sábado, 25 de junio de 2011

460 Necesitamos otra forma de gobierno


460   LA CHISPA   

Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”

NECESITAMOS OTRA FORMA DE GOBIERNO

            Es cuestión de vida o muerte para los pueblos de la América Latina un cambio en la forma cómo funcionan los gobiernos y cómo se ejerce el Poder.  La propuesta de Montesquieu del equilibro de los tres poderes independientes es muy bonita pero no funciona en nuestro medio.  Talvez lo haga en sociedades maduras y cultas, en donde las personas que van al gobierno son gente de HONOR que saben sus funciones y el deber que tienen con sus pueblos y no con las Argollas del Poder.  En nuestros lares los gobernantes suelen ser miembros de las Oligarquías o nombrados por estas, cuando así conviene a sus intereses.  Generalmente son personas deshonestas, oportunistas que solo ven en el ejercicio del gobierno la posibilidad de enriquecerse.  Y para que eso suceda, saben que tienen que pagar el peaje: dejar que todos sus colaboradores lo hagan.  Gobernar en Latinlandia es la oportunidad de ROBAR, nada más.  Y salvo pocas honrosas excepciones, esa suele ser la REGLA.
            Y para que lo sepa, Mesié Montesquieu, en la América nuestra el Poder Legislativo NO REPRESENTA LOS INTERESES DEL PUEBLO QUE LOS “ELIGIÓ”, sino los de la Oligarquía que financia las campañas políticas y, de esa manera, los somete al servilismo capitalista.  Para su información, don Charles Louis de Secondat, en nuestros pueblos las Asambleas Legislativas son apéndices del Ejecutivo, bien sea porque pertenecen al mismo partido, o porque los compran, ya que todos son vendibles.  Estimado barón: nuestras Asambleas son mercados en donde todo se negocia a espaldas de los pueblos.  El Honor, la Palabra o el Compromiso con los electores son conceptos extraños y desconocidos para los “legisladores”, y todo está sujeto a PRECIO.  Si son diputados del partido en el Poder, como son “trepadores” en espera de ser Presidentes, aprueban todo lo que proponga el Ejecutivo, sin importar la naturaleza del “negocio” que estén cocinando, porque nuestros gobernantes no son más que Mercaderes en el Poder.  Capitalistas sin más interés que el de su propio beneficio, y el de la clase oligárquica que representan.
            El gobierno que Montesquieu concibió en “El espíritu de la Leyes” era para pueblos decentes, cultos y capaces de someter a sus gobernantes a la Ley, y de hacerlos pagar por sus fechorías o incapacidad.  También fue pensado para Hombres con Honor, que aspiraban a servir a sus pueblos y no a servirse del Poder para amasar grandes fortunas, como es la regla en nuestra América Latina.  Don Charles, su teoría talvez era buena para los suizos, franceses, ingleses y alemanes; incluso para los nórdicos europeos.  Gente que vigila a sus gobiernos y demanda de estos aquello a lo que se comprometieron.  Pero nosotros somos pueblos indolentes a los que nada les importa, gente apática que no cuestiona nada; que no exige ni reclama, a pesar de ser los dueños de la Soberanía y poseedores del Poder para decidir qué se hace y qué no.  Somos esa masa a la que cualquiera nos pone la jáquima y la albarda sin que protestemos.  Y cuatro años después, volvemos a votar por los mismos desgraciados que se han burlado de nosotros gracias a esa negativa condición. Pero como somos pueblos de sinvergüenzas astutos, también encontramos la manera de tergiversar, acomodar y desvirtuar a favor de unos pocos, el espíritu que subyace detrás de los hermosos postulados de su gran obra teórica.  Conservamos la máscara política, pero eliminamos la esencia de lo que implica el equilibrio de los Poderes, y de esa manera, creamos dictaduras “democráticas”.   Con la burla feliz de las Oligarquías y la indolencia de los pueblos, que nunca se han detenido a meditar acerca de nuestras formas de “gobierno”, hemos creado un híbrido que está muy lejos de representar lo que usted concibió.  Este sería un apéndice de su libro para la América Latina:
       1)  Creación de Cabildos como la forma más auténtica de manifestación de la voluntad popular.  Estos deben ser jerarquizados por comunidades, provincias y de nivel nacional, pero siempre gobernados por el Pueblo.  Sin injerencias de nadie, no deben tener estructuras rígidas ni funcionarios permanentes, porque esa es la matriz de la corruptela.  Se les debe asignar fondos para que funcionen con TODOS los requerimientos necesarios y con la solvencia adecuada para llevar a cabo todas sus funciones.  Sus presupuestos serán calculados por una Contraloría sujeta al Tribunal Supremo de Elecciones.  La voz del Cabildo será la LEY
       2) Las Asambleas Legislativas deben ser sustituidas por órganos técnicos e independientes como el Tribunal Supremo de Elecciones.  Profesionales en leyes que reciban los proyectos de parte de los Cabildos y del Ejecutivo, y que den respuestas dentro de plazos perentorios.
       3)  Se decreta la eliminación de todos los partidos políticos (instrumentos de poder de las Oligarquías y antros de corrupción).       
       4)  Todo funcionario por nombramiento o elección (incluyendo a los presidentes) puede ser destituido cuando se demuestre su incapacidad.  En el caso de los Presidentes se hará mediante referendo nacional. El pueblo, por medio de los Cabildos, se reserva el derecho de remover a cualquier funcionario, sin excepción ni consideración de la categoría del cargo. Y cualquier ciudadano que en el ejercicio de sus funciones cometa cualquier delito, será inhabilitado políticamente para siempre.  También serán encarcelados sin derecho a nada aquellos que realicen malos manejos o burlen la confianza popular.
       5)  Cualquier otra disposición que tomen los Cabildos en resguardo de los intereses de TODOS los ciudadanos del país.    
            Esos, señor Montesquieu, podrían ser algunos de los pasos con los que podríamos iniciar la realización del sueño que usted tuvo y nos expuso en su obra inmortal.  ¿Pero quién podrá ejecutarlo en nuestros medios?  Hay mucha gente con mucho poder a la que esto no le hará ninguna gracia; pero en el momento en que los pueblos tomen consciencia de su poder, empezará el crujir de huesos en las Argollas latinoamericanas.
            Cabildescamente         Ricardo Izaguirre S.      E-mail:   rhizaguirre@gmail.com
PUBLICIDAD: Les recomiendo la lectura de mi libro “EL ANÁLISIS”. de venta en la Universal, Aristos, Barrabás, Juricentro y casi todas las buenas librerías del país.

           

No hay comentarios:

Publicar un comentario