lunes, 3 de agosto de 2015

403 ¿Capitalismo sostenible?



403   LA CHISPA   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¿CAPITALISMO  SOSTENIBLE?

            ¿Es posible un capitalismo fundamentado en la justicia social?  Algo así como la apariencia del de Japón, Alemania, Francia y algunos más.  ¿Es posible que un país llegue a alcanzar un nivel de riqueza y bienestar para todos sus ciudadanos sin tener que maltratar ni explotar a otras naciones?  ¿Es posible lograr ese punto de equilibrio, de manera que no sea el esquema que hemos estado viviendo hasta el momento?  ¿Hay alguna posibilidad de un capitalismo que no sea el que los Estados Unidos le han impuesto al mundo subdesarrollado, e incluso al desarrollado?
            El modelo de bienestar yanqui es como el ídolo de Babilonia: mucho oro y oropel, pero con pezuñas de barro ensangrentado con la miserias de innumerables pueblos explotados.  Y ni siquiera es el bien común de todos los gringos, sino de unos pocos, de una exigua minoría de hombres despiadados que han perdido toda noción acerca de lo que significa ser humano.   Millones de gringos viven en el umbral de la pobreza en el país más rico del mundo.  Legiones de hombres se debaten en la ignorancia, el apartheid, el menosprecio y el abandono en la nación más capaz, monetariamente, de eliminar el abismo social, económico y educativo que hoy separa a los ciudadanos de ese país.  Con una modesta parte del producto interno, ese país podría convertir en ciudadanos RICOS a todos sus habitantes.  Y si así fuera, tendríamos que convenir en que la explotación que hacen de otros estaría “justificada”.  Mala y egoísta, pero justificada.  Sin embargo, cuando nos damos cuenta de que allí hay hombres que tienen fortunas personales de CIENTO OCHENTA MIL MILLONES DE DÓLARES, como estiman la de Bill Gates, y otros que duermen en las calles en basureros, pensamos que eso es un absurdo.  ¿Cuál puede ser el objetivo de tener más UN MILLÓN de dólares?  ¿Y para qué MIL MILLONES?  ¿Y CIENTO OCHENTA MIL MILLONES?  No parece tener sentido.
            En conjunto, esa parece ser la “meta” del capitalismo norteamericano que, desde que se inició, ha sido sustentado en la rapiña y en lo que han podido quitarles a otros pueblos.  Todos los productos del agro, obtenidos a precio de basura, han formado parte del festín de los capitalistas como los de la United Fruit y otras carroñeras de esa naturaleza.  Y ni qué decir de las hienas del petróleo, que por lograr el botín del oro negro, son capaces de eliminar naciones enteras de la faz de la tierra; sin el menor rasgo de moral, vergüenza o piedad.
            ¿Podría sostenerse el capitalismo norteamericano sin la explotación de millones de obreros que atienden el agro allí?  ¿Sin la infinidad de negros mal pagados en todos los trabajos miserables que los blancos no aceptan?  ¿Podría sobrevivir la bonanza de Wall Street sin el chantaje y la intimidación que la política, el comercio y las fuerzas armadas de USA llevan a cabo en contra de cualquiera que pretenda sacudirse el brutal “tutelaje” de los EEUU?  Fíjense que ni la Europa Unida es capaz (todavía) de salvarse del acoso comercial norteamericano; y cuando este les falla, invocan la seguridad de USA e insinúan el poder militar y las represalias económicas.  No existe nación sobre la tierra en donde las empresas yanquis no estén disponiendo a su antojo de los recursos de aquellas.  Y al precio que ellos fijan, si es que les pagan algo.  La voracidad del Imperio es tan insaciable e infinita como la capacidad que tienen los huecos negros del espacio, que se tragan galaxias completas, y de los cuales no se escapa ni la luz.
            ¿Podría crearse un capitalismo social fundamentado en el trabajo de todos y con la participación general en el fruto de esta fórmula humanitaria?  ¿Es demasiado utópico?  Esta vía no implica la renuncia de los objetivos de los capitalistas, pues eso sería una contradicción inaceptable, sino una modificación revolucionaria en la percepción del mundo y de lo que cada hombre significa individualmente; sin importar que sea amarillo, negro, azul, café o blanco; de aquí, de allá o más allá, educado o no.  La solución es tan simple que da risa, y no necesita de la asesoría del Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.  Solo se trata de ser un poquito menos egoístas.  Menos “nacionalistas”, pretexto justificativo para todo tipo de vandalismo y agresiones a las que, en nombre de la Patria, Democracia, Libertad y otros cuentos, se han dedicado los imperios.  “La seguridad de los Estados Unidos” es una muletilla tan usada que ya nadie la cree; sin embargo, la siguen utilizando sin el menor sonrojo, pues ahora lo único que cuenta es que su pueblo se la trague.  
            ¿Qué necesitamos los latinos para formar una sociedad como la de los alemanes, suecos, noruegos o japoneses?  A Alemania y Japón les pasaron una aplanadora por encima en la guerra; sin embargo, hoy son la segunda y tercera potencias económicas del mundo.  Sin recursos, sin petróleo, madera, hierro y mil cosas más, no andan amenazando ni saqueando al mundo, y son riquísimos. ¿Cuál es el secreto que los tercermundistas no podemos imitar ni lejanamente?  ¿Somos inferiores, torpes o qué?   Con todo en nuestros suelos y subsuelos, somos incapaces de lograr ni siquiera un asomo de nación desarrollada.  Todo el sistema económico nuestro se basa en el mal ejemplo del capitalismo yanqui: un reducido núcleo de súper ricos y una enorme masa de obreros explotados, sin capacidad alguna para educar a sus hijos y salir de ese círculo de miseria y servilismo.
            ¿Será imposible para nosotros formar un capitalismo social sostenible? Pero no sostenido sobre la miseria de millones de hombres explotados como bestias de carga, a cambio de miserables salarios y CERO participación en la riqueza que generan.  Queremos parte del pastel que hemos ayudado a hornear.  Deseamos ser como Suecia, Holanda, Noruega, Dinamarca.  ¿No es posible?  ¿Ni siquiera uno solo de los países latinos?  ¿Cómo podemos librarnos de ese destino trágico?  Ya sabemos que no será mediante las folclóricas “revoluciones” armadas que tanta sangre y dolor nos han causado; tampoco mediante la “democracia” que nos han impuesto.  Entonces, debe existir la tercera vía: la del capitalismo social.  Ojalá algún país latino la encuentre y nos señale el camino, antes de que lo conviertan en “un peligro para la seguridad de Amerrica” y lo destruyan, como quieren hacer con Venezuela.
            Fraternalmente
                                              RIS                               E-mail:           rhizaguirre@gmail.com
   

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