lunes, 2 de abril de 2012

231 Algo más sobre la "piratería" en computación


231 “LA CHISPA”  

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”.

ALGO MÁS SOBRE LA “PIRATERÍA” EN COMPUTACIÓN

            Un amigo que trabaja en ese ramo, me llamó y me dijo que había sido un poco injusto en las “Chispas” que publiqué al respecto, en especial, en la # 229.  Entonces las revisé todas y decidí escribir esta para aclarar algunos puntos más.  Talvez este señor sea un honrado comerciante; no tengo razón para dudarlo.  Pero con todos los que YO he tratado para comprar alguna de esas máquinas, me han agredido como pirañas.  Yo soy de aquellos individuos a los que esta tecnología nos agarró tarde, y no fue sino hasta hace muy poco que aprendí a utilizarla “como máquina de escribir”, y le di un merecido descanso a mi “Mercury” después de más de treinta años de uso.
            En mi primera computadora me dieron lo que les dio la gana; pero como no sabía nada, me pareció maravillosa.  Desde luego que no tardó ni un año en ser obsoleta, y cuando la quise “actualizar”,  me dijeron que ya no había repuestos para ella.  Tuve que comprar otra, y otra y otra… hasta que en la última ocasión (todavía la tengo) me vendieron un ordenador con una determinada tarjeta de gráficos incapaz de funcionar a la altura del monitor que escogí.  Por cuestiones de mi vista, elegí un monitor AOL de 17” que permite una resolución de 1280 X 1024, pero la tarjeta de que tenía la Tarjeta Madre, apenas permite la configuración 640 X 480.  Y así, sin asco ni el menor rubor, me hicieron el paquete, me cobraron y me despidieron, a sabiendas de que el monitor trabajaría en una frecuencia que lo convierte en un atentado en contra de la vista.  Se trata de un famoso almacén que vende esos productos.  Pero también resulta que el Procesador que me vendieron como Intel (así lo certificaba la factura), era uno AMD.  Entonces me comuniqué con la Defensoría del Consumidor y les envié una carta diciéndoles lo que me habían hecho.  Confieso que utilicé algunos términos rudos al referirme a los funcionarios de ese negocio, pero me puse furioso cuando un técnico vino a mi casa y me explicó el fraude en detalle.  Entonces, para mi sorpresa, recibí una llamada de la Empresa que me había estafado (palabra que utilicé en mi carta a la “Defensoría” del consumidor), y el abogado me dijo que tenían en su poder una carta que yo había enviado a esa oficina gubernativa, y que era querellable porque yo los injuriaba diciendo que eran “estafadores”.  Pero que si yo renunciaba a mis reclamos, ellos harían caso omiso de lo que decía la carta.  Es decir, la “Defensoría” del Consumidor me puso en manos de esa gente.
            Con rabia y amargura, tuve que ir a su oficina a firmar un documento en el cual constaba el “empate” que habíamos logrado.  ¿Será ese el procedimiento usual de esa oficina?  Si son “defensores” del consumidor, creo que su deber era avisarme de las implicaciones que tenía la utilización de términos querellables en mi carta, pero no lo hicieron, sino que se la pasaron a ellos y “me echaron al circo con los leones”.  No valió reclamo alguno de los que hice mediante un abogado: guardaron silencio absoluto.   Con pasarle mi carta a esta empresa, le dieron las armas para silenciarme y tener que morderme la lengua ante la estafa que me habían hecho. 
            Esa es MI razón personal por la cual siento una profunda aversión por todas esas empresas y sus funcionarios, pero también es una realidad conocida de todos, su condición de abusadores.  Sé que no se deben hacer generalizaciones; pero cuando uno ha sido víctima de esos fraudes, se justifica una actitud de recelo hacia todos ellos.  Para mí, siempre estarán bajo sospecha, TODOS.  El comerciante es un espécimen con cualidades que casi siempre suelen estar reñidas con la ética.  Y si no van más allá en sus engaños, es por un poco de miedo a los clientes, la competencia y, en mínimo grado, a la Ley.  En la “Chispa” 229 dije que la única forma de comprar una máquina de estas, es hacerlo bajo la supervisión de alguien que sepa; o bien, ponerse a estudiar la materia hasta convertirse en un experto al que no puedan enredar.  Este último camino es el que yo elegí, y me siento muy satisfecho, pues además de ser un “hobby” apasionante, pienso que no volverán a engañarme; por lo menos no con tanta facilidad.  La otra alternativa es comprar una computadora “de Marca”.  Al fin y al cabo, algunas salen a igual precio… o muy parecido.  Y en todo caso podrá “rajar” con su Compaq, Dell, Gateway, Hellett Packard, Toshiba o Sony.  Recuerde que esas fábricas (marcas) le dan una garantía auténtica de lo que le están vendiendo. Mi consejo sigue siendo el mismo que di en “Chispas” anteriores: no confíe en esa gente.  Ellos no tienen espíritu de servicio sino de vendedores, lo cual es válido para ellos, pero peligroso para usted.  Solo son amables cuando están a punto de venderle; pero al menor reclamo sobre su compra, se convierten en sus enemigos.  Tampoco confíe en cualquier taller de reparaciones.  A mí me robaron una tarjeta de video en uno de esos talleres, y no valió alegato alguno. ¿Ir a la “Defensoría” del Consumidor?  Ja, Ja, Ja.  Vaya donde le vendieron la máquina, exija recibos de revisión, hágase acompañar de alguien que sepa. Pida los repuestos que le digan que cambiaron.  Asegúrese de todo.  Marque con pilot las partes metálicas, tome números de serie y marca de las tarjetas, del microprocesador y de cuanta cosilla le puedan sustraer a su computadora.  Esta situación es terrible y estresante, PERO ASÍ FUNCIONA, por desgracia.  Talvez no todos, pero sí la mayoría.
            La “Piratería” en la computación abarca desde los grandes hasta los más chiquitillos.  Desde los dueños del monopolio del Software, hasta el que le vende un cartucho de tinta o una resma de papel.  Pregunte, compare precios y, como dice un libro sobre computación: “Hable como si supiera”.   Pues si ellos intuyen que usted nada sabe sobre el asunto, harán fiesta con su dinero y le meterán cualquier trasto obsoleto o a punto de estarlo.
            Muy maliciosamente
                                               Ricardo Izaguirre S.
E-mail:    rhizaguirre@gmail.com
Entrada al blog “LA CHISPA”:         http://lachispa2010.blogspot.com/
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