viernes, 10 de mayo de 2013

527 Nuestro mundo es glorioso


527   LA CHISPA   
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
NUESTRO MUNDO ES GLORIOSO

            ¿Ha visto usted la maravilla que representa la luz del Sol, que en complicidad divina con la atmósfera, nos brinda el espectáculo único de las auroras hechizantes o los mágicos celajes del atardecer?   ¿Ha pensado usted cuántos millones y millones de años les ha llevado a los dioses la “fabricación” de este complejo sistema solar y el acondicionamiento necesario para que la Vida sea posible en este planeta?  ¿Sabe usted el trabajo que han invertido para hacer que nuestra “casa” sea habitable?  Vea que ni los escritos sagrados ni las religiones dicen: “Y Dios creó el mundo de los muertos”.  Tampoco nos dicen nada del Infierno.  Nada de eso, señalan como la joya suprema de la “creación”, la formación del mundo físico y todos los adornos que hicieron posible que Adán (el Hombre) pudiera sobrevivir.  Después de “fajarse” durante seis días, el mismo dios fanfarroneó por su obra, y disfrutó del fresco en el esplendoroso huerto (la tierra) que había formado.   Así que no desdeñe esta belleza que es nuestro hogar, ni caiga en la telaraña de la retórica de tantos  religiosos extraviados que viven predicando el menosprecio a la vida, a la carne, al sexo, al amor y las buenas cosas que nos ofrece el planeta.  La Vida es bella y debemos gozarla.  Tenemos la obligación de disfrutarla y embriagarnos en los placeres que nos ofrece, para que los dioses sepan que estamos agradecidos por todo lo que nos dieron.  Cada uno hasta donde su inmoderación se lo permita, hasta el hartazgo.  Debemos emborracharnos de Vida.
            No es cierto que el sexo sea pecado; el “pecado” es el exceso, el descontrol y el irrespeto, pero no porque ofendamos a Dios o a los dioses, sino por las consecuencias que tenemos que pagar en nuestro cuerpo por los abusos.  Nada es pecado, si se realiza con moderación y sin joder al prójimo.  El pecado teológico es un arma intimidatoria que nada tiene que ver con la realidad que vivimos.  Es el látigo que las religiones exotéricas chasquean a los creyentes ingenuos para manipularlos en diversas direcciones, según los intereses de los cleros.  NINGÚN HOMBRE TIENE LA CAPACIDAD DE “OFENDER A DIOS”.   No importa lo que haga o diga.  Con sus acciones incorrectas solo altera la armonía del espacio circundante y crea un caos que solo desaparece cuando esas vibraciones discordantes, son absorbidas para la criatura que las produjo.  Ese proceso de “castigo” es doloroso, pues comporta la obligación moral y física de compensar al ofendido.  Desde luego que para eso no hay perdón. Y aunque generalmente estas deudas se pagan durante la vida, quedan muchos remanentes (karma) que deben ser saldados en el mundo de los muertos, y ese es el Purgatorio (en los casos leves), o el Infierno, en los graves.  Así, pues, que no es necesario morir para entrar al cielo, purgatorio o infierno.  La vida de infinidad de personas es un infierno que solo continúa en la muerte, hasta que se cancelan todas las deudas y cesa en su mal proceder.  Pero NO ES CASTIGO, sino ajuste de cuentas.  Desde luego que no debemos perder de vista que tanto el Purgatorio como el Infierno NO SON LUGARES OBJETIVOS, sino estados de consciencia.   
            El mundo físico, aunque irreal desde el punto de vista de la metafísica, es lo más real que conocemos de acuerdo con la natural y única forma de percepción que tenemos desarrollada.  Nuestra personalidad es incapaz de conocer o valorar otra alternativa, ya que nuestro estado evolutivo no nos permite otra cosa.  Es por eso que cualquier experiencia que difiera de aquello a lo que estamos acostumbrados es inferior, desconcertante y pobre.  El espacio gris y sin luz  de la muerte no puede sustituir al brillo sin igual de la tierra.  Ese espacio de penumbra, silente, sin las familiares sensaciones físicas (hambre, sueño, cansancio, dolor, frío o calor) es deprimente.  Incluso la visión es extraña, pues como no se tienen ojos, NO SE PUEDE VER en la misma forma como lo hacemos en la tierra.  Esa “percepción” en cuatro dimensiones resulta muy extraña al recién llegado.  Solo la lógica y el conocimiento previo, son las mejores armas para sobrevivir sin tanto contratiempo ni dolor.  Desde luego que todos estos inconvenientes se deben al impacto inicial que se da ante todo cambio trascendental, como cuando nos mudamos de casa, de barrio o país; todo es nuevo, distinto y con su particular modo de ser al que TENEMOS que acomodarnos.  Con una diferencia, en la vida podemos devolvernos; pero en los jardines de la muerte no existe esa posibilidad, hay que adaptarse sí o sí.    
            La vida es bella y debemos aprovecharla; y aunque esto suene cajonero, es la verdad.  Tampoco es cierto que en el “cielo” nos vamos a encontrar con nuestros abuelitos, padres, hijos o parientes muertos.  Eso solo sucede si coincidimos en el tiempo del fallecimiento.  El plano astral no es un casillero de correo o un número telefónico en donde la gente se encuentra de manera infalible.  Allí todo se mueve en ascenso, hacia el límite superior en donde la personalidad será desintegrada, y punto final.  Buscar a los parientes en el “Valle de las sombras”, es como hacerlo en una ciudad enorme sin tener la dirección ni punto alguno de referencia.  Nadie está ahí estacionado esperando nuestro deceso.  Eso quisiéramos, pero no es así, no somos tan importantes.  Los “muertos” tienen suficientes preocupaciones personales como para estar pendientes del día en que estiremos la pata.  Nos gustaría que estuviera la mamita, como en la tierra, pero NO ES ASÍ, allí estamos solos.
            Sí, queridos lectores, este mundo es todo lo que TENEMOS y debemos amarlo, gozarlo y disfrutar del infinito número de cosas bellísimas que nos ofrece.  Pero sobre todo, de la oportunidad que tenemos para amar a los nuestros, a los ajenos, a los raros, feos, extranjeros, alegres y tristes, inteligentes y brutos, pues todos ellos son bellos frutos de lo que puede producir este hermosísimo jardín que tenemos por morada.  No pierda su tiempo esperando el “cielo” que allí no hay nada.  Viva aquí y haga de este mundo su cielo y, hasta donde pueda, conviértalo en Paraíso para aquellos que lo rodean.  Que la paz sea con ustedes y…
            Fraternalmente
                                   RIS        E-mail:   rhizaguirre@gmail.com

Entrada al blog “LA CHISPA”:        http://lachispa2010.blogspot.com/

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