martes, 18 de agosto de 2015

473 ¿Qué cosa es Andorra?



473   LA CHISPA  

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

¿QUÉ COSA ES ANDORRA?

            Es una especie de “concesión” de los gobiernos de Francia y España, países entre los cuales queda apresada la diminuta nación de Andorra.  Y con apenas 468 Km. cuadrados y unos 70 mil habitantes, es un macizo montañoso que produce muy poco.  Situada en la vertiente sur de los Pirineos, es hija y regalo de los múltiples riachuelos que provienen de los deshielos.  ¿Qué podría esperarse de Andorra, un terrenito sin salida al mar?  ¿Algo semejante a Haití, Nicaragua o Namibia y tantos países miserables del tercero o cuarto mundo? ¡Pues no!  Allí la esperanza de vida es de OCHENTA Y TRES AÑOS.  Y cada uno de sus habitantes tiene un ingreso per cápita de 18 mil dólares por año.  Cinco veces más alto que el de México (el más alto de América Latina).  Y no tienen UNA GOTA DE PETRÓLEO, NI GAS NI NADA.  Sin embargo cosechan cereales, legumbres e incluso tabaco que elaboran y venden a magnífico precio.  Pero por sobre todas estas minucias, han creado una industria turística de la cual deriva más del cincuenta por ciento de la riqueza nacional, que los lleva a ese per cápita de país desarrollado.  Es gente lista que ha sabido aprovechar aquello que la naturaleza les dio con generosidad: el paisaje.  Pero para lograr eso, hay que crear la infraestructura necesaria para que tal regalo sea aprovechable y se transforme en beneficio para todos los habitantes del país.
            Argentina, Chile, México y Costa Rica tienen más y mejores recursos que Andorra y, sin embargo, siguen siendo tercermundistas con un per cápita lastimoso.  Si la cuestión es ser grandes, ahí tenemos a Brasil, un gran tercermundista; o a Costa Rica, un pequeño tercermundista.  Si se trata de cantidad de población, ahí está El Salvador con casi 400 habitantes por Km. cuadrado.  Y si el asunto es de poca población, allí tenemos a Nicaragua con menos de cuarenta habitantes, y siguen siendo tercermundistas.  Todos con recursos abundantísimos y variados, pero con oligarquías idénticas.  Con gobiernos vendidos iguales de ineptos y corruptos.  Gente siempre dispuesta a vender el patrimonio nacional al mejor o peor oferente; el caso es hacerse de fortuna personal con los bienes de todos.  Andorra tiene un índice de alfabetización de 99%, lo cual es fabuloso y debería explicar por sí solo su desarrollo  En consecuencia, ¿solo es cuestión de alfabetizarnos para salir del tercer mundo?   Entonces, ¿por qué Chile ha vendido casi todos sus recursos mineros a transnacionales explotadoras a las que nada les importa el ambiente?  Actualmente está negociando la cesión de sus yacimientos de oro, lo cual producirá un daño irreparable sobre sus glaciares, aguas, ríos y costas, dados los productos tóxicos que se utilizan en la extracción de ese mineral.  Por su parte, Costa Rica dice tener un índice de alfabetización cercano al número ideal; tiene dos mares con lindas playas, montañas altas y frías como para hacer montañismo; clima inmejorable, buenas tierras, gente pacífica (todavía), pero sigue siendo un tercermundista que no difiere mucho de la media latinoamericana.  No hay infraestructura para nada.
            En todas partes hay ladrones y corruptos, pero la diferencia entre los países desarrollados y nosotros es que ellos los meten a las cárceles, y nosotros los llevamos a la Presidencia de la República.  Pero no satisfechos con eso, los REELEGIMOS para que sigan con sus marrullerías.  Talvez eso sea lo que marca la diferencia entre Andorra y nosotros los latinos.  La clase de gente que somos.  Los listos y aprovechados NO TIENEN la culpa de que seamos pendejos y permitamos que unas exiguas minorías hagan lo que les dé la gana con los recursos de todos.  El problema que tenemos que explicarnos los latinos es cómo dejamos que esos grupúsculos de sinvergüenzas se tomen la libertad de malbaratar los bienes que son de TODOS LOS CIUDADANOS DE CADA PAÍS.   ¿Cómo permitimos que cincuenta, sesenta o setenta diputados o senadores vendidos se tomen la libertad de comprometer nuestro patrimonio por unos cuantos centavos?  ¿Qué clase de “democracia” es la que vivimos, en donde una pequeña argolla de desgraciados puede vender impunemente los bienes nacionales?  ¿Cómo es que nuestros pueblos permiten en forma pasiva e indolente, que esa lacra se haya apoderado en forma permanente del poder y de la capacidad de disponer, como si fuera propio, de lo que es propiedad de todos?   ¡Claro que hay razas inferiores y, junto con los negros del África y algunos países asiáticos, nosotros las constituimos!  Solo así se puede explicar cómo es que millones y millones de hombres contemplen sin hacer nada, como ciertos grupitos (Oligarquías) hacen y deshacen con el patrimonio de nuestros pueblos.  Venden, contratan, alquilan, conceden, hacen tratados (como el TLC) en donde solo los miembros de sus grupos obtienen beneficios. 
            Andorra no tiene nada bajo su suelo, solo a su gente sobre él.  En cambio Brasil, con más de ocho millones y medio de kilómetros cuadrados de tierras excelentes, con petróleo y refinerías, hierro, URANIO, manganeso, plomo, azufre y casi todos los minerales precisos para montar una industria gigantesca, se conforma con ser un vendedor de café y carne.  Carne que le vende a los Estados Unidos para que estos la revendan a Japón y otros países.  La estampa clásica de un tercermundista, conforme con su destino de suplidor de materia prima.  Con un per cápita de apenas dos mil seiscientos dólares, se sitúa entre los países más contradictorios del mundo: un millonario miserable.  ¿Será cuestión de la gente?  ¿Será la raza?  ¿Muchos negros?  Talvez, pero en los Estados Unidos hay más negros que en Brasil.  Se puede decir que en la pequeña Inglaterra hay más negros que en Brasil.  Entonces, esa no puede ser una causa importante en el tercermundismo brasileño.  ¿Qué es lo que le impide a Brasil y todos los latinos estar ni siquiera cerca de la minúscula Andorra, que cabe sobrada dentro del Maracaná, y cuyos habitantes no llenarían ni la mitad de ese estadio?  ¿Cuáles serán las causas de nuestra desgracia?  ¿La indolencia?
            Tristemente
                                   RIS             E-mail:   rhizaguirre@gmail.com






        

           

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