sábado, 25 de diciembre de 2010

727 Instrucción y medicina pública vs privatización

727   “LA CHISPA        (5 diciembre 2009)
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
INSTRUCCIÓN Y MEDICINA PÚBLICA  versus PRIVATIZACIÓN
            Los parásitos se distinguen por la habilidad que tienen para vivir del trabajo biológico de los huéspedes.  No construyen nada, no laboran; solo se aprovechan del esfuerzo ajeno cuando alguien a hecho la parte difícil.  Esa definición no solo es válida para plantas y animales que tienen esa forma de vida por evolución o necesidad fisiológica, sino también para los humanos que la remedan de manera mucho más eficiente y feroz que las criaturas de la naturaleza.  Siempre hay chupadores dispuestos a aprovecharse de los demás, y solo les basta controlar los hilos del Poder para ejecutar su maligna labor sin sentir el menor sonrojo por esa actividad criminal.  “Empresa privada”, le dicen.  “Libertad de mercado”, “Oferta y demanda” y mil eufemismos más con los cuales pretenden legitimar su oficio de bebedores de sangre.   Es por eso que la Medicina y la Educación NO PODÍAN escaparse a la codicia y manipulación de esa gente.
            El esfuerzo por crear ambas instituciones ha sido de los pueblos.  Son estos los que han aportado todo para que se creara la ESCUELA.  La organización, los edificios, la formación de Maestros, el material escolar, los programas y salarios; todo es una labor nacional.  Por lo tanto, la ESCUELA LE PERTENECE A TODA LA COMUNIDAD, es su propiedad inalienable que no debe estar al servicio económico de esa clase explotadora y sus bastardos intereses solapados bajo el antifaz de la “empresa privada”.  La Educación y la Salud son responsabilidades obligatorias del Estado y no deben ser transferidas a NADIE, bajo ningún pretexto.  El país, a través del Gobierno creó esas instituciones populares; hizo las escuelas, colegios y Universidades.  Invirtió en la preparación de maestros y profesores; creó los cuerpos docentes con el tesoro público, por lo tanto, estos son propiedad “privada” de la nación.   Así que cuando la empresa privada contrata maestros y profesores formados en instituciones estatales, se está aprovechando de un bien público para su servicio particular.  Es decir, están parasitando un recurso que pertenece a todos.  Puede ser que esto sea difícil de entender incluso para los docentes que, por falta de análisis, suponen que ellos son el producto de su empeño exclusivo y que no tienen obligación con la sociedad que creó los medios para que ellos estudiaran.   
            Igual pasa con la Medicina.  Los gobiernos fundaron las escuelas de medicinas para formar médicos.  Así que estos también tienen obligaciones comunitarias que cumplir y no deben convertirse en expoliadores de la gente que hizo posible su educación.  No pueden decir: “Yo pagué mi carrera”, porque eso no es cierto.  El Estado les proporcionó la primaria y secundaria (gratis) que hicieron posible su ingreso a la Universidad.  Y en esta pagaron un mínimo que NO EQUIVALE a la inversión que hizo el Estado en la creación de ese centro educativo.  Los únicos médicos libres de ese compromiso son los extranjeros que ya vienen formados.  La deuda de ellos es con su país.          (Chiste electorero: “Prioridad de mi gobierno: la seguridad”)
            Ambos profesionales, médicos y maestros, son parte del patrimonio nacional y deben estar al servicio de la población.  Desde luego que estos tienen que recibir sus justos estipendios en proporción con su esfuerzo y años de estudio.  Pero de ahí a que se conviertan en mercenarios de la empresa privada con el único fin de enriquecerse (No los maestros.  A estos los explotan) a costillas de la comunidad que los formó, es una actitud censurable que refleja la calidad moral de quienes así proceden.  Desconocer la deuda adquirida con la sociedad que los preparó, es la más clara demostración de lo que el egoísmo puede hacer.  Sin embargo, no se puede negar el derecho que tiene cada persona para decidir lo que considera mejor, siempre y cuando pague el costo de sus estudios a quienes se los dieron.  Si no labora en el sector público debe pagar por sus estudios, pues no es justo ni correcto que este lo financie para que se vaya a la empresa privada o al extranjero.   El Estado educa para que el individuo sea útil al pueblo que pagó por sus estudios.    No en forma exclusiva al sector adinerado.   A los profesionales les cuesta mucho entender esta simple ecuación.
            Es aquí en donde surge la piratería de la empresa privada.  Utiliza a ambos profesionales preparados para el servicio de las colectividades, y forma empresas mercantiles para lucrar con estos bienes públicos.  Incluso han logrado en muchos países que el Estado subvencione sus actividades de rapiña.  Crean clínicas, escuelas, colegios, universidades y hospitales privados con fondos de los gobiernos, o con dinero de la banca estatal, sin riesgo alguno.  Sin embargo, en ellos cobran sumas astronómicas a los usuarios adinerados y a aquellos pobres que hacen esfuerzos extraordinarios para ingresar a esos centros.  Montan un comercio privado con bienes públicos, de la población en general.  Pero no solo eso sino que, desde dentro de los Gobiernos, que siempre controlan, logran todas las ventajas propias de los parásitos.  Además, van desacreditando a las instituciones estatales haciéndolas perder la estimación de los usuarios.  Degradan la enseñanza pública, la demeritan y le quitan fondos para que su inferioridad sea más evidente ante la escuela privada.  Lo mismo hacen con los hospitales nacionales, a los cuales les han ido cercenando todos sus recursos para que se conviertan en instituciones casi inútiles, no confiables y con características de limosneras.  
            Si las tesis de la empresa privada fueran reales, deberían formar sus propios maestros y médicos, sin montarse sobre las estructuras centenarias que han venido creando nuestros países.  Y si van a utilizar a estos profesionales, deberían reembolsar al Estado el costo real de la formación de cada uno de los que utilicen para el servicio privado.  En síntesis, la privatización indiscriminada no solo es una forma de atentar contra la solidez de la institucionalidad de una nación, sino que se ha convertido en una manera de aprovecharse del trabajo colectivo de esta para ponerlo al servicio de unos pocos con poder político.  La medicina y la escuela privada son dos aberraciones que DEBEN DESAPARECER.  La Educación y la Salud no deben COMERCIALIZARSE como si se tratara de un negocio de agiotaje o una casa de empeños.  Estas deber ser responsabilidad exclusiva del Gobierno.                          (¿Cómo anda este “negocio privado” en su país?)
           (Chascarrillo político de Año Nuevo: “Nos preocupa la educación y salud del ciudadano”)              
Fraternalmente                                              
                                       Ricardo Izaguirre S.  E-mail: rhizaguirre@gmail.com                                                                                                 
Blogs:       La Chispa         http://lachispa2010.blogspot.com/     con link a        Librería en Red

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