696 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos
del Poder”
CUESTIÓN DE INFRAESTRUCTURA
No
existe desarrollo alguno si no hay infraestructura. Esa premisa es válida en todas las actividades
humanas, incluyendo los deportes. En el
caso de Costa Rica, donde solo hay un
deporte nacional, se trata de una plataforma para el desarrollo máximo del
fútbol. Este plan requiere de varios
elementos: jugadores, afición, dinero, instalaciones, dirigentes y profesionales
del deporte. Tenemos la materia prima
(buenos futbolistas), una afición generosa y apasionada, esperanzada y siempre
dispuesta a sufrir. El Estado tiene
dinero a montones, y si redirigiera parte de lo que desperdicia en campañas
políticas hacia el deporte principal, habría suficientes recursos para dotar a
los dirigentes del fútbol nacional, de todos los recursos que hacen falta para
proveer todo lo que falta hace: gente
capaz e instalaciones.
En cuanto a lo primero,
es ineludible contratar pedagogos
capacitados. Necesitamos
especialistas en medicina deportiva, técnicos en diversas áreas, preparadores
físicos, sicólogos y, sobre todo, verdaderos
técnicos que vengan a montar un PROCESO
A LARGO PLAZO, y no un bingo “resultadista” que nos clasifique a un
determinado torneo o campeonato. Queremos
personal que domine los temas de organización y disciplina y que, por su
condición de extranjeros, no incurran en las irresponsabilidades típicas de los
nacionales, en el compadrazgo o las patas
políticas. Personas RESPONSABLES. El chovinismo en el deporte es la peor
elección que podemos hacer. No es
cierto que todo lo nacional sea mejor por el simple hecho de ser nativo. Requerimos de hombres sabios que puedan
crear cátedras en las universidades para preparar elementos que “sepan de
verdad”, y que puedan tomar decisiones basadas en criterios serenos y
atinados. No como los de tantos
calenturientos de los que plagan el ambiente.
Gente conocedora que no esté
contratada por grupos o entidades clientelistas que solo busquen glorias
fugaces.
La
enseñanza del fútbol NO es una
cuestión de magia y camino fácil. Es un
viaje metódico, lento y casi imperceptible en sus cambios, hasta que no haya
pasado mucho tiempo. Como el fútbol de los
Estados Unidos en los últimos 25 años.
No se han convertido en una maravilla porque carecen del genio
individual en sus jugadores, pero eso sí, ya tienen una ESCUELA bien definida y capaz de poner en aprietos a
cualquiera. En Sudáfrica tumbaron a España e hicieron sufrir nada menos que
a Brasil. Pero eso NO
es producto de la casualidad, improvisación o suerte. Es la consecuencia del trabajo serio,
continuo y respetuoso de las metas que se propusieron en determinado tiempo. Allí
no corren a los técnicos a capricho o por los resultados de un partido; esperan
que se cumplan los pasos planeados y luego proceden al siguiente nivel. Eso es metodología. Y como dije en alguna “Chispa”, no está lejos el día en que veamos a los hijos del Tío
Sam alzar la copa FIFA. Continuidad en el proceso, esa es la piedra
de toque. Tenemos que contar con individuos
que piensen, formen y dirijan. Debemos
fijarnos una meta a diez años y cumplir todas sus etapas al pie de la letra.
La otra fase del plan
son las instalaciones físicas. Es
increíble e inaceptable que en un país fubtolero, tengan que ser los chinos (en
una obra de caridad) los que vengan a
hacernos un “estadio nacional”. Es
útil, práctico y “balato”, pero es una
vergüenza. Cada cabecera provincial DEBE contar con un estadio moderno de
calidad internacional para celebrar unos juegos nacionales, centroamericanos,
panamericanos e incluso mundiales, aunque esto último solo sea un sueño. Si
hemos de soñar, que sea en grande. Eso, al margen de que los equipos
profesionales puedan tener sus propios estadios privados, como el Saprissa. El Estado TIENE LA OBLIGACIÓN de ofrecer estas instalaciones para no
convertirse en rehén de los clubes.
Además, está la obligación de abrir canchas públicas por todo el país, en
todos los barrios. Es de esas plazas
abiertas de donde salieron infinidad de estupendos futbolistas naturales. Así fue en el pasado y puede volver a serlo.
Otro aspecto es la
organización del fútbol nacional, el cual no debe ser una actividad arbitraria
montada a capricho y conveniencia de los dueños de equipos o la televisión. Nunca se debe dejar por fuera los intereses
del público, el que paga, sufre y se
alegra con esta actividad. Y si en el
campeonato local eso es muy importante, lo es mucho más cuando de la Selección Nacional se trata. Aquí ya no solo es cosa de dinero sino de
algo que va mucho más allá de la cuestión económica. Es cierto que solo es un juego en que no está
de por medio la vida ni el honor de la patria, pero sí es una actividad que
conmociona los sentimientos de la mayoría de los ciudadanos. Es algo que los hace vibrar, sentir orgullo y
felicidad; que estimula el patriotismo
hasta niveles insospechados, y que también puede sumir a la gente en la más
profunda amargura. El fútbol está
relacionado con un sentimiento nacionalista difícil de superar por cualquier
otra actividad cívica. Y es por eso que afirmé
que la Selección Nacional es
cuestión que nos atañe a todos. También dije
que es responsabilidad del Estado no solo porque este es el rector de todo
aquello que afecta a los ciudadanos, sino porque también es un elemento
político de propaganda. El fútbol es un
fenómeno social envolvente que nos une y glorifica en el triunfo, y que nos
martiriza por igual en la derrota. Pero siempre
unidos por un sentimiento colectivo que nos identifica con ese símbolo patrio
al que llamamos “La Sele”.
La diferencia entre
nosotros y los gringos o europeos, es que ellos son metódicos y trabajan
responsablemente con programas a largo plazo; en cambio nosotros, solo
empezamos a “planificar” cuando se acercan los campeonatos mundiales; a hacer
piñatas y cálculos con los dólares que nos van a dar; a repartimos la carne
antes de cazar el venado. A contratar
“técnicos” nativos baratos que van y vienen y que pueden ser manipulados a
discreción, pero sobre todo, a IMPROVISAR. Creemos que basta con la calidad individual
de los atletas y, por si acaso, una
buena rezadita a la Virgen de los Ángeles, a la cual involucramos en
política, agricultura, el problema muellero, en la vida social, en el asunto de
las “comisiones” y, por si fuera
poco, queremos que se ponga los tacos. (¿Es igual o parecido en su país?)
Esperanzadamente
Ricardo Izaguirre S. E-mail:
rhizaguirre@gmail.com
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