527 “LA
CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se
fundamentan los abusos del Poder”
NUESTRO
MUNDO ES GLORIOSO
¿Ha visto usted la maravilla que
representa la luz del Sol, que en complicidad divina con la atmósfera, nos
brinda el espectáculo único de las auroras hechizantes o los mágicos celajes
del atardecer? ¿Ha pensado usted
cuántos millones y millones de años les ha llevado a los dioses la
“fabricación” de este complejo sistema solar y el acondicionamiento necesario
para que la Vida sea posible en este planeta? ¿Sabe usted el trabajo que han invertido para
hacer que nuestra “casa” sea habitable? Vea
que ni los escritos sagrados ni las religiones dicen: “Y Dios creó el mundo de los muertos”. Tampoco nos dicen nada del Infierno. Nada de eso, señalan como la joya suprema de
la “creación”, la formación del mundo
físico y todos los adornos que hicieron posible que Adán (el Hombre) pudiera
sobrevivir. Después de “fajarse” durante
seis días, el mismo dios fanfarroneó
por su obra, y disfrutó del fresco en
el esplendoroso huerto (la tierra) que había formado. Así que no desdeñe esta belleza que es
nuestro hogar, ni caiga en la telaraña de la retórica de tantos religiosos extraviados que viven predicando
el menosprecio a la vida, a la carne, al sexo, al amor y las buenas cosas que
nos ofrece el planeta. La Vida
es bella y debemos gozarla. Tenemos la obligación de disfrutarla y
embriagarnos en los placeres que nos ofrece, para que los dioses sepan que
estamos agradecidos por todo lo que nos dieron.
Cada uno hasta donde su inmoderación se lo permita, hasta el hartazgo. Debemos emborracharnos de Vida.
No es cierto que el sexo sea pecado;
el “pecado” es el exceso, el descontrol y el irrespeto, pero no porque
ofendamos a Dios o a los dioses, sino por las consecuencias que tenemos que
pagar en nuestro cuerpo por los abusos. Nada es pecado, si se realiza con
moderación y sin joder al prójimo. El pecado teológico es un arma intimidatoria
que nada tiene que ver con la realidad que vivimos. Es el látigo que las religiones exotéricas
chasquean a los creyentes ingenuos para manipularlos en diversas direcciones,
según los intereses de los cleros. NINGÚN HOMBRE TIENE LA CAPACIDAD DE “OFENDER A DIOS”. No importa lo que haga o diga. Con sus acciones incorrectas solo altera la
armonía del espacio circundante y crea un caos que solo desaparece cuando esas
vibraciones discordantes, son absorbidas para la criatura que las produjo. Ese proceso de “castigo” es doloroso, pues
comporta la obligación moral y física de compensar al ofendido. Desde luego que para eso no hay perdón. Y
aunque generalmente estas deudas se pagan durante la vida, quedan muchos
remanentes (karma) que deben ser saldados en el mundo de los muertos, y ese es
el Purgatorio (en los casos leves), o el Infierno, en los graves. Así,
pues, que no es necesario morir para entrar al cielo, purgatorio o infierno. La vida de infinidad de personas es un
infierno que solo continúa en la muerte, hasta que se cancelan todas las deudas
y cesa en su mal proceder. Pero NO ES CASTIGO, sino ajuste de cuentas. Desde luego que no debemos perder de vista
que tanto el Purgatorio como el Infierno NO
SON LUGARES OBJETIVOS, sino estados de consciencia.
El mundo físico, aunque irreal desde
el punto de vista de la metafísica, es lo más real que conocemos de acuerdo con
la natural y única forma de percepción que tenemos desarrollada. Nuestra personalidad
es incapaz de conocer o valorar otra alternativa, ya que nuestro estado
evolutivo no nos permite otra cosa. Es
por eso que cualquier experiencia que difiera de aquello a lo que estamos
acostumbrados es inferior, desconcertante y pobre. El espacio gris y sin luz de la muerte no puede sustituir al brillo sin
igual de la tierra. Ese espacio de
penumbra, silente, sin las familiares sensaciones
físicas (hambre, sueño, cansancio, dolor, frío o calor) es deprimente. Incluso la visión es extraña, pues como no se
tienen ojos, NO SE PUEDE VER en la
misma forma como lo hacemos en la tierra. Esa “percepción” en cuatro dimensiones
resulta muy extraña al recién llegado. Solo
la lógica y el conocimiento previo, son las mejores armas para sobrevivir sin
tanto contratiempo ni dolor. Desde luego
que todos estos inconvenientes se deben al impacto inicial que se da ante todo
cambio trascendental, como cuando nos mudamos de casa, de barrio o país; todo
es nuevo, distinto y con su particular modo de ser al que TENEMOS que acomodarnos. Con
una diferencia, en la vida podemos devolvernos; pero en los jardines de la muerte
no existe esa posibilidad, hay que adaptarse sí o sí.
La vida es bella y debemos
aprovecharla; y aunque esto suene cajonero, es la verdad. Tampoco es cierto que en el “cielo” nos vamos
a encontrar con nuestros abuelitos, padres, hijos o parientes muertos. Eso solo sucede si coincidimos en el tiempo
del fallecimiento. El plano astral no es
un casillero de correo o un número telefónico en donde la gente se encuentra de
manera infalible. Allí todo se mueve en
ascenso, hacia el límite superior en donde la personalidad será desintegrada, y
punto final. Buscar a los parientes en
el “Valle de las sombras”, es como
hacerlo en una ciudad enorme sin tener la dirección ni punto alguno de
referencia. Nadie está ahí estacionado
esperando nuestro deceso. Eso
quisiéramos, pero no es así, no somos tan importantes. Los “muertos” tienen suficientes
preocupaciones personales como para estar pendientes del día en que estiremos
la pata. Nos gustaría que estuviera la
mamita, como en la tierra, pero NO ES
ASÍ, allí estamos solos.
Sí, queridos lectores, este mundo es
todo lo que TENEMOS y debemos
amarlo, gozarlo y disfrutar del infinito número de cosas bellísimas que nos
ofrece. Pero sobre todo, de la
oportunidad que tenemos para amar a los nuestros, a los ajenos, a los raros,
feos, extranjeros, alegres y tristes, inteligentes y brutos, pues todos ellos
son bellos frutos de lo que puede producir este hermosísimo jardín que tenemos
por morada. No pierda su tiempo
esperando el “cielo” que allí no hay nada.
Viva aquí y haga de este mundo su cielo y, hasta donde pueda,
conviértalo en Paraíso para aquellos que lo rodean. Que la paz sea con ustedes y…
Fraternalmente
RIS E-mail: rhizaguirre@gmail.com
Entrada al blog “LA CHISPA”: http://lachispa2010.blogspot.com/
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