domingo, 13 de noviembre de 2011

696 Cuestión de infraestructura

696    “LA CHISPA”       
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
CUESTIÓN DE INFRAESTRUCTURA
            No existe desarrollo alguno si no hay infraestructura.  Esa premisa es válida en todas las actividades humanas, incluyendo los deportes.  En el caso de Costa Rica, donde solo hay un deporte nacional, se trata de una plataforma para el desarrollo máximo del fútbol.  Este plan requiere de varios elementos: jugadores, afición, dinero, instalaciones, dirigentes y profesionales del deporte.  Tenemos la materia prima (buenos futbolistas), una afición generosa y apasionada, esperanzada y siempre dispuesta a sufrir.  El Estado tiene dinero a montones, y si redirigiera parte de lo que desperdicia en campañas políticas hacia el deporte principal, habría suficientes recursos para dotar a los dirigentes del fútbol nacional, de todos los recursos que hacen falta para proveer todo lo que falta hace: gente capaz e instalaciones.  
En cuanto a lo primero, es ineludible contratar pedagogos capacitados.  Necesitamos especialistas en medicina deportiva, técnicos en diversas áreas, preparadores físicos, sicólogos y, sobre todo, verdaderos técnicos que vengan a montar un PROCESO A LARGO PLAZO, y no un bingo “resultadista” que nos clasifique a un determinado torneo o campeonato.  Queremos personal que domine los temas de organización y disciplina y que, por su condición de extranjeros, no incurran en las irresponsabilidades típicas de los nacionales, en el compadrazgo o las patas políticas.  Personas RESPONSABLESEl chovinismo en el deporte es la peor elección que podemos hacer.  No es cierto que todo lo nacional sea mejor por el simple hecho de ser nativo.   Requerimos de hombres sabios que puedan crear cátedras en las universidades para preparar elementos que “sepan de verdad”, y que puedan tomar decisiones basadas en criterios serenos y atinados.  No como los de tantos calenturientos de los que plagan el ambiente.   Gente conocedora que no esté contratada por grupos o entidades clientelistas que solo busquen glorias fugaces. 
            La enseñanza del fútbol NO es una cuestión de magia y camino fácil.  Es un viaje metódico, lento y casi imperceptible en sus cambios, hasta que no haya pasado mucho tiempo.  Como el fútbol de los Estados Unidos en los últimos 25 años.   No se han convertido en una maravilla porque carecen del genio individual en sus jugadores, pero eso sí, ya tienen una ESCUELA bien definida y capaz de poner en aprietos a cualquiera.  En Sudáfrica tumbaron a España e hicieron sufrir nada menos que a Brasil.  Pero eso NO es producto de la casualidad, improvisación o suerte.  Es la consecuencia del trabajo serio, continuo y respetuoso de las metas que se propusieron en determinado tiempo.  Allí no corren a los técnicos a capricho o por los resultados de un partido; esperan que se cumplan los pasos planeados y luego proceden al siguiente nivel.   Eso es metodología.  Y como dije en alguna “Chispa”, no está lejos el día en que veamos a los hijos del Tío Sam alzar la copa FIFA.  Continuidad en el proceso, esa es la piedra de toque.  Tenemos que contar con individuos que piensen, formen y dirijan.  Debemos fijarnos una meta a diez años y cumplir todas sus etapas al pie de la letra.
La otra fase del plan son las instalaciones físicas.  Es increíble e inaceptable que en un país fubtolero, tengan que ser los chinos (en una obra de caridad) los que vengan a hacernos un “estadio nacional”.  Es útil,  práctico y “balato”, pero es una vergüenza.  Cada cabecera provincial DEBE contar con un estadio moderno de calidad internacional para celebrar unos juegos nacionales, centroamericanos, panamericanos e incluso mundiales, aunque esto último solo sea un sueño.  Si hemos de soñar, que sea en grande.   Eso, al margen de que los equipos profesionales puedan tener sus propios estadios privados, como el Saprissa.  El Estado TIENE LA OBLIGACIÓN de ofrecer estas instalaciones para no convertirse en rehén de los clubes.  Además, está la obligación de abrir canchas públicas por todo el país, en todos los barrios.  Es de esas plazas abiertas de donde salieron infinidad de estupendos futbolistas naturales.  Así fue en el pasado y puede volver a serlo.
Otro aspecto es la organización del fútbol nacional, el cual no debe ser una actividad arbitraria montada a capricho y conveniencia de los dueños de equipos o la televisión.   Nunca se debe dejar por fuera los intereses del público, el que paga, sufre y se alegra con esta actividad.  Y si en el campeonato local eso es muy importante, lo es mucho más cuando de la Selección Nacional se trata.  Aquí ya no solo es cosa de dinero sino de algo que va mucho más allá de la cuestión económica.  Es cierto que solo es un juego en que no está de por medio la vida ni el honor de la patria, pero sí es una actividad que conmociona los sentimientos de la mayoría de los ciudadanos.  Es algo que los hace vibrar, sentir orgullo y felicidad; que estimula el patriotismo hasta niveles insospechados, y que también puede sumir a la gente en la más profunda amargura.  El fútbol está relacionado con un sentimiento nacionalista difícil de superar por cualquier otra actividad cívica.  Y es por eso que afirmé que la Selección Nacional es cuestión que nos atañe a todos.  También dije que es responsabilidad del Estado no solo porque este es el rector de todo aquello que afecta a los ciudadanos, sino porque también es un elemento político de propaganda.  El fútbol es un fenómeno social envolvente que nos une y glorifica en el triunfo, y que nos martiriza por igual en la derrota.  Pero siempre unidos por un sentimiento colectivo que nos identifica con ese símbolo patrio al que llamamos “La Sele”.
La diferencia entre nosotros y los gringos o europeos, es que ellos son metódicos y trabajan responsablemente con programas a largo plazo; en cambio nosotros, solo empezamos a “planificar” cuando se acercan los campeonatos mundiales; a hacer piñatas y cálculos con los dólares que nos van a dar; a repartimos la carne antes de cazar el venado.   A contratar “técnicos” nativos baratos que van y vienen y que pueden ser manipulados a discreción, pero sobre todo, a IMPROVISAR.  Creemos que basta con la calidad individual de los atletas y, por si acaso, una buena rezadita a la Virgen de los Ángeles, a la cual involucramos en política, agricultura, el problema muellero, en la vida social, en el asunto de las “comisiones” y, por si fuera poco, queremos que se ponga los tacos.                                                     (¿Es igual o parecido en su país?)
Esperanzadamente
                               Ricardo Izaguirre S.                                  E-mail:  rhizaguirre@gmail.com
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