martes, 4 de agosto de 2015

457 ¡Aló! Habla Chaika, ¿me oyen?



457   LA CHISPA”

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¡ALÓ!  HABLA “CHAIKA”  ¿ME OYEN?

            Cuando la firme voz de esta mujer resonó desde el espacio sideral, se convirtió en mi heroína, pues no sé por qué locura en mi mente la asocié conmigo; quizás porque nacimos en el mismo año del siglo pasado.  Cuando la Gaviota Tereshkova abordó la Vostok 6 en el cosmódromo de Baikonur al medio día del 16 de junio de 1963, inició una hazaña que habría de convertirse en uno de los grandes hitos del siglo.  No solo porque fue la primera mujer en el cosmos, sino porque ella sola, con sus 48 vueltas alrededor de la tierra, y sus 71 horas de permanencia en órbita, duplicó el tiempo que TODOS los astronautas norteamericanos juntos habían durado en sus paseos.  La joven “Chaika” no solo había realizado algo impensable, sino que abrió las puertas del cielo para todas las mujeres del mundo, e hizo que todas las norteamericanas pudieran soñar con participar en esa actividad hasta entonces vedada para ellas, pues la propaganda yanqui, que trataba de minimizar y subestimar los logros soviéticos, había hecho creer al mundo que para ser astronauta había que tener condiciones físicas sobrehumanas para resistir el hostil medio ingrávido del espacio exterior.  Según la NASA había que ser como Supermán para convertirse en astronauta.  Y a pesar de que estaban muy por detrás de la Unión Soviética, debido a la “libertad expresión” que reinaba en el MUNDO LIBRE, casi nada sabíamos de lo que pasaba en Rusia en esa competencia.  Todos los logros soviéticos eran ridiculizados (porque NO se podían ignorar: Sputnik, Laika, Gagarin) por la prensa occidental, y trataban de hacernos creer que toda la tecnología americana era superior a la tosca industria espacial rusa.  Que los cohetes americanos llevaban estupendas computadoras, mientras que los rusos iban provistos de ábacos para hacer sus cálculos.  
            Pero resulta que Valentina Vladimírovna Tereshkova (nombre clave: “Chaika” = Gaviota), una joven campesina sin una cultura extraordinaria, había echado por tierra todas las teorías que los norteamericanos habían formulado acerca de las condiciones necesarias para ser enviado al cielo.   Desde luego que la aventura de Chaika conmocionó al mundo, incluyendo a la misma Rusia, en donde también tuvo detractores machistas que no lograban digerir la idea de una cosmonauta.  El caso es que su hazaña la hizo merecedora de la categoría de Heroína de la Unión Soviética, y la catapultaron políticamente hasta los círculos más elevados del gobierno, en donde llegó a formar parte nada menos que del Presidium del Soviet Supremo.  Tanto enchiló a los hombres, que no fue sino hasta casi dos décadas después de su periplo espacial que otra mujer, Svetlana Savítskaya, viajó al espacio.  Valentina resultó ser un amargo trago incluso para los astronautas rusos, muchos de los cuales trataron de denigrarla.  Entonces, ¿qué podía esperarse de la NASA o la prensa gringa?
            Pero Chaika no se conformó con su éxito como cosmonauta sino que obtuvo la más sólida preparación académica para participar por muchos años en la carrera que Rusia sostuvo por la conquista del cosmos.  Se graduó como ingeniera espacial en l959, y en 1971 obtuvo un doctorado en ingeniería.  Sin embargo, pese a todo el glamour del que fue rodeada, ella siempre se mantuvo en una especie de semi penumbra de la cual nunca salió.  Mientras los astronautas de Estados Unidos se convertían en “estrellas cinematográficas” y se enriquecían gracias a la publicidad que les hacían, Valentina prefirió pasar inadvertida.  Pero a pesar de su carácter retraído y humilde, no pudo evitar que le dieran innumerables condecoraciones y títulos; incluso un congreso celebrado en Londres en el año dos mil la nombró, con todo merecimiento, “La mujer del siglo XX”.  
La hazaña de Chaika no tiene parangón en la historia; y si se considera la calidad de la nave en la que realizó su vuelo “La Gaviota”, tenemos que admirarla mucho más.   La Vostok 6 era una especie de barril metálico carente de todos los adelantos y refinamientos que hoy protegen a los cosmonautas.  Era una verdadera trampa mortal, pero Valentina, haciendo honor a su nombre (valor), salió bien librada y dio un ejemplo a la humanidad, pero en especial a los arrogantes gringos.  Pero más allá del campo de las vanidades políticas, su hazaña invade un terreno mucho más sutil y delicado por las pasiones que involucra: la igualdad de los sexos.  Chaika fue como las pioneras del antiguo oeste y les dijo a los hombres: “donde ustedes vayan, nosotras vamos, y más lejos; y lo que ustedes hagan, nosotras lo mejoramos”.  Valentina hizo posible que los norteamericanos se vieran compelidos a abrir los programas de la NASA a las mujeres norteamericanas, lo cual culminó con la hazaña de la guapa Sally Ride, quien en 1983, siguió la ruta marcada por la Gaviota Soviética, y se convirtió en la primera dama americana en el espacio.
            Desde luego que en todo esto hubo mucha política de fondo (era el apogeo de la guerra fría), pero eso no le resta méritos a la Tereshkova.  Y es por eso que debemos señalar la actitud mezquina de la prensa norteamericana ante la hazaña de la chica de Maslennikovo.  La máquina publicitaria del país campeón de la libertad de expresión y pensamiento, hizo gala de la más ruin actitud que pueda imaginarse.  Y lejos de admitir el grandioso paso que esta mujer había dado en la carrera por la conquista del Cosmos, se dedicaron a denigrarla de las más viles y rastreras formas.  Ni siquiera el hecho de que fuera una dama les mereció la menor consideración, y debieron pasar años para que el gran público norteamericano, en especial las mujeres, se dieran cuenta del auténtico valor de la proeza de su congénere rusa.
            “¡Aquí Chaika, aquí Chaika!  Veo en el horizonte una raya azul: es la Tierra.  ¡Qué hermosa!  Todo marcha espléndidamente”.
            De nuestra parte:      ¡Gaviota, feliz aniversario de tu vuelo!
Espacialmente       
                      RIS      
E-mail:                      rhizaguirre@gmail.com

Entrada al blog “LA CHISPA”:     http://lachispa2010.blogspot.com/

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