martes, 1 de marzo de 2011

895 La educación: Comodín político


895   “LA CHISPA          (15 febrero 2011)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA EDUCACIÓN: COMODÍN POLÍTICO
            La educación tiene un objetivo único: EL DESARROLLO.  La meta soñada de todas las sociedades tercermundistas y hambrientas.  Así, pues, la fórmula hacia el Paraíso es de lo más simple si nos apoyamos en este axioma: Educación plena = desarrollo inevitable.  Demasiado sencillo, tanto que sentimos deseo de preguntarnos: ¿dónde está el truco?  ¿En verdad funciona esta fórmula mágica?  Y si es tan sencillo, ¿por qué no la ponemos en práctica en todos los pueblos atrasados?  ¿Por qué los gobiernos NO INVIERTEN en este negocio redondo todos los fondos necesarios para lograr una ALFABETIZACIÓN PLENA Y ELEVADA?  Y con eso se quiere decir de CALIDAD y HASTA EL FINAL (Universidad y tecnológicos).  Vean que de muy poco sirve solo la educación primaria; tampoco la secundaria.  La que verdaderamente cuenta es la superior, la que convierte a los individuos en agentes de transformación y productores de riqueza.  Los demás, solo son personas capacitadas a medias para trabajar en la agricultura o las fábricas; gente de la que sobra por todas partes: mano de obra barata que solo sirve para eternizar el problema del subdesarrollo y la frustración.
            Hace poco leí que en la empresa coreana  L.G. (el yi), trabajan nada menos que VEINTICUATRO MIL doctores en electrónica.  ¿Se imaginan lo que eso significa?  24 mil doctores solo en una compañía.  Es de imaginar la competencia y el nivel de excelencia que debe brotar de aquella.  Y como resultado, tenemos una producción de la más alta calidad mundial.  De alta tecnología a la que ELLOS ponen precio.  No los compradores.  Lo que esa gente produce no son chayotes, papayas, café, madera, vacas, arroz ni frijoles; cosas que cualquier nación analfabeta puede producir para que los compradores les fijen los precios de venta.  Ellos se salieron del canasto tercermundista gracias a la educación; pero para hacerlo, tuvieron que invertir en infraestructura educativa: física y humana.  Escuelas (en todos los niveles) de lo mejor, y maestros y profesores de calidad y bien pagados.  Y aunque la aventura de la educación NO ES BARATA, es muy PRODUCTIVA, y eso es lo que no quieren entender  (¿?) los gobiernos de las naciones del Tercer Mundo, los cuales creen que basta con presupuestos escuálidos, escuelas unidocentes en ranchitos pajizos y edificios ruinosos para lograr la excelencia en este delicado campo.
            Muchos estados atrasado suponen (¿?) que con una limitada “universidad” sin presupuesto adecuado, van a alcanzar el desarrollo cultural y tecnológico.  Y muchos de estos países gastan DIEZ VECES MÁS en ejércitos que en educación.   Entonces ¿cómo pretendemos salir del atraso con una actitud de esa naturaleza?  ¿Creen nuestros gobernantes  que con dedicarle a la educación el dos o tres por ciento del PIB vamos a lograr un avance notorio en ese campo?  ¿Hacia dónde podemos ir con esas legiones interminables de analfabetos o semi alfabetizados?   Es obvio que a ninguna parte, pues la EDUCACIÓN es un proceso integral y completo, no una serie de remiendos e improvisaciones precarias para barnizar de cultura a las masas.  Si en ella no se hace todo el viaje, es casi igual a nada, pues aún después de terminar el proceso formal universitario, queda mucho por aprender para rivalizar en un mundo de canibalismo industrial, tecnológico y comercial.  Sin profesionales abundantes y bien calificados (como los de L.G.) es muy difícil el ingreso a ese Edén soñado del primer mundo, pues no solo se trata de producir, sino de tener la habilidad necesaria para abrirse campo en los grandes mercados, territorio de depredadores de aguas profundas. 
            La pobreza del Tercer Mundo no es una cuestión de recursos sino de actitud, de estructuras económicas añejas e inservibles en un mundo moderno de altísima competitividad.   Y la peor estructura es la política, la cual se ciñe obstinadamente a modelos económicos absurdos, superados, fracasados e injustos para la mayoría de la población.   Sistemas medievales en donde solo los señores feudales obtienen beneficios a costa de la miseria de las grandes capas sociales, de la clase obrera.  Por desgracia, la mentalidad de nuestras oligarquías se quedó fija en el modelo colonial: monocultivos, exportación de materia prima e importación de insumos y manufactura.  Explotación feroz de los recursos naturales para negociarlos con los grandes consumidores.  En resumen, dependencia total.  Tercermundismo eterno asegurado… y talvez cuarto o quinto.
            En la América Latina la educación solo es un comodín político que se explota durante las campañas electoreras.  Y después de estas, solo es una fuente de malestar para los gobernantes pues, quiérase o no, las poblaciones reclaman la opción de mejoras en esta actividad, que es la única que proporciona una salida de ese sofocante mundo de la pobreza endémica de nuestros pueblos. 
            A principios del siglo XVIII Japón se encontraba mil años atrás de Europa y USA en tecnología, y eso los convirtió en una víctima militar del occidente.  Sin embargo, esa lección fue bien aprendida y, de inmediato, decidieron emparejar el asunto y enviaron miles de jóvenes a aprender todas las tecnologías necesarias para hacer de su patria un gigante industrial.  EDUCARON a su población.  Invirtieron en su futuro y eso trajo como consecuencia que durante la guerra ruso-japonesa derrotaran al imperio de los zares, algo que nadie en occidente creyó posible.  Lo mismo hicieron después de la II guerra mundial; reducidos a escombros en esta, no tardaron mucho en volver a ocupar un puesto de privilegio en el mundo moderno (segunda o tercera economía mundial).  Y ¿gracias a qué?  A la educación.
            La educación TOTAL es la única vía que tenemos para salir del atraso histórico en el que vivimos, dependiendo de las cosechas y los precios internacionales de los granos; valga decir, del capricho de los compradores.   Lástima que en nuestros países solo pensemos en ella como COMODÍN POLÍTICO durante las campañas.  Es una pena que, siendo tan claro el camino hacia el desarrollo, nos neguemos a iniciarlo con la determinación necesaria para recorrerlo todo, hasta el final.  Cualquiera sabe que eso es así, y solo es asunto de tomar la decisión firme de no claudicar hasta lograr el objetivo.  Pero para eso, tenemos que INVERTIR, ya que no se puede hacer sopa sin agua.   Y no se trata de hacer “reformas” cosméticas ni de matizar de política partidaria lo que debe ser EL GRAN PROYECTO NACIONAL.  Solo así saldremos del atraso.
            Escuelerescamente                                                   (¿Cómo anda este asunto en sus países?)
                                           RIS                   E-mail: rhizaguirre@gmail.com
Blogs:      La Chispa         http://lachispa2010.blogspot.com/       con link a        Librería en Red



           

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