682 “LA
CHISPA”
Lema: “En la
indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
¿DÓNDE PUEDO ORINAR?
Desde
luego que en el retrete de mi casa, o en el de las personas a las que visito,
pero esa no es la intención de la pregunta, sino que dónde puedo hacerlo si esa
necesidad me asalta en el centro de San José o cualquier ciudad de Costa Rica
(que podría ser igual en tantas ciudades de Latinoamérica). Hace tiempo escribí unas “Chispas” acerca de este problema de nuestras ciudades, en este
caso, de San José (la # 285 y la 151).
En la 151 dije que San José es una ciudad fea en la que no hay nada que
ver; y en la 285 me referí a los conatos de urbanismo que la Municipalidad pone en manos de los
albañiles de esa Institución. Y después
de mucho tiempo, y pese a los “bulevares” con sus inexplicables asientos, es poco lo que se ha hecho. Aunque es justo reconocer el esfuerzo
realizado. Al menos, ahora hay dos
pedacitos de calle en donde se puede caminar con cierta seguridad. ¡Felicitaciones! Sin embargo, hay dos problemitas que siguen
siendo una incomodidad de primer orden para cualquiera a quien se le antoje una
necesidad corporal en la calle o el centro de San José.
En estos días vi en un
documental en la tele, algo que me causó una muy buena impresión: los servicios públicos de las ciudades
europeas. El programa se refería a
París, pero es fácil suponer que eso debe ser una norma por todo ese
continente. Estructuras pequeñitas que
no solo son oportunas y útiles sino que son auténticos adornos que contribuyen
con el ornato de la ciudad. Se ve que
estos servicios no fueron encomendados a la inteligencia y buena o mala
voluntad de los albañiles de la Municipalidad de París sino a arquitectos y
gente conocedora del diseño y la funcionalidad de este tan esencial servicio comunal. Verdaderas obras de arte dedicadas a la
resolución de necesidades vulgares pero ineludibles e importantísimas. Logré ver que algunos tienen ranuras para
introducir monedas, lo cual me parece muy justo para su mantenimiento y
aseo.
Entonces, ¿cómo es que
San José, una ciudad que se precia de ser turística no tiene este tipo de
servicios? Si usted siente un apuro de
esta clase, no tiene dónde resolverlo, a menos que se meta en algún McDonalds o
cualquier otro negocio de esa clase en donde se verá obligado a comprar algún
alimento que le costará miles de colones.
¡Porque si no compra, no le
prestan la llave! Y en cierta forma
tienen razón, pues esos servicios son para sus clientes como indica la
ley. Los otros edificios en donde puede
solicitar el servicio son algunos bancos. Pero en estos siempre se encuentran en
lugares ocultos, detrás de las cajas de caudales o en el décimo piso, cuyo
ascensor siempre está fuera de servicio.
Solo puede ir al Mercado, a un
asqueroso servicio en el cual las mujeres que cuidan, barren las canoas
mientras usted está orinando.
¿Cómo es que la
Municipalidad no ha pensado en solventar ese problema? No importan que los pinten con los colores
del partido en el gobierno. Servicios
bonitos, limpios a la vez que decorativos y funcionales; con ranura
tragamonedas para el mantenimiento.
Podrían ubicarse en el parque Nacional, el Morazán, frente al Teatro
Nacional, en el parque de la Merced, en la Plaza de la Garantías, frente al
Banco Central, al costado de la Caja del Seguro, frente al Hospital de Niños y
otros lugares estratégicos de grandes aglomeraciones. Cualquiera que lo necesite pagaría con gusto con
unos colones para saciar su necesidad, lo cual produciría suficiente dinero no
solo para su cuidado sino para recuperar la inversión. Aunque deben ser gratis.
Parece que en todos los negocios tienen una política obsesiva por no
prestar los servicios, aunque los tengan. No
entiendo ese egoísmo y falta de voluntad, pero así es. Así es en el Centro Comercial del Sur, en donde tienen el servicio público en un sitio sin rótulo y
prácticamente sin acceso a él. Parecido
es en el Parque de la Paz, aunque allí hay muchos árboles… Pero como esto es un problema público, debe
ser la Municipalidad la encargada de
resolverlo; y ya que están trabajando ahí en el Parque Nacional y el Morazán,
bien podrían, de paso, resolver ese problema de una vez por todas en ese sector:
unos sanitarios bien lindos, y unas fuentes de agua no solo prácticas sino
artísticas. Además, como los choferes
ya se acostumbraron a NO PASAR
por ahí, ojalá que conviertan toda esa área en un sitio peatonal libre de esos
esperpentos humeantes llamados autobuses.
Que ese paseo sea un pulmón más de San José.
El otro de los problemita es el agua. Un día
de estos dediqué parte de la mañana a observar las obras que se realizan en la
Estación al Atlántico y el Paseo de las Damas.
Recorrí todo el tramo desde la Terminal hasta el parque Morazán, y noté que en ninguna parte existe una sola fuente de agua. No la hay en ninguno de los parques ni sitios
públicos de todo San José. Aparte de un
par de adefesios de cemento que hay en el Parque de la Paz, estas deseables
fuentes no se encuentran. No la hay en
la plaza del Teatro Nacional, tampoco en el Parque Central, la Merced,
Dolorosa, la Plaza de las Garantías ni en la avenida central. Ni siquiera en el Mercado Central, pues allí
hay que pedirla en las fondas en donde nos la dan de mala gana. El paseo de la avenida central debería estar
lleno de fuentes como la del reloj de la
Plaza de la Cultura, e innumerables grifos en donde tomar agua o lavarse las
manos. ¿Por qué dan por un hecho que
nadie las necesita? ¿Por qué suponen que
nadie requiere un servicio sanitario y que basta con los que hay en ciertos
negocios privados? Un descuido
imperdonable de la Municipalidad; pero ahora que está empeñada en embellecer la
ciudad, es el momento propicio para corregir esa deficiencia. Les agradecemos profundamente lo de los
bulevares, y ojalá que puedan echar lo más lejos posible del centro de la
ciudad a esos agresivos, humeantes y destartalados autobuses que la
congestionan, afean y amenazan a los peatones.
Cuanta vía se “roben”
para exclusividad de la gente de a pata, constituye una bendición. Recuerden que el eje de toda actividad
urbanística NO es facilitar el
tráfago de vehículos, sino hacer que la
ciudad sea amigable con los seres humanos. Que sea acogedora, tierna y segura. Que no constituya una permanente agresión en
contra de sus moradores, y que estos no vivan en estado de pánico por el
tránsito de tanta máquina asesina. Y los baños públicos y las fuentes,
contribuirían grandemente con este objetivo. ¿Cómo está este
asunto en su país?
Agradecidamente Blog: http://lachispa2010.blogspot.com/
Ricardo Izaguirre S. E-mail:
rhizaguirre@gmail.com
PUBLICIDAD: Les recomiendo la lectura de mi libro “EL ANÁLISIS”, de
venta en la Universal, Aristos,
Juricentro, Barrabás y casi todas las buenas librerías del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario