercado que produce billones. Y nosotros nos hemos conformado con solo ser
productores de materia prima y mano de obra barata. Aceptamos pagar por un teléfono de “última
generación”, cuyo costo en materiales no llega a un dólar, la friolera de 600 a
mil dólares. ¿Aprenderemos algún
día?
Fraternalmente
Entrada
a blog “LA
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