1005 “LA CHISPA”
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LOS PLANOS DE LA NATURALEZA
Usted y yo, y todos, vivimos en el plano físico: el mundo de la materia conocida y que se nos muestra mediante los sentidos; eso es todo lo que “conocemos”; pero dicen los que saben que eso no es todo, que existen siete planos diferentes que van desde el físico evidente a todos, hasta uno muy elevado constituido de una materia tan sutil, que se escapa a nuestra imaginación, por aguda que sea. También nos dicen que el Hombre tiene un cuerpo que corresponde a cada uno de esos planos que son, de abajo hacia arriba: 1- Físico, 2-Astral, 3-mental, 4-búdico, 5-átmico, 6- monádico y, 7-Adi o Divino. Sin embargo, se nos aclara que la evolución del hombre actual, ustedes y yo, solo se realiza en los tres planos inferiores (físico, astral y mental). En los planos cuarto y quinto (búdico y átmico) se lleva a cabo la evolución de aquellos que ya han trascendido la evolución humana ordinaria. Son los que llamamos INICIADOS, producto de esta humanidad o anteriores. El sexto plano, o segundo, si cuenta de arriba hacia abajo, es el plano monádico o anupádaka, residencia de las mónadas que han entrado a la cadena evolutiva. Y el sétimo plano es el Adi o Divino, el campo de manifestación del Logos, la residencia de Dios, del Absoluto en manifestación
En teoría, para cada uno de estos
planos, el hombre deberá desarrollar cuerpos que le sirvan como vehículos de
consciencia. Así como lo es su cuerpo
físico, del cual tenemos plena consciencia y sabemos que es el instrumento del
“Yo soy yo”. Lo más desarrollado del
hombre es el cuerpo físico, del que tiene mayor consciencia y dominio; luego le
sigue el cuerpo astral o de la emociones, el cual está formado de materia del
plano astral; después se ubica el cuerpo mental (apenas esbozado en la gran
mayoría de la humanidad). Y allí se
termina el cuento de la evolución humana.
Desde luego que esto va encadenado con el asunto de la Reencarnación y el Karma, pues
cualquiera sabe que en una sola vida es imposible lograr un desarrollo
espiritual que nos ubique más allá de la Rueda
de Samsara (reencarnación). Y la Ley
del Karma se encarga de hacer los ajustes necesarios para que cada Ego (la
entidad reencarnante) se vaya superando en el transcurso de centenares o miles
de vidas. Decepcionante ¿verdad? Pero lo peor no es eso, sino el hecho de que
ninguna religión o filosofía seria nos dice que el hombre físico (usted y yo) vamos a reencarnar o tener vida
eterna. Solo las religiones
occidentales, mal copiadas del oriente (India, China), son las que sostienen
que el hombre de carne y hueso (usted y yo) vamos a vivir para siempre en una
especie de “lugar” llamado Paraíso, el que nadie ha podido definir con
claridad. Tampoco nos han dicho qué
haremos ahí, ni por cuánto tiempo.
Ninguno de los eruditos iluminados
de nuestra presente humanidad, JAMÁS
ha dicho que el hombre físico se vaya a
salvar y tener vida eterna; ni siquiera la PERSONALIDAD (usted y yo).
Tal afirmación solo es producto de las religiones de occidente en su
afán clientelista. Cualquier obra
religiosa (filosófica) oriental que usted lea cuidadosamente, le hará ver que
no existe posibilidad alguna de que el hombre (el cuaternario inferior) puede
esperar algún tipo de “vida eterna”, cielo o cualquier otra opción. Incluso los grandes iluminados de occidente,
lo dicen muy claramente: la Personalidad
desaparece para siempre. Entonces, ¿qué
es lo que sobrevive? Pues el Hombre, el
Ego, la Entidad reencarnante, el Espíritu inmortal que peregrina por la Tierra
en multitud de variadísimos vehículos (usted y yo). Pero usted y yo, nuestra consciencia del “yo
soy yo”, se desintegra para siempre, según se nos explica en la Doctrina
Secreta y todas las religiones antiguas.
Así, pues, la Naturaleza está
formada por siete clases de materia que van desde la más densa (plano físico)
hasta la más sutil (plano divino). Y
para funcionar en forma consciente en cada uno de esos planos, el Hombre deberá
desarrollar los respectivos vehículos que, por ahora, son incipientes; incluso
el más desarrollado después del físico, el
astral, solo unos cuantos individuos son capaces de utilizarlo a plenitud. Eso significa que, evolutivamente, estamos a
millones de años de lograr la “salvación”, el estado aquel en que ya no es
necesario volver a reencarnar, o sea, el Nirvana
de que hablan los textos sagrados de Oriente; la reabsorción del espíritu
individual en el Absoluto. Pero ¿quién
es el que reencarna hasta obtener la liberación final? ¿Usted y yo?
No parece, según lo que se desprende de la filosofía oriental. La aceptación de esa teoría es demoledora
para la Personalidad (suya y mía), la
cual se cree la protagonista de toda esta trama. Puede ser que todo esto no sea más que una
teoría; sin embargo, no deja de ser un motivo de pasión, análisis, duda, temor
o inquietud; talvez a muchos les valga un tacaco, pero a todos nos intriga el
fenómeno de la vida y su obligatorio desenlace: la muerte. ¿Y qué hay más allá? ¿Algo?
¿Nada? Si billones de personas, sabios e ignorantes, suponen que existe un
más allá con alguna lógica y sentido común, es imperativo pensar sobre este
asunto; no podemos decir, simplemente, que esas son tonterías de gente crédula
y sencilla. Talvez no sea todo lo
fantasioso que los fanáticos suponen, tampoco tan fácil como lo presentan las
religiones; pero en algo se deben fundamentar esas creencias que, desde los
inicios de la humanidad han acompañado al hombre.
¿Existen esos planos de la
Naturaleza? ¿Tiene el Hombre esos
cuerpos de los que habla el ocultismo y las religiones antiguas? ¿O todo es un invento que se ha ido fraguando
durante edades y edades? Recuerden que
creer o no creer en aquello que NO
podemos demostrar, es un acto de FE que en nada modifica la Verdad, cualquiera
que esta sea. Sin embargo, sería una
lástima que todo terminara con la muerte; sería divertido, aunque solo fuera
por un segundo, tener una vislumbre de algo mucho mejor que lo que es este
mundo.
¿Usted que cree? Díganos su punto de vista (ojalá sin
fanatismo de ninguna clase) para establecer algún diálogo. Puede resultar interesante y enriquecedor.
Fraternalmente
RIS Correo: rhizaguirre@gmail.com
Blog “LA CHISPA” http://lachispa2010.blogspot.com/
Ricardo,
ResponderEliminartodas estas teorías son muy apasionantes. Tengo para mí, que, efectivamente, cuanto de rigor y serio poseen, en la versión occidental devienen caricatura. Ese cuento de que vamos luego de morir a un paraíso terrenal, únicamente sirve para meterle menos miedo al hecho de morir. "La esperanza es lo único que no se pierde".
Saludos,
Gladys