433 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se
fundamentan los abusos del Poder”
EL PAÍS DONDE NADA SE PUEDE
Este
es cualquiera de la América Latina. El esquema es el mismo en casi
todos: una Oligarquía que detenta el Poder de forma invariable; con “gobiernos”
que ella selecciona entre sus propios miembros, lo cual le garantiza una sola
conducta y dirección de los gobernantes de turno. Y si estos no pertenecen a ella, se aseguran
de que sean falderillos bien pagados para que no obstaculicen nada de sus
intereses. Además, estas oligarquías
están bien entroncadas con los grandes mercados de USA, Europa, China o
Japón. Y en el otro bando del esquema,
está la enorme masa de asalariados muertos de hambre y sin ninguna esperanza. NINGUNA,
ni ahora ni en el FUTURO. No existe salida alguna para el obrero de la América Latina; su vida es de
miedo, angustia e ignorancia, pero con la CERTIDUMBRE
de que él y su familia estarán peor cada día que pasa. Estos últimos son los que forman “El país donde nada se puede”. Porque los otros, los de la Oligarquía, son TODOPODEROSOS.
En ese país latino no se puede hacer
hospitales ni clínicas públicas; solo privadas.
Inaccesibles a los miembros de ese grupo. No se pueden construir buenos servicios de
agua potable pues nunca alcanza el
presupuesto para tales minucias.
Solo para llevar el agua a las ricas urbanizaciones de los que sí pueden
pagar, si es que pagan. O a las
instalaciones de las grandes industrias extranjeras. El erario no da para hacer caminos vecinales
para el desarrollo de los pequeños agricultores; solo autopistas pavimentadas a
las grandes plantaciones propiedad de las oligarquías y sus socios
extranjeros. No se puede pavimentar ni
electrificar los barrios pobres, no se ponen teléfonos ni se envían patrullas
policiales, pues todas están concentradas en los barrios de “la gente
importante”. A la que vale la pena cuidar.
En el país donde nada se puede,
todos sabían y saben que la era del petróleo barato o accesible se acabó. El que trabaja o se moviliza en carro propio
tendrá que dejarlo en casa y caminar o viajar en bus. Solo dos o tres países de estos, podrán
alargar ese beneficio a sus ciudadanos.
Y eso únicamente mientras sus reservas de petróleo no sean adquiridas
por las transnacionales mediante los TLC’s que han firmado los Grandes Poderes
con las Oligarquías criollas que no han vacilado en “vender” sus propios
países. Hombrecillos insignificantes que
apenas ayer decían que con un TLC todo sería una pura felicidad para los pueblos,
hoy nos dicen que el panorama es incierto, oscuro, trágico y que lo peor está
por venir. Pero ellos tienen grandes fortunas en los
bancos de USA y Europa; así que cuando esto se hunda, simplemente se irán.
A pesar de que todos sabían lo del
petróleo, en el país donde nada se puede, no se tomaron las previsiones
necesarias para paliar su impacto. ¿Y
por qué no? Porque a las Oligarquías NADA LES IMPORTA el destino de los
pueblos. Ellos solo se irán cuando lo
consideren necesario. Cuando hayan
vendido todo lo que hemos creado con el
esfuerzo de todos, se irán. Cuando
no tengamos nada con qué negociar o desarrollarnos, ellos se irán. En el país donde nada se puede, era necesaria
la búsqueda de formas de energía que no dependan de algo tan volátil e inseguro
como es el mercado del petróleo, controlado por gigantes capitalistas que NO TIENEN el menor interés en el
beneficio de los pueblos. En el país
donde nada se puede, se debieron construir REDES
FERROVIARIAS ELECTRIFICADAS desde hace tiempo. Nacionales
y urbanas (Metros). Pero para las oligarquías “del país en donde
nada se puede” eso era irrelevante. Solo
había que preservar los intereses de los Grandes Transportistas y de las
Transnacionales proveedoras del petróleo y sus derivados. Además, de los que importan y venden carros,
camiones y todo lo que “camina” con petróleo.
En el país donde nada
se puede, el pueblo solo tiene un sueño: huir
hacia los Estados Unidos. A
convertirse en sirvientes de otro nivel, de otra gente que no habla su
idioma.
En el país donde nada se puede NUNCA HAY DINERO PARA LA EDUCACIÓN. ¿Y por qué? Porque no conviene que la masa trabajadora
esclava, ignorante y falta de ilusiones y conocimientos, se convierta en
Hombres con derechos y la capacidad de EXIGIR (por los medios que
sea) su participación en la riqueza que ese país ha producido con el esfuerzo
de TODOS. En ese país, la Oligarquía solo tienen
un objetivo: recortar todos los presupuestos de bienestar social para que los
bancos tengan enormes sumas de las cuales puedan disponer a discreción los
miembros de esa clase. En el país donde
nada se puede, los viejos son irrelevantes y descartables; los niños
abandonados son vistos como basura molesta.
Los enfermos se consideran como parásitos a los que se debe dejar morir
sin atención alguna. En ese país usted solo cuenta como bestia
de carga mientras pueda con la carga; de lo contrario, solo es un estorbo. Para la Oligarquía de ese país,
el sueño es contar solo con ciudadanos estúpidos pero capaces de tirar de la
carreta. Entre quince y cuarenta años,
sanos, sin aspiraciones y convencidos de que sus “amitos” les hacen un gran
favor al proporcionales esos miserables trabajos en los que mueren día a día.
En el país donde nada se puede son
bienvenidos los plumarios, testaferros y toda esa caterva de individuos que,
bajo cualquier título profesional, sirven para hacer panegíricos del sistema y
resaltar las bondades de la “democracia igualitaria”,
en donde todos los hombres tenemos derecho a participar (con el voto) en los destinos de la Patria. Pero si usted disiente, piensa, denuncia,
señala o acusa, es non grato. Si usted es de los que creen que SE PUEDE hacer algo por los que nada
tienen, usted no es bien recibido en el país donde NADA SE PUEDE. Váyase al
país de las ilusiones y enciérrese ahí en silencio, para siempre. Usted no tiene nada qué hacer en “el país donde nada se puede”. Solo los indolentes son bien recibidos.
Triste e ilusamente
R I S
E-mail: rhizaguirre@gmail.com
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