martes, 17 de julio de 2012

686 La Lotería


686      LA CHISPA                
Lema: “En la indolencia cívica del ciudadano, se fundamentan los abusos del Poder”
LA BENEMÉRITA LOTERÍA NACIONAL
            Para los malpensados, aclaro que este artículo es producto de la más auténtica enchilazón que pueda imaginarse; envidia de 24 kilates después de más de cincuenta años de jugar lotería sin haber “pegado” ni siquiera un numerito secundario, de esos de relleno.   Claro que si me la gano en esta semana, de antemano, retiro lo dicho en esta “Chispa” y, a partir de ese momento, me convertiré en creyente confeso del lema glorioso de la Institución:  Hágase millonario de la noche al día”.   Pero solo si me la gano; mientras tanto, sigo sosteniendo lo que a continuación digo.      (Espero que le importe a alguien… o a muchos)
            Considero que la lotería en su estructura actual es un fraude, un engaño que no corresponde en nada a las necesidades monetarias actuales.  Se supone que “pegar” la lotería debería ser la solución permanente de los problemas económicos de cualquiera; pero ¿qué pasa con los premios actuales?  No alcanzan ni siquiera para una buena borrachera.   Hagamos una revisión del monto de los premios para ver lo ridículos que son algunos de ellos.  Acertar un premio con serie y número, significa alcanzar una probabilidad casi imposible: una en cien mil.   ¿Se imaginan lo que es acertar CINCO CIFRAS para ganarse un miserable premio de trescientos mil colones?   Es una burla fenomenal.  Yo me moriría de la rabia si eso me llegara a pasar, y es por eso les ruego a mis dioses de la Fortuna que nunca me hagan víctima de esa grosería.  Si no me han de favorecer con el de noventa millones, prefiero irme en blanco.   Vean ustedes que con noventa millones apenas se puede comprar una casita decente, un carrito de segunda y guardar unos cuantos milloncitos para el resto de la vida (en los jóvenes).  Esto si el Estado no se los reduce a cenizas mediante la devaluación.  El segundo premio es de nueve millones.   ¿Qué se puede hacer con esa suma?  No es ni siquiera la prima de una casita de bien social.  No se puede comprar ni un buen carro de segunda mano.  NO SE RESUELVE NADA.  Nueve millones solo nos complican la vida, pues todos los parientes quieren su tajadita; a la esposa se le antojan muebles nuevos, refrigeradora, pintar la casa, tele de plasma y mil cosas más que no solo consumen el premio sino que nos dejan con ocho o nueve millones de nuevas deudas.  Ese premio es una burla refinada de la Lotería.
            El tercer premio es de tres millones.   Un fin de semana en Cancún, y ¡a la porra!  Fuimos millonarios por una semana, condición que ya no tiene mucho mérito en Costa Rica.  Es algo como ser multimillonario en la Alemania de después de la primera guerra mundial.  Tener tres millones nos hace (técnicamente) millonarios; pero en realidad, ¿qué significa eso?  ¿Qué resuelvo con tres millones?  Claro que muchos me dirán que soy un mal agradecido y que siete o tres millones son una bendición; y mil cosas más.  Pero ese no es el fondo de la cuestión que quiero plantear.  Tener la inmensa y casi imposible dicha de acertar los cinco números de la lotería, es un acontecimiento que debería ser recompensado con un premio que RESUELVA todos nuestros problemas monetarios de por vida.   Esto no trata de fe, religión, conformidad, agradecimiento o cualquier otra minucia de tipo moral.  Es un asunto de recompensa proporcional a la elusiva fortuna de atinarle a una posibilidad casi inexistente.  Es una cuestión matemática que debería ser recompensada con un premio proporcional al costo.  Porque ganarse 300 mil colones con CINCO CIFRAS es una burla sanguinaria, una ofensa, un fraude, una desilusión, un bostezo.          Fíjense en el truco.
            En el sorteo 4052 del domingo 11 de octubre del 2009, hubo 93 premios distribuidos así:
1     Mayor de                    90.000 000
1     Segundo de                  7.000 000
1     Tercero  de                   3.000 000
3      de un millón                3.000 000
2      de 700 mil                   1.400 000
5      de 500 mil                   2.500 000
30    de 400 mil                   12.000 000
50    de 300 mil                   15 000 000
Total                                133 900 000    (ciento treinta y tres millones con novecientos mil colones).
            ¿A qué viene tanto premio “basurilla” cuando podrían ser solo tres de un monto respetable?  ¿Cortina de humo para disimular las exageradas ganancias de la Junta?  Vean que reparte 134 millones y colecta 500, con lo que obtiene una ganancia de más de 366 millones; entrega apenas una cuarta parte de lo que ponemos todos.  Y eso es injusto.  ¿Y por qué lo hace?  Porque es un ente estatal de los que imponen todo; como los “candidatos de elección popular” de los partidos.  Pero además, son dos ediciones, lo que eleva la ganancia de la Lotería a  732 millones cada domingo.   Con ese costo del billete, la Junta debería dar solo tres premios: el primero de ciento veinticinco millones, el segundo de setenta y cinco y el tercero de cincuenta.  Ese monto haría que el 50% por ciento de lo recaudado quede en manos de la Junta; y eso ya es DEMASIADO.  Pero así son las cosas, la Lotería Nacional es como el Vaticano: INTOCABLE.  Está por encima de la Ley y hace lo que le da la gana.  Y aunque aceptemos que es una institución de bien social, eso no justifica semejantes ganancias con el dinero de todos, porque la verdad, NADIE JUEGA “PARA HACER EL BIEN” sino “PARA HACERSE RICO DE LA NOCHE AL DÍA”, como rezan los eslóganes más populares de esa empresa.  Allí hay mucha plata, y no en balde tanta gente se desvive por estar en su Directiva, ¿por qué será?  
            Si no distribuyen más dinero, que sería lo justo, al menos deben eliminar la farsa de esos premios miserables con los cuales tratan de que no sea tan evidente el monto de sus desproporcionadas ganancias.  Solo tres premios; así se ahorrarían tiempo y todos nos desinflaríamos en diez minutos.  Y a seguir pulseándola para el próximo sorteo.  Los viciosos somos viciosos y nunca dejaremos de ser sus clientes; pero al menos, respétennos y quiten el escarnio de esos premios de a centavo.   Y solo hemos considerado UN PREMIO.
            Loteriescamente                    ¿Le importa a alguien?                     ¿Sucede esto en su país?
                                        Ricardo Izaguirre S.             E-mail:  rhizaguirre@gmail.com
Blog:      “Librería en Red”       http://libreriaenred2010.blogspot.com/

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